NOTA: ESTE CAPÍTULO CONTIENE ESCENAS +18, ASÍ QUE SÍ ERES UNA PERSONA SENSIBLE A ESTOS TEMAS PUEDES SALTARLO.

PDT: SÍ ERES DE LOS QUE SE EMOCIONA, BIENVENID@ A MI MUNDO, ESPERO LO DISFRUTEN :)

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Narrador Omnisciente

A pesar de que a simple vista su hermano solo estuviera conversando con Alissa a Connor le seguía molestando la cercanía que poco a poco ellos iban construyendo, no quería para su hermano una mujer tan problemática como ella.

Luego sopesarlo muchas veces en su cabeza, hizo el intento de levantarse para enfrentarlos pero el alcohol en sus venas y una mano en su brazo, lo detuvo. Al percatarse quien era, reconoció a Caín, así que sin evitarlo una gran tensión invadió su cuerpo.

—Sí me disculpas, debo evitar que le quiten la virginidad a mi hermano — Sus palabras eran torpes, y a pesar de que nada para ese momento tuviera gracia, una gran carcajada salió de su boca.

—Connor, tienes que dejar de evitarme, necesitamos hablar — Cuando este apretó su agarre, se ganó la atención de él. Tratando de ignorar esa intensa mirada azulada, carraspeó — Mira yo...No quiero que se vaya a la mierda nuestra amistad luego de lo que pasó.

— ¿Qué es lo que esperas de mí Caín? — Preguntó sentándose de nuevo para tomar la botella que ya llevaba a la mitad — No puedo hacer como si nada hubiera pasado.

—Pero podemos aclararlo, mira yo... — Se sumieron en un silencio porque la verdad era que no sabía cómo justificarse, las cosas eran obvias, no diría que fue un error porque a pesar de que estuviera tentado a mentir sabía que no era la solución.

Los dos se miraron fijamente unos segundos y cuando Caín se animó a tomar la palabra de nuevo, una Devie ya muy pasada de tragos se acercó tropezando con el sillón donde se encontraban.

—Pero que serios chicos — Gimoteó — Es una fiesta no un maldito funeral.

—Lamento informarte que no estoy para tus estupideces linda — Dijo Connor dando un largo sorbo a su botella

—Pero tú sí, ¿Cierto bebé? — Los dos observaron a Caín, que a pesar de lo ignorante que era su novia de la situación, Connor ya había comenzado a notar la incomodidad que Devie le provocaba a su amigo, lo que lo llevaba a preguntarse sí siempre fue así o luego de esa fiesta es que adoptó esa actitud.

—Sí — Respondió secamente — Creo que deberíamos irnos, al parecer somos los únicos aquí.

— ¿Cómo que...? — Comenzó a preguntar Connor, pero entonces, un mensaje de Adam le llegó a su teléfono diciendo que se había llevado a Alissa pero que lo llamara para volver por él. Este, con la rabia de no poder impedirlo se levantó en su búsqueda, pero la adrenalina no le duró tanto en su cuerpo ya que al estar de pie un gran mareo lo invadió, así que Caín se levantó para evitar que se desplomara.

—Te tengo princeso — Dijo entre risas — No estás en condiciones para buscar a tú hermano, yo puedo llevarte.

— ¿Ahora soy una damisela en apuros? — Respondió reprimiendo una sonrisa — Vaya que te estás tomando tú papel de caballero.

—Awww, se ven tan lindos — Sollozó Devie un tanto sensible — Como desearía que dejaran de ser tan imbéciles, ¿Qué les cuesta aceptar la verdad?

Los dos se tensaron de nuevo y Connor se separó al instante como sí el tacto de Caín le quemara, donde un gran nerviosismo los recorrió, ¿Sería posible que Devie hubiera escuchado lo que pasó ese día?

— ¿De qué hablas? — Preguntó Caín compartiendo la misma inquietud.

—El día de la fiesta, necesitaba hablar con Connor así que lo seguí, y cuando entré a la habitación, me encontré con la escena de ustedes besándose — Un gran silencio invadió el lugar, pues solo hasta ese momento se había mencionado en voz alta lo que ocurrió y ninguno de ellos estaba preparado para aceptarlo.

—Eso no es verdad —  Intervino de forma rápida — Creo que te equivocas Devie, Caín y yo solo nos vimos al inicio de la fiesta.

—Puedes intentar engañarme a mí, pero no a él, ni a ti mismo — Dijo ella que a pesar de los niveles de alcohol en el grupo, hablaban lentamente, pero de una forma audible. La chica era la de peor estado mientras los dos amigos tenían cierta resistencia pero ya les estaba pasando factura.

—Me voy — Exclamó apartando a un petrificado Caín, solo que cuando este llegó a la puerta esa la misma mano de este no le permitió abrirla.

—Déjame llevarte y ya — Susurró serio — Devie y tú no están en condiciones, no pido nada más.

Su ego no lo hubiera dejado aceptar, aunque para ese momento a pesar de lo contradictorio que pudiera llegar a sonar, el alcohol lo hizo ignorar esa parte de él para hacerlo considerar que tenía razón. Era de madrugada, su hermano se había llevado el auto, estaba muy lejos de casa...Así que no tenía más opciones, apretó los labios y asintió.

Luego de una corta espera, los tres se subieron al auto de Caín, y este asegurándose de que todas las puertas estuvieran cerradas para que no volara ninguno de los presentes por la carretera, aceleró en dirección a la casa de su novia que era la más cercana. Su cabeza era un desastre y el hecho de que no estuviera lo suficiente borracho para apagar su conciencia lo molestaba un poco, no quería pensar en que alguien más los había visto y era nada más que Devie, la chica con la que empezó a salir hacía unos pocos meses porque bueno, le interesó en un inicio pero sabía muy bien que era una distracción de alguien que realmente había llamado su atención.

Cuando llegaron a su primer destino, Caín se bajó para ayudar a su novia a entrar y Connor no pudo evitar salir para dejarle claro que lo que había visto era una visión del alcohol o alguna excusa para que no abriera la boca.

— ¿Dónde están las llaves de tú casa?

—No lo sé amor, creo que las dejé en su auto — Dijo mientras los dos observaban a Connor, y este se devolvió en busca de estas, cuando las encontró se adelantó casi perdiendo el equilibrio para luego introducirlas en la cerradura y abrir la casa.

Los tres, no tan sobrios intentando subir las escaleras eran una escena muy cómica, donde el mismo Caín casi tropieza pero por suerte, Connor lo ayudó a sostenerse y entre risas llegaron a la habitación de Devie. Las paredes eran de un color azul suave, además de ser un espacio muy organizado que daba el aspecto de minimalista.

Sin que nadie lo esperara, Devie haló del brazo de Caín para atraerlo y estampar sus labios en la boca de él, al inicio no respondió, pero cuando centro su mirada en Connor le correspondió. El momento era muy extraño, mientras la pareja se besaba y su mejor amigo lo observaba, su propio cuerpo tuvo una respuesta, la verdad era que comenzaba a sentir cómo aumentaba la temperatura en la habitación.

¿Cómo debía interpretar lo que estaba pasando? Se preguntó Connor mientras se sumía en sus pensamientos a la vez que percibió una respiración cerca de su oído que erizó todos los pelos de la nuca.

—¿Sabes que siempre he tenido cierta curiosidad por ti? — Preguntó Devie mientras se sentaba a horcajadas de él — Desde el preciso momento en que te conocí — Dijo con la respiración agitada llena de lujuria — He querido probarte.

Sin dejarlo reaccionar estampó su boca en sus labios para dar paso a un apasionado beso, donde al inicio Connor no pudo moverse, pero vamos, un chica muy guapa, estaba a horcajadas de él y hasta lo deseaba. Podría culpar al alcohol, al final no lo habría hecho estando en sus cinco sentidos, pero para ese momento siendo consciente de cómo Caín los observaba desde el otro extremo con los ojos por completo dilatados de la excitación y pasando sus manos por la entrepierna, este decidió corresponderle rozando su lengua por el labio superior donde tal tacto, produjo un gemido ahogado de ella.

En otro mundo, ver a la que era su novia besándose con otra persona lo hubiera considerado traición, pero la verdad era que no podría ignorar el morbo que le provocaba ver la escena. Connor era de esos expertos en ese aspecto, siempre lo había sabido, no por algo se creó cierta fama entre las chicas universitarias, pero una cosa era escuchar rumores y alardeos, que presenciarlo. Sin poder reprimirse, se acercó a ellos para pasar un brazo por el hombro de su mejor amigo llamando su atención, en un inicio de tenso, pero mientras Devie se ponía de rodillas para concentrarse en su entrepierna, él se acercó sin ningún pudor. La tensión entre los dos era obvia, lo que había ocurrido en la fiesta de hace una semana aún estaba presente en sus memorias, pero él se moría por probar esos labios que tanto había fantaseado en sus sueños, así que concentrado en su boca se acercó poco a poco para terminar con un sueva roce que fue el causante de que la pequeña llama de deseo que hasta ahora se había formado, creciera.

No quería admitirlo, pero entre sus fetiches sexuales estaba ser partícipe de un trío, y cuando vio a su novio la noche de esa fiesta, se dio cuenta que podría hacerlo realidad porque sea lo que sea, Connor era un de esos chicos atractivos que creía imposibles, pero ahí estaba rozando su entrepierna con sus labios mientras Caín daba suaves besos alrededor de su cuello. Sin dudarlo más, metió su miembro en toda su boca generando un gruñido por parte de él, la excitación con la que la miraba Connor la encendía a cada minuto.

La combinación de besos en su cuello y como Devie jugaba con la boca en su miembro lo estaba llevando al límite, y sin poder contenerse más con una mano tomó del cuello a la chica para acelerar el ritmo en que follaba su boca, y con la otra presionaba más los labios de Caín a su cuello. Sin poder contenerlo un gruñido salió de su labios al percibir que estaba a punto de alcanzar el completo éxtasis.

Cuando Connor lo atrajo a su cuello, para él fue un placer devorarlo poco a poco, sabía que lo estaba enloqueciendo y cuando este generó presión, una gran sonrisa salió de sus labios.

—Tú a mi no me engañas — Susurró Caín en su oreja — Podrás mentirme, pero sé que tú cuerpo siempre te delatará.

—Se acabo — Dijo Connor a la vez que apartaba a Caín, pero todo se vio interrumpido cuando alcanzó el orgasmo gracias a Devie, en ese momento su mente quedó en blanco acompañada de un ronco gruñido.

—Vaya que sí — Con una sonrisa mientras limpiaba sus labios, Devie se sentó de nuevo a horcajadas de Connor pero esta vez retirando sus bragas para posicionarse en el lugar exacto, donde al dejarse caer, su miembro la penetró generando un gran gemido de su parte — Ahora me toca a mí.

Devie quería tener el control, pero ni en mil años la dejaría, así que para sorpresa de todos, la levantó para dejarla de rodillas en la cama, luego tomó su cabello para halar su cabeza hacia atrás y sin poner más espera, la embistió con fuerza donde esta chilló al sentirlo en su interior.

Ver como Connor embestía a Devie era excitante, así que sin pensarlo se acercó a la espalda de él para acariciar su cuello de nuevo y conducir su miembro en su trasero, donde ignorando las miles de dudas respecto a si él lo apartaría creándose en su cabeza, lo introdujo en su interior provocando que este soltara un gruñido y bajara el intenso ritmo que llevaba con Devie.

Fueron solo segundos pero sin esperar una aprobación, lo embistió de nuevo a la vez que Connor retomó el ritmo con su novia. En ese momento solo eran ellos tres, diversos toques, roces, besos, gemidos, susurros, palabras...Estaban unidos, eso lo sabían, y a pesar de que era claro lo que hacían no era lo correcto, olvidaron la realidad disfrazándola de lujuria y deseo.

Connor sabía que se arrepentiría, pero mientras sentía como sus dos acompañantes estaban a punto de llevarlo a un gran orgasmo, quiso olvidarse de que al otro día tendría que fingir que nunca pasó, era eso o reconocer algo a lo que la verdad no se sentía capaz.

Caín desde la fiesta cuando probó esos labios con los que tanto fantaseó en sus sueños, sabía que los pensaría con más intensidad, no era de los que se aprovechaba de la situación, pero tener a Connor, sentir su piel, poder tocarlo como en algún momento siempre quiso, era tan excitante que aunque sabía que mañana la realidad lo golpearía con la ley del hielo que le estaba aplicando su mejor amigo, se permitiría sentir ese momento que alargaría en sus noches sí era necesario.

Era vivir el ahora, porque la destrucción ya estaba cerca...

Uno quería esconder su verdad,

Otro ignorar las voces que aseguraban se arrepentiría de esto,

Y otra probar uno de esos oscuros deseos que tanto había guardado.

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