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Capítulo 11 - Adicto

Narrador Omnisciente

El fin de semana se había acabado rápidamente, y para molestia de todos, el semestre en la universidad comenzaba oficialmente, así que miles de estudiantes corrían de un lugar a otro para como todos los primerizos, comenzar con el pie derecho.

A pesar de que intentó ahogar sus pensamientos con alcohol, Connor seguía sin poder olvidar lo que pasó en esa fiesta, era su mejor amigo, aún le costaba sí quiera imaginar lo idiota que había sido. Comenzado porque ahora creía que era igual a él, que tenía oportunidad con él, pero la realidad es diferente. En su vida le había atraído alguien de su mismo sexo, pero aunque no pensaba admitirlo, estaba el hecho de que no se apartó cuando Caín lo besó.

¿Por qué?

Por otro lado estaba Adam, que tenía una de esas tan populares disyuntivas, donde esa extraña chica de ojos azules que le recordaba a su amor de la infancia no abandonaba su cabeza, no iba a mentirse, la verdad es que le atraía y no solo su belleza. A pesar de conocerla muy poco, sabía que tenía mucho más que esa faceta de chica en problemas.

Lara ocupaba la otra parte, ya que seguía sin creer que la hubiera buscado durante tanto tiempo por fuera de la ciudad y a veces del país, para que luego ella residiera en Miami, incluyendo sus visitas al orfanato, así que... ¿Cómo era que luego de tantos años no hubieran coincidido?, sabía que la reconocería al instante, de eso estaba seguro.

Era realmente irónico que Alissa lo comparara con Matt, los dos compartían esos verdosos ojos que tanto le encantaban, pero era hasta ahí, además, el amor de su infancia era rubio, y Adam tenía un tono castaño así que no tenía sentido, la verdad es que el alcohol o lo que sea que estuviera en su cabeza le estaba afectando hasta el punto de casi alucinar. Entre otros de sus dilemas, el hecho de que Connor mencionara que llamó la atención de él, aún no abandonaba su cabeza, era más bien como que sentía algo extraño al pensar en ello, no quería admitirlo, pero sabía que en eso coincidían, algo los unía, pero... ¿Cómo era eso posible?

***

—Hoy es el cumpleaños de Caín, pensé que estarían ya estarían planeando toda la fiesta — Exclamó Adam ya listo para ir a la universidad encontrándose a Connor en la cocina.

—¿Cómo sabes? — Preguntó extrañado.

—Tengo redes sociales — Respondió con obviedad — ¿Qué es lo que pasa?, estos últimos días has estado muy extraño.

—Nada, deja la paranoia — Curvó su labio en una sonrisa que en definitiva no le llegaba a los ojos y él lo notó. A pesar de que se hubiera ido un año, ya conocía a Connor lo suficientemente bien como para que fuera transparente para él, algo le molestaba, algo lo estaba atormentando, y su apariencia de no haber dormido en días más su falta de humor lo demostraban — ¿Me llevas?.

Esa pregunta lo sorprendió tanto que se quedó unos instantes congelado, su hermano amaba manejar auto, era como su tesoro más preciado, y aunque creyó que era broma, cuando lo observó, aún con la mirada perdida, suspiró, ya investigaría que le estaba pasando.

—Claro — Le pasó el casco de repuesto que tenía para que luego subieran a la moto.

El camino fue un poco más largo de lo común, la verdad es que para ese momento no tenía ganas de creerse un conductor de motocross, comenzado porque también estaba perdido en sus propios pensamientos.

Cuando llegaron, Connor se bajó dejando el casco y desapareció entre la multitud ignorando los saludos de ciertas chicas que de vez en cuando se le acercaban, y eso comenzó a preocuparlo, a ver que su hermano ante todo se caracterizaba por ser alguien social, esto ya no era normal.

—Hola — Saludó un nervioso Caín — De casualidad, ¿Has visto a Connor?

—Pues llegó conmigo pero luego desapreció — Una expresión de desesperación apareció en su rostro, y cuando hizo un intento de alejarse decidió detenerlo.

—Oye Caín, quiero preguntarte algo — Cuando lo llamó, este se tensó por completo — ¿Qué le pasa a mi hermano?

—¿Por...Por qué lo dices? — Soltó una risita nerviosa que le comprobó sospechas.

—No te hagas, algo está pasando y al parecer tú estás involucrado.

—No seas paranoico Adam, nada pasa — Cuando pensaba replicarle, Caín se alejó casi corriendo.

Las clases pasaron de una manera casi tortuosa para él, y es que miles de suposiciones aparecían por su cabeza, sabía que quizás estaba exagerando, pero luego de lo que vivió en Italia, cualquier cosa, por más mínima que fuera lo ponía alerta.

Cuando por fin tuvo el receso que esperó desde la mañana, buscó a Connor por todo el lugar, y al final lo encontró en una de las mesas más lejanas de todo el comedor con una botella de Coca Cola casi completa y abierta.

—No voy a irme de aquí hasta que me digas la verdad, deja de estupideces, soy tu hermano — Exclamó llamando su atención.

—Eres un completo dolor de cabeza cuando te lo propones — Dijo suspirando.

—Te conozco muy bien para tú desgracia — Se sentó para quedar frente a frente, y agradeció que casi no hubiera personas en el lugar, pues nadie los escucharía — Entonces... — Comenzó intento animarlo a hablar.

—Entonces eres un completo idiota — Sonrió un poco más animado, al inicio se creó un profundo silencio mientras esperaba a que hablara, y cuando creyó que no lo haría Connor carraspeó — Esa noche cometí una gran error...

—¿La noche de la fiesta? — Preguntó confundido mientras este asintió — ¿Qué pasó?

—Adam yo... — Por un segundo llegó a pensar que le diría la verdad, pero este apretó los labios y él supo que se había retractado — La verdad no quiero hablarlo — Cerró los ojos como sí le estuviera costando sí quiera pensar — Pero te prometo que cuando esté listo te lo diré...

—Está bien — Dijo mostrando una mirada comprensiva a su hermano — Solo dime que no es nada muy malo....

—¿Confías en mi?.

—Sabes que sí.

—No es nada como un asesinato o cosas así — Bromeó calmando la tensión que se había formado — En eso puedes estar tranquilo.

—¡Por Dios! — Exclamó una chica sentándose en la mesa junto a ellos — te he estado buscando toda la mañana Connor — Fijó su mirada en Adam — Hola Adam — Este se sorprendió de que supiera su nombre ya que no la conocía — Verás, Caín no es fanático de celebrar su cumpleaños a lo grande, así que... ¿Te parece sí nos reunimos los de siempre en su bar favorito?

—Hoy que no quiero ver a nadie me buscan todos — Exclamó Connor exasperado mirando a su hermano — Pues me parece bien, ¿Caín que te dijo al respecto?

—Nada, es sorpresa ya sabes...

—Definitivamente eres muy convincente Evie, solo porque estás saliendo con él me caes bien — Algo en su tono era extraño, de hecho en su manera de expresarse, y a pesar de que Adam lo notó aumentando sus ganas por saber que era lo que pasó entre ellos, pero tenía que tener paciencia, él se lo diría cuando estuviera listo.

—Nos vemos después, voy a hacer una cosa — Dijo despidiéndose donde Connor le respondió con un asentimiento mientras observaba con hastío a la chica.

*

(Actualidad)

—Cuando me adoptaron estaba feliz, ya sabes siempre quise una familia — Exclamó sonriendo — Pero la vida a veces es una completa perra, y mis padres murieron en un accidente.

—Lo siento...

—Tranquilo, tuve buenos recuerdos con ellos así que siempre les estuve, y aún estoy agradecido, pero...Las hermanas de mi padre, no sé como lo hicieron, pero la herencia que se suponía me iba a corresponder, desapareció, así que terminé en la calle.

— ¿Por qué no fuiste al internado?, quizás te habrían ayudado — A pesar de no haberse visto en años, le dolía como su amigo había terminado.

—Lo intenté, pero cuando entras al mundo de vivir en la calle, descubres muchas cosas, y ninguna de ellas es buena — Suspiró — Me convertí en un adicto a la heroína y aún sigo luchando con eso...

—Mierda Mark — Dijo sorprendido — vas a salir de esto, tienes...

—No es tan fácil como crees — Susurró bajando la mirada.

—Pues yo pienso ayudarte, eso te lo prometo — Su convicción realmente impactó a Mark, tanto que una pequeña sonrisa se reflejó en su rostro.

—Me recuerdas a la chica de ojos azules que alguna vez me acompañó a fumarme un porro — El recuerdo le provocó una carcajada — Esa noche fue una de las mejores...

—Vamos a comer algo, deja de alucinar — Bromeó Adam ignorando el comentario de su amigo, aunque las palabras "ojos azules" no abandonaron su cabeza...

<<Mark no podía referirse a la misma persona ¿Cierto?, al final en el mundo sea lo que sea hay muchas mujeres con los ojos azules, Alissa era el ejemplo de ellas, había muchas coincidencias, pero era cierto que ella también iba a esos lugares para drogarse — Cerró los ojos frustrado — No podría ser la misma persona,  se suponía que para esas épocas ella aún no había caído en eso, o la realidad es que al final siempre estuvo ahí...

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