(02)

LUKAS.

Muerdo el bolígrafo como si el fuera el culpable de mis tormentosos pensamientos. No puedo dejar de pensar en todo aquello que me gritó a mi cara. Lo merezco, pero no... no,no lo merezco. Ella me pidió que me alejara que no necesitaba de mí.

¿Quién entiende a las mujeres? Esto de entenderlas como que es un poco difícil.

—¿Te has vuelto loco? —me gritó como una fiera.

—Necesitamos hablar —dije.

Balbuceó, molesta.

—Acabas de pasar de mi, delante de todos y ahora quieres hablar conmigo, ¿qué te sucede?

—Lo siento Cassie yo...

—Tu nada... dos años, ¡dos años! —le sostengo la mirada y me preparo para lo que viene. —Dos años en los que no te importó ni una almendra, lo que todos estábamos sintiendo. Eres un egoísta, ni una llamada, ni un mensaje, ¿sabés acaso lo importante que era para todos la pastelería? No, porque de haberlo sabido jamás la hubieras cerrado. Te fuiste y desapareciste como si nada sucediera ¡Acaso no todos sentimos dolor! Tú perdiste un hermano, tu madre perdió un hijo, los chicos perdieron un amigo, y yo perdí a la persona que amaba con mi vida. No seas cínico, no puedes regresar y aparentar que nada a pasado porque nos abandonaste cuando todos te necesitábamos. Y un cosa más, espero no tener que volverlo a repetir, aléjate de mi, no quiero volverte a ver. Ni si quiera sé porque vine hasta aquí.

Quise detenerla, traté de luchar conmigo mismo y ir detrás de ella. Pero no lo hice, al menos no de la manera correcta.

—Yo nunca fui tan cercano a tí.

¡Ahahaha! ¿Cómo puedo ser tan imbécil? ¡Por qué tuve que decirle eso! Aunque detuvo su andar, guardó silencio, sacudió su cabeza y subió de nuevo al taxi.

Ni yo logro entenderme a veces.

Danna entra a mi despacho y se que está molesta. Quedé en verla por la mañana pero se me a olvidado por completo.

—¿Está todo bien?  —pregunta tratando de mantener la calma.

—Lo lamento tenía unos asuntos pendientes y...

—No me mientas Lukas —espeta furiosa.

Frunzo mi ceño y me levanto resonando mis manos en el escritorio.

—¿Por qué tendría que estar mintiéndote?

—Desde que saliste corriendo detrás de esa chica has cambiado por completo.

Aplano mis labios.

—Procura no intervenir en mis asuntos personales que no son de tu incumbencia.

Vacila por un momento y se marcha molesta dando un portazo.

¡Que carácter!

Al parecer todos están en mi contra —tal vez sea yo el responsable— ¿Pero qué les hice? No hallo ninguna razón lógica.

Suelto un suspiro.

Creo que mejor regresaré a Canadá, nada está saliendo como lo había previsto.

CASSIE.

Me hice toda una escaleta de cómo sería aquella historia —esa de lobos y vampiros—, pero terminé escribiendo aquello que estaba en mis rincones más profundos e heridos. Encontré un antídoto... uno que fue sustituido por la necesidad y la melancolía de volverte a encontrar. Me obsesione con la idea de volver a encontrarte más allá de solo  mi imaginación dónde te hallaba fácilmente  con solo cerrar mis ojos. Empecé a verte en todos lados... pero solo era la memoria de tus recuerdos, nuestros recuerdos.

Tenemos esa idea errónea de que todo será para siempre, que todo será eterno, ¿pero que nos da seguridad de ello? Creo que nos preocupamos mucho y nos olvidamos de vivir el presente.

Aunque ya no dueles como los primeros días, sigues ahí, en cada página que escribí con el corazón para ti. En dónde detallé cada huella que dejaste en mí y cada momento que vivimos juntos sin miedo a perder la cordura. Sólo fuimos tú y yo.

Después de no estar tan segura de si quería o no hacer público nuestra historia, terminé tomando la decisión que creo que es la más correcta: Publicar 'Cuando Llegue Enero'. Así he decidido que sea su nombre.

Termino de firmar el documento entre mis manos y suelto un suspiro. Coloco a un lado la carpeta y le doy un sorbo a mi bebida de uva. Observo todo el lugar vacío y me imagino cada detalle con el que quiero decorar el sitio.

De poema en poema encontré la libertad de mis pensamientos, esas constelaciones que dentro de mí cabeza se volvieron un mar de ideas insaciables. Pero en los libros hallé la plenitud y un viaje sin regreso, un naufragio incansable.

Agradezco que nadie se haya opuesto a mi decisión de abrir una librería. Hoy por la mañana me han entregado las llaves del lugar y no puedo estar más contenta. Por eso decidí firmar los documentos aquí mismo, pronto también estarán a la venta en este sitio.

Me levanto del suelo y sonrío emocionada.

—Patty debe estar esperándome —susurro.

Le doy una última mirada al sitio y me marcho, será mejor que me apresure sino quiero ver a una Patty gruñona.

LUKAS.

—Si mamá, hablaremos bien cuando llegue al sitio.

Llevo mis manos a la cabeza tras escuchar los numerosos reproches de mi madre.

—Te estoy esperando así que no tardes tanto —la escucho decir, y cuelgo para no darle más larga.

Ajusto el nudo de mi corbata y le doy un largo trago a mi Whisky.

No tengo porque explicar nada —realmente no quiero— ¿Cómo le explico que Cassie me gusta? Incluso mucho antes de que iniciara todo con mi hermano. Fue desde aquél día... salió corriendo, quería bajarme del auto y disculparme porque no la había visto en el camino pero... simplemente corrió. Jamás pensé que unos días después me la encontraría en la pastelería, fingí no haberla visto antes, al parecer ella no recordaba aquella escena. Admito que queria  por lo menos entablar una conversación, algo que me llevara a conocerla. Pero hice todo a un lado cuando  Jael se fijó en Cassie.

Claro, lo que menos me esperaba era que él me pidiera cuidar de ella. Me llené de temor y cobardía, ¿cómo podría cumplirlo? Ella jamás estaría conmigo, soy el hermano de... de la persona con la que creyó que compartiría toda su vida. ¿Qué va a pensar? O mejor dicho, ¿cómo se lo explico?

Cuando me fui a Canadá no solo fue para sanar mi propio dolor, sino también para alejar de mi aquella confusión que rondaba mi cabeza. Si cuidaré de Cass, lo haría desde la distancia, pero cuando coincidimos nuevamente... todo volvió a renacer de las cenizas.

Pero desde que llegué solo he empeorado las cosas, unas tras unas.

Salgo de mi despacho y camino en dirección a mi auto un poco distraído.

—¿Irás al departamento? —pregunta Danna  con un tono de voz ya más relajado.

—No, saldré con mi madre.

Asiente.

—Entonces, no veo problema en acompañarte —dice y se acerca a mí con una pequeña sonrisa.

Dejo salir una tos y niego apenado.

—Mejor te ocupas de unas citas que necesito para mañana de unos negocios. Iré a verla sólo.

Me mira fijamente pero me doy la vuelta y subo a mi auto lo más pronto que pude. Se que está ahí mirándome, pero creo que es lo mejor. No quiero generarle alguna ilusión a la cual luego yo no pueda corresponder. Arrancó el motor y salgo pronto de allí.

CASSIE.

Entro al restaurante y trato de ubicar a Patty, la encuentro en una de las mesas junto a un gran ventanal que se me antoja algo hermoso.

¡Buena elección!

Camino en su dirección, al notar mi presencia esboza una sonrisa de oreja a oreja. La saludo antes de tomar asiento.

—Espero no haberte hecho esperar —digo acomodándome en mi lugar.

—No te preocupes, no hace mucho que he llegado.

Asiento y me quedo viendo por el ventanal.

—Cuentame, ¿cómo van los preparativos para la inauguración de tu galería?

Ella suelta un suspiro.

—Estos últimos días han sido agotadores, ya casi está todo listo... pero no sé, siento que falta algo... algo que no logro hallar hasta ahora.

La miro un poco descolocada.

—¿Será algo que quieres pero no estás segura de ello?

Lo piensa por un momento.

—Tal vez...—hace una pausa—, pero pronto resolveré ese asunto. Ahora tu dime, ¿logró alcanzarte aquel día?

Por un momento no entiendo de qué me está hablando por lo que añade:

—Lukas, vi cuando él salió como loco detrás de tí.

Un nudo se forma en mi garganta y no sé cómo explicarle lo que sucedió. Ladeo mi cabeza y trago grueso para contarle cada detalle pero entonces Patty abre sus ojos en grande.

Ha quedado con su vista puesta detrás de mí, me giro sin entender. Lo que menos me esperaba.

—¡Hola chicas! —saluda Helena, saludo el cual devolvemos de inmediato.

Sin embargo nuestra mirada —o más bien solo la mía—, es enfocada en el rubio. Lukas luce sin ninguna expresión como es de costumbre.

Desvío mi mirada hacia Patty que me observa algo apenada.

Porque me parece que ésto es una encerrona programada por estas dos.

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¡Feliz año nuevo para todos! Que este 2023 sea lleno de mucho amor y buenas ideas ♥️

Déjenme sus comentarios y su voto ♥️
Son muy valiosos para mí.

Pronto subiré más seguido las actualizaciones de esta historia.

Nos leemos pronto ♥️

Anne Fernández.