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Capítulo 7

—Wow hermano —alguien se me acercó —que fue todo eso —vi que era Cesar.

—Era Kimberly con un chico —rodeé los ojos.

—No, osea que me refiero —empezamos a caminar —besaste a Kimberly —me miro asombrado.

—Si, pero no es nada de otro mundo —empezamos a buscar a nuestra madre.

—Invítala a salir —me dio un leve golpe en mi hombro, dándome ánimos.

—No, aparte tengo clase mañana pero de lo que si sé, es que ella va a pasar conmigo —a lo lejos vimos a nuestra madre.

—Por que presiento que esta sospechosa —con algo de miedo nos acercamos a ella.

—Hola hijos —nos sonrió algo nerviosa.

—Dinos la verdad para ir a buscar los carritos —yo ya sabia a lo que ella se refería con esa actitud.

—Ahorita solo fueron seis bolsas —se hizo a un lado, vimos unas bolsas en el suelo y confirmamos las cantidad que ella nos dijo.

—Esta bien —Cesar y yo agarramos dos bolsas y nuestra madre las bolsas restantes y nos fuimos al estacionamiento.

—Que quieren para cenar, espaguetis o hamburguesas? —ella nos preguntó cuando terminamos de guardar todo en el carro.

—Espaguetis —Cesar y yo dijimos al mismo tiempo.

—Buena elección —nos subimos a mi auto y nos fuimos a la casa.

En el camino mi madre recibió una llamada, que por lo poco que escuche, le hablaba la mamá de Kimberly.

—Hijo hazme un favor —bajamos las bolsas de mi auto.

—Dime —la voltee a ver.

—Mientras yo hago la cena con Cesar, puedes ir a traer a Kimberly? —me preguntó.

—Claro, pero... porqué? —le pregunté dándole mis bolsas.

—Sus padres y sus hermanos se fueron de viaje a ver a una tía, y como ella tiene colegio no pudo ir con ellos —suspiro —mi mejor amiga me pido que ella se quede con nosotros los días asignados —me sonrió.

—Bueno ya regreso —me asegure de que entraron a la casa y yo me fui.

Al llegar aparque mi auto frente a la casa de Kimberly, me bajé y me acerque a la puerta, toque tres veces hasta que ella abrió.

—Hola Juan —yo entré a la casa —ya casi termino de arreglar mis cosas, si quieres espérame en la sala —ella se fue a la segunda planta dejándome con la palabra en la boca.

Me aburri de tanto esperar asi que fui a ver que tanto hacia, la encontré en su habitación cerrando una pequeña maleta.

—No entiendo por que las mujeres tardan tanto en arreglarse —me arrecoste en el marco de la puerta.

—Por que nosotras somos más organizadas —me sonrió —Mark me hizo un interrogatorio cuando me fui con él —yo la ayude con su maleta.

—Acaso son novios para que te interrogue tanto —salimos de su casa y nos acercamos a mi auto.

—No, pero él me dijo que yo le gusto —levantó los hombros.

—Y a ti te gusta él? —le pregunté pero trate que no sonara como tan enojado.

—Vámonos que ya se esta haciendo tarde —ella rodeo el auto y se subió en el lado del copiloto.

—Te gusta ese imbecil — me subí en el lado de piloto algo enojado.

—No puedes elegir quien me guste o no —ella se puso el cinturón.

—Pero soy tu mejor amigo —me dolió un poco decir eso, por que yo quiero ser algo más que eso —con ese imbecil no Kimberly —encendí el auto y nos fuimos.

—Y a ti que te pasa? —me volteo a ver —desde que me diste ese beso en mi casa y en el centro comercial te has comportado raro —mejor se puso a ver por la ventana.

Si tan solo supieras que me gustas Kimberly, acepto que me pongo celoso cuando estas a solas con ese imbecil. Tantas cosas que te quiero decir, que mejor no dije nada y mi vista seguía en el camino. Llegamos a mi casa, ella se bajó primero, agarró su maleta, yo fui detrás de ella y entramos.

—Hola querida —mi madre la abrazó.

—Hola Ztiliali —ella le sonrió.

—Así que tú eres la famosa Kimberly? —Cesar salió de la cocina.

—Y tú eres Cesar, no? —los dos sonrieron.

—Si mi lady —le dio un pequeño abrazo.

—Cariño deja tus cosas en la escalera y vamos a cenar —Kim le hizo caso y nos fuimos a la cocina.

Luego de que cenamos ayudamos a limpiar todo, yo presentía que Kimberly no me quería hablar.

—Cesar le puedes mostrar la habitación para Kimberly —mi madre dijo.

—Claro, vamos —Cesar y Kimberly salieron de la cocina.

—Madre, te puedo contar algo —nos sentamos.

—Dime —ella me puso toda su atención.

—Tu sabes que Kim es mi mejor amiga desde que eramos pequeños —le sonreí de lado.

—Si, ustedes dos eran inseparables, pero por que lo preguntas —entre cerro un poco sus ojos.

—Ella me esta empezando a gustar y ya la besé —suspire —no vayas a decir nada por favor madre —le dije casi suplicando.

—Por mi no hay problema en que ustedes dos empiecen a andar, es más harían una bonita pareja —me sonrió —pero recuerda que sus padres son estrictos bueno... más su padre —me miro algo apenada.

—Eso si —suspire —mejor vamos a dormir —apagamos las luces del primer piso.

—Buenas noches hijo —me dijo mi madre para después entrar a su habitación.

Entre a mi habitación despojandome de mi ropa y solo quedando en ropa interior, me puse a hacer la tarea que tengo que entregar mañana, me estaba quedando dormido cuando escucho un gran trueno.

—Genial —suspire enojado.

Terminé las tareas y me fui a acostar, no podía conciliar el sueño así que me puse a ver mis redes sociales, al rato una tormenta empezó pero fuerte, escucho que tocan la puerta.

—Pase —me senté en la cama.

—Juan —Kimberly entró a mi habitación, pero notaba que ella estaba algo nerviosa.

—Todo bien Kim —la mire preocupado.

—Si digo no —en eso cayó otro trueno, ella se espantó, corrió hacia mi y me abrazó —me puedo quedar a dormir contigo? —me preguntó algo nerviosa y se separo de mi.

—Claro —nos acostamos y nos acomodamos en mi cama.

—Creí que ya estabas dormido —ella no me miraba,pero noté que sus mejillas estaban rosaditas.

—Estaba terminando las tareas —suspire —y no puedo dormir —puse mi brazo detrás de mi cabeza, como una almohada.

—Recuerdas que en las noches los dos dormíamos en la misma cama —vi de reojo que ella sonrió.

—Cómo ahorita? —le pregunté sonriendo.

—Si —nuevamente cayó otro trueno, ella se dio la vuelta, me abrazo, pero quedamos muy cerca.

—No puedo creer que te miedo los truenos —empecé a peinar su hermoso cabello con mi mano.

—Y tu te sigues burlando de eso —me dio un leve golpe en mi hombro.

—Abusiva —le dije haciéndome la "victima".

—Terco —me miro seria.

—Miedosa —le saqué la lengua.

—Celoso —ahora ella me sacó la lengua.

—Enana —nos sentamos en la cama.

—Engreído —levantó una ceja.

—Hermosa —le sonreí.

—Hermoso —ella sonrió, y nuevamente tenía sus mejillas rosaditas.

—Eres hermosa Kimberly —le sonreí.

—A dormir por que mañana tenemos colegio —ella se volvió a acostar.

—Me causa ternura cuando te pones nerviosa —me acosté, pero pase una mano por su cintura y la pegué a mi.

—Qué haces? —me preguntó nerviosa.

—A dormir por que mañana tenemos colegio —la contrataque con lo mismo que ella me dijo.

Ella solo bufó y no dijo nada más, yo le di un beso en su coronilla y al final nos quedamos dormidos.

*Al día Siguiente*

(....)

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