La comodidad por fin llega a la pelinegra cuando la camioneta se detiene frente al conjunto de apartamentos donde debió haber vivido hace tiempo, aunque Sophi insistía en ayudarla a mudarse pero Aria se negó. Para ella es un momento íntimo y no quiere tener que fingir ni ocultar sus emociones para no preocuparla, así que como pudo tomo las bolsas con los regalos y se adentró al edificio. Las personas de seguridad se asombraron al verla, saben bien quién es y a que apartamento va más no esperaban que se mudara a ese lugar. Todos esperaban a que lo vendieran o lo alquilara pero durante dos años, estuvo completamente vacio.

Ella ignora las miradas y entra al ascensor, siente que sube muy lento hasta que se detiene en el piso que le corresponde. El 17 como la fecha de nacimiento de Aria, June sentía que era de la suerte. Sale y camina por el pasillo hasta ver la puerta su apartamento, soltando un sollozo al leer la placa que la adorna.

JUNE Y ARIA

Mientras una lagrima baja por su mejilla, coloca el código en la puerta para abrirla y no llorar en medio del pasillo

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El código también la lastima, pues es la fecha de aniversario de novios de ambos.

La puerta se abre y la joven entra para luego cerrarla con su pierna, pero al ver al frente suelta de golpe las bolsas. Las lágrimas bajan por su mejilla cual cascada.

— ¿A dónde vamos? —Pregunta una Aria con sus ojos tapados por una venda.

June había llegado a su apartamento con una sonrisa de oreja a oreja y le enseña un trozo de tela negra, haciendo que la chica lo mire extrañado. Pero el solo le respondió que era una sorpresa, la subió al auto y vendo los ojos de la pelinegra. Quien ahora camina hacia un lugar desconocido pero son sentir miedo, pues su novio la guía.

—Ya casi llegamos —Responde con su voz suave June.

Escucha como una puerta es abierta y siente las manos de su novio guiarla hacia un lugar. Ambos se detienen, June emocionado se coloca detrás de Aria esperando que la sorpresa que le preparó le guste. Sin poder esperar más, le quita la venda.

— ¿Amor? —Pregunta Aria mientras mira a su alrededor, viendo el apartamento del tamaño de una casa. Luego se voltea a ver a su novio quien aún sonríe pero esta vez se nota que es de nerviosismo.

—Como ya estamos comprometidos —Comienza a hablar el pelinegro mientras toma la mano de su novia y besa el anillo de compromiso—Pensé en que era momento de buscar nuestro hogar, al ver las fotos de este apartamento supe de inmediato que debía ser nuestro. Así que arregle la visita a ver que te parecía.

Aria siente como su corazón se emociona al saber que June está tan emocionados por su hogar como ella, aunque aún falta tiempo para la boda él está preparando todo

June por su parte se siente intranquilo, no sabe si era muy pronto para mostrarle el apartamento o si no le gustó. El ama a Aria y quiere vivir junto a ella

— ¡Me encanta! —Exclama la pelinegra para luego lanzarse a los brazos de su novio y unir sus labios a los de él en un suave beso.

Aria suspira al recordar la primera vez que visito aquel lugar y lo observa bien. Las paredes gris claro elegidas por June debido a que se parecían a sus ojo, el piso de madera que ambos eligieron porque así podrían escuchar sus pasos. Pero lo que los cautivo a los dos, fue el gran ventanal con vista a la ciudad donde planeaban componer juntos, pero ese plan no se cumplirá.

La pelinegra camina lentamente por el lugar, tocando el mueble de cuero negro con su mano para luego ir a la repisa y ver las fotos de ambos ahí. Apenas lo compraron empezaron a modificar el lugar a su manera, lo que más resaltaba era el montón de fotos juntos colocadas en todo el apartamento. Da dos pasos hacia atrás viendo la más grande, sintiendo como le falta el aire a verla.

June lucía un traje negro entallado al cuerpo, su cabello estaba perfectamente peinado hacia atrás y una gran sonrisa adornaba su rostro mientras miraba a su novia. Aria por su parte tenía un vestido blanco sencillo, su cabello negro estaba recogido en un perfecto moño. Sus ojos grises lucían un maquillaje en tonos fríos que resaltaban su color. Su mirada estaba fija en June mientras este la sujetaba de la cintura y ella le sonreía felizmente, por último, sostenía un bouquet de tulipanes de todos los colores.

— ¿Por qué? —Pregunta Aria en un gran sollozo.

Aquella foto fue tomada para la publicidad de una marca, cuando se enteraron de la boda de inmediato le pidieron a ambos ser los modelos.

El pelinegro se encontraba quieto mientras le acomodaban su traje, pero al escuchar el caminar que conoce bien levanta su mirada. Al ver a su prometida lucir hermosa en un traje de novia no puede evitar que unas lágrimas escapen de sus ojos, sigue sin poder creer que se casara con tal precioso ángel.

—Amor ¿Por qué lloras? —Pregunta Aria mientras apura su caminar hacia él.

Apenas le terminaron de colocar el vestido salió porque quería ver a su novio en traje pero solo ve a June llorar mientras la observa fijamente.

—Es que te ves tan hermosa, que quiero casarme contigo aquí mismo —Responde el pelinegro mientras camina hacia ella.

Aria considera lo mismo de si novio, lucia perfecto en el traje entallado que le colocaron. No puede creer que alguien tan hermoso se casará con ella.

Ella camina hacia él, quien la toma de la cintura. Sin importarle arruinar su maquillaje le da un rápido beso en sus labios, necesitaba besarlo. Cuando se separan ambos se sonríen alegremente.

—Si tienen buena química —Escucha un murmuro— Aunque la idea principal era que Aria modelara con Theo ya que ambos son hermosos, pero por lo de la boda cambiaron a June y aunque no sea tan guapo como Theo. Se ve bien.

El pelinegro agacha su mirada al ser comparado con su mejor amigo y compañero de grupo, sabe que no es lindo y que Aria es muy hermosa para él. Pero también está seguro de que nadie la amara como él la ama, así que al sentir como su novia posa su mano en su mejilla. Se apoya en esta y cierra los ojos, permitiéndose sentir el calor de su amada.

—Ante mis ojos eres el hombre más hermoso, inteligente, amoroso y simplemente perfecto del mundo —Asegura Aria— Y eres el único con quien quiero pasar el resto de mis días, solo te amo y te amare a ti.

June se siente más tranquilo al escuchar las tiernas palabras de su novia y sonríe, cuando intenta volver a juntar sus labios es interrumpido.

—¡Hey modelos! —Los llama una voz y ven al fotógrafo—Muestren esa química en la cámara, comencemos la sesión.

La pareja se ruboriza y caminan tomados de la mano hacia donde deben posar, al compartir miradas se ríen.

Luego de aquella sesión un paquete les llego, cuando ambos lo abrieron vieron la foto de ellos riendo enmarcada y una nota llamo su atención.

Un amor como el suyo no se consigue fácilmente en esta vida, retratar esas miradas brillantes cual estrellas fue una gran experiencia. Reciban esto como regalo adelantado de su boda, espero que cuando la vean recuerden que son tal para cual.

—¡Coloquémosla en la recepción del apartamento—Propuso June entusiasmado.

Aria asiente mientras continua viendo la hermosa fotografía, su amor es especial...

—Tenía razón cuando dijo que un amor como el nuestro no se consigue fácilmente —Susurra Aria sin poder quitar su vista de la fotografía— Jamás podré amar a alguien como te amo a ti, June.

Sintiendo sus ojos arder por lo que ha llorado, decide que es mejor que descanse antes de desempacar. Así que camina al dormitorio, pero al entrar a este se arrepiéntete inmediato. Las cosas de ambos están en él, la cama que eligieron juntos sigue igual.

—Me alegra que la cama si entrara —Dice June mientras se limpia el sudor de su frente.

—Creo que exageramos al elegir la más grande —Respira hondo Aria.

—No, porque así dormiremos cómodos —Responde de inmediato June mientras se quita la camisa, mostrándole a Aria sus perfectos abdominales.

—Igual dormiremos abrazados al otro —Se burla la pelinegra sentándose en la cama.

—No me refería a ese dormir —Comenta pícaro el hombre.

Se coloca sobre la chica haciendo que esta se acueste en la cama, ella no desaprovecha y rodea su cuello con sus brazos. Ambos unen sus labios en un beso lleno de pasión, demostrando el deseo que tienen por él otro.

— ¿Ahora qué haré durmiendo en una cama tan grande? —Susurra Aria.

Coloca el bolso con cuidado a un lado y saca los marcos de él. Los pone en la mesa de noche junto a las otras fotos que ya estaban ahí, por ultimo saca su peluche y se adentra a la cama para volver a llorar mientras lo abraza.

— ¿Cómo puedo vivir sin ti? Te extrañó tanto June —exclama mientras solloza y respira con fuerza.

Su corazón late fuertemente y las lágrimas no paran de caer, su mundo este hecho pedazos y nada de lo que hace podrá llenar el vació que le dejo June.

Pero ni siquiera puede llorar tranquila, una llamada de Sophi hace que su celular la interrumpa. Sin ánimo de contestar deja el celular a un lado, pero este no suena solo una vez ni dos. Sophi insiste sabiendo que seguramente Aria está pasando por un mal momento y no quiere que cometa una estupidez en la soledad. Al final su insistencia sirve de algo, puesto que Aria termina contestando para salir de eso. Carraspea su garganta para que no se note que lloro.

— ¿Qué pasa? —Contesta algo brusco.

— Se me había pasado decirte que a las 6am debes ir al gimnasio para comenzar con el entrenamiento físico, por favor cena bien para que no te desmayes —Miente la mujer, no se le había olvidado pero necesitaba una excusa— Pasare por ti a las 5:30am, recuerda que mañana tendrás un día ajetreado y con mucho movimiento físico así que te recomiendo que duermas temprano para que no te desgaste tanto físicamente Aria.

— Este bien, colgare entonces —Dice la pelinegra.

—Aria, espera —Sophi habla a tiempo, Aria no cuelga más tampoco responde— Recuerda que estamos para ti, no te encierres.

— Gracias —Responde con simpleza la joven.

Después de decir aquellas palabras suspira, ve la hora en su celular y se da cuenta que son las 2 de la tarde. Si quiere poder dormir en la noche y no agotarse mañana debe empezar a organizar todo, así que vuelve a levantarse de la cama y termina de sacar lo que había guardado en su mochila. Va a la entrada y vuelve a tomar las bolsas para ir al vestidor que ella y June habían remodelado para ambos. Al entrar siente el aroma de su novio, ve las prendas que él ya había guardado ahí y las toca una por una. Definitivamente piensa usarlas para así poder sentir que es él quien la está abrazando, no quiere deshacerse de lo que June dejo porque eso permite que aún lo sienta junto a ella.

Logra ordenar su ropa, accesorios, zapatos y maquillajes para volver a acercar a la ropa de su novio y sentir su olor una vez más antes de salir del vestidor. No puede llorar todo lo que quisiera ya que debe ser "fuerte". Muchos le han dicho que no está sola pero para ella es difícil, se siente en soledad porque no está June. Sabe bien que muchas personas la rodean pero nadie es él, nadie se volvió tan cercano a ella como su novio lo hizo y por eso no puede apoyarse tan fácilmente en los demás. Ella quiere intentar recibir la ayuda pero su mente la traiciona por completo, su mente la destruye.

Siente sed así que camina a la cocina, pero al entrar recuerda que no debe haber nada ya que ellos no habían hecho compras. Piensa en beber agua de la tubería pues debe estar algo limpia al menos. Y eso es lo que hace, al tomar un sorbo del vaso de agua nota algo en la nevera así que se acerca a ella para leer mejor la nota, se da cuenta de inmediato que es la nota de June.

Recuerda:

Te amo muchísimo y soy afortunado de estar contigo, gracias por haber aceptado mudarte conmigo y por seguir a mi lado. Espero que la próxima nota sea de recuerdos de la rutina que tendremos día a día.

Te ama, tu June

El vaso que sostenía cae al suelo y se rompe en varios pedazos al igual que el corazón de Aria, el cual esta tan roto que parece imposible que vuelva a la normalidad. Ella nota que rompió algo tan precioso y se agacha.

— ¿No te parecen hermosos? —Pregunta Aria a su novio.

Habían ido a comprar algunas cosas para el apartamento, como los juegos de vajillas, cubiertos, tazas y demás. Ambos estaban emocionados por vivir juntos.

— Están bellos—Asiente June y le muestra otro juego de vasos— Pero compremos estos también, soy algo torpe y no quiero romper los vasos bonitos

— No importa si rompes un vaso, siempre podremos venir a comprar más —Sonríe la pelinegra para luego besarlo— Pero compremos varios entonces.

— Gracias por aceptar mi torpeza —Murmura dándole otro corto beso.

— Amo todo de ti, incluyendo tu torpeza —Concluyó la chica.

— Lo rompí —Dice para sí misma, el torpe era June pero ella fue quien rompió los vasos que él eligió — Lo siento June, lo rompí.

En un intento desesperado por mantener los recuerdos de June, toma los pedazos de vidrios entre sus manos intentando arreglar el vaso. Ignora por completo como se causa heridas, como sus manos sangra mientras ella desenfrenadamente intenta unir los pedazos de aquel vaso roto ¿Si no puede arreglar un vaso como arreglara su vida? No puede, simplemente es imposible.

— Lo rompí, lo estropee todo —Solloza la chica mientras se mueve ansiosamente, su corazón late sin parar y la respiración se le dificulta, demostrando que está teniendo un ataque de pánico— ¿Qué hago June? Lo rompí.

Escucha como la puerta es abierta así que toma los pedazos de vidrio y corre rápidamente creyendo que su amado será quien entre por esa puerta.

— ¿June? ¡June lo rompí! —Exclama pero al llegar a la entrada solo encuentra a Theo mirándola con tristeza, no a su amado muerto.

El chico había ido a ver a su amiga después de saber por parte de su manager que estaba llorando, al tocar el timbre y notar que no abría la puerta uso la llave que June en su momento le dejo para entrar, pero él no se imaginaba ver esa escena, ver a Aria con sus manos sangrando sin parar.

—¡Lo rompí! ¿Por eso no vienes June? ¿Por qué soy patética? —Aria se desploma en el suelo y continúa llorando mientras sigue empeñada en arreglar el vaso roto, siente que si lo arregla otras cosas podrían arreglarse.

— Aria, suelta eso —Pide con suavidad Theo mientras se acerca a ella— Te estás haciendo daño, debemos llevarte al médico para que te cure las heridas.

—Debo arreglarlo, debo salvarlo —Dice la chica sin prestarle atención a su amigo.

— Aria, luego lo arreglaremos —El platinado sea agacha para quedar a la altura de su amiga y con cuidado toma sus manos, deteniendo su intento de juntar los pedazos del vaso roto pero Aria solo lo mira.

Cuando sus ojos azules conectan con los grises de la chica, siente su corazón apretarse a ver cómo están inflamados, enrojecidos y llenos de lágrimas. Su mirada muestra una súplica de salvación pero él no es capaz de salvarla.

— June los compro... Debo arreglarlo —Solloza nuevamente la chica.

— A June le importas más tu que un vaso —Comenta el chico mientras le arrebata los trozos de vidrio de las manos y los hace a un lado— Primero debemos curarte.

— No puedo Theo, todo está mal ¡Todo está roto! —Exclama desesperada.

En un intento desesperado por intentar calmar a su amiga la abraza, pega la cabeza de la chica a su pecho para que escuche su corazón. Aria solo respira agitadamente hasta que poco a poco se va tranquilizando, el corazón el platinado tiene un ritmo agradable que logra relajarla un poco.

— Todo tiene solución Aria, todo estará bien —Susurra mientras acaricia su espalda— Aquí estoy, no estas sola.

— June no está... él se fue y me amaba —Murmura la chica aun llorando— Todos me dejaran y se irán.

Theo contiene su tristeza, él quiera ser June y ayudarla. Se lamenta no poder ser su amigo y salvar a Aria, solo June puede sacarla de esa oscuridad que la rodea y no le permite vivir. El platinado se siente inútil al no ser capaz de proteger a su amiga, de animar a la chica que ama desde hace ocho años.

— Solo respira Aria, un paso a la vez —Comenta sin saber que más decir, al menos ha podido calmar el ataque de pánico.

Ahora le queda saber cómo arreglar lo demás. Es indudable que Aria tiene una depresión profunda y necesita un tratamiento adecuado, se siente culpable por ser participe en su vuelta a la fama... él solo ha ayudado a que todo empeore para la chica, ha ayudado a que su tristeza crezca mucho más.

Aria solo quiere morir, quiere irse junto a June pero no es capaz de decirlo en voz alta. Solo cierra los ojos para continuar escuchando el corazón de Theo, es un sonido agradable, tan agradable que logra hacerla descansar.