Cásate conmigo
Reí observando como los meseros cantaban una canción de cumpleaños, era la cuarta vez que salíamos a comer en restaurantes distintos y David siempre decía que era mi cumpleaños. Estamos celebrando el hecho de que la junta fue todo un éxito, así que tenemos a la mayoría invirtiendo en el proyecto de las empresas-¡Pide un deseo! -dijo mi acompañante en cuanto los empleados se fueron, acercó el pastel hacia mí, para seguido de eso yo soplara la vela evitando reír.
-¿Es necesario hacerlo siempre? -asintió dedicándome una encantadora sonrisa. Ayer, aparte de la junta que fue todo un logro, David y yo hemos retomado nuestra relación.
-¿Cómo sigue tu mano?
-Está mejorando -él ladeó la cabeza mirando por encima de mí hombro, a lo que me hizo que yo volteara, pero no había nada, solamente una pareja que estaba entrando al establecimiento. Mire a mi novio, solo que ahora se había levantado de su asiento.
-Voy... voy al baño -fruncí el entrecejo observando cómo se alejaba a pasos apresurados. Eso fue demasiado extraño. ¿Conocía a los hombres que venían? O ¿por qué habrá ido tan rápido al baño? Tal vez le dolió la panza y no quiso decirme. Le preguntaré cuando vuelva aunque no se si sea buena idea.
En el restaurante tenían un escenario pequeño, observé como los meseros se encargaban de darle un micrófono a la persona que estaba arriba de la plataforma, la chica empezó a hablar por el altavoz:-¡Necesito un acompañante!... Ah... ¡Tú! -vi como su dedo índice apuntaba directamente hasta mí. ¡Oh no! Yo no quiero subir con ella-. ¡Sí, tú, la chica de cabello rojo cobrizo! -Demonios, sí soy yo. Todo el mundo volteó conmigo esperando a que hiciera algo, sonreí levantándome del asiento, no me quedaba de otra más que ir con la chica. Con ayuda subí al escenario mirando a todos lados esperando a que David apareciera y me sacara de aquí cuanto antes. La mujer me tendió otro micrófono aparte del que traía ella y me sonrió-. Cantaremos la canción que tú quieras, me dijeron que eras la cumpleañera -me guiñó el ojo para seguido de eso llevar su vista hacia la audiencia. Me estaba frustrando el hecho de estar aquí, yo no tengo ni idea de cantar.
-¡David! -mis ojos se iluminaron en cuanto visualicé a mi novio saliendo del baño. Cerré los ojos pensando en una excusa para bajar de aquí e irme, pero en cuanto los abrí me encontré a David subiendo al escenario. ¡Ay no!, la verdad no quiero cantar nada-¿Qué haces aquí arriba? -susurré la pregunta en cuanto llego a mi lado. Él me dedicó una sonrisa tomando el micrófono que la chica le estaba ofreciendo.
-Mi novia y yo, les cantaremos call me maybe -fruncí el ceño. Todo el mundo que estaba observando, empezaron a aplaudir y sin más, la canción comenzó a sonar. David cantó al ritmo de la música mientras me daba señas de que seguía yo de cantar, acerqué el micrófono hasta mi boca para seguir el ritmo, me daba pena, pero conforme la canción transcurría fui tomando más confianza. Observé a David quien me tomó de la mano para cantar el coro a la par y bailar junto a mí-. But here's my number, so call me, maybe... -me dio confianza saber que él estaba aquí conmigo, sacando una sonrisa en mí y apoyando las locuras que sin querer, a veces hago.
...
Ya era de noche, David y yo caminábamos por la playa tomados de la mano mientras contábamos algunos chistes y reíamos de eso. Nos sentamos sobre la arena, observamos el panorama. Vimos a la gente que pasaba por ahí, era poca, casi todos estaban recogiendo sus cosas para regresar a sus casas-Lo mejor que me ha pasado en la playa, es estar contigo -sonreí ante su comentario, este chico sabía cómo ponerme nerviosa-. Quiero decir que en cierta manera es especial, porque en una playa fue nuestro primer beso, aunque no lo recordemos del todo bien -tomó mi mano para llevarla hasta sus labios y depositar un beso en ella. Me miró directamente a los ojos, se acercó para poder besarme-. Natalie... -en la breve pausa que hubo, recordé cómo es que en todo el día ha andado muy extraño conmigo. No, no lo digo porque sea romántico, sino que ha estado muy pegado a mí y sin explicación se pone muy pensativo, como si le molestara algo y no quisiera decirme-. Natalie... Cásate conmigo.
-¿Cómo?...
-¿Quieres casarte conmigo, Natalie? -su propuesta me había tomado por sorpresa, ¿de verdad quiere casarse conmigo? ¿Qué rayos debo responder? Mis manos están sudorosas, no puedo explicar lo que siento ahora, pero ningún sentimiento es negativo. Estoy un tanto emocionada, pero también confundida porque llevamos meses saliendo, no años y no conozco muy bien a sus padres. Esto es tan repentino.
-Ahh... -sabía mi respuesta, de verdad me siento muy feliz estando con él y para ser sincera quiero comprar un vestido de novia muy caro. Sonreí llevando mis manos para tapar mi cara sonrojada-. Sí, sí quiero, David.
-Olvidé el anillo en San Sebastián, te lo volveré a preguntar en cuanto lleguemos allá -me guiñó un ojo. Se abalanzó sobre mí para estrecharme en un abrazo, ambos caímos en la arena mientras saltábamos risas. Todo está perfecto, siento una enorme felicidad ahora mismo, no puedo explicar cómo esto está sucediendo tan rápido-. Puede que llevemos poco tiempo juntos, pero sentí que era el momento -sin esperar a que contestara algo, se levantó y me cargó entre sus brazos. Corrió conmigo hasta la orilla del agua-. Tenemos que celebrar.
Sentí el agua en todo mi cuerpo, estaba fría. David deshizo su agarre cuando estábamos flotando en el agua-Así que..., ¿Quieres celebrar? -me dedicó una mirada con picardía, claramente lo había dicho con esa intención. Este chico hacía que mis hormonas se dispararan, que mi deseo hacia él sea inexplicable. Un tanto coqueta pasé mis brazos alrededor de su cuello atrayéndolo a mí, sonreí estando cerca de sus labios, él hizo el mismo gesto y seguido de eso él me sujetó por la cintura-. ¿Quieres ir a ducharte al departamento compartido? -soltó una risilla asintiendo.
Estábamos a poco del hotel, por lo que nos fuimos caminando. Nos hallábamos empapados, nos habíamos metido al agua y ni siquiera teníamos ropa seca, pero no era problema que estuviéramos así. Paseábamos de la mano, un tanto apurados por llegar, sí, para celebrar. Reí cuando David empezó a casi correr estirando mi brazo para que alcanzara su paso-Espera -la herida de mi mano comenzó a doler, Él se detuvo para voltear conmigo. Me quité el parche que cubría mi lesión, estaba hinchada, se veía realmente mal. No debí haberla mojado, pero lo olvidé completamente.
-Vayamos al hotel y hablemos a un médico -estaba preocupado después de ver mi mano-. Lo siento, lo olvidé.
...
Observé a David hablar con el doctor en la entrada. El médico limpió mi herida, dijo que no era de preocuparse ya que la sutura está cicatrizando bien, solo fue una leve hinchazón por el contacto del agua con mi piel.
Estaba sentada en la orilla de mi cama, fruncí el ceño cuando vi el celular de David, vibró alertando una llamada entrante de un número desconocido y como él estaba ocupado decidí contestar-David, soy Alex, ¿podemos hablar? -habló rápidamente sin siquiera saludar. Su tono era algo intranquilo.
-Hola, amm... David está ocupado, ¿quieres dejarle un recado?
-Solo dile que me llame, tengo que hablar con él sobre la boda -levanté mis cejas, creí que David no tenía planeado pedirme matrimonio, pero al parecer sí. Sin esperar respuesta por mi parte, colgó la llamada. Que grosero.
-Que te jodan -susurré cuando despegué el teléfono de mi oreja, hice una mueca un tanto molesta. Odio que la gente no tenga educación, ¿tanto les cuesta decir "hola"? Le entregué el aparato a David en cuanto regresó.
-¿Qué sucede? -pasó sus manos de mis hombros hasta mis brazos, hizo que un escalofrío recorriera mi cuerpo. Negué sonriendo. Se dejó caer en la cama para sentarse junto a mí-. ¿Aún quieres celebrar? -su voz áspera me derritió, tal vez sin querer provoca tantas sensaciones en mí que me gustaba, se siente un tanto extraño pero bien a la vez.
No dije nada solo le dediqué una mirada, al parecer dijo todo porque se acercó a besarme, era un beso con deseo, tan suave y tan salvaje a la vez, claramente estábamos esperando esto desde que llegamos a este lugar. Me subí en su regazo, él me acercó más cuando me tomó del trasero. No quería arruinar el momento diciendo que su amigo, el grosero, llamó, pero sí mencionó nuestra boda probablemente es importante-Alguien te llamó -dije entre jadeos, quitó mi blusa y la aventó en un lugar de la habitación, seguido de esto también quitó mi sujetador, volví a sentir sus labios pero esta vez en mi cuello, cerré mis ojos disfrutando el efecto que su acto causaba en mí-. Alex mencionó nuestra boda -me extrañé cuando paró, abrí mis ojos encontrándome con su mirada confundida.
-¿Alex?
-Sí, dijo que tenía que hablar contigo -su cara había cambiado por completo, como si le molestara-. ¿Qué pasa? ¿Quién es él? Al parecer no te agrada o algo por el estilo -rascó su cabeza y la sacudió, como cuando quieres alejar un pensamiento negativo.
-No es nadie -sonrió-. Y no tenemos que hablar de él cuando la mujer de mis sueños está frente a mí, semidesnuda -reí. Mi novio me tomó por la espalda e intercambió los lugares, quedó encima de mí, me sonrió con el fin de volverme a besar.
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