030.
La sala estaba en un silencio ensordecedor incómodo, con un aura tensa que hacía de la situación algo aún más peor.
Otra vez.
—Podría hablar alguien, este silencio me está matando —rompió el hielo Jimin, para luego soltar un prologando suspiro con los brazos y piernas cruzadas.
Taehyung miró a Hoseok antes de hablar.
—Todos estuvimos al principio de acuerdo en vivir y trabajar juntos, solo ha pasado un año desde esa decisión y al parecer nos estamos arrepintiendo ¿o me equivoco? —mencionó desconcertado a todos.
Jungkook pareció preocupado, apretó su vaso con agua.
—¿Sobre vivir solos o trabajar juntos? —cuestionó, podría ser más fuerte de lo que pensó el problema, por su parte asesinar con ellos esta siendo la mejor experiencia de su vida.
—Vivir juntos —aclaró el de cabellos turquesas.
Rápidamente Hobi aclaró—. Las razones son, principalmente, bueno, las de siempre —carraspeó, ya que al parecer el tema era un poco incómodo, al menos para él—. Todos somos libres de disfrutar nuestra sexualidad, siempre y cuando haya límites —miró al pelirosa y a su amigo de cabello oscuro.
—Habla claro —espetó Park serio.
—A lo que se quiere referir, Jimin, es que deberían tener un poco de respeto al menos por nosotros —habló el peliturquesa—. A todos nos encanta tener sexo, pero lo de ustedes ya es avaricia —soltó haciendo que su mejor amigo le mirara fijamente con los ojos entornados—. Parecen conejos ¿qué nunca se cansan? Todos las noches, las mañanas e incluso en las tardes tenemos que escuchar sus asquerosos gemidos, y al menos podrían tener tanta descendía y poner una almohada detrás de la cabecera de la cama, ¡el maldito ruido no nos deja dormir! Y mierda, no puedo creer que encontré un condón tirado en el pasillo, malditos puercos.
Su tonalidad fue subiendo, de tranquila y suave a una más fuerza, autoritaria con desesperación.
—¿Así? Pues ahorita que nos estamos quejando, yo también tengo una queja —habló ahora Jungkook con el ceño fruncido, deteniendo a Jimin que quería lanzarse encima a tener otra pelea de hermanos con Taehyung.
—JK tranquilo, no estamos peleando —lo interrumpió Hoseok—. Recuerda que a quien le hablas es a mi...
—¡Jimin también es mi novio! —exclamó, Kim rodo los ojos—. Como decía, esos ramos que se dan mutuamente son de verdad lindos, pero maldición, la casa está llena de insectos y jodidos pétalos marchitos, también el refrigerador está lleno de cajas de chocolates y joder, ¿cómo puede caber tanta cursilería en sus cuerpos? Ambos odiamos cuando se llaman osito o ardillita.
—Quisieras, pero Jimin lo detesta —agregó Taehyung burlonamente con una sonrisa.
—Si lo detesto —replicó el rosado, ante eso el de cabellera azul chisto.
—¡Okay ya! —interrumpió Hoseok exclamado y llamando la atención de todos en la sala de estar—. Pongamos límites, nosotros moderaremos nuestras "cursilerías" —hizo comillas con los dedos—. También asearemos el refrigerador y nos haremos cargo de las flores marchitas y los insectos, pero ustedes... —los apuntó.
—Ni en drogas, ni aunque me pusieran una pistola en la cabeza, aceptaré dejar de tener sexo —dijo Park de manera firme—. También quisieras, pero Taehyung disfruta el amor a la antigua, besitos, abracitos y toda esa mierda.
—Si, eso es cierto —el ya mencionado tomó el rostro de su amante y le dio un dulce beso en la mejilla—. Pero a diferencia tuya, no voy abriendo las piernas a cada minuto.
—¡Tae estoy a mi límite! —gritó para que su amigo dejara de bromear, este subió los hombros dando una señal de que se detendrá.
—No les estamos pidiendo dejar de tener sexo, solo un poco de respeto, solo modérense cuando nosotros estamos presentes ¿está bien? —rascó su nuca—. Solemos salir a pesear ¿por qué no lo hacen en ese momento? Esperan a que estemos en casa, o avisen —tapó su rostro por lo que diría—. Es repugnante saber como se escucha Jimin en el sexo, y saber que mi mejor amigo coje "rudo".
Esto los coloreó a todos hasta las orejas.
Jimin y Jungkook se miraron decidiendo telepáticamente al igual que Hoseok y Taehyung.
—Aceptó —todos dijeron al unísono.
[...]
En su silla movible el pelinegro daba giros esperando a su pareja, este se estaba cambiando ya que hoy tendría una cita.
No con él, eso fue la semana pasada. Sino con un cliente.
Kitty Gang evolucionó de un estilo llamativo de colores fuertes, lentejuelas y llamativos adornos, a un elegante asesino con clase, al parecer vivir en Milán, la ciudad de la moda, había ayudada a su traje el cual está conjuntado con una chaqueta, una camisa blanca arriba un suéter negro y sus siempre pantalones de cuero ceñidos a sus fuertes piernas, y sus melenas rosadas perfectamente arregladas hacia un lado, más el nuevo antifaz negro mate que agregó para cubrir sus ojos.
Pero su sello, como esa arma preciada con esa frase que un día casi lo mata seguía siendo su insignia "With love Kitty Gang". Lo devoró con su mirada, un poco deseoso, pero más que todo impresionado y hechizado.
—Hola Kitty Gang, siempre siendo un encanto. —su voz rasposa se resbaló en una melosa que encendió una pequeña llama, para esa noche, primero tenía que resolver asuntos.
—Me gusta la pedrería, lo brillante, lo despampanante —enredó sus brazos por el cuello de su alto amante—. Por ende, me gustas tú.
—¿Es así? Bueno, a mi me gusta lo hermoso, lo adorable, lo perfecto, así que si... también me gustas tu —ambos sonrieron ante lo dicho.
Sus labios esponjosos chocaron en un roce en el pómulo de su amado Jeon, para luego dar pasos hacia la puerta, antes de cerrarla le guiño un ojo.
—Te veo allá, te amo bombón.
[...]
—Eres un niño —rio el hombre que poseía a su lado dos personas, una mujer de facciones delicadas, linda y joven, sus mechones ondulados caían sobre sus hombros, y del otro un chico, era totalmente europeo, labios pequeños, cabellos como hilos, pero corto.
Movió su dedo por su vaso con Whisky. Lo levantó guiandolo a su boca para poder disgustar del alcohol.
—Un niño que puede matarte —admitió moviendo las cejas y el señor dio unas fuertes carcajadas abrazando por los hombros a sus acompañantes—. No tengo todo el día, sir —apoyó su codo en la mesa—. ¿Qué desea usted?
Este se sirvió la bebida.
—Lo que todos quieren de ustedes —después de un sorbo y un carraspeo por la intensidad del líquido, con su voz gruesa dijo—. Quiero muerto a alguien, y escuché que ustedes son expertos en eso.
Park sonrió ladinamente, viendo el cenicero delante de él.
—Si, lo somos —afirmó con aires de egocentrismo.
—Pero, ¿cómo podría yo siquiera confiar en ustedes? ¿Tendrás alguna razón que logre convencerme? —el hombre sacó un encendedor y lo colocó en la mesa—. Deben ser adolescentes aficionados, unos mocosos con suerte.
De repente el rosado se levantó, apoyando su pelvis en el borde de la mesa, con su hermoso rostro acercándose al hombre.
—¿Aficionado? —susurró, pasó su dedo resbalosamente por el mentón partido ajeno, obligando que este lo miré—. Suerte, divino pecado, sabe —guió sus mano a los cigarros extendidos en la mesa—. Puedo descuartizar la vida integral con mis ojos, si fuera un novato usted no tendría tanto miedo que escondió una navaja en su manga —colocó el tabaco dentro de los labios de este señor, para luego apretar el brazo de este donde tenía la cuchilla—. No tendría a dos cautivos que poseen armas, y probablemente serían su escudo ante mí.
—Ja... perspicaz —dio un gran trago de saliva, tratando de no sonar aterrorizado—. ¿Cuánto quieres por matar un multimillonario?
—Depende de lo que quieras del menú —abrió los ojos mostrando sus pupilas, disfrutando de cómo el rostro del varón se tensa de terror por él—. ¿Cómo quieres que muera?
Se devolvió hacia atrás, parecía que ese sir lo tomaba en serio ahora, no se dejaría menospreciar por nadie, en especial porque... Solo puede imaginar que piensa Taehyung ya que lo está escuchando todo por el micrófono oculto en su oreja, y su novio estaba detrás de la puerta preparado para asesinar a quien le hiciera daño a su amado.
No dejaría en ridículo a su nueva banda, literalmente son más que profesionales y pueden con todo y más.
—Me agrada lo rústico —se relamió los labios—. ¿En el menú hay algo como...? —removió el envase de vidrio—¿...Una guillotina o algo por el estilo?
Lo dejó en blanco, en realidad, el único que poseía los más "artesanal" por así decirlo, era Jungkook con su poder místico en la katana.
—Di "Será una sorpresa" pensaremos en eso luego —habló despacio Gucci por el intercomunicador.
Encendiendo su cigarro, procedió a ponerse de pie para caminar a la salida del cuarto privado del local.
—Será un regalo sorpresa —soltó junto al humo exparciendose por el ambiente—. Cobramos mitad antes del trabajo, y lo demás lo recibimos cuando esté todo hecho, de contado y sin fallas, por que de lo contrario nuestro pago será tu vida, y aun así nos seguirías debiendo —entorno la mirada.
Luego en un solo parpadear una daga se dirigía camino a ese cliente, que exaltado se protegió con el cuerpo de su acompañante femenina, pero el filoso objeto se clavo en la mesa.
Un mensaje pegado en la cuchilla.
Pedido aceptado, estamos en contacto, número de cuenta: ****.
-With love, Kitty Gang and more
Cuando reaccionó el chico precioso habia desaparecido de su vista, y no sólo de ese lugar sino del local por completo con su amante, yacían corriendo por los tejados en camino a casa.
—Gucci —llamó Kitty—. Tenemos una nueva misión, reunámonos y hagámoslo rápido.
Este sonrió satisfactoriamente.
—Bien hecho —suspiró—. Nos vemos acá, llevaré cervezas.
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