024.
—¡Hoseok maldición, no corras! —Taehyung era arrastrado por el pasillo de aquel lugar, que era algo así como un hospital para la mafia, los pasos acelerados del castaño hacían que Kim perdiera el equilibrio de vez en cuando—. ¡Y menos cuando me tienes tomando de la mano! ¡No puedo seguirte el paso, tranquilo!. —vociferó.
El castaño le ignoró y continuó con apresurado recorrido lleno de emoción por la gran y sorpréndete noticia que había recibido.
Finalmente su mejor amigo había despertado.
Después de que abrieran los ojos, los doctores lo inspeccionaron para que estuviera fuera de cualquier peligro, dando buenos resultados, pero tendría que mantenerse en reposo durante un tiempo.
—¿Jungkook...? —se paró en el marco de la puerta de la habitación donde estaba el ya mencionado, mirándolo perplejo. Incluso sus ojos se llenaron de lágrimas al ver que los grandes ojos de bambi de su compinche estaban abiertos.
—¿Qué ha-hay, amigo? —la voz rasposa de Jeon se escuchó, con un tono amistoso decorando su rostro con una pequeña sonrisa, moviendo sus dedos en señal de saludo.
Hoseok sonrió de oreja a oreja soltando un jadeo de felicidad e impresión, sus piernas temblaban y parecía que se iba a desvanecer ante la caída de tal presión... Tal miedo a que Jungkook no regresara.
Se acercó para abrazar cuidadosamente al pelinegro para no lastimarlo, casi sin tocarlo.
—Casi pierdo mi brazo —susurró Taehyung sobando su hombro posicionándose junto a Jimin quien luego de un mes y medio finalmente tenía una sonrisa en el rostro, eso lo reconforto—. Así que despertó, maldición Jeon por poco muero por tu culpa.
—Lo-Lo lamentó chicos —murmuró—. Sé que ustedes... pasaron tiempos... di-difíciles, y era obvio... —sonrió de lado—... es por que no estaba yo... pero no se preocupen... su Dios volvió —dijo subiendo sus manos y agitandolas como celebrando, todos rieron ante eso, de igual manera el pero con dificulta y dolor.
—No te agites mucho jk, ahora concéntrate en recuperarte para que puedas salir de aquí —le dijo Hoseok con ese característico tono entusiasta y su brillante sonrisa.
—¿Que hay de la... empresa? —preguntó.
El silencio inundó unos minutos el lugar.
—Bueno... —Taehyung y Hoseok se miraron cómplices—. Digamos que... Taehyung mató a los jefes y las empresas puff, ya no existen, pero probablemente sea un caos por ahí —soltó la noticia sin más, con un tono tranquilo y dulce, como si fuera completamente casual.
Jungkook amplió la mirada sorprendido—. ¡¿Qué?!... —tosio por el esfuerzo en hablar, y Jimin trató de ayudarlo, este le miró agradecido—. ¿Cómo que están muertos... y las empresas desechas?... ¿Como pasó todo eso?.
—¿Acaso Jimin no te informó? —chistó el peliturquesa.
—Acaba de despertar Tae —le indicó el pelirosado—. No quise darle una emoción tan fuerte desde un inicio, además ¿a quién putas le importan las empresas ahora?
—Quiero saber... —interrumpido Jungkook.
El de cabellos azules antes de hablar, pensó bien en sus palabras, para no causar una sensación negativa, sostuvo el puente de su nariz con un leve estrés en su frente.
—Como oyes, mate al jefe de mi empresa por que iba a matarnos a Jimin y a mí por "traición" —hizo comillas con los dedos junto a una expresión seria—. Y sin querer también mate a tu jefa por que estaba apunto de acabar con Hoseok, luego nos encargamos de los demás agentes mandando un gmail diciendo que literalmente son libres, y esto fue un resumen —explicó rápidamente perspicaz.
—En resumen del resumen —se metió Hoseok en la platica con su risita amable—. Hicimos que ardiera Troya.
—Mierda... ¿entonces ya no tenemos que volver a... trabajar para esa bruja? —preguntó el azabache, Hobi ladeó la cabeza diciendo no—. Genial, creí que mi vida... estarían condenada.
Taehyung pudo notar cierta aura, Jimin se mordía las uñas y parecía nervioso, de vez en cuando, este, lo miraba y luego la desviaba, y así múltiples veces. Entonces se dio cuenta que él necesitaba conversar con Jungkook, y estaba de acuerdo con ello, después de todo casi enloquece, una semana más y tal vez lo hubiera perdido. Así que decidió hacer lo correcto.
—¿Alguien tiene hambre? Yo si —interfirió aplaudiendo de repente—. ¿Hobi te parece si vamos por un poco de arroz y carne para Jungkook? —lo tomó de la mano, esta acción provocó que la sangre subiera a las mejillas del castaño ruborizandose, trató de decir algo, pero Taehyung no lo dejó contestar—. Claro que si, vamos.
—Pero Tae, comimos hace dos horas... —sin importar lo dicho el turquesa lo jaló, ambos finalmente salieron de la habitación.
Un silencio ensordecedor se presentó en la habitación, prontamente las miradas de Jimin y Jungkook conectaron, no hubo aura de incomodidad, sino todo lo contrario, era nostalgia, sentimientos encontrados luego del desastre por lo que habían pasado.
—¿Tú no vas abrazarme? —habló Jungkook. Park soltó una risilla con un poco de vergüenza combinada con felicidad y entonces lo abrazó con sumo cuidado, ocultado su rostro en su cuello, sintiendo su calidez y oliendo su aroma que tanto extrañaba—. S-Sé que no te gustan las cosas cursis pero... estuviste en todos mis sueños amor.
Hundidos en un mar de sentimientos recientes y nostálgicos, Jimin, embelecado por tener a Jungkook de nuevo con él, no lo logró escuchar bien.
—¿Qué? —le miró frunciendo levemente las cejas.
—Mientras estuve inconsciente soñaba muchas cosas seguidas, y en todas estabas tú —mencionó llevando su mano a la espalda de Jimin. El rosado sintió como su corazón se encogió, y sus ojos picaron con lágrimas que amenazaban por salir—. Tú voz fue la que me trajo de regreso, escuchaba tus palabras, pensaba que era otro sueño, pero cuando desperté y te vi... sabía que había regresado, y agradezco que tú fueras lo primero que mis ojos vieron.
—Jungkook... —ambos párpados soltaron lágrimas las cuales se derramaron por sus mejillas. El pelinegro sonrió henchido de felicidad, tomó la mejilla de su novio y limpió la gota que había escurrido allí con su pulgar.
—No llores amor, suficiente te he hecho sufrir, lo siento, siento no haber regresado antes, pero ahora estoy aquí y nunca me voy a ir de tu lado —susurró, sus voces eran tenues, solo permitiendo que se escuchen entre sí.
—¿Lo prometes? —la voz de pelirosa tembló con miedo sutil.
—Te lo prometo, amor mío —alzó despacio su mano con canalizaciones y con su dedo meñique levantado, inmediatamente Jimin supo que hacer.
Entrelazaron sus dedos meñiques haciendo una promesa, y luego juntaron sus labios pactando esta con amor, un sentimiento que sin duda es el más fuerte de todos.
Los labios de Jungkook estaban secos, pero para el rosado era volver a contactar con vida, no le importo humedecer la carne del otro con la propia esponjosa masa de su boca, delicada y lentamente.
—Te amo Park Jimin —dijo Jeon al separarse, mirándolo directamente a los ojos.
—... Yo... —Park sonrió—. Yo también te amo Jeon Jungkook —luego de eso volvieron a juntar sus labios.
Jungkook no podía creer que Jimin le haya dicho que lo amaba. Infirio que ese día magistral jamás llegaría.
Pero lo hizo.
Y aquello lo hizo sentir completo. Su amor ya no era incierto, ahora estaban unidos por una promesa y por el amor mutuo que ambos se compartían. Quien iba a decir que perder a uno iba a empujar al otro a aclarar sus sentimientos.
Y tener claro que el amor es más fuerte cuando está en crisis, y necesitas a la otra personas sin llegar a la dependencia.
Es más expresivo. Es ese precioso calor interno en su pecho.
[...]
Después de pasar un bien tiempo andando sin rumbo se detuvieron, más bien Taehyung paró de caminar.
—Lo siento —susurró—. No sabía cómo decirlo, pero, creo que Jimin y tú amigo necesitaban tiempo a solas.
Hoseok subió sus cejas sorprendido por la repentina confesión, aceptaba que Jimin añoraba a su amigo, tenía razón.
Pero su mente no podía pensar bien.
No si su mano y la de Taehyung aún siguen entrelazadas. Los dos parecieron darse cuenta apenas del afecto, divagando.
¿Separarse o no separarse?. Era obvio que ambos disfrutaban de ese roce cálido entre sus dedos juntos. Habían tenido momentos últimamente que hacían palpitar su corazón.
Más aún cuando proceso la palabras dichas por Taehyung en el doctor... «Había matado a mi jefa para protegerme, Taehyung fue capaz de asesinar a sangre fría por mí.»
—Tae... —el castaño ajustó el sostén de sus manos—. ¿Quieres caminar?
—Acabamos de correr, quiero sentarme. —buscó entre el ambiente un lugar donde poner su bonito trasero.
Se terminaron sentando en las bancas de un parque local que estaba cerca, veían a las personas caminar y algunos niños jugar, pero lo que les llamó la atención a los dos era la cantidad de parejas que asistían ahí.
El peliturquesa había subido sus piernas a la banca, abrazándolas y colocando su rostro sobre sus rodillas, una mano la dejó en la banca.
Taehyung había procesado algo, sentía algo especial por Hoseok, no estaba cien por ciento seguro si era amor o cariño, pero era diferente. Ya que no quería que sean simplemente amigos, lo malo en esta situación era que Kim no le gusta aceptar sus sentimientos.
Se siente débil... débil de saber que tiene algo que ama. Por eso su punto peligroso es Jimin, pero ahora... si tenía a alguien más seria otro punto al que podrían atacar.
Pero, ¿por qué tanto miedo?
Sintió que sus dedos eran atacados por los del otro, de la persona a su lado, se ruborizo y quiso evitar la sensación de calidez en su pecho.
Sabía que este chico le gustaba, y obviamente la tensión, los acercamientos y la muestras de cariño que ambos habían tenido las últimas semanas solo podía significar una cosa, presentian que es mutuo, solo qué... decirlo es difícil.
Por el contrario Hoseok lo tenía claro, sabía que Taehyung era único y no encontraría alguien más bello, fuerte y lindo que él... lo supo desde que sus miradas se insertaron, Tae lo tenía a sus pies... pero había algo especial a lo que le tenía miedo.
La impulsividad de sus sentimientos, para él estaba bastante obvio que ambos se gustaban, pero no sabía si sus cálculos eran erróneos, puede, como no puede ser, y haría lo que estuviera a su alcance para no perder a Kim Taehyung... el era esa pieza en su corazón que conecto mágicamente.
—Taehyung.
—¿Mhh? —susurro.
—¿Te gusta el sol? —preguntó mientras sus dedos se entrelazaban cariñosamente, y acariciaba el dorso de la muñeca del peliturquesa.
—Sí —agregó viendo como el cielo resplandecía—. ¿Te gusta la luna?
Se acercó más Hoseok, bajando sus pies al suelo, por fin mirándolo a los ojos, esas pupilas atrapantes.
—Si —completo, ya que... sentía que Taehyung era como la luna, misteriosa y hermosa.
—Oye... creo que me~
—Me gustas Tae —le sonrió ampliamente dejando perplejo al otro, quien sentía su pecho caliente lleno de una presión de nervios en su corazón.
Hoseok tenía esa característica risa en su rostro, pero estaba decidido, daría todo por él todo, y Tae era su universo, anhelaba que sintiera lo mismo por él.
Pero su inseguridad creció al no tener respuesta alguna del otro chico que se hacía precioso... se arrepintió de sus palabras, no quería incomodar a su compañero.
—L-lo... —pero fue interrumpido por algo demasiado fugaz, tan rápido que no tuvo oportunidad de reaccionar por lo sucedido.
La mente se le había nublado ante ese pequeño choque de los labios de ambos juntándose, impulsado por Kim, quien solo dio su respuesta ese pequeño beso.
Uno corto y casto, pero cálido y dulce beso. Ambos se miraron en un trance, luego sonrieron para unir otra vez sus bocas en otro beso amoroso.
Una vez finalizado el contacto, Taehyung dijo—. A mi también me gustas Hobi —luego sonrió.
Nos vemos el Lunes!
¿Alguien tiene alguna idea para la historia? Pueden dejarla en comentarios ((:
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