022.
—Soy su mejor amigo, lo conozco como la palma de mi mano y te digo que no es buena idea acercarnos en este momento, él puede... —pensó unos segundos buscando la palabra perfecta—. Explotar.
Preocupado Taehyung mencionó mientras se encontraba parado junto a Hoseok afuera de la habitación de donde Jimin se negaba rotundamente a salir.
—¿Y que otra opción tenemos? ¿Deberíamos dejarlo podrirse allí adentro? ¿O ayudarlo? Si eres su mejor amigo deberías ayudarlo como sea —espetó mirando al peliturquesa seriamente, este negó con la cabeza.
—¿Por qué no me escuchas? Jimin es alguien sumamente voluble, sus actos se basan en sus emociones y en este momento como a estado estos días no se encuentra nada bien, seguramente nos pondrá un cuchillo en la garganta a los dos —le advirtió—. No estoy exagerando.
—Entonces temo que nos tendremos que arriesgar —Hoseok tercamente tomó la manija de la puerta y la giro abriendo esta. Taehyung lo detuvo por unos segundos, pero el castaño volvió a separar el compartimiento. Ambos entraron en silencio, y observaron la figura del pelirosa sentado en la cama mirando inmóvil la ventana frente a él.
—¿Ji-Jimin? —murmuró Taehyung para no perturbarlo—. Hola amigo ¿te encuentras bien? Estamos aquí porque...
—Lárguese, ahora —de manera brusca endilgo Park sin mirarlos. Ambos chicos se quedan helados ante su voz ronca con un tono de frialdad.
—Jimin no te aísles, somos tus amigos deberíamos apoyarnos en momentos como estos —habló Hoseok acercándose a pasado lentos hacia el ya nombrado.
—No quiero su puto apoyo, solo quiero que se larguen y me dejen en paz —volvió a pedir.
—No seas egoísta, no solo tú te sientes como una mierda, todos aquí sufrimos día con día lo que sucedió —volvió hablar el castaño con un nudo en la garganta sintiendo sus ojos picar—. Pero deberíamos tratar de sobrellevarlo entre todos, no solo nos ignores y te encierres aquí ¡te estás matando joder!.
Taehyung se dio cuenta que las palabras de Hoseok habían sido toscas, pero realistas, se preocupó de cómo Jimin respondería
—Sería lo mejor —finalmente Jimin volteó a verlos dejándoles ver las grandes ojeras debajo de sus ojos rojos, su rostro pálido y sus labios secos, sin duda su estado físico y emocional eran un asco—. Si yo muriera todo esto se terminaría, este maldito martirio y estas jodidas voces.
Llevo su manos a su cabeza y jaló algunos mechones de su cabello con desesperación.
—Jimin no digas eso —Taehyung negó con la cabeza y al escuchar a su amigo sintió una punzada dolorosa en el pecho, se quiso acercar a él y abrazarlo—. Mírame, te quiero, por favor no hagas esto ¿si?.
—¿Hacer qué exactamente Taehyung? —se levantó de su asiendo y caminó hacia su mejor amigo con un rostro como de lunático—. ¿Acaso quieres verme sufrir por el resto de mi vida? ¡Esto es un maldito martirio, no puedo soportarlo!.
—Déjanos ayudarte Jimin —Kim intento alcanzar la mano de su amigo pero este se alejó bruscamente.
—¡No! ¡No quiero su jodida ayuda, así que háganme un favor y déjenme en paz! —vociferó derramado una lágrima que escurrió por su mejilla limpiándosela rápidamente él mismo con su manga.
—Tranquilizante Park —agregó Hoseok—. Tú manera de tratar de sobrellevar toda esa basura es la incorrecta, lo mejor es...
—¿Qué? Dime Hoseok, según tu ¿Cuál es la manera correcta? —arrugó su nariz y miró al castaño aparentando sus puños—. Saben como seria la mejor manera... matando a ese ¡malnacido hijo de perra!.
—Pero en este momento no podemos actuar, Seokjin es alguien perspicaz y fuerte, no podemos hacerlo solos —refutó el cabellera turquesa.
—¿Sabes por donde voy a pasarme su perspicacia? Por el culo, ¿acaso no me conoces Taehyung? —lo miró—. Soy mejor que él y lo sabes, solo que no quieres que lo asesine ¡y no sé aún por qué! —gritó con desesperación—. Simplemente no puedo hacerme el idiota y hacer como si nada hubiera pasado, como ustedes, ese imbecil tiene que pagar por lo que hizo ¡tiene que morir!.
—Yo... yo estoy de acuerdo con el Hobi, la muerte de Jungkook debe ser vengada.
—¡Taehyung! —objetó Jung.
—¡Jungkook no está muerto, pedazo de estúpido! —vociferó Jimin y acto siguiente se desplomó en el suelo rompiendo en llano mientras abrazaba sus piernas—. No digas que está muerto, porque él no... no —su voz se rompió—. No lo está...
Y es verdad, Jungkook no estaba muerto, pero era como si lo estuviera.
Luego del deshonroso suceso Hoseok lo llevó con el doctor que siempre los ayudaba cuando se metían en líos y debía suturar heridas a escondida de su empresa. Lograron sacar la bala y por suerte no tocó el tórax, pero sí rozo un plumón, y Jungkook llevaba dos semanas sin despertar, tenía un tubo en la garganta pues temían que dejara de respirar y aún no sabían con exactitud si podría mover el brazo.
En esa primera semana Jimin se mantuvo en el cuarto de Jungkook vigilandolo y cuidándolo, pero en la segunda se encerró allí, sin querer salir.
Así que Taehyung decidió ser crudo al decir las cosas.
—Sí, Jungkook no está muerto ¿por que carajo dices algo así en un momento como este? —preguntó Hoseok con el ceño fruncido.
—Por qué debemos ver la realidad, no sabemos si vaya a despertar de ese coma, en cualquier momento sus pulmones dejan de funcionar y morirá —espetó Taehyung sin corazón, y harto de la situación.
—¿Cómo te atreves? ¡Cierra la puta boca ahora! —vociferó Jimin levantándose.
—¿Por qué debería? Debes afrontar la realidad, dijimos que nos apoyaríamos ¿no? Pues aquí tienes mi apoyo, te ayudo a comenzar a superarlo.
—¡Qué te calles maldición! —Park sacó una daga y puso la punta de esta en la manzana de andan de su amigo, mientras las lágrimas se escurrían vorazmente por sus mejillas.
—¿Vas a matarme? —sostuvo el turquesa con mirada fría—. Bien hazlo.
—Oye Jimin, detente. —con temor en sus palabras reprendió Hoseok.
—Si esa es tu solución para este problema Jimin, vamos hazlo —habló de nuevo Taehyung.
—¿Acaso no ves? ¡Me siento culpable joder! ¡Todo esto fue mi culpa! —pasó saliva con sus dedos temblando en el mango de la daga.
—No fue culpa de nadie Jimin, ese hijo de perra lo planeó todo, y si Jungkook decidió protegerte fue su elección, tú no eres responsable de sus actos —inquirió Hoseok.
Jimin tiró el arma al suelo con los ojos abiertos y regresó a su posición en la cama, dándoles a sus compañeros nuevamente la espalda.
—No quiero volver a repetírselos, déjenme solo de una jodida vez por todas. —dijo una vez y luego ya no hablo más.
Hoseok y Taehyung no tuvieron otra alternativa que obedecer a su deseo, y tal vez y solo tal vez algún día salga de allí con una idea diferente.
—Tae —el castaño dirigió su vista al chico de cabellos azules, quien apretaba el puente de su nariz estresado, apoyó su mano sobre el hombro del otro—. No te preocupes... sé que Jimin pensara las cosas bien.
[...]
Un mes había transcurrido ya.
Taehyung suspiró con preocupación, Jimin había empezado a fumar más de lo común por la situación que estaba sucediendo, incluso las pocas veces que había logrado ingresar a la habitación, solamente porque Jimin finalmente dormía, vio cajas de cigarrillos y colillas de los mismos tiradas por todos lados y el olor fuerte dominaba la habitación.
Salió a tomar aire fresco, la noche resplandecía con una frescura única, las nubes habían despejado ese denso oscuro cielo brillando estrellas. Se sintió mal por disfrutar de un ambiente en medio de la crítica situación, todavía no podía creer que haya pasado un mes.
Por lo lejos vio al castaño quien apoyaba sus codos sobre sus rodillas, subió las cejas mientras daba pasos hacía él. Hoseok estaba tan hundido en sus pensamientos que no notó que Taehyung se había acercado y no solo eso, le había colocado su chaqueta por el frío.
El que estaba sentado miró hacia arriba apoyando su espalda en el respaldar de la banca encontrándose con el rostro precioso de ese chico que lo miraba levemente inclinado.
—No te resfríes —le comentó Tae, quien quería aliviar la situación tensa al menos un poco con su dulce amabilidad.
—Gracias —sus ojos se volvieron a chocar, conectándose de inmediato—. ¿Quisieras acompañarme?
El de cabellos azulinos metió sus manos dentro de sus bolsillos sentándose al lado de su compañero.
El silencio entre ellos fue cómodo, ambos disfrutaron del ambiente, del viento golpeandole sobre el rostro, la húmeda brisa.
—Nos conocemos desde que tengo memoria —habló de la nada Hoseok, el otro quedó atento a sus palabras—. Él... —vio que las manos de este temblaban—. Es mi mejor amigo, no me siento bien si él no lo está... no sé si hallar culpables, simplemente no puedo hacer nada y eso...
—Eso esta bien —Taehyung apoyó su mano sobre la del otro, quien se sorprendió por la cercanía, pero después de unos segundos entrelazo sus dedos, con sus pupilas fundiendose entre ellas—. Esta bien sentirte mal, está bien que no te sientas estable siempre... es bueno que te sientas frustrado, aunque sean emociones negativas todos las tenemos y es bueno expresarlas, Hobi.
Se rodearon entre sus brazos, juntado sus cuerpos en un estrecho abrazo, donde los dos jóvenes mostraron sus emociones floreciendo. Hoseok quería llorar, quería romperse y sabía que era libre de hacerlo estando ahí.
—Perdón por haber dicho que tu amigo estaba muerto, fue algo estúpido e imprudente —soltó un ligero suspiro sobre el hombro del castaño—. Puedes apoyarte en mi, déjame ayudarte.
—Gracias, Tae —el nombrado lo apretó con más fuerza ante las palabras, el castaño sonrió levemente por el apoyo que estaba teniendo—. ¿Dónde has estado toda mi vida?
Bromeó este provocando que ambos soltaran una risita dulce.
Nos vemos hasta el lunes! Si te aburres esperando puedes a acudir a cualquiera de la historia que están en mi perfil ☀️
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