020.
Horas antes
Mientras Jimin se pintaba con un rosa pastel las uñas de los pies vaticinó, en el sillón, lamentablemente la noche que había organizado para buscar un pretendiente para su mejor amigo no había resultado como esperaba, al contrario, solo logró hostigarlo. Pero no todo había salido mal, si bien no encontraron un hombre entre todos los del club, sintió una conexión extraña entre Taehyung y el amigo de Jungkook, Hoseok.
Y entonces el pensamiento surgió en su mente ¿acaso él podría ser el indicado? ¿Él sería quien hiciera sentir a su hermano de otra madre; el peligro y el placer del amar?
Quitó el exceso del esmalte de su dedo.
—Jungkook —le llamó quitando la vista de sus uñas, mirando al pelinegro quien no le contesto por estar concentrado en la cocina, preparando panqueques con un delantal rosa puesto—. ¡Oye roedor!
—¿Ah? ¿Me llamaste cariño? —abrió sus ojos un poco de más desviando su mirada del sartén hacia su amado—. ¡Estoy preparándote panqueques! ¿Qué sucede?.
—Ayer, tu amigo que nos acompañó ayer al club ¿Cómo era su nombre?... —chasqueó con su dedo mientras buscaba en su mente el nombre, intentado no parecer tan obvio con lo que buscaba.
—¿Hoseok?.
—Sí él —aclaró su garganta y encogió sus hombros—. ¿Qué piensas de él fuera de la fraternidad y siendo franco? ¿Es amoroso? ¿Apasionado? ¿Da buen sexo? —entorno la mirada interrogante en un tono dulce.
Empezó a divagar preguntando de alguna característica más firme del amigo de su pareja.
—¿Por qué? —Jeon frunció el ceño—. ¿Te interesa mi amigo? ¿De qué manera? —algo estaba comenzado a sacar humo delante de él—. ¿Acaso buscas o una aventura o algo así? Primero ayer tú buscando hombres en el club, y ahora tienes un extraño interés por mi amigo ¿estás jugando algún tipo de juego?
—O-Oye la coci... —el pelirosa trato de avisar señalando la estufa.
Algo se estaba quemando, pero Jungkook siguió tensando su mandíbula, colocando su mano en su cadera, mientras miraba directamente al de cabello rosa.
—¿Me botarás? ¿Eso harás? ¿Qué crees que soy un gígolo de quinta? ¡Dime!.
—¡Jungkook! ¡Los panqueques se queman animal! —vociferó haciendo reaccionar al pelinegro, quien de inmediatamente regresó su vista al sartén donde ya hacía un panqueque completamente quemado, entonces bufo, y apagó la estufa—. Joder, eres un~ —dijo y continuó pintando sus uñas—. Baboso.
—Lo sé —contestó botando a la basura lo quemado, luego se sentó al lado de él—. No desvíes el tema ¿Para que mierda quieres saber todo eso de Hoseok?.
—Mi mejor amigo, Taehyung, el de ayer, él bueno... él está solo desde hace tiempo, lo mismo que yo en realidad y puede ser más —suspiró ligeramente—. Solo quiero que tenga alguien que lo ame, que lo haga reír, que le cause mariposas en el estomago, que lo folle bien, como tú a mí, por eso ayer fuimos al club, para buscarle a él un pretendiente —replicó mirando el esmalte en sus pequeños dedos del pie sonriendo descaradamente.
—¿Te hago sentir mariposas en el estómago? —preguntó Jungkook sonriendo con ilusión, pero borró esa sonrisa cuando Jimin le puso los ojos en blanco.
—Tú y tus cursilerias—le golpeó la cabeza suavemente, pero esto le causó gracia pelinegro, al final Jimin apoyó su mentón en la cabeza de su amante mientras lo abrazaba por el cuello—. Tal vez ese amigo tuyo pueda ser el indicado, no lo sé, ayer tuvieron química y estuvieron conversando toda la noche... tal vez puedan tener citas y comenzar a ser novios, eso sería lindo y y tal vez... amm —sus mejillas se ruborizaron y jugó con sus dedos nervioso—.... Tal vez podríamos tener... una de esas citas dobles... deben ser divertidas... ¡Eso me han dicho! Claro.
—¿Y dices que yo soy el cursi cliché por poner pétalos en forma de corazón en la cama donde hicimos el amor? —le susurró al oído.
Park frunció el ceño e hizo una mueca de vergüenza, se levantó dispuesto a irse de ahí.
—Agh vete a la mierda, déjalo así, si no quieres no es mi problema, ¡Yo lo propuse y te pones así! —se separó, pero inmediatamente Jungkook envolvió sus brazos al rededor de su cintura y lo atrajo nuevamente al sofá—. ¡Suéltame! Por que de lo contrario este esmalte de uñas terminará en tu intestino grueso.
—Tranquilo, solo estaba bromeando —le dio un pequeño y dulce beso en la mejilla sabiendo muy bien que con eso todo volvía a la normalidad—. ¿Qué quieres que te diga querido?.
Jimin sonrió tontamente, algunas veces Jungkook era un idiota, pero un idiota lindo que quería.
—¿Crees que él le haga bien a Tae? Quiero decir —resopló cansado—. Se que eres su amigo, se que tú me dirás que es un buen chico y que no lo hará sufrir, pero uno nunca sabe qué tipo de personas son en realidad.
—No te preocupes mi leche de fresa, Hoseok es muy amable y te hace reír como loco, no sin antes mencionar que es alguien bastante bueno y atractivo —le sonrió dándole confianza, repartiendo besos su frente—. No te lo digo por que sea mi amigo, llevo conociéndolo por mucho tiempo, y es una persona genuina.
—Entonces ¿crees que si ellos llegarán a tener algo sería saludable? Realmente no me quiero ver en la penosa situación de clavarle una hacha en el pecho a tu amigo por romper el corazón del mío —sentenció Park con una sonrisa malévola.
—No no, él es una persona muy amable y sumamente carismática, jamás haría algo para dañar a alguien, te lo prometo. Si tuvieron química por si solos seguro algo surge de allí —mencionó.
—¿Eso crees?.
—Eso espero.
—Bien... pero no me vuelvas a llamar leche de fresa, es penoso, me dio tanto cringe que sentí náuseas —se quitó los brazos del azabache de su cintura y se levantó.
—Pero, cariño —fue detrás de él.
Jungkook alcanzó a Jimin en la habitación, y lo abrazó por la espalda recostado su cabeza en su nuca, respirando su hermoso olor a coco que siempre estaba presente en su piel.
—Que bien hueles —murmuró. Comenzó a dejar algunos besitos por la zona causándole risitas al contrario.
—Para, hace cosquillas tonto —Jimin se giró mirándolo, alzó sus brazos para déjalos sobre los hombros del más alto, enrollando sus manos en su nuca—. Ya no quiero seguir escondiéndome, quiero que salgamos a cenar o andar en bicicleta, ¿sería buena idea matar a Seokjin?.
—Es buena idea, pero no te dejaré hacerlo —de pronto, Jeon tomó entre sus brazos amado y lo cargó hasta la cama, donde ambos se recostaron, en una posición donde Jimin quedó arriba del pelinegro—. Deja de pensar tonterías, solo haremos esto hasta que las sospechas de ese tal Seokjin se disipen, luego haremos actividades románticas.
—Cursis —corrigió el pelirosa con una mediana sonrisa—. Pero me gusta, siento esto como una amor adolescente, es divertido y muy lindo.
—¿Sabes que más es lindo? —le miró con devoción para luego depositar un beso sobre la pequeña nariz de su novio y después volver a mirarlo—. Tú, tú eres lindo y muy sexy y muy encantador ¿lo sabias?.
—Me lo haz dicho tantas veces que cuando me presente con alguien diré eso, hola soy Park Jimin y soy lindo, encantador y sexy —ambos soltaron una tierna risilla, para luego juntar sus labios en un beso que comenzó siendo completamente dulce y se fue deformando hasta ser apasionado.
Pero aquel beso no duró ni si quiera cinco minutos cuando el celular de ambos sonó con una notificación entrante. Y lo habrían ignorado si esa notificación fuera de alguien sin importancia, pero gracias al sonido diferente supieron que quien llamaba era el trabajo, era hora de ponerse sus trajes de Killer Bunny y Kitty Gang y matar.
—Tengo que irme, me dieron una misión y parece que es extremadamente importante, incluso habrá una junta, maldición —Jimin se quitó la camisa que llevaba de Jungkook y se colocó su ropa con rapidez, mandándole un aviso a Tae que estaría en cinco minutos en la oficina para la reunión próxima.
Esta sería muy temprano por una extraña razón.
—Si yo también, espero que no sea la misma misión y tengamos que matar a la misma persona de nuevo —replicó Jeon recordando como se conoció con su pareja.
—Bien, si es así entonces tú lo sostienes y yo le corto la garganta —replicó el rosado con una risita—. Si no cooperas tendré que matarte yo mismo sin piedad ¿bien?
—Bien, quiero verte intentarlo —ambos se sonrieron maliciosamente y entonces antes de tomar cada quien su camino se despidieron con un corto beso.
[...]
Hora actual
—¿Estás listo? —la señora tenía un traje que parecía de diseñador, este día es realmente importante para ella quien de su reserva había sacado un vino antiquísimo—. Jungkook eres el agente estrella de mi empresa —el líquido empezó a caer en la copa—. Eres mi equipo élite, te dije que esperaras y esperaste, sé que lo que diga lo harás por eso eres el mejor. —dio un sorbo.
—Jefa, noto disturbios en la zona de seguridad. —se escuchó la voz de Hoseok en el cuartel.
El pelinegro metió sus catanas en sus sostenedores, miró detrás suyo a los ojos casi enternecidos de la mujer con ondas en el cabello. Jeon tenía el conocimiento que su desquiciada y admirable superior lo estaría observando junto a Miami.
Ella alzó su copa hacia él.
—Brindo por ti —las cejas de la mujer bajaron convirtiéndola expresión visual en maliciosidad—. No me decepciones.
[...]
La chaqueta de lentejuelas cubrió la espalda del famoso mafiosos Kitty Gang, tan ágil como un gato y tan feroz como un león. Kitty Gang es temido por todos cuando está preparado para matar en ese caso estaba preparado cada detalle del encargo.
Su famosa daga preferida, sus músculos estirados y preparados para cualquier maniobra, sus armas escondidas armadas y listas.
Ese no era Park Jimin, y mucho menos el humano enamorado de siempre. Era Kitty Gang.
Gucci suspiró colocándose sus audífonos, el plan era simple, pero había tenido que hackear más de veinte cámaras de seguridad y dispositivos para encontrar el mejor camino para sus agentes. No permitiría un rasguño a alguno, en especial a Jimin.
Esta era la misión élite no podían fallar. Los dos agentes estaban en el techo del edificio esperando la señal de Taehyung para avanzar hacia su próximo destino.
—Espero que esta misión sea lo que tanto esperas —agregó Seokjin mientras el aire les pegaba los rostros haciendo que sus cabellos volaran por fuerza propia.
—Si no lo es, lo convertiré en —contestó secamente el pelirosado, sin saber a lo que se refería el chico quien sonrió de lado por su respuesta—. Recuperaré la confianza del jefe, y te echaré a la calle.
—Que amable eres.
Los dos percibieron el ruido inicial de sus audífonos especiales con la voz profunda de Gucci diciendo:
—Vayan a la derecha, por el conducto A5 podrán entrar libremente —condujo Taehuyng en frente del monitor mientras escuchaban los jadeos de sus compañeros quienes se encaminaban al lugar indicado.
Recién había iniciado todo, y se moría por saber que seguiría después.
Entre la oscuridad, ambos agentes se escabulleron tan sigilosamente como un gato, entre los callejones, las calles, saltado de techado a techado, siendo dirigidos por la voz del audífono que llevaban en el oído. Gucci Gang era sus ojos, Corea del sur es un país reconocido por su alta tecnología y seguridad, había cámaras por doquier, por supuesto estas estaban en la mano del agente de cabello turquesa.
—¡Alto! —les dijo, ambos chicos se detuvieron con la respiración agitada, manteniéndose en una posición baja para que no fueran vistos—. Frente a ustedes, a las doce —les indicó el edificio en su narices—. Ahí está el objetivo, en silencio acérquese, sean como unas sombras ¿entendido?.
—Entendido, cambio y fuera —Kitty Gang por naturaleza era intrépido, no temió ser el primero en avanzar, aunque después de todo King solo iba como espectador.
Antes de llegar se detuvieron poniéndose de cuclillas. Ahí estaba el sujeto, dándoles las espalda, observando el paisaje frente a él y por un momento Kitty se preguntó ¿por qué carajo estaba tan tranquilo sabiendo que lo estaban amedrentando para quitarle la vida? Luego supo que era su oportunidad, seguro el idiota no sabía nada, tenía que aprovecharlo.
Así que sin perder más tiempo, sacó su rosada y llena de pedrería 9mm, la cargó y cuando tuvo al sujeto enfrente lo apunto y dijo:
—Me das tanta pena, pero vele el lado bueno campeón, seré yo quien te asesine —río entre dientes.
Pero entonces cuando el sujeto se giró y llevo su katana al cuello de su asesino, lo miro, miro su sedoso cabello rosado y esos labios
pomposos que él adoraba besar.
Completamente anonadado pronunció:
—¿Jimin...?
Él también reconoció enseguida ese denso cabello negro y esa máscara de conejo que conocía a la perfección. No había duda, era él.
—¿Jungkook?
Desde este episodio y unos cuantos más comenzarán a estar un tanto largos, espero eso no les moleste ((:
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