Lo había conseguido, el idiota realmente lo había conseguido.

Una cita con el chico que amenazaba por matarlo cada noche que lo visitaba, y aún así quería arriesgarse una última vez, pues su meta estaba bastante clara, en su mente, aún era incierto si aquel chico con apodo algodón peligroso colaboraría.

Aunque, a decir verdad la cita no sería con Killer Bunny, sino con Jeon Jungkook, aquel chico que besó apasionadamente aquella noche de tragos en el bar.

Entonces todo sería una sorpresa ¿que pensara cuando lo vea? Estaba deseoso de ver su rostro, por eso le pidió llegar primero al restaurante lujoso donde había reservado.

—Buenas noches caballero ¿tiene reservación? —le preguntó el hombre elegante que se encontraba en la puerta.

—Invitación —contestó Jeon—. Es un chico bajito, de cabello rosado...

—Oh por supuesto, por aquí —lo guió hasta la mesa donde ya hacía aquel joven, con la mirada perdida en el ventanal que tenían a su costado, mostrando una vista preciosa de la ciudad—. Su mesa señor, en un momento estará su mesero aquí.

—Cla-Claro... —el pelinegro se quedó embobado al mirar al hermoso chico. Durante semanas lo había visto cubierto de sangre, sucio y siempre de mal humor, pero ahora, era casi como un ángel—. Hola Jimin, o debería decir Kitty Gang.

Park reaccionó y cuando vio a Jungkook su rostro fue como de película.

—¿Tu? Tú eres el del bar ¿qué haces aquí? —frunció las cejas y entre abrió la boca muy desconcertado.

—Si soy el del bar, y también a quien llamas rata de alcantarilla —respondió—. ¿Debería presentarme otra vez? Soy Jeon Jungkook y por las noches, Killer Bunny, tú conejito —susurró y le mostró una sonrisa de lado.

—Fuck —las mejillas de Jimin se ruborizan al llegar a su mente el recuerdo de aquel beso atrevido y apasionado que le dio. Tragó saliva—. Bueno ¿vas a sentarte o te vas a quedar ahí parado?.

Agregó aún un poco incrédulo por lo sucedido.

—Gracias —hizo un pequeño reverencia y tomó asiento frente al pelirosa. El ambiente era tan incómodo, hubiera sido diferente si el beso no hubiera sucedido, la aura sería un poco más... tensa, por las ganas qué tal vez aún tiene de matarlo—. ¿Quieres ordenar de comer ahora?.

—¿Está cita es por el beso que te di esa noche en el bar? —cuestionó y sus miradas conectaron—. No me digas que —Jimin empezó a reír entredientes—. Tú realmente eres como un niño, te enamoras solo por un estúpido beso.

—¿Eso está mal? ¿Que se supone que debería hacer cuando el chico que me beso es tan hermoso y... denso, en un buen sentido? —sonrió una vez más.

El rojo de las mejillas de Park se le subió a las orejas y con rapidez las cubrió penoso.

—Déjate de tonterías ¿cual es tu punto?.

—Conocerte, conozco lo peligroso, ágil e inteligente que puedes ser ¿pero qué hay de tu verdadero tú? —lo miró con atención—. Como por ejemplo ¿Tu cabello? ¿Eres naturalmente rosado?.

—¿Tú eres naturalmente estúpido?.

—Bueno fue un ejemplo. Sé tu nombre, lo escuché esa noche, dime tu apellido al menos —pidió.

—Park, soy Park Jimin —replicó y soltó un prologando suspiro deshaciéndose un poco del estrés.

—Qué dulce, me gusta tu nombre y tú también —confesó.

—Que directo. —aún con un poco de desconfianza, pero sorprendido por aquel atrevimiento y rió ante su honestidad.

—Lo sé, es algo natural en mi personalidad y es bueno por que ayuda en mi trabajo —mencionó, el ambiente cambio en un segundo, el aura se había relajado lo suficiente como para que ellos ordenaran su cena y beberían un trago mientras continuaba con su conversación—. ¿Cuánto llevas siendo un asesino?.

—No me considero un asesino, le quitó la vida a personas malas que afectan al mundo ¿conoces el anime Death Note? —el pelinegro asintió—. Bueno digamos que soy un prototipo de Ligh Yagami —al fin sonrío y bebió de su martini seco.

—Interesante, entonces ya somos dos. ¿Y te apasiona lo qué haces? —continuó.

—Algunas veces, me gusta cuando las cosas me salen perfectas, y por fortuna casi siempre lo hacen así que... se puede decir que si, aunque tanta perfección aveces es aburrida. —dijo Jimin.

—Eres un chico muy interesante, más de lo que pensé, me intrigas Park Jimin —se inclinó un poco colocando sus codos en la mesa, para reposar su rostro entre sus manos, observando al chico rosado frente a él—. Tienes tantas cualidades que me encantas aún más.

—¿Y qué hay de los defectos?.

—Conozco la mayoría y sigo pensado de la misma manera. Sé a lo que me enfrento, nunca he tenido miedo, pero esta vez un poco si ¿me meteré en problemas, Jimin? —le pregunto juntando sus cejas.

—Si haces tu misión correctamente probablemente salgas vivo —sonrío con picardía—. Pero estás frente a Park Jimin, no frente a Kitty Gang.

—¿Es diferente?.

—En ciertos aspectos. ¿Qué hay de Jeon Jungkook y Killer Bunny? ¿Me meteré en problemas? —enarcó una ceja perspicaz.

—No, claro que no, con ninguno de los dos, por que a ambos los traes locos —pareciera como si en ese momento sus auras se hubieran unido gracias a ese largo contacto visual apasionado.

—Me alegro.

[...]

—¿Quieres más martini? —suspiró Jeon, quería que de alguna forma su cita lo pasara lo mejor posible sin ninguna incómodad.

Jimin asintió, con un poco de desconfianza aún.

—¿Cuáles fueron tus vacaciones favoritas? —preguntó el pelinegro para comenzar a romper el hielo, y ganarse poco a poco su confianza.

—No tengo familia —contesto.

¡Mal comienzo!

—¿Qué te obsesiona?

—Matar.

Seguimos peor.

—¿Vives de noche o de día?

—¿Me estas diciendo puta?

¡Esto no puede ir aún más peor! En ese momento Jimin soltó una carcajada dulce

—Eres realmente malo en esto, pero tengo que cooperar —bebió del martini—. No tuve vacaciones familiares, pero siempre he querido ir de viaje a Italia, me obseciona matar pero me gustan las cosas rosas, vivo de noche porque somos empresarios ejecutivos.

Bromeó al último, esto animó a Jungkook sonriendo, pasó a paso, palabra tras palabra todo empezaba hacerse más ameno.

[...]

—¡Sí! Fue realmente extraño, entre a la casa del tipo y tenía un fetiche con los osos, todo estaba decorado con eso, fue espeluznante —mencionó Park junto a una mueca, riendo al mismo tiempo.

—No quisiera saber que había dentro de su historial de laptop —agrego Jungkook.

—Créeme, es la mejor decisión que pudiste tomar —Jimin pasó su dedo por el borde de la copa—. Pero, esto es irónico, siempre de niño quise tener un gato de mascota.

Le guiñó el ojo, el azabache sintió una electricidad pasando por su columna.

—¿Así? Dime ¿qué opinas de tener un conejo?

—Pff, ridículo, ¿en donde, en una granja donde nos casaremos y tendremos mil hijos? —oprimió una risa y bebido de su copa.

—¿Por qué no?

—Estas idiota, si piensas que me casaré contigo —afirmó Jimin.

—Por ahora —sonrió Jungkook.

[...]

—No sé qué decir específicamente, no he tenido muchas citas en mi vida —confesó el de cabellera rosada.

—Tal vez alguna cosa que jamás le has dicho a nadie —inquirió Jeon mostrando interés en un probablemente secreto, no de su trabajo, sino de su vida personal

Este juguetón le hizo una señal para acercarse con la "intensión de susurrarle algo al oído", pero cuando este se acercó Jungkook volteó el rostro.

Quedándose a centímetros uno del otro, sus labios apunto de tocarse, Jimin sonrió y rozó sólo un poco sus labios para luego irse hacia atrás y alejar su cercanía.

—No se te hará tan fácil, esfuérzate un poco más conejito —sonrió.

[...]

—Después de una vida laboral de perfección casi lo arruinas —agregó el pelirosa tomando un poco del trago en la copa—. Quería matarte realmente ese día.

El pelinegro arqueó la ceja.

—Sentí que era la única forma de llamar tu atención, si te llevaba un ramo de rosas probablemente te habrías encargado de degollarme con las espinas —contestó.

—Mmm, es verdad.

Entonces a Jungkook se lo ocurrió otra pregunta para seguir con su prolongada conversación.

—¿Alguna vez has pensado en dejar de ser asesino? —cuestionó entornando sus ojos y dándole un buen trago a su vaso.

Jimin sorprendido se apoyó en el respaldar de su silla, y cruzó sus piernas pensando.

—No~ creo —miró hacía el techo—. Sí, hace mucho tiempo, la primera vez que maté a alguien —apoyo sus codos en la mesa—. Todo iba bien, había salido perfecto, pero incluso para un adolescente que creía estar preparado, verte ahí manchado por la sangre de alguien más es... bastante traumático, me congele ¿y tú?

—Nunca —la respuesta fue inmediata.

—¿Jamás? En serio.

—Sí, las personas que mate se lo merecían, así que nunca sentí remordimiento, además es algo que realmente me apasiona, e ahí algo en común entre nosotros.

Una sonrisa surco en los labios de ambos, tal vez faltaba un poco más para que ambos tuvieras más que eso en común.

[...]

Habían tomado un poco de más, no comieron mucho, pero la bebida se había rebalsado, pudieron a ver terminado con todo el vino, los martinis y el vodka del restaurante si ellos hubieran querido.

—¡Qué eres menor que yo! —Park exagero su expresión como una indignación dramática—. Me van a llamar asalta cunas.

Jeon sorprendido por la respuesta acercó su mano a la de él, rozando sus dedos.

—¿Eso significa que aceptas salir conmigo? —preguntó con una mirada brillosa, en sus enormes ojos castaños.

—En ningún momento yo... —iba terminar de hablar, pero sintió los labios del otro sobre su mano, derritiendose ante él tacto.

Su corazón era como si hubiera funcionado de esta forma en mucho tiempo, sus latidos eran exagerados, su respiración estaba caliente, y sus mejillas delataban la gran ternura que sentía.

Su conversación había sido tan fluida, tan romántica, tan interesante que quería besarlo y tal vez hasta algo más.

La subconsciente de Jimin se separó en dos, la que estaba dispuesta a salir con el conejito, y la que no, eran como la razón y sus sentimientos hablando, mejor dicho discutiendo:

«Pensemos bien en lo que estamos haciendo Park Jimin, ayer lo querías matar, ¿serán hormonas?»

«¿Cómo van a ser hormonas? No es un adolescente, ¿no lo ves? Está enamorado»

«¿Enamorado? ¿A que llamas estar enamorado? Ese concepto lo usamos cuando vemos una hermosa daga, no para chicos»

«¿Qué? ¿Prefieres una chica?»

«Jamás»

«Entonces, es simple, ¡Di que sí!»

—Amm yo... yo —Park Jimin tenía la lengua trabada y sus pensamientos revueltos sin una respuesta concisa.

«¡Espera! ¿Qué dices? Debe ser que no hemos salido con nadie por un tiempo»

«Y después de nadie él logro mover nuestro corazón así, entonces ¡Di que sí!»

«Ridículo, acaso ¿te acostarias con este baboso?"

«Si»

«No»

—¡Sí! —respondió finalmente instantáneamente Jimin.

Perdón por tardar tanto 😭 por favor no la dejen en flop o lloro.

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