005.
Kitty Gang corrió por el lugar, lazando con precisión y velocidad otra daga en el brazo de su oponente, logrando atorarlo contra la pared, entonces apuntó su nueva arma en medio de sus cejas.
Se acercó al hombre que tenía en frente.
—Piedad —susurró este haciendo al pelirosado reír burlonamente, colocó su dedo apunto de apretar el gatillo—. ¡Por favor! —chillo como todo un cobarde.
—Lo siendo honey, necesito llegar temprano a casa, así que ten dulces sueños —completamente listo para asesinarlo arrugo su nariz y presiono el gatillo, el hombre cayó a sus pies sin vida—. Listo ¿podemos irnos Gucci?.
Le hablo a la voz del dispositivo en su oreja, pero en vez de escuchar su respuesta escuchó una risa arriba de él, enarcó los ojos confundido y miró hacia arriba encontrándose solo con el techo. ¿Había olvidado a una de las presas?.
Se escucharon pasos, Jimin trató de identificar de donde provenían rápidamente, ¿de derecha o de izquierda? Lo analizo... No, es derecha. Que interesante oponente. Sonriente preparó su cuerpo, para atacar por detrás.
Con sus habilidades tales como las de un gato, con una maniobra inmovilizó a la persona que se rio, y que lo desconcertó con sus pasos, aunque al ver de quien se trataba lo soltó.
—¿Tú? —este soltó aire—. Maldita rata ¿Es que acaso no te queda claro? Aléjate, de ninguna manera aceptaré salir contigo, idiota.
—¿De ninguna de verdad? Podría comportarme como un verdadero animal y hacerte una muestra de mi deseo —exclamó con la voz profunda y terroríficamente sincera.
—Que apasionado —sonó en el audifono del peligrosa su compañero, al fin.
—Fuck, cállate ¿cuantas veces más este va a burlar tu seguridad? Me está molestado —reprochó como un niño pequeño haciendo un berrinche—. Yo me haré cargo, inútil.
Pero en un pestañear de ojos, el conejo desapareció.
[...]
Su vestuario había quedado lleno de sangre luego de una pequeña masacre dentro de un sótano escondido. El chico rosado salto, y sobre paso todos los cuerpos haciendo muecas de asco, aunque él hubiera sido el culpable y creador de todo ese desorden.
—Estoy exhausto —Jimin bostezó completamente cansado—. Solo quiero dormir, Gucci pídeme un ta...
— ¿Quieres que te cante una canción de cuna mi dulce algodón de azúcar? —su fastidiosa voz de nuevo, era ese animal escurridizo y molesto. Jimin ante esa voz rodó los ojos y suspiró y harto de su presencia—. Twinkle twinkle little star, we can do it in a car.
—Ignóralo, Jimin, solo ignóralo —le dijo su compañero para tranquilizarlo, pues realmente el estaba dispuesto a asesinar a una persona más.
—¡Oye! ¡Te estoy hablado cariño! —volvió a llamarlo Bunny.
—¡¿Qué mierda quieres?! —vociferó con gran desespero, perdiendo la paciencia—. ¡No vuelvas a llamarme cariño! ¡No soy, ni seré nunca tú cariño!.
—Quiero que salgas conmigo.
—Ni en tus sueños más húmedos y retorcidos, rata asquerosa, piérdete. —entorno sus ojos e hizo su voz más profunda.
—¿Ya no soy tu conejito? —chilló haciendo unos ojos de cachorro abandonado.
Jimin se acercó a él y sonrió de lado.
—No, no eres mi tipo, bye-bye —le mostró el dedo de en medio, el cual en vez de verse grosero, se vio tierno gracias a su pequeño tamaño.
[...]
La misión asignada estaba destinada hacer bastante fácil, ya que en esta ocasión Kitty Gang trabajaría junto a uno de los reclutas, aún sin nombre clave, le mostraría lo básico, lo que le enseñaron a él cuando era una oveja recién nacida.
Jimin tenía a un oponente debajo de él, apunto de romperle la pierna. Le estaba mostrando al chico de nombre Soobin las mejores tácticas para inmovilizaba a un ponente.
—Ellos te implorarán por piedad, pero no lo hagas, debes tener la mente y el corazón frío —le explicó, el chico asintió con una sonrisa realmente conmocionado por lo que estaba aprendiendo.
—Entiendo señor, apuntado —lo apunto en su pequeña libreta con rapidez.
—Mira eso, que gran fuerza —se escuchó. Jimin ni siquiera quería voltear, sabía muy bien de quien se trataba y no tendría la suficiente paciencia para detenerse si lo miraba de nuevo.
—¿Quién es él? —preguntó el recluta, un poco confundido.
Jimin con más furia aún rompió el hueso, el hombre aulló de dolor.
—No es nadie ¿apuntaste todo? Vámonos.
—Soy su novio —contestó el conejo tratando de agarrar la cintura de Jimin.
¡Este idiota!
—Ya me tienes harto —Jimin sacó su pistola rosada y lo apuntó, como disfrutaría matarlo—. Tu de verdad... ¿acaso quieres morir? Por que yo estaría complacido de acabar con tu dolor.
—Kitty espera un segundo vaquero, no lo puedes matar, olvidaste para que empresa trabaja, el jefe nos mataría si se entera —le advirtió Gucci Gang por el audífono.
Lamentablemente Taehyung tiene razón, si comete ese asesinato, podría terminar exiliado para siempre. Nadie quiere una guerra entre dos empresas de sicarios poderosas.
—Trabajo terminado. ¡Recluta! —lo llamó este se puso firme y atento—. Mata a ese hombre y vámonos —ordenó Jimin bajando el arma caminando hacia la salida que ellos ya habían programado.
Se estaba comenzando a estresar por este chico.
—¿Vas a dejarme así otra vez cariño? ¡Al menos dime algo! —exclamó Bunny y fue completamente ignorado por el pelirosa.
—Adiós señor —se despidió él recluta agitando su mano, resultado tierno saliendo corriendo detrás del de cabellera de algodón de azúcar.
[...]
—Ve a la casa verde, dentro de esta ya inabilité las cámaras, el objetivo se encuentra en la cocina —informó Gucci Gang.
—Entendido. —replicó Kitty Gang.
—¿Qué quieres cenar? Algo dulce o salado, estoy pidiendo la cena.
—No sé, tal vez... ¡Carajo! Espera —Jimin saltó al balcón de la casa, ignorando las órdenes anteriores de su compañero.
—¡Que haces! ¡No debes ir ahí! —dijo Gucci sorprendido, ya que jamás Jimin había faltado el respeto a una orden suya, buscó otra entrada segura en el lugar—. Adéntrate en el balcón a la
ventana izquierda.
En realidad Jimin tenía pavor, no del sujeto sino de alguien que lo venía persiguiendo semanas. Realmente estaba harto de esto, pues no esa vez no sería capaz de contenerse.
Agarró una daga y la lanzó al sujeto más cercano de ahí creyendo que era el objetivo.
—¿¡Qué mierda haces!? ¡Él no es el objetivo! ¡Qué te sucede hoy!.
—¡¿Cómo... cómo qué este no es el sujeto!? —Park reaccionó y disparó por el que realmente estaba esa noche ahí.
Jamás le había pasado eso, el nunca se había equivocado en ninguna misión, esa rata de alcantarilla estaba afectado su desempeño en el trabajo, y eso era un gran problema ¿por qué lo afecta demasiado?.
—Row, row, row your boat, Gently down the stream, Merrily merrily, merrily, merrily, I can make you scream! —otra vez, esa odiosa voz cantando—. ¡No te dejaré en paz nunca dulzura hasta que aceptes mi cita! Aunque tu acto de hoy fue un poco bajo, me sorpen...
Hartó Jimin corrió detrás de él. Killer Bunny vio la mirada amenazante del rosado corriendo, sabiendo que ese día sería su fin si no llegaba a perderlo.
—¡No huyas rata! ¡Te voy a matar! —le lanzó una de sus dagas apunto de ir tras de él.
—¡Kitty Gang regresa al cuartel ¡Ahora! —le dio un fuerte escalofrio, era Taehyung enojado, esto había llegado muy lejos era demasiado—. ¡Muévete!.
[...]
Había recibido tal regaño que no pensaba seguir cayendo en sus juegos, era hora de terminar, de exterminalo de una buena vez, cuando vio al conejo sacó su pistola y sin miedo ni piedad le empezó a dispararle sin parar.
—No será tan fácil matarme —Killer Bunny esquivó todas las balas, con esas asombrosas maniobras resultado de su desempeño como buen peleador cuerpo a cuerpo.
Jimin sin expresión siguió disparando hasta que se le acabaron las balas, sacó una segunda arma disparandole sin cesar.
—¡Ya! —el otro vociferó cansado.
—¿¡Ya qué!? ¡Ya mi lindo trasero! ¡Déjame en paz! —siguió disparando y nuevamente se le terminaron las balas.
Kitty empezó a retroceder ya no le quedaban armas para defenderse, mientras el otro aprovechó la debilidad para acorralarlo.
Las manos del rosado chocaron con papeles y en estos encontró algo duro, un lapicero.
—¿Qué vas a hacer con ese lapicero? ¿Acaso te crees John Wick? —preguntó en tono burlón.
Mientras el pelirosado reaccionó arrojandole todo lo que tenía a mano, papeles, lápices, bolígrafos, etc.
—¡Aléjate! —gritó este con rabia.
—¡Bien ya, te dejaré en paz! ¡Lo haré! —subió sus matos y se quedó quieto en son de paz.
—¿Qué? —Park frunció las cejas desconcertado.
—Solo vine a entregarte esto —le mostró su daga favorita que decía "With love Kitty Gang"—. Toma.
Jimin la trató de sostener con sus dedos, pero Jungkook jaló el arma—. Solo, si aceptas salir conmigo —sonrió por debajo de su marcara.
El rosado gruño, apretó los puños y exclamó.
—¡Okey, mierda! —al fin aceptó, pero sólo porque estaba harto de tenerlo ahí todas sus misiones y de todas esas escenas—. Te acepto la maldita cita. Pero te advierto que después yo te perseguiré para cortarte las pelotas.
—¡Genial! —festejó Jungkook.
—¿Qué mierda? —resonó su mejor amigo incrédulo y un tanto asqueado, de alguna manera eso se había vuelto como un drama.
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