Park Jimin se acercó a la enorme entrada de cristal de su trabajo, con un lolipop dentro en su boca, moviendo el palito con su lengua.

—Aaah, la misión fue todo un éxito, como siempre. —sonrio victorioso pasando por la puerta, caminó por el pasillo hasta el lugar que buscaba, su oficina.

Abrió la puerta resonando el choque de la madera contra la pared, su compañero quien estaba con audífonos subió el volumen de la música.

Jimin suspiró.

—¡Ey! —el rosado lo llamó—. ¡Oye Gucci!

Harto sacó su arma y la apretó en su cabeza, Kim Taehyung subió las manos sonriendo.

—Me rindo, ¿qué quieres? —acto siguiente retiro sus auriculares.

El peligrosa bajó la pistola llena de pedrería y stickers.

—Exijo que me digas cómo es que no te diste cuenta que un intruso casi impide mi misión, no me has pasado los datos de los informes, nada —su mirada molesta se encrusto en sus pupilas—. A este pasó tendré que matarte a ti por inservible ¿como le haces esto a tu mejor amigo? Pude haber muerto tonto,

Taehyung cansado de que un alguien menor a él lo regañara volvió su mirada a la pantalla.

—Deja esa expresión, se te arruina la linda cara —agregó tecleando en su computadora rápidamente, buscando información—. Ya estoy buscando los datos, dame unos minutos.

Pero en parte Jimin tenía razón, ¿cómo es posible que un forastero se haya metido entre el encargo de su compañero, sin siquiera divisar su sombra. Fue alguna sorprendente y alarmante que alguien haya podido burlar al mejor agente dentro del ámbito tecnológico como lo es su mejor amigo Taehyung.

Park sorprendido ante el halago miró a la dirección contraria.

—¿Crees que soy lindo? —lo miró con los ojos abiertos un poco de más y una sonrisa brillando en su rostro.

El de cabello azul giro sus ojos y soltó una pequeña risita.

—Adoras que te lo digan ¿cierto? Maldito narcisista —río—. Déjame seguir investigado al conejo, tú ve a buscar atención a otro lado, anda esfúmate shu.

—Por dios, todo el tiempo estamos en las oficinas, solo salimos cuando hay que ir a una misión, pero todo se vuelve repetitivo y al pasar el tiempo se vuelve taan aburrido ¿sabes? —suspiro con la cabeza gacha.

—Tal vez lo que te hace falta es... salir con alguien —le surgió Tae—. Aprende a separar a Kitty Gang de Park Jimin, solo diviértete un poco si te sientes de esa forma. —agregó dándole apoyo de alguna manera.

—¿Salir con alguien?...

[...]

—¡Agh! ¡Malditasea! ¡Hijo de perra hermoso! Si vuelvo a verlo juro que voy a matarlo —gruño Jungkook lanzando al sofá de cuero su máscara junto al saco de su traje—. ¡Miami! —abrió la puerta de una oficina precipitadamente dejando entrar la luz en esta, la cual estaba completamente oscura, con solo la luz de los monitores iluminado.

—Carajo, me asustaste —el chico de cabellos castaños puso su mano en su pecho agitado—. ¿Qué tal la misión? —sonrió con inocencia, haciéndose el que no sabe nada, por su bien.

—Mmgh, voy a estrangularte —bufó a punto de ahorcar a su compañero—. Un tipo rosado y... y todo bonito apareció de la nada, tuvimos una charla tan estimulante que terminó matando a nuestra presa ¡Agh por una mierda! —entre en desespero y jaló algunos mechones de su cabello.

—Oh, oh estamos en problemas ¿cierto? Si la jefa se entera de esto estamos muer...

Jungkook golpeó la mesa silenciando sus últimas palabras.

—¿Y quien va a decirle? Debemos aseguramos que no lo haga, por que al igual que yo tú también fuiste timado por ese... —volvió a bufar impotente—. ¡Por ese jodido algodón de azúcar!

—Está bien, está bien, solo pondré el sello en el expediente y diré que salió a la perfección, trataré de idear una buena excusa para las grabaciones —Jung Hoseok soltó un largo suspiro.

—Estoy cansado —tomó asiento en una de las sillas—. Muero de hambre ¿qué hay de cenar? —una sonrisa emocionada y unos ojos brillantes surcaron en su rostro.

—Esperaba que dijeras eso —el castaño se giró hacia su escritorio, tomó algo en sus manos y nuevamente se giró sujetado dos bolsas de papel con el logo de McDonals impreso en estas—. Hamburguesas y... —hizo girar nuevamente su silla y tomó algo nuevo en sus manos, volteó de regreso con una sonrisa y dos latas verdes en sus manos—. Sprite.

El azabache soltó una risita con ironía.

—Vaya, qué sorpresa —tomó su bolsa y su lata, el otro chico festejo comiendo su cena bailoteando feliz—. Si como otra hamburguesa con Sprite juro que voy a matar a alguien fuera de las misiones. —lo miró con recelo.

—¿Por qué me estás mirando a mi? —habló con un bocado dentro de su boca, asustado por la expresión oscura de su acompañante.

—No eres mal candidato —respondió este son una media sonrisa, Jungkook se acercó aún con la hamburguesa en su mano, apretando el pan contra los labios de su compañero—. Quiero estrenar mi nueva Katana, tú piel es delgada, con solo un corte la trozaría.

—Deja de estar jugando —trago grueso.

—Todo en esta vida tiene un precio —bromeó, pero el de cabello castaño pensó que este hablaba en serio.

Sus pupilas tuvieron una guerra de determinación.

—No me digas, entonces ¿te gustaría que toda la información sea revelada? Puedo decirle a la jefa que alguien saboteo tu misión y tú simplemente lo aceptaste.

El azabache rio ante lo dicho separándose de inmediato de su acompañante.

—Me rindo —levantó sus manos en son de paz e inocencia—. Gracias por la cena, pero para la próxima tal vez puedas cambiar el menú.

—Probablemente lo haré. Pero oye entonces.... Supongo que no conocías al chico rosado ¿verdad? ¿entonces como fue que se infiltró? ¿y por qué? Debería investigarlo, tal vez sea como nosotros, pertenece alguna empresa y eso sería un problema —indago suspicaz.

Luego de darle un trago a su Sprite de lata el pelinegro hablo—. No lo se, podría ser, tuvimos una pequeña pelea y vaya que se movía bien y... —pensó en el—. El era bastante lindo, aunque peligroso.

—¡Jajaja! Sonó como un drama. Termina tu cena, y después investiguemos a ese algodón peligroso —se burlo.