Nota:

Este cápitulo será un parentesis del GIYUSHINO pues como dije anteriormente, explicaré sobre la leyenda de estas pulseras (obviamente esta wea no existe but la dinastía Xia, sí, al igual que los nombres de los gobernantes excepto el de Lixue y Zhein, Zent y Yui.

Recalco; Aquí solo mezclare la historia real con el mame de las pulseras jajaja.

Además, estaba pensando en escribir "zukulencia" pero por lo general, a mi me gusta escribirlo tipo cáp 30 x ahí o 50 ?  (no me gusta que el lime sea apresurado)  pero esta historia no esta ambientada para tanto, capaz que lo escribiré como epílogo pero ya al final. Por ahora nuestros protas solo tendrán besillos y agarre de manito sudada jaja.
Advertencia: "musho texto" y DISCULPEN por no actualizar, estuve sumamente ocupada además me dio un bloqueo que no tienen idea, los dibujos de Zhein y Lixue son creación mía, muy pronto dibujaré Giyushino pero Tomioka para mi es cagado de dibujarlo, pido paciencia no soy profesional, soy novata que esta aprendiendo a dibujar en digital y todavia tengo errores :( pero mejoraré.

Como adicional, esta historia estaba pensanda para que sean los antepasados de Giyu y Shinobu pero, mejor me retracté, la descendiente de Zhein es Tamayo por algo es la propietaria de articulos chinos antiguos.
Les dejo el digital y mi boceto hecho a mano. El programa que usé es ibist paint, está gratis en la app store de androit.

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China es una las civilizaciones más
antiguas del mundo, por no decir la primera.
Cabe destacar que, en todo su periodo de desarrollo, varías dinastías se han hecho presentes, pero la primera en marcar territorio fue Xia (más conocida como la dinastía del verano) cuyo periodo había comprendido entre el siglo XXI a.c - siglo XVI a.C.

En los libros antiguos de historias y relatos chinos, se dice que mucho antes de que  esta dinastía se estableciera, múltiples batallas se daban entre las tribu de Xia y Chi you.
Para su mala suerte, Chi You estaba a tan solo un par de batallas para perderlo todo, en vista de eso Yu el grande, decidió compremeter a su hija Zhein con el hijo de su gobernante enemigo para finiquitar una alianza, sin embargo, Yu no tenía ni idea de que su hija, practicaba magia negra china.

Escondida bajo los aposentos de su basta bibloteca, la joven se encontraba leyendo sus rituales como de costumbre hasta que su padre a la puerta tocó.

- Zhein, ¡necesito hablar contigo ahora mismo! Ordenaba el grande.

- enseguida- respondió mientras le accedía el paso a su habitación. ¿Dime de que deseas hablar conmigo, padre?.

- pues bien, iré directo al asunto. Como sabrás la tribu esta próxima a perder la guerra, es por eso que, para fortalezer a nuestro pueblo deberas casarte con Zent.

Tras la declaratoria de su padre  la joven objetó, era ridículo que se termine casando con el hijo del enemigo y más aún sin haberlo conocido en persona pero, lo que realmente le dolía es que nunca podría amar libremente su amante, Lixue, soldado de la tropa principal de su padre.

-¿acaso soy un objeto? Respondió fastidiada. La muchacha tenía un pensamiento muy profundo y adelantado a su época.

-¿Pretendes que me case con el hijo de tu enemigo solo para salvar tu asqueroso imperio?. ¡no lo haré! El amor no es algo que se negocia o se compra.

Ante la azarosa palabreria de su hija, el padre reaccionó de inmediato y sin reparo alguno la terminó abofeteando, no había tiempo para lidiar con su hija, ese matrimonio si o sí debía concretarse, era la única manera para no perder todo lo obtenido durante todos estos años de guerra, como bien dice el dicho " si no puedes con tus enemigos, únetelos" lógica aplicada por el padre.

- ¡no te estoy preguntando, es una orden!. Te casarás cuando la luna llena aparezca, mientras tanto, debes preparte para entrenar y ser una buena esposa. Eso es todo.

Yu salió de la habitación de su hija, quien se encontraba furiosa y asqueada tras esa orden de tal magnitud. La ira y el coraje se apoderaron de ella, mientras unas lágrimas resbalaban por su rostro.

Si de algo estaba segura, es que se saldría con las suyas y que cara de idiota, no tenía.

Regresó a la lectura de hechicería, para dar inicio a su  venganza que apenas estaba comenzando.

Casarse no quería, mucho menos con un desconocido, peor aún la idea de ser esposa o más bien dicho esclava de un hombre le causaba nauseas. Zhein siempre ha sido una mujer de pensamiento y actuar libre pero las circunstancias en las que estaba sumergida, le era imposible tomar decisiones a lo que a ella más le plazca.

Siempre ha pensado que el amor debe ser pasional, sin compromiso, sin ataduras tal y como lo vivía con su amante Lixue.

Todos los libros que tenía bajo su
poder, eran sumamente prohibidos, sin embargo había uno en especial, el llamado "libro negro" el cual lo obtuvo de una poderosa hechicera china de nombre Wein. Revisó atentamente cada página del libro hasta que finalmente se halló con un hechizo muy en particular, cambio de cuerpos.

-¡eso es! Gritó felizmente. Sí cambio mi cuerpo con una de mis lacayas, yo podré huir con Lixue. ¡Es perfecto! Solo debo encontrar a alguien que quiera hacerse pasar por mí y por supuesto, buscar a la candidata perfecta, así no me veré obligada a casarme con alguien que no amo.

Leyó atenta cada instrucción que el libro maldito indicaba, para hacer el hechizo más poderoso necesitaba un poco de su sangre y la de su amante junto con una joyería especial para finalizar el conjuro. Así que, ni corta ni perezosa, tomó un par de pulseras de oro que Lixue le había obsequiado meses atrás.

- ¡estas son perfectas! Por ahora las guardaré, Lixue vendra prontó a visitarme.

Guardó las cosas en una cajonera y se aplicó un poco de perfume de agua de rosas, muy pronto el estaría golpeando a su ventana, así se veían cada noche a escondidas, llenandose de amor.

-Zhein, abre por favor, he venido a verte. La joven fue de inmediato al llamado de su amado y abrió la ventana de su habitación. (Wachen esa referencia de este giyushino AU xd)

- sabía que vendrías- respondió en brazos de Lixue.

- Sabes que siempre lo hago, después de todo, vale la pena  escabullirme de las tropas, escalar hasta tu habitación con tal de solo verte  Zhein. Te amo y lo sabes.

- lo sé y siempre te amaré. Zhein se acercó a Lixue dandole un mordiscante beso a tal punto de sacarle un poco de sangre, disimuladamente, colocó aquellas pintas de sangre en un pequeño frasco, nadie sabía sobre su oscuro secreto.

-Vaya al parecer, se nota que me has extrañado ¿acaso deseas hacerlo? Contestó coqueto.

- no veo por que no, Lixue.

Ambos pasaron la noche correspondiendose bajo sus deseos pasionales. Desde ese entonces, Zhein prácticaba a escondidas sus rituales de magia oscura, sin embargo, jamás hizo caso alguno a la última página del libro, la cual estaba incompleta, allí venía una clara advertencia, si las pulseras están separadas por un buen tiempo, no se podra regresar a la forma original, a menos que aquellos seres sean capaces de dar algo valioso a cambio.

Los días transcurrieron hasta que, Lixue se había enterado del compromiso de Zhein, este furioso fue directo a su habitación como todas las noches a reclamarla.

-¡Por que no me dijiste que te vas a casar!

- ¡cálmate Lixue! No grites por favor, pueden oirte.

- me importa una mierda si me oyen o no, dime por que no me dijiste que te vas a casar con zent, dímelo ¿fuí tan solo un juguete para tí? ¡respondeme!

- no digas tonterías Lixue, lo hice por que mi padre me obligó, pero no te preocupes  lo tengo todo bajo control, por favor, solo confía en mí como sueles hacerlo.

- ¡como voy a hacerlo! Te casaras pasado mañana y quieres que este tranquilo? Dime, ¿qué se supone que harás?- replicó.

- escaparé, llegaré al altar con Zent y luego tú y yo huiremos juntos.

- por que no podemos huir juntos, ahora, Zhein. ¡porqué!

- Mi padre es capaz de matarte, y es lo que menos deseo.

- si huimos ahora ¿cúal sería la diferencia? ¿que ocultas?

- no oculto nada, por favor solo confía en mí, me casaré con Zent pero huiré esa misma noche. Por favor, esperame  en las afueras del pueblo a las 12 de la noche nos veremos ahí.

- Zhein, lo último que deseo es perderte. Maldita sea, por que no soy yo el que se casará contigo ante todos y ante tu padre, la vida es malditamente injusta.

- lo sé, Lixue, lo sé. Exclamó la mujer mientras se acurrucaba en los brazos de su pareja. Tan solo te pido que confíes en mí.

Ambos se dieron un beso de despedida y se verían según lo acordado por Zhein.  Todo estaba listo para su plan, la candidata ya había sido elegida y por su puesto debía confiar plenamente en ella.

El trato era el siguiente, Zhein y Yui cambiarían de cuerpos antes de la boda, es decir quién iría al altar sería Yui en el cuerpo de Zhein y al caer la noche, regresarían a la normalidad para que Zhein pueda escapar con Lixue.  Pero lo que no contaba la peli violeta era que Yui ya ya tenía los ojos puestos en Lixue.

Yui escuchaba atenta a todo lo que su "señora" le indicaba, al principio pensaba que todo esto era una jodida broma hasta cuando hicieron una primera prueba, cuyo resultado fue exitoso.

-Me esta diciendo que lo único que debemos hacer es juntar las pulseras para regresar a la normalidad? Cuestionanba soprendida la joven al verse en el cuerpo de Zhein.

- Así es, para volver a la normalidad, solo debemos juntar las pulseras y colocarlas en ests caja. Intentemoslo una vez más. Dicho y hecho, juntaron las pulseras y nuevamente regresaron a la normalidad. Yui se encontraba soprendida y por supuesto más decidida que nunca, tomaría ventaja de ello.

Llegó el gran día y el plan siguió su marcha bajo lo acordado, todos creían que Zhein se estaba casando con Zent y que finalmente, la guerra entre pueblos había acabado formando así la poderosa dinastía Xía pero todo era una jodida mentira.
A la hora del intercambio, Yui jamás llegó, huyó con Lixue sin que este supiera que su verdadera amada estaba en brazos de Zent, este al darse cuenta de que no era Zhein, llamó a su guardia para que la encierren en un calabozo por impostora.
Zhein lloraba desesperada y en un intento para que le creyeran, comenzó a decirles sobre su plan de intercambio de cuerpos, y todo lo relacionado a la magia oscura pero sus intentos fueron en vano, fue torturada y finalmente llevada a la hoguera esa misma noche. Nadie le creía y lo que más le dolía era que su amado jamás vino a por ella, su corazón se había envenedado llevandola a lanzar un último hechizo de maldad.

-Te maldigo Lixue, al hombre al que alguna vez amé con tanta pasión y locura, ojalá tú y Yui se pudran en el  infierno. Les condeno el mismo destino que sufriré ahora.

Aquella noche, tanto Lixue y Yui habían muerto al igual que Zhein. Todos en el pueblo se preguntaban sobre el paradero de estos últimos, nadie entendía absolutamente lo que sucedía, ni mucho menos en donde estaba Zhein.

A la mañana siguiente un grupo de campesinos había encontrado el cuerpo de ambos totalmente calcinados, Zhein les había maldecido su mismo destino final.
Llegaron unos cuentos soldados a verificar los cadáveres junto con Yu, el soberano, un destello entre los escombros de los cadaveres llamó su atención, con sus manos retiraba los escombros que se encontraban ahí, y para su sopresa pudo observar la pulsera de oro. No podía creerlo, ella había huido junto con su comandante en jefe.

- mi señor, interrumpió un soldado que venía en dirección hacia Yu. Hemos encontrado este objeto de valor en las cenizas de la hechicera que quemamos anoche, mirelo.

Yu tomó la otra pulsera y para su asombro era el mismo par, eran exactamente iguales.

- entonces, no era mentira lo que decía Zhein en cuerpo de esa sirvienta. ¡Mi hija, mi adorada hija esta... esta muerta!

Todos no entendian muy bien lo sucedido, Yu guardó las pulseras en un lugar secreto, despúes de todo el destino de su pueblo ya estaba escrito, Xia sería la ganadora de todo el imperio convirtiendola en la primera dinastía. Su cabeza era pedida por Zent, hijo de su enemigo quién había sufrido semejante ofensa por parte de Zhein. Todo estaba perdido, Chi you se poso bajo los pies del nuevo imperio, Xia.

Esta leyenda a pasado de generación en generación llegando actualmente hasta Tamayo, una mujer china de medidana edad que vende artículos y reliquias antiguas en el país del sol naciente, ha recorrido cada rincón de Asi junto con Yushiro, su fiel asistente. Ella no tiene ni idea de que este había vendido las pulseras a Shinobu, definitvamente el tiempo se esta agotando para este par. Si no se dan prisa, ambos podrían quedar en el cuerpo del otro para siempre.

Continuará.