-Capítulo 12-
Hola 😊
Gracias por esperar, estoy de regreso. Sin más, disfruten de su lectura.
Todo ha salido bien, solo me falta que me den fecha, lo más probable a mediados de octubre 🖤🐣
El ambiente empezaba a ponerse incómodo, Sabito no creía en nada de lo que sus dos compañeros le decía. Todo era ridículo y absolutamente estúpido. Giyu por su parte no se estaba sintiendo bien, unos pequeños dolores abajo de "su vientre" se hicieron presentes, con dicha dificultad seguía explicandole a Sabito esto este jodido problema.
-Es verdad, que yo pase semejante bochorno con Hana san, pero y que tal si tu le contaste a Shinobu para hacerme una broma así. Giyu ¿porqué?
-No es una broma, habló "Giyu" somos amigos desde los 4 años y precisamente sé todo acerca de nosotros. Como por ejemplo, que habías copiado el examen de algebra en tercer grado, también conozco tus debilidades a la hora de jugar de fútbol, tienes pésima puntería con la pierna derecha, e inclusive sé que tú eres celoso con Makomo chan, le diste una palaliza a ese sujeto Higasi cuando le había alzado la falda escolar. Todo eso lo sé, por que yó mismo te ayude a defenderla. No es una broma, confía en mí. ¡somos amigos!
Las palabras que salían de la boca de Shinobu parecían ser propiamente dichas por Giyu.
-Yo... no se que decir, esto me sigue pareciendo ridículo pero tampoco sería correcto que ponga en duda nuestra hermandad. Giyu, Shinobu san. ¿qué puedo hacer para ayudarlos?
-Oh, Sabito kun, todo este tiempo hemos pasado en busca de respuestas y no lo hemos logrado.
Ambos chicos comenzaron a hablar pero Giyu ya no soportaba más el dolor que le estaba provocando en la parte baja del abdomen. Puso sus manos sobre su estómago y se sentó en una banca, empezaba a sudar, a tener ciertos espasmos y escalofríos. En su mente se estaba imaginando una situación poco agradable.
-¿Acaso es?... ¡Shinobu!, gritó el chico. No me siento bien... creo que... creo que.. estoy teniendo... el periodo.
-¡Qué! Contestó este alterado.¡ Maldita sea es cierto. En estos días me llegaba!
Sabito todavía no se acostumbraba a lo que estaba pasando.
-¡Shinobu san! No seas escandalosa... digo Giyu? La verdad es que me confundo al tratarlos.
-Lo lamento Tomioka san pero lástimosamente mis cólicos no son para nada agradables, bueno es estupido lo que acabo de decir pero es la verdad.
-Yo no se que... hacer... ayúdame Kochou.
Sus palabras más que una súplica fueron una orden. Tomaron sus cosas y fueron directamente a una farmacia.
-¿Y que pido? Preguntó Shinobu.
-Pues lo normal no? Unas toallas sanitarias y una femen. Eso es todo.
-Pues yo no sé que eso es normal. Gritó fastiado. Además me da recelo pedir estos artículos femeninos.
-Entonces lo haré yo para que no te pese ir a la farmacia y comprarlos.
-¡Tampoco puedes ir con mi cuerpo a pedirlos!
-Maldita sea, Tapioka san, contigo no se puede llegar a nada. Déjame ir a mi, no es nada del otro mundo.
-Giyu, digo Shinobu tiene razón. Deja que vaya, además estás palido... o palida? Así que aguarda aquí.
No dijo nada y dejo que Shinobu vaya a comprar lo solicitado. Tomaron un taxi y fueron a casa.
-Vas hacer lo que exactamente te diga, ve a casa, cambiate y tomate estas pastillas cada 8 horas. Te harán bien y te calmarán los cólicos. Sabito irá a tu casa conmigo para seguir investigando esto. Solo descansa, pueda que tu hunor cambie y por favor tolera a mi madre.
Giyu tomó la pequeña bolsita de la farmacia y fue corriendo a casa.
-Esto me sigue pareciendo extraño, Shinobu san.
-Dímelo a mí.
La madre de Shinobu había estado espiando a su hija, y se le había hecho tierno el ver como "Giyu" le daba una fundida a su "hija" la mirada de ambos notaba cierta preocupación y también intuía que se gustaban. Llegó a la habitación de su hija quién se había acomodado en su cama después de asearse y tomar sus pastillas.
Era una sensación sumamente dolorosa, jamás en su su vida había sentido estos dolores, su estado de ánimo no estaba en las mejores condiciones y aquellas punzadas en su vientre regresaban cada vez más dolorosas.
-Ya no... aguantoo... ya no aguanto... tendré que estar si quiera unos dos o tres días así. ¡maldita sea!
A la habitación entró la madre de Shinobu con una sonrisa pícara de lado y lado, quería su hija le contara todo el "chisme" pero esta no estaba con ganas de hablar, peor aún ella no era Kochou.
-Ya te vi, Shinobu. Con tú y Tomioka san eh?
-Estás... e- equivocada, "madre".
-No lo estoy te conozco, sé que te gusta y tú a el, por que simplemente no lo intentan.
-No es tan fácil. Si me disculpas no me siento bien. Tomó la brazada y se acobijó dandole las espaldas a su madre.
-Vaya que genio, ya sé por que estás así. Te déjare descansar, más tarde te subiré un té.
Tomioka se había quedado profundamente dormido, poco a poco aquellos dolores en el cuerpo de Kochou iba desapareciendo.
Mientras tanto, Sabito y Shinobu seguían investigando esta anomalía. Sin resultado alguno, no obtenían pistas ni siquiera en los archivos más remotos.
-Hemos pasado dos horas y nada, tal ves si la información no está en una simple página de internet. Que tal si está en una especie de deep web o algo. Exclamo sábito.
-Ya lo hemos buscado, Giyu se encargó de acceder a esas páginas pero no hay nada con nuestro caso.
-¿Y si está esto en un libro? Han pensado en ir no se... donde alguna bruja o algo. ¡Que tal si esto es una especie de hechizo!
-Pueda que tengas razón. Todavía no hemos usado ese recurso. Esperaré a que Giyu mejoré para decirselo. ¿te parece?
-Hump, sí por favor, ¡me avisan cualquier cosa para apoyarlos!
-Gracias Sabito Kun.
Ambos se despideron ya era un poco tarde para Sabito llegar a casa. Shinobu subió a la habitación a descansar un poco, gracias al cielo, su extraño abuelo no estaba en casa, ni tampoco su hermana y marido.
A través de la ventana podía observar como su habitación estaba encendida, se armó de valor y cruzó hacia la ventana de la habitación pasando por las ramas de un árbol que colindaba en la habitación de ambos chicos. Golpeó la ventana delicadamente y Giyu lo abrió.
-¿Kochou?
-He venido a cuidarte, Tomioka san.
-¿Pero por qué? Me soprende de tí.
-Por que es mi cuerpo del que estamos hablando. ¿no?
-Eso ya lo sé. Es solo que se me hace raro verte tan humm no sé ¿cariñosa?
-También estoy aquí por algo, Tomioka san y es que tú... me gustas.
-Kochou...
-Shh... No es necesario que digas nada. Shinobu posó el dedo dd Giyu en sus labios.
Se quedaron quietos mirandose fijamente el uno y el otro, no había necesidad de hablar más. Cerraron sus ojos y nuevamente volvieron a caer bajo los labios del otro. Y es que finalmente se habían decidido en gustarse....
"Y aunque nuestros sentimientos no se hayan formado del todo, esperaré lo que sea necesario para decirte adecuadamente que tú, Shinobu me gustas"
Giyu a Shinobu.
El siguiente capítulo explicará sobre la leyenda de las pulseras de Zhein, no es la.gran cosa pero, quería escribir sobre esto, no me conformaría con que sea unas pulseas que al contacto con el.otro.cambias de.cuerpo y ya!
Nuevamente, gracias x su apoyo 💛
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro