Capitulo III
—¿Eh? — miró confundido al pelirrojo.
—Vente conmigo a América.
¿Era enserio? ¿Irse a vivir a américa? —Pero...
—Te puedes quedar en casa. Mis padres estarán más que felices de recibirte.
—Yo...
—Comenzaremos de 0. Nos olvidaremos de ellos. No tienes que preocuparte por un lugar donde vivir. La universidad, ya veremos, pero vayámonos...
Seijūrō y Kōki se miraron y luego regresaron la mirada al pelirrojo y al pelo celeste.
—No sé...
—Hablemos con tú familia. Kuroko-san no se negara.
Dudo unos segundos. Kagami le hablaba sería mente. Veía determinación en sus ojos. Él quería alejarse, no saber nada de ellos, y él tampoco quería volver a verlos —Sí mi familia me deja, iré contigo Kagami-kun.
—Vamos. Sí dicen que sí hoy mismo nos marchamos.
—Los iremos a dejar— ofreció el pelirrojo menor.
—————
Los señores Kuroko estaban furiosos... o eso pensaban: Kōki, Seijūrō y Taiga. Pues la señora Sayuki estaba tan inexpresiva como su hijo.
—Ese maldito. Te dije. Te lo dije.
—Cariño, Tet-chan no tiene la culpa— abrazó a su hijo que comenzaba a llorar —No es tú culpa cariño. Por mí, sí es lo que quieres, puedes ir.
—¿Qué estás diciendo Sayuki?
—Tetsu, Tetsuya estará en buenas manos.
—yo... ¿Es lo que quieres?
—Sí...
—Está bien, puedes ir— abrazó a ambos —Te apoyaremos. Kagami-kun, te encargo a mi hijo.
—Lo cuidaré— respondió.
—¿Cuándo se marchan?
—Déjeme llamar al aeropuerto.
—No es necesario— los cinco voltearon a mirar al pelirrojo con teléfono en mano —Papá saldrá esta noche en el jet a Los Ángeles ¿Les queda cerca? Pueden tomar otro vuelo desde allí.
—Ese es nuestro destino— sonrió Taiga por primera vez.
—¿A qué hora? — sayuki pregunto.
—A las 9.
—Tetsuya, ve empacando. Cocinaré algo para que cenen antes de irse. Gracias, Akashi-kun.
—De nada...
—Yo la.... ¡Mis cosas!
—Vamos por ellas, y regresamos por Kuroko— sugirió Seijūrō.
—Mientras yo ayudo a Kuroko-san— el castaño se ofreció.
—Vamos entonces, Furihata-kun.
—————
—¿Llevas todo Kagami?
—Sí. Los documentos, algunas cosas y ropa.
—Vamos. Aun falta recoger a Kuroko e ir al aeropuerto.
—Gracias por esto.
—Por cierto... ¿Mi padre te conoce?
—No... Conoce a mi padre.
—eh...¡Eh! ¿Por qué?
—En el camino te digo. Vamos, quiero probar la deliciosa comida de Kuroko-san.
————
—Ya regresamos.
—Justo a tiempo— dijo Sayuki sirviendo la cena.
—¿Todo listo Kuroko?
—Mis documentos y algo de ropa.
—¿Tienes pasaporte?
—Sí. Hace 5 años viajamos a Londres de vacaciones.
—Perfecto.
Cenaron tranquilamente.. o eso aparentaban Tetsuya y Taiga, pues el dolor en su corazón no cesaba. Se despidieron de la familia y salieron rumbo al aeropuerto.
—Gracias por esto, Akashi-san.
—Un gusto, Tiger. Tú padre me hablado mucho de tí— un imponente hombre pelinegro, tez blanca y ojos rojos los saludaba.
—El gusto es mío. Padre también me hablado de usted.
Tetsuya y Kōki miraban de un lado al otro. Tetsuya, en esos años, nunca había conocido al padre de Akashi Seijūrō y vaya que daba miedo.
—Kōki, te encargo a mi hijo. Sé quedará unos días contigo.
—Sí, Akashi-san.
—Cualquier cosa me avisan.
—¿Padre, qué vas hacer en Los Ángeles?
—¿No te lo dije? — Seijūrō negó —Voy hacer negocios con el padre de Tiger.
—¿Qué? ¿Con papá?
— Al fin logre convencer a Tora.
—Señor, todo está listo.
—Despídanse...
—Gracias, Akashi-kun. Furihata-kun.
—Cuídate, Kuroko/kuroko-kun.
—Toma— taiga le entregó las llaves a Seijūrō — Cuídala. Algún día te la pediré de vuelta.
—Claro... — tomo las llaves y observó que Kuroko tenía abrazado a Kōki —Cuídalo . Antes ya había pasado, pero no igual. Kuroko se encerró en sí mismo hasta que conoció a Seirin
—¿Ya había pasado?
—Aomine y Kuroko recién comenzaban una relación cuando mi otro yo apareció. Por lo que recuerdo, Aomine puso distancia y jamas formalizaron algo. Temo que quiera hacer algo...
—Entiendo. Lo cuidare.
—Kuroko. Tiger. Vamos.
—Adiós...
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro