Prólogo
A veces la vida no es como uno quiere que sea, pues esta tiene cientos de altibajos y altos que nos llenan de emoción.
Es algo que aprendí desde temprana edad, si hago memoria esto inicio desde hacía muchísimos años atrás. Mas específicamente en mi niñez, normalmente esta es el proceso más feliz en la vida de un ser humano.
Pero para mi no fue el caso, mas bien fue el momento en el que toda mi vida comenzó a llevarme a un circulo de decisiones que terminarían por llevarme a donde estoy ahora.
Que curioso que justo en este momento, recién en este momento soy capaz de hacer memoria y ponerme a pensar en mis decisiones.
En mi mente solo pasaba una y otra vez el cómo inicio todo esto.
***
En un parque cercano al distrito de Musutafu, en Japón, un joven de cabello verde con pecas en su rostro estaba parado frente a una chica con una mirada afilada.
Al ver su estado, era fácil deducir que este había sido golpeado. Pues su ropa sucia, junto a su rostro lleno de cierta cantidad de moretones eran la respuesta a esta deducción.
Él era Izuku Midoriya, hijo de Inko Midoriya y Isashi Midoriya. Quien estaba por lo que se miraba, parado con un chico más pequeño que el a sus espaldas, a quien anteriormente había defendido de su agresor.
El agresor era una niña de la misma edad de Izuku, de nombre Katsumi Bakugou, amiga de la infancia de este mismo. Quien junto a otros dos niños más, habían golpeado al niño a quien defendió Izuku por temas sin sentido.
-Hazte a un lado, Deku. – dijo Katsumi con un tono molesto en su voz – No te metas en lo que no te importa.
-¡Claro que me importa! ¡No debes golpear a las personas por que sí, Kacchan! – respondió alterado Izuku, quien tenías ligeras lágrimas en sus ojos.
-¿Por qué te ha de importar estas cosas? ¡Ya deja de meterte en mi camino! – alzo al voz Katsumi, ahora ya enfadada.
-¡No esta bien! ¡No deberías golpear a las personas!
-...
Katsumi se quedo callada unos segundos, viendo con una mirada seria a Izuku, quien se asusto por verla en ese estado. Pues mas daba miedo el diablo callado que riendo como loco.
Ella se acerco unos pasos hasta estar frente a Izuku, sin dejarlo de mirarlo fijamente a los ojos al hacer esto.
-No lo repetiré, vete de una vez, ese bastardo me arrojo tierra.
-F-fue un acciden... – el niño trato de defender sus acciones aun en el suelo.
-¡Cierra el pico! – grito Katsumi mirando al niño detrás de Izuku.
-... ¡¡!!
Izuku al ver que Katsumi golpearía al niño, no pudo evitar ponerse frente a ella para evitar que esta le hiciera algo. Lo cual provoco que Katsumi solo pudiera apretar sus puños con molestia.
'Siempre... Tu siempre estás ahí para molestar.'
Ella miro con mala cara a Izuku, sin darse cuenta cuando las cosas habían cambiado hasta lo que eran ahora.
'Tu deberías estar de mi lado, callado y feliz. ¿Por qué siempre haces esto?'
Ella estaba enojada, pues hasta ahora Izuku siempre se había quedado junto a ella y en silencio, admirándola por sus logros ya que esta era lo que se llamaba un niño super dotado.
No solo por ser capaz de hacer cosas que a los de su edad le tomarían unos años más, sino por el constante recordatorio de sus padres sobre su grandeza futura.
Los niños son muy influenciables, por lo que esta se dejó llevar rápidamente por lo que los demás decían de ella, ocasionando que su vida se viera reflejada de aquellas palabras.
'Tu deberías ser como mi papá y mi mamá... El siempre la contenta y se queda callado a sus pedidos, tu deberías...'
Katsumi ya no pudo evitar la colera, sin darse cuenta de su versión alterada de lo que era realmente una sana relación amistosa, esta solo pudo ver aquello como traición.
Su cuerpo se movió por auto impulso a sus tempranos e incomprendidos sentimientos, empujando a Izuku con fuerza antes de dirigir su molestia hacia este mismo.
Todo paso como un flash, aunque este terminaría siendo, sin que ella lo notara, el detonador para su destino en el futuro.
***
-... ¿?
Izuku estaba confundido, despertando luego de lo que pareció ser un sueño que duro casi toda la vida. Dándose cuenta de su entorno, mirando que estaba en un salón.
Ya habían pasado muchos años desde aquello con lo que había soñado, tal vez siendo una pesadilla, pues esto pasaba recurrentemente.
Su mente le enviaba ese sueño, pues en su conciencia, él sabía que era por ese momento el inicio de lo que ahora vivía en su día a día.
'Tal vez debí haberle hecho caso en ese entonces.'
Izuku levanto su mirada, notando que la clase aún no había iniciado. Mirando a sus compañeros aun parloteando o caminando de un lado a otros con sus amigos.
El pensó: "Que bueno seria ser parte de eso". Esto ya que, debido a ciertos motivos, Izuku jamás había podido congeniar íntimamente con algunos de sus compañeros de secundaria.
Había quedado excluido de los grupos, aunque esto mas que nada por su poca confianza social.
La responsable de esto, parecido al destino cuando piensas mucho en algo, termino pasando frente a él en dirección a su pupitre. Aunque no sin antes detenerse, esto para verlo con unos ojos afilados.
Ella se quedo unos segundos viéndolo, casi como si esperara que este hiciera algo, teniendo un aire molesto en su vista por esperar algo que estaba tardando.
-E-esto... Buenos días, Kacchan. – saludo tímidamente Izuku.
-Tch. – Katsumi chasqueo su lengua antes de ignorar a Izuku por completo.
Ella camino hacia su lugar para terminar con los brazos cruzados, esto antes de que ciertas personas a las que se le podría llamar: "delincuente juvenil", se acercaran a ella para congeniar.
Izuku nuevamente volvió a sus pensamientos, decaído al saber nuevamente que a la única persona a la que el consideraba como cercano, a sus ojos ni siquiera era visto como alguien a quien llamar amigo.
Para las personas solitarias, de hecho, esto era algo que les fastidiaba diariamente. Pues no era que estas no socializaban por no querer hacerlo, sino que el no saber como y el miedo a ser visto de mala manera termina en una negativa para su propio crecimiento.
Nadie quiere estar solo, pues la soledad es posiblemente el peor mal que le podría pasar a una persona que no buscara esta misma. Es por eso que el corazón del chico de apenas 14 años estaba en conflicto.
'Quiero cambiar...'
Era lo único que quería Izuku en su vida, quería cambiar para bien y dejar de ser un excluido. Apretando sus puños frustrados al no encontrar respuesta en su mente para su enigma.
'Pero... ¿Cómo?'
Nuevamente recordó por que estaba durmiendo, por que se pasaba el tiempo entre clases solo durmiendo. El solo esperaba que el día terminara para salvarse del infierno que era para él la secundaria.
Junto a aquel deseo, Izuku solo se recostó en su pupitre para volver a los brazos de Morfeo, en espera de que la clase iniciara y terminar rápidamente con su día.
***
-¡Midoriya! – grito un hombre mayor que llamo la atención de Izuku.
-¿Huew?
Izuku miro hacia los lados, dándose cuenta de que ya todos estaban en sus pupitres y el profesor estaba en su lugar. Quien le había gritado para que este se despertara, molesto pues esto se repetía diariamente.
-No se si tu no desayunas en tu casa, todas mis clases estas durmiendo. – reclamo el profesor algo fastidiado.
-¡Con lo flaco que es posiblemente ni coma! – exclamo un compañero sentado atrás de Izuku en burla.
Esto provoco ligeras risas de la clase, cosa que avergonzó a Izuku y hizo que este solo mirara hacia abajo por la pena.
Katsumi vio esto, aunque solo pudo darle una mala mirada al estudiante que había dicho eso.
-¡Guk!
Al verla mirarlo de esa forma, quien había dicho eso solo pudo tragar duro antes de encogerse en su lugar, asustado por ciertos rumores de la leona de la secundaria.
-No te burles de eso. – el profesor miro preocupado a Izuku antes de suspirar.
*Suspiro*
-Que no se repita, hoy tenemos algo especial y por eso quería que estes despierto.
La atención de Izuku se enfocó en su profesor, pues este pocas veces había dicho eso en el año que estaba funcionando como tutor de su clase. Notando como su profesor daba una especie de señal hacia la puerta antes de volver a hablar.
Parecía que había perdido la vista, pues Izuku no vio nada más que una tenue luz blanca en su campo visual.
De repente algo similar a una deslumbrante luz lleno los ojos de Izuku, aunque eso mas que nada fue por un repentino destello del sol a través de sus ojos desde la ventana, eso sirvió como preámbulo de algo más.
Pues cuando la vista volvió a sus ojos, este vio como ahora en frente de su salón había una hermosa que el solo pudo describir con una rápida palabra.
'Que hermosa...'
Un tono de cabello entre dos colores, junto a unos ojos de mirada fria y con heterocronía que parecía encajar perfectamente con aquellos tonos. Una piel tan blanca como la nieve y delicada como la seda, todo esto con un rostro tan hermoso como el de un ángel.
La chica con todos esos rasgos se paro frente a su clase, provocando que Izuku se quedara mudo sin poder creer que exista una persona tan bella como esa en el mundo, mas bien que aquella persona este en el mismo salón que ella.
El único punto malo seria una cicatriz que ella intentaba tapar con un mechón de cabello, pero Izuku lo había logrado notar al verla detenidamente.
-...
La chica noto que todos la miraban, pero la vista de Izuku fue la que mas llamo su atención, pues este parecía estar en una especie de trance. Eso la incomodo, desviando la mirada al notar la vista fija del pecoso.
'¡Se dio cuenta! ¡Ahhh! ¡Qué vergüenza!'
Izuku se avergonzó en su lugar, mirando a otro lado para evitar que la chica que había entrado a su salón se asustara por que este la viera tan fijamente.
Esto no paso por encima de Katsumi, quien rápidamente se dio cuenta de los ojos que había puesto Izuku al ver a aquella mujer, cosa que ella jamás había visto en todos los años que lo conocía.
'¿Qué cree que está haciendo ese idiota?'
Ella tuvo una pequeña rabia que logro ocultar para no ser delatada, teniendo una clara molestia al ver a la chica de ahora en adelante.
Para interrumpir todo esto, el profesor continúo hablando una vez que la chica estuvo frente al pizarrón.
-Bien, clase, en lo que resta del año tendrán una nueva acompañante. – explico el profesor haciendo una seña para presentar a la chica – ¿Podrias decir tu nombre?
La chica asintió al mismo tiempo que pasaba a atragar su garganta tosiendo levemente.
-Esto... Akane Todoroki. – dijo la ahora reconocida como Akane sin ninguna espera.
El profesor se quedo callado unos segundos esperando que la chica prosiguiera, pero la chica se hinco de hombros ante la espera de este. Esto hizo que el profesor suspirara cansado, solo pasando a mirar el salón una vez más.
-Bueno... Puedes sentarte al lado de Midoriya en ese asiento vacío. – explico el profesor antes de señalar un asiento un poco cerca de la ventana.
Izuku al escuchar esto se puso más nervioso, pues aquella hermosa chica con la que sin conocerla ya había tenido un momento incomodo, ahora se sentaría durante mas de medio año a su lado.
'¡Tiene que ser a mi lado!'
Izuku quiso ignorar a la chica, pero la miro por reflejo cuando este camino hasta sentarse a su costado. Por inconciencia la miro durante unos segundos, mirando hacia delante de forma repentina cuando ella giro para verlo.
-... ¡!
-... ¿?
Confundida, Akane solo paso a mirar al frente, estando incomoda por sentarse al lado de Izuku, quien no paraba de mirarla cada tanto rato de forma extraña.
'Que extraño chico.'
Akane sintió una sensación curiosa, girando hacia atrás para ver cómo había otra persona mirándola fijamente. La diferencia era que esta era Katsumi, quien la miraba con una cara de pocos amigos.
'Rubia... Yankee.'
Al final, así es como termino la presentación de la chica nueva en la secundaria. Sin que nadie notara, que, de hecho, esta presentación era el detonante de un sinfín de sucesos que pasarían de ahora en adelante.
Pues el destino es curioso y quisquilloso, jamás nos da indicios de lo que va a pasar hasta que esto termina pasando de una vez por todas.
Al final, nadie puede hacer nada mas que aceptar el destino para que este no empeore en su andar.
...
...
...
Fin prologo.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro