Rosella estuvo una extraña conversación silenciosa con Eyeless Jack, a veces la mente del monstruo divagaba y su mente abandonaba el plano astral donde estaba, relataba sus años en vida de forma, casi fotográfica, detallando hasta el color de sus ojos en ese entonces, y el dolor que padeció cuando le dispararon, la agonía de ver a sus compañeros caer cómo moscas uno por uno mientras el y otros escondían sus cuerpos en trincheras. 

Con todo lo que le ha tocado experimentar, de todo lo que ha estado pasando, los recuerdos de guerra de un extraño no sonaban tan aterradores.

Sintió un cosquillo en su estomago y dedos, finalmente estaba recuperando la sensibilidad, pero en el peor de los momentos posibles, el sonido de la carne y pieles despegándose repentinamente, los escuchaba como si fueran pegatinas siendo sacadas de su papel, era frio, y tenia un tacto similar a un tipo de carne que su madre compraba echa con la piel del cerdo, pero mas delgada, y menos grasosa.

De pronto, la platica se detuvo cuando escucharon un ruido en la planta baja, podían suponer que eran alguno de los chicos. 

Al menos para E.Jack, pero Rosella sabia que esa risa no pertenecía a ninguno de ellos, era una risa hueca, chillona y con un tono circense inigualable, pisadas grandes y pisadas cortadas, la puerta se abrió suavemente, sus grandes ojos verdes pudieron visualizar a Toby, cubierto de sangre de pies a cabeza. 

Caminaba cómo si nada, con una bolsa en mano, quitándose el bolsal y dirigiéndose a los muertos vivientes, aunque Jack era un fantasma. 

 ── Hey, ah mierda, no recuerdo tu nombre...Ah si!, Eyeless Jack, ¿ya terminaste de arreglar a Rosella?. Creo que tendremos que evacuar el lugar por un tiempo, jaja. -Balanceándose de un lado a otro, el cuerpo de Toby se desplomó por todo el piso de la habitación tan fuerte cómo un saco de cemento viejo, Eyeless Jack quedó paralizado al oír el desastre de ahí abajo.

── Vete a la mierda...No de nuevo ese maldito payaso. 

──¡¿Pa-payaso?!. -Rosella se sobresaltó hasta casi romper a llorar, le tenía mucho miedo a los payasos, especialmente, al de esa horrible sonrisa, su cuerpo se paralizo en el frío miedo del muerto cuerpo, de toda su sensibilidad ni siquiera era capaz de huir, sus piernas estaban adormecidas, incluso si su cerebro le exigía correr.

──¡No hagas ruido mocosa! Si haces un chillido ese malnacido vendrá corriendo hasta acá, ¿Quieres que eso pase ah? ¿Quieres que ese payaso nos encuentre y te degollé mientras te mete caramelos en la panza y te hace reventar?. -Dijo Eyeless Jack exaltado, sin medir la fuerza de sus palabras ni dándose cuenta que el hacía más ruido que la pequeña Rosella. 

Rosella negó con la cabeza al borde de llorar, apretando mucho más las manos en la boca, los ojos le temblaban cómo canicas y su garganta se cerraba, mientras tanto Eyeless Jack buscaba una manera de escapar de ese lugar, lo primero que tuvo en la mente fue bloquear la habitación con lo que fuera, un mueble viejo, la mesa de cirugía, todo aquello que pudiera dar el mínimo chance.

El fantasma de ojos negros saltó encima del cuerpo de Toby y tomó a Rosella cómo un gato por el cuello, dispuesto a saltar por la ventana, pero ya estando muy cerca de sus cometidos desde las afueras se asomaron pares de garras de cinco dedos filosas y llenas de sangre, y un horrible chillido proveniente del mismo monstruo que saltó encima de Eyeless Jack, la pequeña cayó al suelo cómo trapo viejo golpeándose el hombro, con la poco visualidad cuerda sin dolor, gateó hasta el cuerpo inconsciente de Toby, tratando de esconderse debajo de él. Y entonces cuando lo vio, supo que ya todo había terminado. 

Encima del monstruo que había reconstruido su cuerpo, estaba el rastrillo usando su brutal fuerza para acabar con el fantasma. Rosella grito su nombre y él se detuvo en seco.

Se vieron las caras con completo anonimato, el aire pareció regresar a su cuerpo y soltó un llamado lastimero mientras corría a las garras de el rastrillo y dándole también al otro un chance de escapar, El monstruo de piel gris y escamosa finalmente pudo tenerla en sus brazos cómo la primera vez que se habían conocido, en esa trágica noche en medio de un escenario desafortunado, dos bichos raros en medio de la nada absoluta metiéndose una encrucijada dentro de los bosques, merodeando, pero juntos, aullando a la luna azul y Rosella bailando con el pasto en sus pies.

Hasta su llanto, ese maldito sonido lo había extrañado todos esos días.

── Si vino por mi. -Dijo la pequeña Rosella entre lágrimas mientras abrazaba a la criatura que la había salvado por segunda vez, su corazón se alivió por completo, y finalmente la angustia había terminado, por ahora.

── Vámonos de esta pocilga.

──¡Oye flaco, será mejor que bajes ya y tomes a la niña! ¡Mis sentidos me dicen que Slenderman esta cerca!. -Laughing Jack salió al medio de la nada tirando piedras a la ventana que The Rake destruyó, mirando a los lados cómo desquiciado, como si adivinará lo que el haría con anterioridad.

The Rake ya tenía a Rosella en sus brazos al clásico estilo de las princesas de cuentos, pero Rosella tenía una última suplica, que sacarán a Toby de ese lugar, y aunque el rastrillo estuvo en desacuerdo, no le quedó más opción que hacerlo, de una forma más brusca y casi arrancándole el brazo en el proceso, pero el destino les jugaba la última carta.

── No irán a ningún lado, malditos fenómenos. -Ese era Masky, con su cuerpo herido y la máscara cubierta en sangre, con us pistola en su temblorosa mano al punto de un desborde psicótico, si pudieran ver a través de esa máscara de mujer, encontrarían la mirada de un desquiciado con los ojos inyectados en sangre de pura rabia.- ── Te das cuenta de lo que haces, te arriesgas por una tontería cómo esa, un desperdicio de tiempo y trabajo. Pero me voy a asegurar que esa maldita se lleve aunque sea un solo tiro. 

The Rake estaba listo para recibir el golpe antes que cualquiera de todos ahí, pero en un inesperado arranque de los hechos, Rosella tuvo un shock de adrenalina a consecuencias de todo lo que experimento en ese tiempo, harta de las hirientes palabras que ese sujeto le lanzaba sin un motivo aparente mas haya del sadismo, la pelirroja a punto con toda violencia un bisturí al ojo de Masky, este grito de dolor, ya que no era aun instrumento limpio, sino uno contaminado con la sangre, y tejido de Rosella, lo que hizo de tal experiencia la más asquerosa y repulsiva. 

── Ojalá te mueras pronto.

Exclamó Rosella ya para cuándo The Rake estaba al borde de la ventana listo para saltar y ella aprovecho ese instante para sacarle el dedo de corazón a Masky antes de verlo caer. 

── Hey Payaso, ¿Tienes algún plan de escape?. 

── Más o menos ¡Pero no los encuentro!. -Grito desesperado buscando en todos los bolsillos de su descolorido traje, un fuerte sonido a estática de presento, y los árboles parpadearon cómo luciérnagas.

──¡Se esta acercando! ¡Lo escucho!. -Chilló Rosella.

──¡Laughing Jack te juro que si está es una estúpida broma voy a arrancarte la yugular y defecare en tu cráneo malnacido!. 

──¡Aquí están!. -Eufórico dentro de su manga derecha cuál mago, el payaso saco una bomba de colores chispeando por todas partes, entre risas maquiavélicas el payaso la lanzó al suelo y desaparecieron en una nube de confeti color rosa y con olores clásicos de circo. 

Cerraron los ojos con violencia, aunque L. Jack estaba siendo extrañamente cooperativo, The Rake jamás confió en lo que hacía ni decía, y tenía razón en hacerlo, puesto que ahora estaban dentro de su territorio, un enorme circo abandonado, donde los juegos eran trampas mortales y los peluches colgaban de sogas por el cuello, callones,  dulces estrafalarios, y la suave música de circo. 

El rastrillo tiro el cuerpo aparentemente sin vida de Toby al suelo, y poniendo a Rosella detrás de él mientras le gruñía al payaso que reía cómo desquiciado, con sus incontables dientes en cierra y mirada perdida a la nada, Rosella supo que ese tampoco era un buen tipo. Sino el payaso de sus pesadillas en carne y sangre. 

── Fue glorioso, ¡Fue magnifico!. -Dijo entre risas dirigiéndose a los dos.- ──¿¡No fue increíble!?. Deberíamos hacer misiones suicidas más seguidas.

──¿Por qué estamos en tu circo? ¿Qué planeas hacer?.

── Ponernos a salvo cabeza de clavo, Slender jamás llegará hasta acá. Él podrá ser un genio en todo lo que quiera, ciencia y matemáticas todas esas tonterías que al el le fascinan, pero jamás logrará superar la barrera que conecta mi mundo con el suyo. -Hablaba de forma presumida alzando sus largos brazos y girando en el mismo lugar, cómo celebrando tal cosa, una gran hazaña.- ── Oh cielos, pero que maleducado soy, aún no nos hemos presentado. 

── Señor Rake. . . -Rosella trato de escabullirse entre las manos de la bestia, pero inevitablemente las enormes extremidades del payaso le superarían, pegó un chillido al aire cuando la tomo de la pierna y la sacudió de pies a cabeza, mirando de arriba y abajo con un rostro analizante, para luego nuevamente, retomar la misma cara macabra. 

── No puede ser. ¡En serio eres una niña muerta!. -De la misma forma descarada en que la agarro, la examinó de la misma manera zarandeando su cuerpo, de un lado a otro.- ── Es genial, cómo una muñeca perfectamente fabricada sus extremidades no se caen tan fácil.

── Eso es porque yo soy un genio en el campo de la medicina, y aparentemente en la vida. Si no es tan atrevido de decir. 

──¿Y tú que haces aquí sin rostro?.