Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

Capítulo XI

-¿Segura de que estoy bien?- repito por enésima vez. Willow sonríe.

-Estás perfecta- dice cuando termina de trenzarme el pelo. Me da un beso en la mejilla y esbozo una pequeña sonrisa. Termino de pintarme los labios y me miro al espejo.

Llevo un vestido azul con flores (margaritas, concretamente) que me llega por las rodillas. Me he rizado las pestañas y tengo un poco de colorete, además de mi pintalabios rosa pálido.

Ah, y llevo mi pelo negro y liso recogido en una trenza que me llega a la cadera a mi lado, cubriendo mi hombro derecho.

Pongo una mueca ante mi reflejo. Todo el mundo me decía que el azul me quedaba bien porque combinaba con mis ojos azules, pero siempre he pensado que no me quedaba bien.

Así que, me demoro media hora más solo para ponerme unos vaqueros ajustados y un jersey azul marino.

Ya, ya sé que he dicho que no me queda bien el azul, pero el azul clarito. El oscuro me queda de muerte.

Me pongo la trenza unas mil veces para atrás o hacia delante, y al final decido dejarla reposando sobre mi hombro izquierdo. Miro a Willow, que, como siempre, está hermosa, y solo lleva una camiseta blanca de manga corta y unos vaqueros cortos. Que, también te digo, no sé cómo no se muere del frío. A veces pienso que es un extraterrestre.

-¿Por qué estás tan nerviosa?- pregunta Willow, subiendo y bajando las cejas. Yo me sonrojo ligeramente.

-Por nada- miento descaradamente. Willow me mira con cara de "ya, claro" y me sonrojo aún más.

-Deberíamos irnos- digo con la voz un poco más aguda de lo normal. Willow suelta una risa, pero decide ignorar mi drástico intento por cambiar de tema y salimos por la puerta.

Nos metemos en el autobús correspondiente para llegar al lugar de la quedada. Abrí el whatsapp para comprobar que era esa la dirección que Ciro me había mandado. Efectivamente, era a donde nos dirigimos, así que guardo el teléfono y me pongo a hablar con Willow de cosas sin sentido. Ella me cuenta que un chico casi le toca una teta, pero que le dió una bofetada y no se ha vuelto a acercar. Asiento con aprobación.

-Así me gusta, Willow- le guiño un ojo y ella sonríe.

Seguimos hablando sobre nuestras clases, nuestros futuros exámenes y qué íbamos a llevar en el baile de Navidad de la universidad (sí, en mi universidad se hacen estas cosas todavía), al cual probablemente no vaya a ir.

Desvío la mirada hacia la ventana y veo un montón de arbustos, incluso un conejito marrón café.

-¡Lilly! ¡Ya llegamos!- Willow me tira de la trenza varias veces con emoción y yo sonrío, dándole al botón de stop para pedir la parada.

Nos bajamos des autobús y el aire frío nos azota en la cara. Al parecer, hacía bastante viento.

Caminamos unas calles hasta llegar a un alto edificio hecho de ladrillos blancos, con varias terrazas donde dos chicos fumaban un cigarro. Arrugo la nariz. No me gusta el tabaco, ni el olor ni el sabor. Cuando tenía quince años fumaba, y me costó mucho dejarlo.

Niego con la cabeza y llamo al telefonillo del edificio.

-¿Sí?- oigo la voz de Ciro.

-¡Hola, ya hemos llegado!- dice Willow. Ciro suelta una risa y la puerta del portal se abre.

Llamamos al ascensor y nos metemos. Este tenía un espejo (donde obviamente Willow y yo nos hicimos una foto y nos retocamos el pelo) y llegamos.

Había como cinco puertas, pero la que a nosotras nos interesaba ela la puerta B.

Llamamos al timbre y escuchamos algo de jaleo, pero Ciro no tarda en abrirnos.

-¡Hola!- dice con una sonrisa.

-¡Hola Ciro... digo Ce!- rectifico. Él me mira con cara rara.

-¿Te llamas Ciro?- pregunta Willow con curiosidad. Ciro asiente.

-Si. Aunque no sé por qué Lilliet ha rectificado. No me importa que me llaméis Ciro.

-¿Ah no?- frunzo el ceño y él niega con la cabeza. Pensaba que era como en uno de mis libros favoritos, que al protagonista le molestaba que le llamasen por su nombre real y solo la protagonista lo hacía.

Cada día estás más loca

Eso no te lo niego.

-Bueno, pasad- dice Ciro, echándose a un lado.-Mis amigos quieren conoceros-.

Willow agarra mi mano y pasa con alegría al apartamento.

Que, por cierto, menudo apartamento.

Miro fascinada las paredes de color blanco, de las cuales hay colgadas todo tipo de arte, desde copias de los cuadros de algunos pintores antiguos hasta arte moderno. Hay también algunas fotos de las que supongo que será su familia, pero son pocas comparados con la cantidad inmensa de cuadros que hay.

El recibidor cuenta con una mesita con una foto en blanco y negro de una mujer muy hermosa, una planta con una maceta blanca y un espejo, donde veo mi reflejo.

Caminamos un poco más y veo un inmenso salón con una ventana enorme que da a la calle. Hay un sofá gris y una maceta con un poto bastante grande. La cocina está a unos cuantos pasos de la enorme televisión y la pared del fondo contaba con tres puertas, una de las cuales supuse que daba a la habitación de Ciro y la otra a un baño.

Ciro se gira y nos sonríe.

-Los chicos están en la habitación de la derecha- nos indica.-Ivy está por llegar.

-¡Gracias!- le digo. Luego pienso "¿por qué he dado las gracias?" y me sonrojo involuntariamente.

Para que nadie notase mi pequeño bochorno, cruzo la puerta más cercana.

Según entro, veo a tres chicos de más o menos mi edad o un poco más mayores. Uno tenía el pelo negro con ojos azules. Otro era el rubio con ojos verdes que acompañaba a Ciro aquel día en el metro. El último tenía el pelo marrón, ojos grises y llevaba gafas. Frunzo el ceño y caigo en la cuenta.

Mierda. Esta es la habitación de la derecha.

Sonrío un poco nerviosa, sin ignorar la tensión que se había formado en el ambiente.

Tierra, trágame.

Por suerte, Willow asoma su cabezota por el marco de la puerta, y nos muestra su perfecta dentadura en forma de sonrisa.

-Sois los amigos de Ce, ¿no?- pregunta, poniéndose a mi lado.

-Sí, los mismos- dice el rubio poniéndose de pie.-Soy James- aclara.-Este es Luca- señala al de las gafas -Y el otro es el pesado del grupo.

-Gracias por tu gran presentación, James- dice el del pelo negro poniendo los ojos en blanco.-Soy Cedric.

-¿Como el de Harry Potter?- dice Willow.

-Tienes una obsesión con buscar series o películas en las que aparezca el nombre de alguien- murmuro. Sonríe inocentemente.

-Bueno, ¿y vosotras sois...?

-Lilliet. Me llamo Lilliet, pero me podeís llamar Lilly- aclaro.-Y esta es Willow- ella sonríe abiertamente.

-Encantados- dice James.

El sonido del telefonillo nos interrumpe, y Willow y yo nos giramos a la vez hacia la puerta. Ella se restriega las manos en sus vaqueros, supongo que en un intento de limpiarse el sudor de las mismas.

Oigo a Ciro decir algo en la distancia y la voz telefónica de la que creo que es Ivy se desvanece.

-Voy al baño- dice Willow y la miro con reprimenda.

-¿Es en serio, Willow?- pregunto por lo bajo. Ella me ignora y se escabulle hasta encerrarse en el baño. Niego con la cabeza y camino hacia la entrada.

Ahí veo a Ciro, quien está de espaldas abriendo la puerta. Ivy pasa y veo todas las señales de que son hermanos. El mismo pelo, los mismos ojos ambarinos tan característicos...

Es que Ivy es la versión en chica de Ciro. Es impresionante.

-¡Hola!- dice Ivy alegremente. Me abraza con toda la confianza del mundo y me quedo medio paralizada, pero le devuelvo el abrazo.-¿Que tal estás?

-Bien- respondo, y sonrío. Justo en ese momento Willow sale del baño y se pone roja como un tomate.

-Hola- dice fingiendo normalidad. Ivy sonríe.

-Tú eras Willow, ¿verdad?- Willow sonríe e Ivy le da un abrazo. Eso no hace más que potenciar su cara ya roja de por sí.

Willow le devuelve el abrazo y se aparta.

Los chicos salen de la habitación y saludan a Ivy con mucha confianza. Se nota que eran amigos desde hace tiempo.

Una vez hechos los saludos, James va a la cocina y sale de ella con dos botellas de champán

Pongo una mueca. ¿Íbamos ya a empezar a beber? Si solo son las nueve de la tarde.

-¡Vamos a pasarlo bien!- exclama, y abre las dos botellas. Coge varias copas y comienza a servir.

Willow agarra una y se la bebe de un trago, al igual que Cedric. Yo me la bebo lentamente, mientras todos conversan de todo y de nada.

Cuando llevábamos ya un par de rondas, Luca se levanta.

-¡Vamos a jugar a la botella!

-¿A la botella?- pregunto, confusa.

-Uno gira la botella. A quien señale la botella cuando se pare, el que la ha girado tiene que besarle o besarla- levanta las cejas y niego con la cabeza frenéticamente.

-No, no voy a jugar. Tengo novio- vale, ¿por qué he arrastrado esas palabras?

James se encoje de hombros.

-El resto sí que juega, ¿no?- todo el mundo asiente y mientras se sientan en círculo en la alfombra, decido sentarme en el sofá. Me daba vueltas la cabeza, creo que me he pasado de tragos.

Suficiente alcohol por hoy.

-¡Empiezo yo!- chilla Ivy, y coge una de las ya vacías botellas de champán. La pone el el centro y la hace girar.

Todos contenemos el aliento mientras la botella gira sin cesar, y al final termina apuntando a James. Ivy se acerca y le da un pico rápido.

Dios santo, demasiada confianza

-Me toca- anuncia James, y hace girar de nuevo la botella. Esta vez se detiene en Willow.

James no se mueve durante unos instantes, dudando sobre si hacerlo o no. Willow enarca una ceja.

-¿Qué? ¿No te atreves?- suelta. James la mira y levanta las cejas. Se acerca y le da un beso demasiado rápido.

-¡Eh! ¡Eso no vale!- reclama Luca.

-Sí que vale- Willow lo fulmina con la mirada.-Me toca- añade.

Hace girar la botella y termina señalando... a Ivy.

¡Toma ya!

Las mejillas de Willow se tornan escarlata y mira a Ivy, la cual tiene el mismo aspecto que ella.

Love is in the air

Willow se levanta, e Ivy la imita. Se encuentran en el centro del círculo, donde se quedan paradas durante un tiempo.

-¡Venga, que es para hoy!- Willow me mira con cara asesina y se gira hacia Ivy. Se empieza a inclinar hacia ella y contengo la respiración.

Cuando sus labios se encuentran casi me pongo a aplaudir.

Pensaba que se darían un pico, pero era un beso largo.

-¡Buscaos un hotel!- grita Cedric. Ivy se separa.

-¡Voy al baño!- chilla Ivy, con una voz mucho más aguda de lo normal.

La sala se queda en silencio unos segundos, todos mirando a Willow. Ella se sienta.

-Bueno...- dice Ciro rompiendo el silencio.-Ya que le tocaba a Ivy, pero se ha ido, tomo yo el relevo, que estoy a su lado- asentimos con la cabeza y Ciro hace girar la botella.

Me muerdo el labio inferior. ¿Por qué estaba tan nerviosa?

La botella se detiene en el hueco vacío que Ivy ha dejado al encerrarse en el baño, y la botella ahora señalaba directamente... hacia mi.

Willow comienza a reírse a carcajadas. Cojo aire y la asesino con la mirada.

-No pienso hacerlo- digo, pero Willow se levanta, me agarra del brazo y me arrastra al círculo.

Cabrona. Se notaba que había ido al gimnasio.

Me obliga a sentarme y noto que Ciro evita mi mirada. Me sonrojo ligeramente.

-¡Venga, besaros!- dice Willow con ansia. Niego con la cabeza.

-Willow, no, Andrew...

-¡Que le den a Andrew!- grita, agarrando nuestras cabezas y haciendo que nos miremos.

Miro directamente a esos ojos ambarinos que tanto me gustan, aunque no sé por qué.

Al parecer, mi cuerpo no estaba de mi lado, porque muchísimas mariposas empezaron a revolotear en mi estómago.

Entonces Willow junta nuestras cabezas, haciendo que nuestros labios se junten.

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro