Capítulo V
La rabia me corre por las venas.
Controlador de mierda. No me deja hacer nada sin su consentimiento.
Cuando el enfado se disipa, esta da lugar a la tristeza.
¿En qué momento nuestra relación se había torcido tanto?
Se me empañan los ojos de lágrimas. Antes todo era perfecto.
Ce me rodea por detrás con sus brazos. Willow me agarra la cara con sus manos y me abraza. Suki se une al abrazo poco después.
-Será mejor que nos vayamos a casa- digo, pero acto seguido me siento culpable. No deberían irse solo por mi.
Eso es lo que me pasa. Solo pienso en mi misma.
Soy una egoísta. Por eso Andrew se enfada conmigo. Merece tener algo de control sobre mi vida. Para eso es mi novio.
Una lágrima brota de mis ojos. Willow la limpia rápidamente, ya que ella sabe que no me gusta llorar en público.
-Vayamos al McDonald's, ¿si?- dice Suki. Asiento con la cabeza y nos vamos al restaurante.
Una vez allí nos sentamos. Yo pido una cheeseburguer, y del resto no me entero. Los nombres aquí son raros. Muy raros.
Suki va a pedirlos.
-¡Espera!- grito cuando me doy cuenta de una cosa.
Suki se mira preocupada.
-¿Qué? ¿Tengo algo en la espalda?
-No, tonta- digo, y me rio un poco. -Es que quiero un helado de chocolate
-¿En serio?
-¡Siiiii!- exclamo emocionada.
Suki se rie y va a pedir las cosas. Vuelvo a mi asiento y encuentro a Ce riendo y a Willow aguantando las ganas.
-¿Qué?- digo.
-Pareces una niña pequeña- dice Ce entre risas. Le lanzo la servilleta a la cara. Él me la lanza a mí.
Ah, con que esas tenemos...
Se la vuelvo a lanzar. Ce me la devuelve. Le entrecierro los ojos y él me dedica una sonrisa angelical. Abro un sobrecito de kétchup.
-¿Quieres acabar lleno de kétchup?- pregunto.
-Aw, la niñita está teniendo una pataleta- Ce imita una voz aguda que me pone de los nervios.
Vale. Se acabó.
Aprieto el sobre. El líquido le mancha la cara de rojo. Me echo a reír a carcajadas, porque parece que ha matado a alguien. Las sonrisas cesan cuando siento algo en la cara. Abro los ojos y veo que Ce está apretando otro sobre. Me toco la cara y noto kétchup en ella. Exclamo un grito ahogado y abro un sobre de mostaza.
-¡Vale!- dice Ce.- Paz, paz
-¿Paz?- repito, enarcando una ceja.
-Si, paz
-Me parece la mejor opción ahora mismo- sugiere Willow entre carcajadas. Pongo los ojos en blanco y me giro hacia Ce
-¿Tienes servilletas?
-No
-Entonces no hay trato- digo, haciendo un amago de apretar el sobre que aún sostengo en mis manos.
-¡Vale! Vale- dice Ce levantando las manos y pasándome servilletas.
-Gracias- digo con una enorme sonrisa y limpiándome la cara. Al ver que Ce no se movía, dejo de limpiarme.
-Puedes limpiarte tú también, ¿eh?
-Oh, gracias por tu permiso. No sé que habría hecho sin él- responde sarcásticamente, llevándose una mano al corazón. Entrecierro los ojos en su dirección y él procede a limpiarse la cara también.
Un rato después Suki llegó con las hamburguesas.
-¡Mmmmm!- dice Willow, olisqueando el magnífico olor que desprendía la comida. Según deja la bandeja en la mesa, cojo mis patatas y empiezo a comer.
-Anda que espera... ¿Me pasáis kétchup, porfi?- dice Suki. Ce y yo nos miramos.
-Ehm... Creo que no queda
-¿Como que no queda?
-Ha habido una... pequeña guerra- dice Willow con una risita.
-¿En serio?- dice Suki con un mohín.
-Sip- dice Ce entre risas. Yo agarro mi cheeseburguer disimuladamente y empiezo a comer.
-¿Quién contra quién?
-Ce contra Lilliet- afirma Willow. Suki desvía la mirada hacia mí.
Finge que no sabes de qué habla
-¿Cómo?- digo, intentando sonar indignada.-¡Si ha sido Willow contra Ce!
-¡Mentirosa!- me señala Willow con una patata.
-¡Es verdad!
-Vale, chicas, parad si no queréis otra guerra- dice Ce divertido. Le miro como una asesina en serie y él me pone cara de angelito. Por un momento me olvido de mi ira para contemplar embobada su sonrisa. Nunca me había dado cuenta de los hoyuelos que se formaban en sus mejillas al sonreír.
Sacudo la cabeza y me centro en mi hamburguesa.
Uy, uy, uy...
Uy, uy, uy, ¿qué?
¡Nada!
Mi conciencia conspira contra mí.
¿Cómo lo has adivinado?
Ja ja ja.
-¡Qué rica!- dice Willow.
-No hables con comida en la boca- la regaña Suki.
-Sí, mamá- se burla Willow
-¡No me llames "mamá"!
-¡Este es un país libre!-.
Suelto un suspiro mientras ellas discuten por las leyes, y doy otro mordisco a mi hamburguesa. Parecen crías. Tienen la mentalidad de niñas de 6 años.
Tenéis, cielo, tenéis
Tenemos. Si yo tengo una edad mental de 6 años, tú, que eres mi conciencia, y por lo tanto, mi mentalidad, también tienes 6 años mentales.
Buen punto
Gracias.
-¿Nos vamos ya?- se queja Suki, la cual ya ha terminado su hamburguesa.
-Eh, no- se niega Willow, señalando su hamburguesa triple con la cabeza.
-Por mí tampoco- intervengo. Le doy un mordisco a mi cheeseburguer y descubro que ya me la he terminado. Voy a por mi bolsa de patatas fritas, pero Suki se ha comido las suyas y las MÍAS.
-¡Eh!- le digo mosqueada. Ella se encoge de hombros y me sonríe angelicalmente. Le saco el dedo corazón.
-Por mi también nos podemos ir- digo, suspirando.
-¿Y tu McFlurry?- me dice Ce.
¡Mi heladito!
Estoy empezando a odiar esto de no poder poner los ojos en blanco
Decido ignorar a mi conciencia y comerme mi helado con sirope de chocolate.
Cuando todos terminamos, nos vamos a casa de la abuela de Suki.
-¡Hola, cielo!- exclama la abuela de Suki, dándole a Suki un sonoro beso en la mejilla. Yo me dedico a darle un abrazo cariñoso.
-Este debe de ser Andrew, ¿no?- pregunta la abuela.
-Ehh, no, soy Ce, un amigo- interviene Ce.
-¿Amigo?
-Sí
-Uf, menos mal. Voy a poder descansar- dice la abuela con un suspiro. Me pongo roja y paso a su apacible casa mientras Willow y Suki se parten de risa.
Era una casa relativamente pequeña, con cuadros por todos lados. En uno de ellos había una niña rubia con coletas y unos brackets horribles.
-¿Esa eres tú?- pregunto a Suki.
-EEEEH, NOO- dice demasiado alto.
-¡Eras feísima!- chilla Willow. Suki se pone roja.
-¡Que no era yo!
-Mientes fatal- murmuro. Después me dirijo a su abuela.-¿Dónde dormimos?
-Sólo tenemos dos habitaciones, querida. Tendréis que poneros por parejas
-¡Me pido con Suki!- exclama Willow, abrazando fuertemente a Suki.
-¡Me parece correctísimo!
-¡A MÍ NO!- digo, indignada. Ce me mira con las cejas enarcadas, y recapacito rápidamente.- Eeeh, esto...
-Te he entendido- dice Ce, riéndose. Suelto un suspiro de alivio.
-¿Dónde están las habitaciones?- pregunta Willow.
-A la derecha- indica la abuela, señalando un pasillo de la casa.
Entramos en las habitaciones, y me quedo SOLA con CE.
Menos mal que íbamos a dormir.
-¿Quién duerme en el suelo con el colchón?- pregunto distraídamente.
-Yo, si quieres- contesta Ce.
-Okey- respondo, y me subo a la cama con sábanas rositas de encaje.
¿Alguna vez habéis visto la cama de una muñeca? Pues esta cama es su viva imagen en la vida real.
TODO, absolutamente TODO en esta habitación era rosa. TODO.
Me acuesto en la cama y me pongo las sábanas rosas por encima, para no morir de hipotermia.
-Al final nunca me has dicho tu nombre real- le digo, intentando sonsacarle su nombre de pila.
-Soy un hombre muy misterioso- dice en tono sarcástico. Parece que voy a tener que seguir llamándolo Ce.
Ce apaga la lamparita de la mesilla, que era la única fuente de luz que teníamos.
Hora de dormir.
-Buenas noches- murmuro, cerrando los ojos.
-Buenas noches- me responde Ce, y caigo rendida.
☀
-¡Mamá! Papá, por favor no lo hagas
-Lo siento, cariño. No tengo opción
-No... ¡MAMÁ!
Abro los ojos. Sudor frío baja por mi frente, estoy totalmente destapada. Parece que el corazón se me iba a salir del pecho. Tenía los ojos llenos de lágrimas.
Miro hacia el colchón donde está Ce. Espero no haberlo despertado.
Ce estaba despierto, con expresión preocupada. Estaba sentado en su colchón.
-Lilliet, ¿que...?-.
No le dejo terminar. Las lágrimas que tenía acumuladas empiezan a derramarse por mis mejillas.
Y este es el top 1 de los momentos más vergonzosos de Lilliet Logan
Ce se incorpora rápidamente y se acerca a mí. Yo lloraba desconsoladamente mientras él me abrazaba.
No sé cuánto tiempo estuve llorando. Tal vez fueron 3 minutos, 15, 30...
Pero después estaba medio grogui en brazos de Ce.
Cuando estaba a punto de quedarme dormida, él habló.
-Ciro
-¿Mhm?
-Mi nombre real es Ciro-.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro