Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

Capítulo II

Frente a mí, veo a un chico de cabello negro con expresión seria y firme y ojos color ámbar (un tono que no había visto nunca) que, aunque su cara dijera lo contrario, destilaban algo de preocupación. Y era alto. Muy alto. Me sacaba 2 cabezas. CONTADAS. Aunque, bueno, yo tampoco era la más indicada para hablar, puesto que soy bastante bajita.

-Gracias- le digo precipitadamente.

Genial, ahora sí que pareces gilipollas

Parece que iba a decir algo cuando un chico rubio con ojos verdes le grita:

-¡Ce!- ¿Ce? ¿Qué nombre era ese?

El chico que, al parecer, de nombre tenía "Ce", se gira al instante, me hace un gesto de despedida con la cabeza y se marcha con el otro chico cuyo nombre desconocía.

De camino a mi apartamento, sigo dándole vueltas al chico y con su nombre. Ce, qué nombre más raro. Debe de ser algún apodo, pero no sé de qué nombre.

Admitámoslo, a ti lo que te importa no es el nombre

Mi conciencia estaba intensita hoy ¿no?

Las puertas del metro se abren y veo a un rostro muy conocido entrar por ellas. Pero lo único distinto era que estaba rojo y bañado en lágrimas.

-¡Willow!- me acerco rápidamente a ella y la abrazo

-E-es mi gata- dice entre sollozos. Recuerdo que su gata iba a tener una camada de bebés y, si no me equivoco, hoy era el día del parto.- E-ella ha te-teni-nido compli-plicaciones co-con el parto. Ha muerto- para y empieza a llorar a mares.

Cuando salimos de la parada ella ya se ha calmado un poco. Entonces noto que lleva un maletín como en el que llevaba siempre a su gata.

-¿Vas a guardar el maletín?- le pregunto cautelosa.

-No... tres de los siete gatitos han sobrevivido. Ahora están en cuidado extremo- dice, y la mirada se le ilumina como cuando tiene una idea.

-¿Qué pasa?- pregunto, algo aterrada por lo que vaya a proponerme.

-¡Te podrías quedar con uno de los gatitos! ¡Y que Suki se quedara al otro!- dice entusiasmada.

Pues no me parece mala idea

A mí tampoco. Así Tabitha no estaría sola todo el rato. Y puedo permitírmelo.

-¿Qué raza es?- pregunto con un suspiro.

-¡Bien!- exclama Willow, dando saltitos.- Es una gata azul rusa. ¡Es una monada!

-Pero no sé que nombre ponerle- digo.

Azul rusa

Qué original mi conciencia.

-Ya lo pensarás. Los cuidados de una gata cría no creo que los necesites, ya has cuidado de Tabitha- sí, me acuerdo de cuando Tabitha aún era una renacuaja.

-Bueno, tengo que irme a trabajar- recuerdo que hoy mi jefa .- Llámame cuando pueda acoger a la gatita

-¡Okiii!- me dice con ilusión.

Salgo a la calle y veo que está lloviendo. Al menos llevaba un paraguas en mi bolso...

Espera, ¡¿y mi bolso?!

-¿Buscas esto?- me giro y veo al hombre que intentó raptarme con mi bolso colgando de su brazo. Me empiezo a asustar.

-¡Dámelo!- chillo desesperada.

Él niega con la cabeza.

-¡Por favor!- las lágrimas se empiezan a acumular en mis ojos.- ¡Necesito ir al trabajo!-.

Vuelve a negar.

-¡Pero...!

-Shhhh- me dice el hombre, poniéndome un dedo en mis labios, haciendo que me entren arcadas.

Entonces el asco y el temor dan paso a la furia, y pierdo totalmente el control. Le pego un puñetazo al hombre, cojo mi bolso rápidamente y salgo corriendo.

Cuando llego a una parada de autobús, todavía corriendo, salto antes de que las puertas se cierren. Y siento que vuelvo a respirar.

Entonces me invaden las preguntas. ¿Quién es ese hombre? ¿Por qué me persigue?

Hay muchas preguntas sin responder en mi vida, y supongo que estas serán unas de ellas.

Cuando la adrenalina pasa, me doy cuenta de que mis nudillos están rojos, y me palpitan. Muevo la mano para que el dolor cese (en vano), y decido que voy a tener que aguantarme y joderme.

Llego a la siguiente parada y ahí decido esperar a que el autobús que DE VERDAD tenía que coger (el otro lo cogí presa del pánico) llegue. Me refugio bajo el techo de la parada para no empaparme (aunque ya esté mojada por el pequeño sprint que me monté huyendo del hombre extraño). Mientras tanto, cojo mi móvil y veo que Willow me había enviado un par de mensajes.

Uno era una foto con una gatita azul rusa cría, seguido de estos mensajes:


Willow - ¡Mira a tu gatita! ¿A que es monísima?

Willow - Una de las crías supervivientes ha fallecido, así que adopta tú a una y yo adoptaré a la otra :(

Tú - Lo siento :(:(

Tú - Recuerda avisarme cuando pueda recoger a mi pequeña gatita

Willow - ¡Okiii <3!

Tras esta pequeña conversación con Willow, guardo el móvil y compruebo que el hombre no me ha robado nada. Saco mi cartera y veo que el billete de cincuenta que tenía ya no está. Dinero, por qué no.

El autobús llega y me subo. Cuando llego al Starbucks donde trabajo oigo un chillido de mi jefa, Leyla, una mujer de 45 años.

-¡CARIÑO!- me grita y viene corriendo a abrazarme. Sarah, mi compañera de trabajo, me mira y pone los ojos en blanco. Es una envidiosa en toda regla.

Tras el abrazo de oso de Leyla que me deja casi sin respiración, se separa y me dice:- ¿Cómo es que has llegado tan tarde?

-Eh... Es que había un hombre en el metro...

-¡AY, DIOS SANTO! ¿¡Te ha hecho daño!? ¿¡Te ha robado?! ¡OH, POR DIOS, NO ME DIGAS QUE...!

-Leyla, tranquila- la corto.- Estoy bien, tan solo me ha robado cincuenta euros.

-¡Ay madre!- dice, sacando el bolso y poniendo tres billetes de cincuenta en mi mano.-¡Quédatelo!- añade dramáticamente.

-No hace...

-¡Por cierto, tengo una noticia que darte!- dice alegremente.-¡He pensado en subirte el sueldo!-.

Sarah, que estaba bebiendo un vaso de agua, lo escupe y me mira con cara de ODIO PURO. En serio, me daba miedo.

-Mu...¡Muchas gracias!- le digo, realmente agradecida.

-¡De nada, cielito! Como trabajas tan duro, creo que te lo mereces.

-¡¿Y yo qué!?- grita Sarah.

-¡A MÍ NO ME LEVANTES LA VOZ, YO DECIDIRÉ QUE HACER CONTIGO, Y NO TIENES DERECHO A CUESTIONARME!- explota Leyla. Sarah se encoge un poco más en su sitio por cada palabra que dice, y, cuando termina, coge una bayeta y se pone a limpiar la mesa más cercana, maldiciendo por lo bajo. Después, Leyla se vuelve hacia mí y cambia de ese tono agresivo a uno muy dulce.

-Perdóname, corazón, pero hay gente que no sabe comportarse. Ahora tienes que volver al trabajo, pero después de tu turno, por favor, vente a mi casa a tomar un té y me cuentas todos los detalles de tu robo

-Sí, señorita Leyla- digo, y voy a una mesa lista para servir a un cliente.

-Buenos días, ¿qué le apetece tomar?- digo, levanto la cabeza para poder servir al cliente, y me topo con unos ojos ámbar de un color único.

Casi me atraganto con mi propia saliva.

Por favor, no hagas más el ridículo

-Un caramel machiatto, por favor- dice él todavía mirando a la carta. Dios, ¿por qué su voz es tan sexy?

Admitámoslo, todo en él es sexy

Lo apunto rápidamente en la libreta.

Por favor, no tartamudees

-Ma-marchando- digo algo nerviosa.

Es que es decirlo, macho...

¡Cállate, es que impone mucho!

-Por cierto- digo-, de verdad que muchas gracias por lo que has hecho en el metro... ¿Ce?- él suelta la risa MÁS LINDA que he oído en mi puñetera VIDA.

-Sí, me llaman Ce, mucho gusto. ¿Y tú eres...?

-Lilliet- digo demasiado rápido. Me pongo roja al instante. -Es decir... Eh...

-Tranquila- dice Ce. -Te he entendido

-Oh, ok... Ehm... Voy a por tu café- murmuro, y voy rumbo al mostrador.

Cuando llego, Sarah me recibe con una mirada de envidia, que ignoré completamente.

-Caramel machiatto, tenlo listo en 5 minutos, tiene prisa- eso último me lo inventé, pero no sé por qué, tenía el impulso de volver a hablar con él.

Cumpliendo mis órdenes, en 5 minutos aproximadamente el café está listo y se lo llevo a su mesa. Él miraba su teléfono distraídamente.

-Aquí tienes- digo felizmente. Se lo dejo en la mesa y espero a que reaccione, porque tenía una pinta...

-¿Quieres probar?- dice Ce mirándome a los ojos.

-¿Eh?- digo, algo perdida.

-Que si lo quieres probar- dice, soltando una risa.- El café-.

¿Por qué era así su risa?

-Oh, bu-bueno, si no te importa...

-No, tranquila- dice.

-Vale, voy a pedirme un descanso. A-ahora vuelvo- digo atropelladamente. Me vuelvo roja como un tomate y me acerco a Leyla, que está dando órdenes a Sarah.

-Leyla, ¿podría tomarme un descanso de 10 minutos?

-Tómate 30 si quieres, corazón- dice ella dulcemente.

-¡Gracias!- me vuelvo felizmente y me acerco a la mesa de Ce.

-Ya puedo- digo.-¿Te importa que me...?

-No, tranquila, siéntate- dice. Hago lo que me pide y él me acerca el café, el cual pruebo felizmente.

Llevo ya como quince minutos, hablando con Ce, y he descubierto que tenemos muchas cosas en común. Ambos tenemos una hermana pequeña, nos gustaba la biología (aunque él no la estudiara) y a ambos nos encantaban los videojuegos. De hecho, habíamos quedado en jugar juntos algún día.

Entonces él mira la hora y se levanta. ¿Ya se va?

-Tengo que irme- dice confirmando mis sospechas.-Ya nos veremos-.

-Sí... Adiós- digo apenada.

Él se va de la cafetería, y decido volver al trabajo.

Después de unos cuantos "Buenos días, ¿qué le apetece tomar" mi turno acaba y me voy a mi casa. Me doy una ducha rápida y me pongo mi pijama. Acto seguido, me pongo a jugar al Clash of Clans y casi me dan tres infartos distintos cuando veo mi ciudad DESTROZADA.

Entonces me llega un Whatsapp de un número desconocido.


???: Espero que te guste el regalito que te he hecho en tu ciudad. Ce

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro