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✶ Si beso tus labios.. ¹⁷


El omega se levantó, una vez la alarma del celular comenzó a sonar teniendo como título "muestra de pintura, hyunjin" . A pesar de su terrible dolor de cabeza, se levantó y vio a Sunoo enrollado en su cobija.

Pero el pelinegro no tenía ningún problema con eso, sabía que ayer le dio una trabajó y lo mejor era descansar. El se encargaría de hacer el desayuno.

No obstante, cuando salió, un olor fresco a pan recién tostado.  Le puso alerta, camino con cuidado, viendo las mantas dobladas sobre el sofá, y fue cuando el olor a menta qué le dejó quieto en su lugar.

— H-hyunjin — murmuró, entendiendo que está o estuvo en su departamento.

Fue rápido a la cocina, parando al ver al mayor sentado a espalda de este. ¿Ahora que se suponía que hiciera? No creyó ver a hyunjin en su departamento en la mañana.

Sonó su garganta y paso por su lado, a pesar de su terrible miedo a ser visto. El pelirrojo le volteó a ver, mejorando su postura cuando lo tuvo frente a él.

— H-hola — saludaron al mismo tiempo, cusando gracias en ambos, que bajaron la mirada o desviaron.

Lee se dio vuelta a buscar un vaso de agua. Mientras que hyunjin le veía completo, estaba nervioso por su charla. Tal vez era exageración, pues la respuesta la tenía en su suéter, de que nada saldría mal.

— Sobre la carta que hiciste..— inició, Félix se tenso un poco, pero le volteó a ver luego de beber todo el agua. — ¿De verdad sientes eso?

— ¿Sí la entendiste? Por que no fui el todo claro con lo que dije.  — palabreo, moviendo sus manos en nerviosismo. Hyunjin, por su parte, asintió con una suave sonrisa.

Saco la carta de su bolsillo, volviendo a leer las primeras palabras. — Está más que claro para mí..

Su teléfono volvió a sonar, mostrando nuevamente la alarma que pospuso. Sin embargo, cuando noto el nombre, abrió los ojos y vio a hyunjin.

— Hoy es tu presentación, tienes que ir — camino por su lado, pero fue detenido por el pelirrojo. — ¿Acaso no quieres ir?

— Quiero estar si vas conmigo. Tengo algo que mostrarte — le sonrió cálido, sobando con su pulgar, la mano del omega.

Detrás de ellos, Sunoo iba saliendo del cuarto, mientras daba uno de sus mejores bostezos y estirarse hasta donde su cuerpo podía. Cuando vio a ambos tomados de la mano, aplaudió aliviado.

— Ariel y Erick otra vez juntos — felicito a ambos, sacudiendolo por sus hombros en forma de molestar.

Félix río por su ocurrencia pero hyunjin quedo callado sin saber a que se refería. 

— Erick es el príncipe de ariel, y es pelinegro. Y ariel pelirroja — explicó Sunoo, señalando a cada uno por su color.

Definitivamente hyunjin no quería ser Ariel.

El lugar estaba repleto de pinturas, chicos repasando sus líneas, otros acomodando sus cuadros. Y luego estaba hyunjin, que tenía todo listo, con su cuadro cubierto para no ser visto.

Eso le daba más intriga a Félix.  Pero ni podía distraerlo, a pesar de parecer todo estar bien, quería que se concentre en su proyecto.

Sentía su omega más calmado por nuevamente estar cerca de hyunjin. Sus noches se habían convertido en pesadillas vivientes por sus pensamientos, donde imaginaba a hyunjin odiandolo toda la vida, donde se graduaba y no volvía a ver al pelirrojo.

La verdad le daba miedo, pero todo estaba lejano justo ahora.

— ¡Bien, buenos días a todos los presentes! Ya estamos por comenzar la presentación de los chicos de arte. Por favor guardar silencio y estar atento a presentación. — Habló el coordinador, que estaba en medio de todo el evento.

Era un sábado por la mañana, pero el lugar estaba muy lleno que parecía otro día más de clase.

Pero, dicho y hecho, comenzaron a presentar, uno por uno continuaba y daba las razones del por el cual se inspiraron en la pintura.

Debía de admitir que habían habían grandes pinturas, y sus razones eran igual de hermosas que el arte.

Pero lo que más quería era ver a la del alfa pelirrojo que había puesto su vida una locura. Sus miradas se compartían cada que sus cabezas se giraba a su dirección, dándose ánimos desde lejos y cuando cada vez estaban más cerca para ver su pintura; el nerviosismo le ponía los pelos de punta.

Y cuando el tiempo llegó, Félix se removió en su lugar, preparado para escuchar a hwang hyunjin sobre lo que más amo hablar: La pintura.

— Buenos días, soy hwang hyunjin. Y mi pintura esta basada en la naturaleza en carne propia, en como puede transmitir a un sentimiento como el amor y como puede acompañarte este a crear una rutina hacia una persona recordando todo de ella con ver algo de esto. — sin más, quito la tela de la pintura, dejando sin palabras al pelinegro que veía desde lejos.

Un campo de crisantemos, en un atardecer de otoño. Y en estos, resaltaban dos personas bajo un árbol mientras se abrazaban. Mostrando su felicidad y amor mutuo.

Felix paso saliva con las ganas de llorar, sin ningún sentimiento negativo.  Pero se sentía nostálgico al ver las cabellera qué resaltaba en esta: pelinegro y pelirrojo.

— Los crisantemos suelen nacer el otoño, siempre creí que eran una flor aburrida y sencilla, sin embargo, mientras investigaba más de ellas, me percate que la naturaleza deja de ser sencilla para los ojos correctos. Y eso es como conocer a una persona, verla tan seguido se vuelve normal. Pero si los miras bien de cerca, te das cuenta de los especiales que son y como pueden cambiar tu vida una vez resaltan en ellas. La naturaleza, es única y cada cosa de ella es hermosa; cada uno puede encontrar su campo de crisantemos, hallar su campo y pequeña pedazo de mundo; yo ya encontré el mio..

Finalmente todos aplaudieron, en ellos, Félix que rogaba tenerlo cerca y abrazarlo. Cosa que logró cuando corrieron al otro stand, y hyunjin se acercó luego de hablar con los profesores; siendo recibido por los brazos del omega, negándose a soltarlo.

— ¿Te gusto la pintura? — le vio con dulzura. Lee asintió varias veces, volteando a verlo aun en el abrazo. — Quiero pasar otoño, y todas las estaciones contigo. Quiero que seas mi omega toda la vida, ¿aceptas ser mi acompañante?

El menor le vio de rostro, pensando una y otras su propuesta. No se quejaba, no tenía nada que pensar; moría por este chico de la manera más loco y rara existente.

Se acercó, dejando un picó en sus labios.

— No solo tu acompañante, quiero ser el único chico en tu vida; hwang hyunjin.

Sin más, el alfa le abrazo con fuerza, moviendo de un lado al otro, haciendo reír a ambos. Pero su felicidad era mutua, tan grande que no podían contenerlo en ellos.

Y si algún día ven una flor de varios pétalos, que de casualidad se llama como estás; recuerden que nunca serán solo una flor y nosotros no seremos solos personas. Siempre habrá alguien que veo los especial de sus pétalos y se esmere por estudiarlas hasta entender el por de sus colores y cambios en los climas variados.

Por que no solo somos flores, y no solo somos personas en el mundo. Y como personas únicas, tendremos a alguien que nos acepte como tal.

Como Félix y su chico, un alfa poco convencional.

Agradecimiento y datos >>>

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