Capítulo 8
¿Infantil?
Claro que no, Hoseok podía ser de todo, menos infantil.
No era infantil no querer compartir su desayuno con su hermano, solo porque el de él era "menos colorido".
—Damee —volvió a suplicar Soobin con ojos de borrego, pero sin lograr mover ni una fibra del cuerpo de su hermano con eso.
—No, mio —dijo con el ceño fruncido, metiéndose un gran bocado de comida a la boca.
—Etotista —el infante ni siquiera sabia qué significa esa palabra, pero sea lo que sea, su hermano lo era.
—Tú tienes tu comida, esta es mía, ahora saquese —movió las manos en un intento de apartar a Soobin como si este fuera un perro, pero el pequeño no daba ni un paso atrás en su lucha.
Una mañana tan pacifica para Yoongi, quien tomaba una taza de café en la cocina, viendo a sus hijos discutir por un tazón de cereal.
Tan tranquilo.
El omega tomó un largo sorbo, disfrutando del sabor amargo, hasta que casi lo escupe al sentir un apretado abrazo venir desde atrás de imprevisto.
—Buenos días, amor —Jungkook le dio un beso en la mejilla a su esposo para después olfatear su cabello.
—Buenos días para ti también, Kookie.
Saludo de igual forma, como si hace media hora no lo hubieran hecho ya.
—A que no adivinad qué me olvidé de decirte ayer —mencionó el alfa, consiguiendo así toda la atención de Yoongi —Hoy vamos a tener una reunión con las jefes, invitaron a todas las personas que tienen pareja, ya que ellas van a celebrar sus 20 años de casadas, y quieren hacer una fiesta con la temática ¿me quieres acompañar? —la respuesta inmediata del mayor fue una mueca incómoda y su vista re dirigiéndose a sus hijos, Jungkook ya sabía la respuesta, incluso sabía que excusa pondría su esposo para aquella ocasión.
—Kookie... Sabes que no puedo, debo cuidar a los niños y ayudar a Soobin con las tareas, dejémoslo para otra ocasión, ¿sí?
¿De nuevo?
Jungkook respiro hondo tratando de ser lo más empático posible, no quería sonar como un insensible, pero era una verdad innegable que hace mucho tiempo él y Yoongi no tenían un momento a solas, desde lo ocurrido con Soobin... El omega se había vuelto reacio a la idea de dejar solo a sus hijos, y él extrañaba pasar tiempo con su esposo, no es como que Hoseok y Soobin le estorbaran, claro que no, pero extrañaba esos momentos donde solo eran alfa y omega, poder pasar tiempo de calidad solo con su pareja.
—¿Y eso cuándo será? Llevo asistiendo solo a la mayoría de eventos sociales que nos invitan desde hace mucho, siempre es igual... ¿Cuándo tendrás tiempo para mi? Quiero salir contigo a divertirnos, a recordar viejos momentos, crear nuevas experiencias.
La voz de Jungkook era un claro grito de desesperación, pues, aunque todo parezca estar bien entre ellos, hace mucho que no lo estaba.
Jeon ni siquiera se acordaba cuándo había sido la última vez que había visto a su omega arreglarse de forma resplandeciente para salir juntos a tomar un helado al parque al menos, extrañaba aquellos días en los que su relación estaba en la cúspide y eran tan sólo dos chiquillos enamorados descubriendo el amor.
—Jungkook... Sabes que no me gusta dejar a Soobin solo... Tenme un poco más de consideración, aún es traumático para mi aquel suceso. No soy como tú, que parece que no te importa.
¿Que no le importaba?
Carajo, ¿en serio se atrevió a decir algo así? ¿Cómo carajos no le iba a importar el bienestar de su omega e hijos? Le preocupaba demasiado, por eso quería sacarlo de esa burbuja en la que Yoongi se había encerrado.
—Me importa, lo sabes perfectamente bien, pero no gano nada lamentándome ahora, lo único que haría al cerrarme al mundo y meter a Soobin en una caja de cristal, sería arrebatarle la oportunidad de vivir. Y, sabes qué, dejemos el tema hasta aquí —la verdad, es que no quería discutir tan de mañana y que todo su día se arruine —Sabía que dirías que no, iré solo.
Hoseok, quien se había percatado del ambiente medio tenso en sus padres, salió junto a Soobin para esperar a su padre en el auto. Sabía cuál era el tema que discutían, así que prefería mantener a su hermanito roba tazones de cereal lejos de aquello, aunque eso implique estar escuchando canciones infantiles.
Bueno, a quién engañaba, él también amaba esas canciones, por algo en cuestión de segundos ambos se habían montado un karaoke ahí mismo con "Susanita tiene un ratón" de fondo.
Una batería perfecta para el largo día que les esperaba en la escuela.
[...]
Tomó una gran bocanada de aire una vez estuvo de pie frente a su prueba. Sobrevivir socialmente en la escuela.
Con cada paso que daba el aire se sentía más pesado. Los murmullos poniéndolo tenso hasta la punta de los dedos.
Calma, Hoseok. Tú eres un Omega ejemplar, vas a superar esto.
Se repitió a sí mismo. Quizás era un exagerado.
Créeme que lo eres.
Jeon resoplo, volviendo a su monólogo interno sin prestarle atención a su lobo.
No podían culparlo, Hoseok tenía grandes expectativas y un prototipo específico de pareja, y Kim Taehyung no entraba ahí.
En cambio, Kim Namjoon sí, vaya Alfa, vaya porte, vaya cuerpo... era un rotundo sí para el joven omega, quien siempre buscaba resaltar por ser lo mejor de lo mejor.
Se sentía un poco decepcionado, siempre pensó que su pareja destinada alguien más como su compañero de clases, no como aquel.
Y, como si lo hubiera llamado con el pensamiento, allí se encontraba el alfa azabache, saludando con la mano a lo lejos y una enorme sonrisa plasmada en sus labios.
Su parte animal estaba feliz, más que feliz en realidad. Su alfa lo estaba esperando.
A Hoseok, más que parecer un acto dulce y tierno, creía era un castigo divino lleno de odio y resentimiento.
— Hola, Hob-Hoseok, —dudó. Pues no sabía cuál sería la forma correcta de llamar a su destinado.
Contrario a Hoseok, Taehyung se encontraba más que emocionado, los nervios estaban a flor de piel. Como buen amante del romance, siempre se había interesado por saber más sobre las parejas destinadas, escuchaba atento historias ajenas y en su corazón albergaba la ilusión de conocer la suya algún día.
Pero nunca pensó que sería tan joven, por lo que se sentía muy torpe e indefenso, casi como un bebé ciervo dando sus primeros pasos.
— Hola, Kim —respondió casi que en un susurro, aferrándose a las azas de su maleta. Tenía segundos para escapar.
Ouh...
— ¿Qué tal estás? ¿Dormiste bien? —le dolió haber sido llamado por su apellido, pero no podía decir nada al respecto. Aunque fueran destinados, seguían siendo desconocidos, así que solo suspiró a sus adentros y siguió la conversación.
— Bien, sí, bien —su incomodidad era evidente, pues varias miradas curiosas ya los estaban volviendo el centro de atención —De hecho, ahora tengo algo de apuro, me toca exposición a primera hora y no me gustaría llegar tarde.
—Oh, vaya. Entiendo, me alegra que hayas descansado bien... bueno, supongo nos ¿vemos después?
Por favor, di que sí, por favor, di que sí.
Hoseok soltó una corta risita, — Si el destino lo quiere, así será. Bueno, ya me voy. Adiós.
Y con ese corto despido siguió su camino casi galopando.
Ojalá nunca lo hubiera querido el destino.
Taehyung se sentía volar, su corazón palpitaba a gran velocidad, quería saltar y gritar victorioso. Era una sensación nueva y hermosa, exquisita.
Tan solo unos pocos segundos para él lograban mejorar su ánimo. Tan solo un instante junto a su omega era suficiente para ser feliz.
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Woah, cuánto amo esta historia, y veo que ustedes también. Me he propuesto avanzar un poquito aunque sea para irme saliendo de aquel bloqueo que tenía .
Woli, ha pasado mucho tiempo, espero aún me recuerden y no haberles fallado en sus expectativas u,n,u
En fin, gracias por leerme!
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