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41.Buen prospecto

Jungkook

Ver a personas revoloteando a Seokjin, en especial omegas, no es muy agradable, él dice que ninguno es tan especial como yo, pero desde que se presentó como alfa maduro, ahora nadie tiene respeto por su espacio personal, parece que se le quieren clavar en el cuello para olerlo mejor, no guardan respeto por un alfa con destinado.

Mamá dice que en sus tiempos cuando alguien tenía destinado ya nadie se le acercaba a ese omega o alfa, a pesar de que no estuvieran enlazados por la marca. Pero ahora la gente ya no tiene valores, Taehyung dice que parezco un anciano pensando así, pero es inevitable que mi omega se sienta ofendido por la cercanía de otros omegas a mi alfa.

No me había sentido así hasta que escuche por la boca de Soobin y Beomgyu que escucharon a Jisoo diciendo que “está dispuesta a conquistar a Seokjin sin importar que tenga destinado, además de que ella es un mejor prospecto a los ojos de la mamá de Seokjin”

No sé cómo o donde escucharon eso, no lo creería si no fuera porque hay pequeñas cosas que le dan la razón, como: Seokjin llevándome más a su casa cuando su mamá está presente e involucrándome en la plática con ella, contrario a que antes la evitábamos o por las miradas de desaprobación de Jisoo y sus comentarios nada discretos hacia mí.

Eso aumenta mi malestar, no quiero a nadie tan cerca de él y de alguna forma todos tienen que entender que, aunque lo intenten no tienen oportunidad con él.

Cuando entramos al comedor busco por todas las mesas a Seokjin y como es de esperarse esta en una mesa llena de gente, algunos son sus amigos y otros no los reconozco, me apresuro a tomar mi charola y llenarla de comida mientras Taehyung habla por milésima vez de las últimas citas que ha tenido con Tzuyu ahora como su novia.

—Su familia me adora, todo el tiempo quieren que coma pollo —dice colocando más vegetales en su charola —. Ella me quiere engordar.

—Que envidia —se queja Beomgyu.

—¿Cuándo nos llevaras Taehyun-ah? Tzuyu aún no tiene suficientes puntos con nosotros, aún no hemos olvidado lo grosera que fue al principio —se queja Soobin.

—No fue grosera contigo Soobin-ah — le aclaro, él encoje los hombros.

—Yo no quiero ir, no me gusta tanto el pollo frito —dice Jimin.

—Que bien por qué nadie los está invitando —recalca Taehyung.

Termino de llenar mi charola y tomo la delantera hacia la mesa de Seokjin, mi omega se prepara para soltar una buena cantidad de feromonas para espantar a los omegas en la mesa de Seokjin.

—¿Dónde vas? —Taehyung me detiene por mi hombro, veo hacia la mesa de Seokjin que es suficiente para él.

—No me sigan —les digo, camino hacia la mesa de Seokjin sin esperar a que me digan algo, no sé de dónde saco la seguridad para acercarme a Seokjin con sus amigos.

Quizás sea la molestia de ver como esos omegas lo miran, no me hacen sentir confianza, una vez que alguien pasa por alto que un alfa tiene pareja parece una epidemia y todos quieren hacer lo mismo.

El primero en notar mi cercanía es Seokjin, se levanta de su lugar dejando a un lado la plática con los que están a su alrededor e ilumina su rostro con una sonrisa.

—Jungkook —dice, me detengo enfrente de él, las voces fuertes son remplazadas por susurros en la mesa y puedo sentir las miradas sobre mí. Veo hacia mi charola y me siento fuera de lugar, mi determinación se desvanece y ya no sé qué es lo que esperaba al estar aquí.

—¿Ya comiste? —le pregunto y mis mejillas se enrojecen cuando él me sonríe con ternura o al menos espero que sea eso y no lastima —. O ¿estas muy ocupado?

—Aun no —sin preguntarme toma mi charola y la coloca en la mesa, toma mi mano y me jala hacia su asiento que antes ocupaba —. Deberían ir a comer… a otra mesa—les dice con cierta autoridad, los omegas me miran con cierto reproche, se despiden con voz cantarina hacia Seokjin y se van susurrando cosas entre ellos.

—Por fin, cada vez soporto menos los aromas de esos omegas alrededor de nosotros —se queja Hoseok.

—Querrás decir alrededor de Jin —se ríe Yihon, que de inmediato se calla y me mira con arrepentimiento —. Pero Jin solo tiene ojos para ti Jungkook-ah... mejor iremos por comida.

—¿Pueden ir y traerme una charola a mí también?  —Les pide Seokjin.

—¿Con todo? —pregunta Hoseok, a lo que Seokjin asiente y ellos se van dejándonos solos en la mesa.

—Come —Seokjin acaricia mi mano y su aroma se vuelve más fuerte como si me arrullará.

—No debí venir ¿verdad? —lo miro, pero el solo me ve con dulzura.

—No digas eso, me gusta verte comer —acaricia mi mejilla dándome cosquillas y toma comida de mi charola para llevarla a mi boca—. Quisiera almorzar contigo todos los días, pero siempre vienen a agobiarme con las cosas de la graduación.

—Podemos almorzar en el jardín trasero —le digo aceptando la comida.

—O también podemos hacer otras cosas.

Deja un beso rápido en mi abultada boca mientras intento tragar el bocado.

—No sean empalagosos, ¿no ven que nos pueden reportar? —Dice Hoseok regresando con la charola y la deja enfrente de Seokjin.

—¿Nos? —Le pregunta Yihon.

—Estamos en la misma mesa, es como si fuéramos sus cómplices.

Nos reímos de ellos, aunque no he convivido tanto con ellos, siempre han sido respetuosos conmigo, me imaginaba que quizás no le agradaría tanto a Yihon porque Jisoo es su hermana y quizás podría conspirar junto con ella para que se quede con Seokjin, pero parece lo contrario, más bien parece que él le pone el freno a su hermana.

Al terminar la comida, Seokjin me acompaña hasta mi salón de clases y aunque sé que está prohibido las muestras de afecto dentro de la escuela, no me deshago de su mano, la aprieto más y mi omega se siente orgulloso cuando los demás nos ven.  Quiero que vean que, aunque lo intenten Seokjin es mi alfa y ninguna de sus feromonas es atractiva para él, me despido de él y entro a mi salón donde Taehyung ya me está esperando con esa expresión de que algo no le parece.

—¿Sabes lo inseguro que te viste? —me dice apenas me siento, veo a mi alrededor y puedo sentir la mirada de Jisoo, últimamente esta más pendiente de mí y me vigila a cada rato, lo peor es que es mi compañera de clases y tengo que soportarla todos los días.

—Es mi alfa... parece que todos lo olvidan, además a jin no le molesta —me encojo de hombros.

—Claro, Jin es un alfa al final de cuentas —dice con sarcasmo —. Solo no demuestres tanto tus celos o eso si no le gustará, la única forma de repeler a los demás es la marca.

Sin pensarlo mi mano va hacia a mi nuca, me imagino como se sentirá los bordes de la marca de sus dientes en mí, como se sentirá estar enlazado con Seokjin y que ya nadie más pueda ni si quiera meterse entre nosotros.

—No es un consejo Jungkook, sabes que tus mamás no estarían de acuerdo —suena como una advertencia, pero lo ignoro, porque ahora mí omega no puede dejar de fantasear sobre eso.

—Ya lo sé —sacudo todas esas ideas de mi omega —. Cuando Jin me marque será especial.

Sé que por ahora no es el momento, aunque a veces los impulsos nos pueden cegar, no hemos llegado a eso porque tanto él  como yo no estamos listos.  

Las ultimas veces que he convivido con la mamá de Seokjin, ella parece muy alejada y desinteresada en nosotros, una es porque no tenemos mucho que platicar y otra por que siempre hay alguien más como su asistente u otro editor y para ella es más entretenido seguir hablando de su trabajo con ellos, ni si quiera sé si le agrado un poco, porque cuando me saluda su rostro permanece imperturbable y cuando se dirige a mí es de la misma forma que lo hace con Seokjin.

Ella es una persona tan difícil de descifrar y no sé de qué forma podría agradarle, supongo que ni Seokjin me podría dar algún consejo, por lo que es mejor hablarlo con mamá, al menos ella ya ha pasado por esto, ella se ganó por completo el cariño de mis abuelos, aunque mis abuelos son tan blandos que no tuvo que esforzarse tanto.

Cuando se lo digo espero que ella suelte tantos consejos que tiene guardados para todo, pero es lo contrario y ella se queda callada pensando por un largo rato.

—No lo sé... ella parece ser una persona dura, solo se amable con ella Jungkookie —su consejo no ayuda mucho, eso he intentado todo este tiempo y aun así ella parece tan lejos. Sí lo que anda diciendo Jisoo es verdad, no puedo entender que es lo que tiene ella que me hace falta a mí.

—¿No hay una forma más rápida de acercarme a ella? —le pregunto aún con esperanza.

—Las galletas caseras siempre ayudan —dice sin más.

No muy satisfecho con su consejo lo acepto y horneamos algunas galletas para llevárselas mañana, después de asistir a la iglesia. Mamá me ayuda con su receta especial de galletas de mantequilla, las guardo y espero que sirva para romper un poco el hielo entre la mamá de Seokjin y yo.

Duermo tranquilamente sin esperar que en la mañana del domingo las noticias bombardean con las supuestas primeras imágenes del asteroide que ha podido capturar el satélite, pero no nos da tiempo de sentarnos a escuchar las noticias porque tenemos que asistir a la iglesia. Durante la celebración todo transcurre normal, solo hasta que termina la celebración me doy cuenta de que Seokjin no ha venido y no tengo ningún mensaje de él.

Le mando algunos mensajes, pero él no responde a ninguno, esperando que este en su casa les pido a mis mamás que me dejen en su casa con la mentira de que él me está esperando ahí. Ellas me dejan enfrente de su casa con el recipiente de galletas que horneamos para la señora Kim, toco el timbre y espero hasta que el asistente de la señora Kim es el que abre. Me mira de arriba abajo con sus ojos irritados y parpados hinchados.

—Es el noviecito de su hijo —le dice a la señora Kim y me deja pasar, suena más somnoliento de lo que parece.

—Jin esta dormido —la señora Kim está sentada en el comedor con la mirada fija en su computadora portátil.         

—Buenos días, señora —hago una reverencia, pero ella no lo nota pues ahora se dedica a escribir en su computadora —. Traje esto para usted — coloco las galletas a un lado, pero rápido su asistente las quita, negando con la cabeza.

—La señora Kim está muy ocupada para esto... —me susurra, pero la señora Kim lo interrumpe.

—¿No estuvo anoche contigo Seokjin? —despega la vista de su computadora.

—No señora —le respondo, un escalofrió me recorre cuando sus ojos se quedan en mí .

—Qué raro... estuvo toda la noche afuera, pense que el olor que traia era tuyo —regresa su atención a su computadora —. ¿Por qué no mejor vas a despertarlo?

—Con permiso —paso por alto la mirada de lastima de su asistente y subo las escaleras hacia la habitación de Seokjin.

Antes de abrir su puerta, calmo el revoloteo de mi omega, Seokjin pudo estar afuera por muchas razones, no tiene que ser por lo que me dio a entender su mamá, solo oliéndolo puedo saberlo. Abro y lo primero que veo es a Seokjin debajo de su cobertor completamente dormido, cierro la puerta con cuidado y me acerco a él.

Me arrodillo a la orilla de su cama, paso mis dedos por su cabello para descubrir su frente, él es tan guapo de todas las formas posibles, es inevitable que mi omega se abstenga de soltar un pequeño chillido y feromonas que hace que Seokjin abra los ojos de repente.

—Omega —su voz suena ronca. Rápidamente sus brazos salen debajo del cobertor y me envuelven para jalarme y cargarme para quedar encima de él —. Mi lindo omega.

—Hola —le sonrió sin más y relajo mi cuerpo, me dejo envolver en sus brazos, me inundo de su aroma, pero cuando siento un olor ajeno me bajo encima de él y me quedo al otro lado de la cama sintiéndome frio —. Hueles a alguien más.

Él frunce el ceño, mete su nariz debajo de su playera como si no me creyera lo que le digo

—¿A caso será a flores? —dice como si no fuera la gran cosa, pero para mí lo es, no quiero que huela a otros omegas porque eso significa que estuvo lo suficientemente cerca para que su olor se le haya impregnado.

—Eso me parece... —le digo con molestia.

En cambio, él se ríe y me vuelve a aprisionar entre sus brazos, solo puedo quedarme quieto esperando que me explique por qué huele así.

—¿Recuerdas a Jihyo? Ella huele a flores... a azucenas.

—¿Estuviste con ella anoche? —ahora Jihyo esta soltera, pero jamás me imagine que ella pudiera acercársele de esa forma a Seokjin.

—Ella estaba en una fiesta muy ebria, necesitaba un conductor y la tuve que llevar a su casa, la cargué lo suficiente para que su aroma se haya quedado en mí —pasa sus dedos por mi rostro y su sonrisa burlona sigue en sus labios —. No me digas... ¿Estas celoso?

—No soy un tonto —le digo con timidez, aunque si me siento así por imaginarme cosas de más.

—No digo que lo seas —deja un pequeño beso en mis labios.

—Tú también te sentiste celoso por Jimin —le digo a la defensiva.

—Lo admito, soy un tonto que solo te quiere a ti.

—Yo también te quiero solo a ti.

—Lo sé —su boca busca la mía sin pena, sus labios se mueven con exigencia —. Márcame omega.

Ninguno de los dos lo piensa mucho para deshacernos de nuestra ropa, quiero sentirlo mío y que él me sienta solo suyo, su aroma me inunda y desaparece el olor a azucenas, que ahora sé, solo se quedó impregnado en la ropa de Seokjin. Él baja por todo mi cuello seguramente dejando marcas, quizás las oculte o tal vez no, para que los vean los demás omegas en la escuela.

—¿Tú mamá no se dará cuenta? —le pregunto, aunque tampoco quiero detenerlo.

—No hagas mucho ruido.

Se levanta y va hacia su puerta para ponerle seguro, antes de regresar toma un preservativo de su cajón y se lo coloca rápidamente para ponerse encima de mí, sus labios van hacia mis pezones y sus dedos comienzan a dilatarme, se me escapa un pequeño gemido, él me reprime mordiendo mi pecho y luego mis labios, al mismo tiempo siento la punta de su miembro entrando, me aprieta más a su cuerpo caliente y me enviste cada vez con más fuerza.

Lo hace más rápido a lo que lo puedo seguir, él toma mi cadera para moverme a como él quiere, esta forma tan posesiva que toma hace que me excite aún más y mi omega se ciega que sin pensarlo ya le estoy rogando que me anude. Él sale de mi rápidamente y me da vuelta dejándome boca abajo y con el trasero más alzado, Seokjin me toma de la cintura y guía mi agujero a su miembro, me sigue empujando con fuerza, hasta que siento su nudo crecer sin que sus embestidas cesen, me siento desvanecer por el orgasmo que ya no sé si estamos siendo silenciosos.

No soy muy consciente de lo que pasa a mí alrededor, más que la voz de Seokjin repitiendo algunas palabras que poco a poco entiendo que por su tono de voz no son de satisfacción por correrse.

—Mierda... —se queja, intento ver detrás de mi hombro, pero solo puedo ver a Seokjin viendo mi agujero con su miembro atrapado, lo primero que se me ocurre es que tuve algún desgarro, pero a pesar de mi reciente orgasmo ya sentiría dolor o algún malestar, pero me siento normal.

—¿Qué pasa? —le pregunto, pero él no dice nada — ¿Jin? —me hace sentir nervioso cuando permanece en silencio.

—No era mi intención lo prometo... —su voz suena temerosa, aumenta mi estado de alerta.

—¿Qué cosa?

Seokjin se recuesta con cuidado sobre mí y acaricia mi hombro, así puedo sentir como su corazón late con fuerza sobre mi espalda.

—¿No sentiste algo extraño? —intenta que su voz suene tranquila, pero aun puedo notar su nerviosismo, niego con la cabeza, él suspira —. Creo que me coloque mal el condón... se reventó cuando mi nudo creció.

—¿Entonces? —siento como los nervios suben a mi cabeza y me dejan un poco congelado.

—Cuando baje mi nudo iremos con un médico —acaricia mi hombro.

—Pero... ¿podemos ir solos? —normalmente siempre piden a un responsable mayor de edad cuando se trata de métodos anticonceptivos de emergencia, los dos lo sabemos muy bien.

—Tendré que decirle a Doyeon —dice con disgusto, pero supongo que es mejor opción que decirles a mis mamás.           

Seokjin me calma con suaves caricias, pero tanto él como yo seguimos nerviosos, no sabemos que tanto pudo romperse el condón, aunque eso ya no importa, por mas pequeño que haya sido aun así hay un gran riesgo de embarazo si no tomamos algún anticonceptivo de emergencia.

Lo que mas nos preocupa es que alguna parte del preservativo se quede dentro de mi, entonces el ginecólogo tendrá que extraer lo que se haya quedado y seguramente eso duele.

Cuando baja el nudo de Seokjin sale con cuidado de mi, él suspira con alivio y me dice que el condón aun se mantiene unido por una parte, al menos no ha quedado algo mas que su semen dentro de mí.

—Vístete voy a hablar con Doyeon, espérame aquí — dice mientras termina de vestirse rápidamente y sale de su habitación.

Asiento aunque él ya no este aquí, me coloco mí ropa y me preparo para la mirada dura de la mamá de Seokjin. Intento revisarme pero no veo nada extraño ni me siento diferente, las marcas en mi cuello son muy tenues, con poco polvo es suficiente para cubrirlas.

No puedo hacer nada mas que sentarme a la orilla de la cama a esperar, veo por todos los rincones de la habitación de Seokjin e intento que mi mente deje de imaginarse lo que le estará diciendo la señora kim a Seokjin.

Seokjin abre de repente la puerta que me hace brincar.

—Doyeon nos espera en el auto —dice, lo alcanzo y toma mi mano para llevarme con él.

—¿Qué dijo? ¿Esta molesta? —le pregunto, pero el solo niega y me lleva sin decir nada mas hasta que pasamos por el comedor y el asistente de la señora Kim esta detrás de la computadora y nos mira con sumo interés.

—No contigo —dice en voz baja.

La señora kim enciende la camioneta cuando entramos en los asientos de atrás, nos ve por el espejo retrovisor y no puedo identificar si esta molesta o algo, ella permanece seria, solo puedo bajar la mirada, no se si con esto le agrade un poco menos.

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