Jungkook

Las horas pasan lento sin saber nada de Seokjin, dijeron que esto tardaría, pero no entendía lo que sería esperar por alguna noticia de él, su padre tampoco aparece y solo me quedo con una de las auxiliares que cuida de mí como si fuera mí nana, cuando quiero ir al baño ella me acompaña, me lleva al comedor y hasta se hace responsable de servir mi ración en mi charola, en un coreano muy vago me dice que debo comer lo suficiente para mantenerme con la suficiente energía durante el celo de mí alfa, eso es lo que también dijo mí mamá cuando hable por teléfono con ella.

Él medico dijo que el celo de Seokjin será como si se estuviera presentado por primera vez y como es bien sabido, el primer celo de un alfa es intenso por el poco control que tienen sobre su lado animal. Aunque pase mi celo con él no sé qué tan intenso puede ser el alfa de Seokjin cuando esté presente por completo.

Mientras espero no puedo salir del centro médico a conocer la ciudad, aunque tampoco quiero hacerlo sin Seokjin, las auxiliares dicen que debo estar cerca por si en cualquier momento soy requerido, por lo mientras me llevan a una sala audiovisual en la que ponen un programa de televisión de retos raros y en el que no estoy entendiendo nada, solo me ahogo con la ansiedad de mí omega por no saber nada.

Ya está obscureciendo cuando la auxiliar recibe una llamada, espero atento a todos los gestos que hace la auxiliar, aunque lo único que hace es asentir con varios "hmm", cuando termina la llamada se levanta y me pide que la siga, quiero preguntarle si se trata de lo que creo, pero tanto ella como yo no nos entendemos.

Caminamos por los largos pasillos vacíos hasta que llegamos a un consultorio, ella abre la puerta y me deja pasar primero. Al entrar ya están otras auxiliares preparando algunas jeringas y demás material en una charola.

Con un ademan me piden que me siente en una silla y no en la cama de exploración, al poco tiempo alguien abre la puerta sin avisar y al ver que es el papá de Seokjin me siento más aliviado, él saluda a las auxiliares y se sienta enfrente de mí, él se ve cansado con el cabello revuelto como sí hubiera pasado los dedos por su cabello nerviosamente.

—¿Cómo esta él? —le pregunto antes de que él hable.

—Está bien, no te voy a mentir han ocurrido algunas complicaciones...

—¿Qué complicaciones? —no lo dejo terminar, mi omega se mueve inquieto no quiero pensar que no ha funcionado.

—Jin ha quedado inconsciente por más tiempo de lo normal y ahora no está completamente lucido, su alfa ha tomado todo el control, no queremos arriesgarte y queremos que decidas sí aun quieres asistir a Jin sabiendo que solo estarás con su alfa y no con él como tal, el alfa puede ser agresivo y no sabemos cómo reaccionara contigo.

Aunque el señor Kim lo diga con calma, la angustia se cuela un poco en su voz, está preocupado por su hijo más de lo que dice, las cosas no han resultado como él las esperaba, sino no me estuviera preguntando sí aun quiero asistir a Seokjin. Por lo que me habían explicado sino estaba yo para asistirlo Seokjin la pasaría mal en su celo y le costaría entablar conexión con su alfa.

—¿Él aun es consciente del dolor?

—Suponemos que sí, aunque no este consiente de sus acciones el dolor físico aún está ahí —dice.

El señor Kim espera una respuesta, sí mis mamás estuvieran aquí definitivamente ellas lo rechazarían, no querrían ponerme en riesgo, por suerte ellas no están aquí y el señor Kim me lo ha consultado solo a mí y yo haría por cualquier cosa por Seokjin, confió que su alfa sea cuidadoso y atento conmigo, así como lo fue en mi celo.

—Quiero estar con él —le digo al señor Jeongse, el asiente y relaja los hombros, aliviado.

—Te prepararemos —dice y les hace una señal a las auxiliares.

Me levanto del lugar cuando el me lo pide, les da instrucciones a las auxiliares y sale del lugar para dejarme a solas con ellas. Me piden que me quite la ropa y me ponga una bata suave en su lugar, me llevan a un baño en el que me piden que me limpie muy bien para eliminar cualquier olor de otra persona que se me haya impregnado, aunque estuve casi todo el día aislado, esto para que no irrite al alfa, ya que su olfato podría detectar el mínimo olor de alguien más en mí.

Después de un largo y cuidadoso baño, me dan otra bata limpia y proceden a aplicarme el anticonceptivo, que es efectivo por una semana, esto porque normalmente los alfas en la primera semana que se presentan son muy activos y por la carga de feromonas a veces se olvidan de usar preservativos. Por último, me colocan el parche protector en mi nuca y un brazalete de emergencia que se activara con una palabra clave para pedir auxilio en caso de que Seokjin se ponga pesado.

Me llevan hacia la habitación donde ya han trasladado a Seokjin. Cuando llegamos al lugar, el señor Kim se acerca a una distancia prudente para darme las ultimas recomendaciones y me dejan pasar.

La habitación es simple: paredes lisas y blancas, solo hay una cama para dos personas, lo que hace diferente a esta habitación de cualquier otra del centro médico es el olor que la inunda y a Seokjin acostado en la cama.

Lo primero que llega a mi olfato es su ya conocido olor a eucalipto, está más presente que antes al igual que hay otro aroma que nace detrás del eucalipto a como me voy acercando se vuelve más fuerte aún.

Me parece increíble lo que comienzo a pensar, nadie me había mencionado que esto podría pasar, mucho menos el padre de Seokjin.

Dijeron que el acelerador lo ayudaría a que su alfa se presentara por completo, pero no que sería capaz de presentarse como un alfa maduro.

Porqué al estar a su lado y verlo dormir mientras de su garganta escapan gruñidos puedo captar con más claridad su segundo aroma: Chocolate amargo.

Seokjin duerme profundamente, hay algo en el que quiere salir a flote, pero como me dijeron él no es consciente y quizás hasta en sus sueños está luchando por el control y el dolor que lo agobia.

Sin poder evitarlo me acerco a su cuello donde escapa esa combinación exquisita para mi omega. El solo viste con una bata más delgada que la que llevo puesta, sería tan fácil quitársela de un jalón.

—Seokjin —lo llamo cerca de su oído, de su garganta sale otro gruñido.

Al verlo de más cerca puedo notar el sudor en su cuerpo, su cuerpo está caliente y rígido. Se que lo han estado cuidando para hacer lo menos doloroso su celo, pero aun así es complicado aislar todo el dolor.

Él se remueve inquieto y a abre los ojos de repente, su mirada parece desenfocada hasta que la clava en mi puedo notar sus pupilas dilatadas.

Se levanta para quedar sentado sobre la cama, me quedo quieto mientras él se acerca más a mí, su rostro esta serio y parece tan ausente al Seokjin que conozco.

Como dijo su papá, el alfa de seokjin está presente mientras que él permanece inconsciente de todo lo que hace su lado animal.

El alfa va directo a mi cuello y aspira buscando mi aroma, sus manos las lleva hacia mi cintura para apretarme más contra él, me toma de sorpresa que es inevitable soltar un suspiro por cómo me toma.

Al tenerlo tan cerca su aroma hace que me sienta hipnotizado, que mi omega da vueltas y suelta más feromonas para atraerlo más a mí.

No tarda mucho en hacer efecto, ahora el alfa lambe mi cuello justo en mis glándulas odoríferas. Jala de mi hasta que logro subir a su regazo y tira mi bata sin cuidado para que caiga de mis hombros y me deje descubierto para él.

Sus colmillos se clavan en mi cuello sin pedir permiso, ni si quiera hay palabras más que gruñidos de satisfacción por parte del alfa y suspiros que salen de mi boca por el dolor que me causan sus mordidas, pero que son placenteras para mi omega.

Su lengua va hacia mis pezones, succiona y me deja sin palabras solo puedo formular suspiros. Al estar encima de él puedo sentir lo dolorosamente duro que esta, los alfas cuando están en celo, no se fijan tanto en complacer a los omegas, solo van y buscan el suyo.

El  alfa de Seokjin está siendo considerado conmigo al estimularme de esta forma, repartiendo besos y paseando su lengua por mi pecho. Aunque disfruto demasiado como me besa, esta vez se trata de él y así como el me asistió en mi celo sin poner peros a mis necesidades, quiero complacerlo a él.

Bajo mi mano hacia su miembro y busco su boca para unirla a la mía, el me responde con un beso hambriento y un fuerte gemido cuando rodeo con mi mano a su miembro.

Jalo de su bata para que quede al descubierto y la tiro a un lado junto con la mía, guio su miembro a mi entrada que sin esfuerzo mi omega ha soltado suficiente lubricante y no siento que sea necesario que me dilate con sus dedos.

Él se queda quieto centrado en morder mis labios mientras lo introduzco lentamente en mí. Duele un poco, pero aun es tolerable como me estira.

El alfa me aprieta más contra el rodeando sus brazos en mi cintura mientras que sus manos amasan mis nalgas y solo puedo rodear mis piernas alrededor de su cintura nuestros pechos fundiéndose, mientras que su miembro entra más profundo. Seokjin no me mueve más, como si esperara que me acostumbre a su miembro, pero el tiempo sé que la espera para su alfa se vuelve como una tortura mientras intenta centrarse removiendo su lengua con la mía.

Me impulso con mis pies sobre la cama hacia atrás y luego hacia adelante introduciendo más su miembro, él suelta un suspiro y toma mi cadera para ayudar a moverme más rápido.

Deja de besarme por los gemidos que salen inevitablemente, dijeron que no tenía que preocuparme por sentirme observado, aquí no hay cámaras ni micrófonos, por eso me dieron el brazalete para activarlo solo en una emergencia para pedir ayuda, la cual no creo necesitar ahora.

—Omega —es lo primero que lo oigo decir desde que despertó.

Sigue lambiendo mi cuello mientras aumenta la velocidad de sus embestidas y no puedo más que dejarme hacer lo que él quiera conmigo.

Intenta clavar sus colmillos en mi nuca justo donde está el parche, pero al no poder gruñe y pellizca cerca de la zona como si intentara quitar el parche.

—Jin... no —le digo, el me ve con molestia y clava sus colmillos justo en mi glándula odorífera como si fuera un castigo, si sigue así me dejara con las glándulas inflamadas.

Siento como sus embestidas van bajando cuando su nudo va creciendo en mi interior lentamente, hasta que siento como expulsa su esencia.

Sentir su nudo y la combinación de sus aromas me llena de satisfacción, mi omega se siente demasiado orgulloso de sentirme lleno de la esencia de nuestro alfa.

Él se acuesta en la cama llevándome con él dejándome acostar sobre su pecho y esconder mi nariz en su cuello para seguir absorbiendo su aroma del que ya soy adicto.

Intentó hablar con Seokjin, pero es inútil porque no está completamente lucido, solo esta su alfa cumpliendo sus necesidades conmigo.

Su nudo dura más que las veces anteriores, aunque tampoco sé cuánto tiempo más, solo me da el suficiente tiempo para descansar y calmar los músculos de mi cuerpo entre cada sesión que el alfa vuelve a follarme y deja su nudo dentro de mí.

Me apoyo sobre él y dejo que mi omega se siga satisfaciendo con su aroma, he dormido lo suficiente y su nudo ha bajado, pero él aun no despierta, permanece quieto, su piel desnuda es cálida y su corazón mantiene un ritmo normal, lo que aún no es normal para mi es el aroma de Seokjin, es más ligero que hace algunos momentos, pero sigue siendo más fuerte a como estaba acostumbrado antes de que le aplicaran el acelerador.

Perdí la noción del tiempo, pero estoy seguro de que su celo ha acabado, espero el momento en el que despierte para que sienta la conexión con su lobo.

Cuando estoy cerca de caer en un sueño profundo, lo siento mover su cabeza y los latidos de su corazón se aceleran.

Levanto mi cabeza de su cuello para mirarlo, él tiene el ceño fruncido y me ve con suma atención aun sin comprender del todo. Al menos esperaba que tuviera imágenes de todo lo que paso e hizo conmigo, pero verlo tan confundido indica que no.

Le sonrió para que al menos no se sienta tan fuera de lugar y calmar sus feromonas amargas que comienza a expulsar.

—Despertaste —le digo intentando ser dulce con él —. ¿Eres jin o el alfa?

Se queda quieto y callado, pero al menos relaja su expresión y me fijamente como si fuera la primera vez. Me comienzo a sonrojar cuando pasea sus ojos por mi cuerpo.

—¿Qué paso? —pregunta.

No sé cómo debería decírselo o como explicárselo, porque aun no entiendo bien lo que ha pasado, solo su padre y los médicos podrán darnos una mejor explicación.

—Ahora eres un alfa maduro —le digo, Seokjin me mira con esperanza y confusión.

—¿Estuve en celo?  —mueve las Yemas de sus dedos sobre las marcas que dejaron sus colmillos en mi piel —. ¿Te hice todo esto?

—Tu alfa lo hizo, pero estoy bien con pomadas se quitará —le digo intentando calmarlo, suena molesto consigo mismo.

—No debiste haberme dejado.

—Está bien, tampoco me di cuenta cuando lo hiciste.

Él me mira sin creerme, por un largo momento toca el margen de las heridas preguntando si me duele a lo que digo que no, aunque tenga que mentir de todos modos, él no me cree del todo.

—Y... ¿ahora sientes a tú alfa —le pregunto con cierto temor, puede ser que solo yo sea capaz de sentir su segundo aroma, como antes que podía apreciar su aroma más que las demás personas y no podremos saber hasta que lo evalúen los médicos.

—Hay algo irritante que está arañándome y pensando lo hermoso que te ves con mis marcas —sonríe soltando la tensión que acumulaba en su cuerpo. 

se acerca más y une su boca a la mía, le correspondo con un beso suave que poco a poco va tomando más intensidad y sus manos vagan por todo mi cuerpo, supongo que aún tenemos tiempo para estar juntos y esperar a que nos den respuestas.