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22.De cosas extrañas

Jungkook

Algo extraño está pasando, cuando Taehyung y JiMin regresaron después de pasar 3 días juntos embriagados de sus feromonas y bajo el completo control de su lado animal, hay una pequeña tensión entre ellos, que si no los conociera bien pasaría completamente desapercibida. Los observo meticulosamente mientras están anotando los apuntes que les hace falta de las clases que se perdieron, en completo silencio y muy centrados en escribir en sus libretas.

Algo aparentemente normal, estando en la biblioteca de la escuela debes guardar silencio, pero hasta eso es lo que no cuadra, Taehyung no es de los que respete está regla, siempre hay algo que decir a pesar de que se gane esa mirada fea de los encargados de la biblioteca. Tampoco es normal que solo se dedique a escribir, cuando el suele hacer dos cosas al mismo tiempo, hablar o tararear alguna canción mientras escribe.

Ni que decir de JiMin, que es el más lento en escribir o centrarse en hacer cosas de la escuela sin quejarse a cada rato, ahora esta apurado escribiendo garabatos y manteniendo una distancia prudente de Taehyung.

—Y ¿no me van a contar como les fue? —les pregunto cuando veo que están a punto de terminar con los deberes.

—Bien —dice Taehyung aún centrado en escribir.

—¿Y los detalles? —le susurro. Los dos me miran y fruncen el ceño.

—¿Qué detalles quieres saber? Sí no recuerdo casi nada —dice con un poco de molestia JiMin y se gana el primer "sh..." de la bibliotecaria.

—¿Tanto así? —bueno JiMin ya había dicho que perdía la conciencia durante su celo, pero eso fue porque fue su primer celo, además que ahora él era el que asistía el celo, suponía que ahora sería más consciente de todo.

—Ninguno de los dos uso supresores, es normal que perdimos la conciencia de lo que hicimos Jungkookie —Taehyung suena más tranquilo a comparación de JiMin, a él es más fácil de creerle.

—¿Sin supresores? ¿Cómo se protegieron?

—Veras... tanto a JiMin como a mí no nos sientan bien los supresores, por eso nuestro fisiólogo nos recomendó usar otros métodos, una inyección anticonceptiva y un parche para proteger mi nuca, fue genial mi omega se siente tan en paz —da una pequeña sonrisa Taehyung.

—Y tú Jiminssi ¿Cómo esta tú alfa?

—Ah... mi alfa bien, pero siendo sincero yo me siento asqueado.

—¡Oye! Eso me ofende demasiado —Taehyung le da un pequeño empujón en su hombro.

—Lo siento Tae, no eres tú es que con esto confirmo que no me gustan los omegas su olor es muy empalagoso.

—Entonces ¿qué? ¿prefieres a los betas? —Taehyung alza la voz, la bibliotecaria nos fulmina con la mirada y la veo acercarse —¡Esos no huelen a nada!

—No exageres, su olor es muy ligero... pero huelen, Yoongi huele a la arena del mar —le reprocha JiMin.

—¿La arena de mar si quiera tiene olor? No puedes comparar mi dulce olor a frambuesa a un olor apenas existente —justo el olor de Taehyung se está volviendo agrio.

—Tae —coloco mi mano en su hombro para calmarlo, seguramente se está dejando llevar por su aún sensible omega, sin supresores su omega puede seguir muy territorial con el alfa que lo asistió y JiMin no ayuda mucho.

—No te estoy comparando... estoy diciendo que no me gustan los omegas, no es contra ti Taetae.

—¿Pueden salir de la biblioteca? Aquí no es lugar para escenas de celos —interviene la bibliotecaria.

—Lo siento, ya nos íbamos —le digo y recojo rápidamente los libros y libretas en la mesa.

—¿Celos de este alfa? No, estoy defendiendo mi honor —Taehyung enfrenta a la bibliotecaria.

—Sal de aquí, sino quieres que te vete por lo que resta del año —lo amenaza.

—Lo siento... —le digo a la bibliotecaria. Tomo la mano de Taehyung para empujarlo hacia la salida con JiMin por detrás.

Sin soltar a Taehyung caminamos por los pasillos de la escuela hasta llegar al pequeño jardín. Taehyung sigue molesto, es comprensible porque si un alfa me dijera que por mí le dejan de gustar los omegas, también lo tomará como una ofensa.

—Siéntense los dos —les pido, no muy conformes lo hacen dejándome en medio. Ninguno de los dos dice nada, Taehyung mira a cualquier lado tratando de calmar a su enojado omega y JiMin solo baja la mirada hacia el pasto —. Esta mal que le digas eso Tae después de pasar su celo con él y tú tae está mal hablar del olor de las personas de esa forma.

—Lo siento Tae —empieza a decir JiMin —. No quise ofenderte, lo dije mal, no me siento asqueado... jamás podría de ti o Jungkookie, somos mejores amigos y son omegas, hasta yo quería ser un omega y de verdad lo siento mucho... sé qué yo fui el que insistió en asistir tu celo y no me arrepiento... solo estoy averiguando lo que me gusta.

—Eres un tonto Jiminssi —lo enfrenta Taehyung —. Pero solo por esta vez lo dejare pasar, agradece que mi omega aún este embobado con tu horrible olor a jengibre.

Para JiMin tampoco es agradable que Taehyung lo ofenda diciendo que su olor es horrible, pero lo deja pasar, sabe que Taehyung está a la defensiva y no quiere empeorar las cosas. Nos quedamos sentados por unos minutos más hasta que toca el timbre para regresar a las clases.

Otra cosa extraña que pasa el viernes es cuando invito a Seokjin a mi casa, teníamos planeado ir al cine a ver la nueva película de unos superhéroes híbridos, raro pero el comic es muy bueno, supongo que la película también. El problema es que esto coincide con la tarde de bingo comunitario que tanto les gusta asistir a mis madres y tengo que quedarme en casa a cuidar a mi hermano.

Quiero estar con Seokjin más tiempo fuera de la escuela, así que les pido permiso a mis madres para que Seokjin venga a casa dudan, pero como saben que JungHyun estará con nosotros no se oponen, aunque me ofende que no confíen en mí, no es como que vaya a hacer cosas indecorosas en la casa y menos estando mi hermano pequeño tan cerca.

Seokjin llega con algunas bolsas de frituras después de que mis madres se han ido. Con tan solo verlo en la entrada de mí casa, mi omega brinca de emoción y su ego se infla repentinamente. No soporto el ego de mi omega, después de mi cita con Seokjin en el planetario y saber, más bien sentir lo que provocamos en él, mi omega se siente con el ego hasta arriba y ha estado soltando más feromonas de lo normal cada vez que tenemos al alfa cerca.

Él hasta ahora no se ha quejado, pero supongo que ha de ser incómodo para él y no es como que quiera hartarlo de mí tan pronto.

—Hola —dice curvando sus gruesos labios. Me engancho a su cuello y lo beso, él no lo espera, pero a pesar de su sorpresa me corresponde y me besa efusivamente.

—Pasa, mis mamas ya se fueron, pero mi hermano está en la sala —le digo al separarme de él, aunque no quiero y quizás siempre si quiera hacer cosas indecorosas con él en mi casa, fuera de la vista de mi hermano claro.

Seokjin entra y saluda a mi hermano, que le responde con esa sonrisa, Seokjin dice que se parece tanto a mí, no es la primera vez que me lo dicen. Ponemos una película animada por acuerdo de los tres. Seokjin toma mi mano, algo inocente y que pasa desapercibido por JungHyun.

Mi hermano con sus 5 años de vida ya es más sociable y no deja de hablar con palabras entrecortadas con Seokjin sobre cualquier cosa que aparece en la pantalla, de un momento a otro su cabeza cae hacia un lado completamente dormido y la película aún no termina, al menos que no haya dormido antes funciono a mi beneficio y ahora puedo estar a solas con Seokjin.

Me levanto para intentar acomodarlo entre mis brazos y cargarlo, pero cada vez pesa más y apenas aguanto cargarlo.

—¿Quieres que te ayude? —pregunta Seokjin, asiento y se lo dejo a su disposición.

—Quiero llevarlo a su cama... para que duerma bien.

Seokjin lo carga sin dificultad y le señalo hacia las escaleras, él sube con mi hermano completamente dormido y babeando en su hombro. Me apresuro a abrir el cuarto de mi hermano y lo ayudo a sostener la cabeza de JungHyun mientras lo deja en la cama. Coloco los almodones a cada lado de mi hermano y lo tapo, para salir de su habitación.

Antes de que Seokjin se dirija hacia las escaleras lo detengo, con vergüenza, pero con la poca valentía de mi omega me atrevo a hacerle una petición.

—¿Quieres conocer mi habitación? —le pregunto señalando hacia la puerta de la derecha del pasillo.

—¿Qué tiene tú habitación?

—Es bonita, también quiero que me ayudes con el extractor de feromonas —ahora estoy sonrojado, él me sonríe con ternura y asiente.

No me imagino lo que él ha de estar pensando, pero después de lo que paso en la cabina de fotografías quiero tener un momento así con él y sé que hacerlo en el sillón de mi sala es peligroso que mis mamas nos cachen o que mis feromonas nos delaten.

Abro la puerta y lo dejo pasar, él entra viendo hacia todos lados, cierro la puerta detrás de mí y respiro hondo, después de tenerlo dentro de mi habitación ya no tengo muy claro lo que debo hacer para conseguir lo que quiero ¿me debería abalanzar sobre él? O ¿exigirle que me toque?

—Ese es el peluche que me regalaste —le señalo en gran peluche de conejo en mi cama.

—Es cierto, tú habitación es muy bonita —dice dando pequeños pasos hacia mi pequeño estante de libros —. ¿Qué te gusta leer?

—Historias de romance, fantasía y esas cosas.

—Este es grueso ¿puedo? —señala al libro, asiento y lo saca del estante para acariciar la colorida portada y hojearlo.

—Es una distopia donde están prohibidos los sentimientos ¿has leído "Mundo feliz"? —él asiente —. Es parecido a eso con medicamentos y todo, solo que con adolescentes derrocando al sistema.

—Interesante -deja el libro en su lugar porque algo ha llamado su atención —. ¿Ya enmarcaste las fotografías? —toma el marco donde tengo el carrete de fotos que nos tomamos en la cabina.

—Si y ¿las tuyas? —es una lástima que no tenga una copia de las fotos que tiene él donde me esta besado.

—Están guardadas en un lugar especial —dice y deja el marco es su lugar.

—Y ¿Cómo esta tú alfa después de... todo? —me vuelvo a sonrojar y sé que he sido muy obvio.

—Ah, pues apenas lo he sentido... más cuando estas tú, lo más fuerte que lo sentí fue el domingo.

—Y ¿Por qué crees que se deba?

—Supongo que por tus fuertes feromonas —se encoje de hombros reduciendo la tensión en su cuerpo.

—¿Ahora son fuertes? —meso ligeramente mi cabeza.

—No mucho... —clava su mirada en mi cuello, aun manteniendo la distancia.

—Deberías acercarte más —por impulso de mi omega rompo la distancia entre nosotros y me encuentro con sus carnosos labios.

Con hambre me muevo contra ellos y Seokjin me recibe sin protesta, su lengua hace acto de presencia y se mueve contra la mía. Saca por completo todo el aire que contengo y jadeo por más contra su boca.

—Y ¿ahora? —le pregunto aún sobre su boca.

—Un poco más —dice manteniendo el ritmo. Inhalo y su olor eucalipto llega a mí, sé que es el auténtico de él y no de su aromatizante artificial, cada vez que estoy cerca de él y su alfa se presenta su aroma se vuelve refrescante y desaparece ese tono cítrico que tiene el artificial.

—Tócame —le pido al sentir este calor en mi interior.

—¿Qué quieres que te toque? —pregunta ahora besando mis mejillas y bajando hacia mi mandíbula.

—Todo lo que tú quieras alfa —pensé que sería más difícil de pedírselo, pero mi omega ayuda a que suelte mi boca y esto fluya más rápido.

—Quiero tocar tus mejillas —me acaricia y vuelve a besar mis mejillas —. Tocar tú cuello —su boca baja hasta mi cuello, dando besos húmedos —. Quiero tocar tú espalda, tú cintura —coloca sus manos en mi cintura pegándome más a su cuerpo —. Quiero tocar tú trasero —susurra paseando su lengua cerca de mi oído.

—Hazlo alfa —mi omega ya está ansioso por que Seokjin me toque de esa forma, que me haga sentir que él, que su alfa me desea.

—Y ¿sí tus mamas llegan?

—Sí pierden la primera ronda regresan en media hora... no te preocupes por ellas, llegaran más tarde.

No lo dejo pensar mucho y rodeo su cuello para jalarlo hacia mí, para otro beso húmedo. Él aun con sus manos en mi cintura va bajando poco a poco hasta que lo siento llegar a mi trasero, con su mano rodea mí trasero y da un pequeño apretón que me hace soltar un pequeño gemido. El beso de Jin se vuelve más intenso, más brusco.

Al apretar mi trasero me pega más a su cuerpo, es inevitable no sentir la dureza de su miembro, así como lo sentí el domingo, hasta puedo asegurar que esta más duro que antes y no es mentira que siento a mi omega hinchándose de orgullo por provocar esta reacción en él alfa.

—¿Te puedo tocar? —le pregunto, él logra asentir. Sumido en mis deseos bajo mi mano hacia su entre pierna para encontrarme con su miembro duro, lo froto sobre la tela de su pantalón de arriba hacia abajo —. Quiero tocarlo debajo de todo... solo tu piel.

—¿Seguro? ¿no es muy pronto para ti? No sé si pueda controlarme...

—Quiero hacerlo —ignoro los nervios que siento, jamás he visto un miembro de un alfa en vivo y a todo color, a pesar del miedo, el deseo de tocar su miembro y complacer a su alfa es más grande que todo lo demás.

—Solo tocar —él baja su cremallera y el bulto se vuelve más evidente, deja al descubierto su bóxer, el me mira expectante mientras yo no puedo dejar de ver como baja también su bóxer para dejarse completamente descubierto con su miembro a la vista, la calentura de mi omega baja por un momento y siento que esto es demasiado, no sabía que el miembro de un alfa podría ser así de grande —. No tienes que hacerlo —dice como si estuviera oliendo mis dudas.

—Si quiero -me animo a decir —. Solo dime cómo hacerlo ¿Cómo te tocas tú?

Él da una pequeña sonrisa y toma mi mano, la acerca a su miembro y me hace rodearlo, es suave y caliente a pesar de su firmeza, aún su mano sobre la mía la mueve de arriba hacia abajo, manteniendo la presión adecuada a como me lo dice él. De un momento a otro deja que mi mano se mueva sola y vuelve su atención a mi boca, da pequeñas mordidas a mis labios, parece que no se puede centrar en las dos cosas cuando su respiración se vuelve más irregular y clava su nariz en mi cuello.

—Más —dice con su voz airada.

Muevo más rápido mi mano, que se está comenzando a cansar y el ritmo se vuelve irregular. Seokjin vuelve a colocar su mano sobre la mía para impulsar a aumentar los movimientos. Cada vez su respiración se vuelve más agitada y su cuerpo tiembla.

Da unos pasos hacia atrás, apoya su frente en mí hombro y deshace el agarre de mi mano, para continuar él solo. Al poco tiempo se corre expulsando su semen hacia el piso lejos de mí, veo como una parte de su miembro se infla, lo que supongo es su nudo.

Seokjin se queda así, apoyando su cabeza en mi hombro y regulando su respiración hasta que su nudo baja, guarda su miembro y limpia el rastro de su semen, a pesar de que no me molestaría hacerlo lo dejo limpiar por su insistencia.

Bajamos hacia la sala para cuando llegan mis mamas nos encuentran viendo una película a la que poco he prestado atención aún con el recuerdo fresco del miembro de Seokjin en mi mano.

—¿Y JungHyun? —pregunta mi madre omega mirándonos a detalle en busca de algo que nos delate.

—Lo fui acostar a su cama, aquí solo se estaba incomodo —le digo intentando sonar tranquilo.

—Lo iré a ver —mi mamá más preocupada por mi hermano pasa por alto mi sonrojo y la mirada perdida de Seokjin.

Aun me cuesta escribir cosas explicitas, pero se hace lo que se puede

Gracias por leer

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