21.Nace una estrella
Seokjin
El cielo comienza a dar señales de ligeros rayos del sol, pero aun el camino sigue siendo poco visible, al menos mi vista se ha acostumbrado más y he tropezado menos que al principio. No me he molestado en alejarme tanto de la carretera, de todos modos, no he visto pasar más que unos pocos carros de carga para los que he pasado desapercibido.
Cuando veo a la patrulla regresar me vuelvo a esconder detrás de las ramas, la oigo pasar, pero aun así me quedo por más tiempo para evitar que me vean de cualquier forma. Todas estas medidas exageradas que se toman solo me hacen sospechar de lo que sea que ocultan está relacionado con lo que rumorean, aunque también puede ser una obra privada que se esté tomando muchas medidas, sí hubiera militares en la zona no habría forma de no pensar que tiene que ver con el gobierno.
Cada vez estoy más cerca y las casas son más visibles, a lo lejos puedo ver el gran letrero iluminado de la gasolinera, solo unos metros más para llegar y descansar mis músculos, terminare adolorido porque tengo una terrible condición física, últimamente me la paso sentado ya sea detrás de mi escritorio para estudiar y cumplir con mis tareas o en el sillón de Hoseok jugando videojuegos.
Llego a la gasolinera y veo el auto de Namjoon estacionado, me acerco y la puerta de abre, Jihyo sale y rápido me atrapa entre sus brazos.
—Lo siento Jin, el policía nos amenazó que si no nos íbamos nos reportaría por estar parados cerca de una propiedad restringida, claro que le dije que aun estábamos en la carretera y las carreteras son federales y él dijo que no me daría detalles, pero que el mismo gobierno estaba restringiendo esa zona... anoto nuestro nombre y las placas del auto —dice apenas manteniendo el aliento —. No queríamos abandonarte... al menos yo no.
—Tampoco yo —Namjoon asoma su cabeza por la ventana —. ¿Pueden entrar para irnos?
—Vamos -le pido a Jihyo para que me suelte, a veces se toma muy enserio de mi mayor. Ella respira profundo y asiente. Entro al auto en los asientos traseros y Jihyo se sienta a mi lado, sigue molesta con Namjoon, él arranca sin decir más, quien sabe cuánto tiempo se la pasaron discutiendo —. Entonces ¿si era un policía de verdad?
—Si, nos enseñó su placa y todo —dice con obviedad Jihyo.
—¿No es raro que solo fuera uno?
—No sabemos cuentos eran, solo uno fue el que nos atrapo, puede que haya más, pero no los vimos —contesta Namjoon aun con sus ojos en la carretera.
—Es que es muy raro, si fuera una obra restringida del gobierno ¿no crees que tendría que haber militares o más seguridad al menos?
—Seguramente había más seguridad Jin, apenas pudimos ver por una pequeña rendija —dice Namjoon.
—¿Ahora que teoría loca tienes en mente? —Jihyo suena irritada —. ¿Por qué no solo esperamos que pase el tiempo y que nos revelen que es lo que están haciendo? Quizás sea un bunker comunitario para resguardarnos, quizás nos lo mantienen en secreto por que no quieren alborotar más a las personas de lo que ya están, es muy probable que pedazos o el asteroide completo nos impacte y por eso están haciendo esto... ¿Por qué no solo aceptamos que todo esto se va a acabar y tratamos de vivir nuestros últimos años tranquilos, sin obsesionarnos con estas cosas? A Nam están a punto de eliminarle su canal, sabes que no es fácil conseguir todos los seguidores que ya tienen para arriesgarse con estas cosas.
—Mi canal se trata de eso Jihyo... no es como que a mis seguidores les guste que hable de videojuegos o alguna otra cosa —se defiende Namjoon
—Puedes hablar de noticias oficiales o de explicar por qué este asteroide es tan peligroso, que ni júpiter con toda su gran fuerza de gravedad lo atraerá.
—Jihyo está bien, no paso nada, ya estoy aquí y ustedes también, subiremos las fotos y que cada uno piense lo que quiera pensar -intento calmarla, pero ella se cruza de brazos aun inconforme —. Si nosotros no lo hacemos alguien más lo haría, podemos advertirles y pedirles que no se acerquen al lugar.
—Si claro, ya me los imagino volviendo aquí —recrimina y se dirige a Namjoon —. Me dejas primero en mi casa y no quiero hablar con ninguno de los dos... al menos por hoy.
Namjoon no dice nada, pero puedo notar que no le sienta nada bien estas peleas con Jihyo. Me recargo en el hombro de ella y cierro los ojos, que ahora estando sentado empiezo a sentir el cansancio envolviéndome.
—No te enojes con él noona —le susurro antes de quedar dormido.
Cuando me despierto estoy enfrente de mi casa, recargado en la ventana del auto ahora solo con Namjoon, no soy consciente en qué momento Jihyo se bajó y tampoco se lo pregunto a Namjoon ya parece muy incómodo para hablar de eso. Me despido de él y entro a mi casa en silencio.
Doyeon ha de seguir dormida, no quiero molestarla y que sepa que no estuve aquí desde hace unas buenas horas. Entro a mi habitación y veo mi cama con anhelo, quiero dormir todo el día, pero también quiero ver a Jungkook, no me gusta ir a misa dominical, nadie me lo ha inculcado y no me entusiasma la idea de asistir más que por oír a Jungkook cantar y tener un pretexto para verlo.
Tomo una larga ducha, me aromatizo y tomo grandes cantidades de café, espero que mis ojos hinchados no sean tan evidentes. Doyeon me atrapa cuando estoy por colocarme mi abrigo para salir.
—¿A dónde vas? —me pregunta.
—Con mi novio —me ahorro los detalles, no creo que sean de su interés.
—No sabía que tienes novio —me ve de arriba abajo, como si pudiera deducir a donde me dirijo así vestido.
—Has estado muy distraída.
—Sabes que las correcciones son muy tediosas —intenta excusarse, aunque no sé por qué lo intenta, estoy más que acostumbrado —. Y ¿Qué es? Beta, omega...
—Omega —la interrumpo antes de que ella si quiera sugiera que estoy con un alfa, que no tendría nada de malo, no hay algo en mi interior que le moleste estar con alguien de mí misma casta, pero para Doyeon que yo este con un alfa es signo de que soy débil y que estoy aceptando que soy un beta.
—Bien —ella asiente, su expresión no me dice nada, parece completamente en blanco. Me molesta tanto su indiferencia, pero más que aun sigo esperando su aceptación de lo que hago —. Tú padre vendrá la próxima semana, tiene cosas importantes que hablar contigo.
—¿Qué cosas?
—Espera que él hable contigo —sin más asiento y salgo de la casa. Al menos que Jeongse venga es una buena noticia.
Desentono terriblemente cuando entro a la iglesia y solo veo a familias de todos los tamaños asistiendo juntos, en cambio aquí estoy solo. Me siento en los asientos de atrás, desde aquí se puede ver la mayoría de las cabezas de los asistentes y me sorprende que reconozco a más de uno. Veo a las mamás de Jungkook junto con su hijo menor, no me siento con la suficiente confianza de acercarme a ellas, así que no me muevo.
También para mi mala suerte reconozco a Yoongi junto a sus padres unos asientos más lejos. Yoongi siempre había dicho que sus padres lo obligaban a asistir a la iglesia, lo que no sabía que era la misma a la que asiste Jungkook, aunque es obvio viven cerca de esta zona.
Siento que alguien me mira y sin planearlo doy a la primera con uno de los amigos de Jungkook dos filas delante de mí, el omega alto de hoyuelos, él ni si quiera disimula, me sonríe y sacude su mano. Le devuelvo el saludo y el omega se siente con la suficiente confianza para abandonar a su familia y venir a sentarse a mi lado.
—Hola —dice aun manteniendo su dulce sonrisa.
—Hola —intento recordar su nombre, pero estoy en blanco, solo puedo decir que es su amigo de Jungkook.
—Soy Choi Soobin, no me molesta que no te acuerdes de mi nombre... alguien tan popular como tú no es posible que te sepas todos los nombres.
—Lo siento... estoy un poco distraído.
—Seguramente, dicen que cuando estas enamorado es como estar en una nube, no te había visto por aquí, ¿Vienes solo? —mira a mí alrededor buscando a alguien más.
—Si, normalmente no vengo a misa.
—Oh... —él se queda callado por un momento para dar paso a una sonrisa cómplice —. ¿Estás aquí por Jungkook-ah?
Asiento, no tengo intención de ocultarlo, él da un pequeño bufido de emoción, pero se detiene cuando las personas hacen "shh..." para callarlo, él baja la cabeza, pero mantiene su sonrisa pícara. Las personas se levantan por indicación de la persona que está en el pódium. Soobin hace lo mismo y lo bueno de que él este a mi lado es que al menos ya no me siento tan incomodo en medio de estas personas con expresiones apagadas.
—Alla esta —me señala disimuladamente hacia el coro que está al lado del altar.
Todos están vestidos igual con camisas blancas y pantalones negros de vestir, tan iguales, él único que logra destacar es Jungkook que esta unos pasos más enfrente con un micrófono cerca, su cabello castaño muy bien acomodado, su rostro sereno y ligeramente sonrojado, en conjunto luce tan pulcro.
Él está concentrado, no mira más que hacia el sacerdote y a sus hojas en sus manos. Canta en conjunto con el coro, pero su voz es ligeramente más notable sobre los demás, llega un momento donde solo es él, su voz inunda toda la iglesia y suena tan angelical. Solo he escuchado cantar una vez a JiMin, lo hace bien, pero aun así no comprendo por qué Jungkook no es la voz principal.
—Ojalá JiMin tenga más celos que asistir, Jungkook-ah lo hace muy bien supliéndolo —suspira Soobin.
—¿Es por eso por lo que JiMin no está aquí? —le susurro.
—¿No te lo dijo Jungkook? Tuvo que suplir a JiMin porque él está asistiendo en celo de Tae.
—No lo sabía, pensé que JiMin tenía algo que ver con Yoongi —tampoco es que me interese lo que pase entre ellos, sería un alivio que Yoongi se mantenga lejos de otro alfa para no ocasionar problemas, la cosa es que si Yoongi está libre puede que vaya detrás de Hoseok otra vez y mi amigo no es muy capaz de decirle no al beta.
—A JiMin le gusta Yoongi, pero no hay nada entre ellos... además lo del celo de Tae es solo un favor de amigos -dice como si nada —. Que suerte tiene Jungkook-ah cuando llegue su celo ya tendrá alfa que lo asista.
—Se pueden callar, estamos en una iglesia —nos recrimina una señora de enfrente.
—Lo siento —le digo. Soobin baja la cabeza para ocultar su risa poco discreta, la señora lo fulmina con la mirada y vuelve su atención enfrente.
La celebración termina y Soobin se tiene que despedir cuando sus padres lo llaman. Me quedo sentado en mi lugar esperando que la iglesia se vacíe para acercarme en donde esta Jungkook. Al menos la compañía de Soobin ha sido de ayuda, estoy seguro de que si Soobin no me hubiera entretenido estaría durmiendo en media misa.
Veo a Jungkook guardando sus hojas en su carpeta para despedirse de sus compañeros de coro, me acerco evitando pasar cerca de los Min que permanecen en su lugar. Toco el hombro de Jungkook para llamar su atención, él voltea y abre sus ojos de más.
—Estas aquí.
—Te dije que vendría, no podía perderme tu gran debut —acaricio ligeramente su mejilla, estando aún en la iglesia cualquier tipo de muestra de afecto parece inapropiada.
—Cantar en la iglesia no es la gran cosa —él se vuelve a sonrojar, es tan tímido.
—¿Sabes que así han empezado algunos cantantes famosos?
—¿Así? ¿Quiénes?
—No recuerdo... pero los hay, oye ¿sabes que es lo que he estado pensando últimamente? —le digo para desviar su atención, él niega siguiéndome la corriente —. Que tú y yo no hemos tenido una cita de domingo.
—Pero si las hemos tenido... cuando fuiste a conocer a mis mamas o en la fiesta de JiMin.
—Solo tú y yo como novios no ¿Crees que tus mamás te dejen salir conmigo? O ¿Hay algo que tengas que hacer hoy?
—Creo que nada ¿vamos?
Me señala la salida, asiento y lo sigo. Me abstengo de tomarle la mano por el momento. A la salida nos encontramos con sus mamás y su hermano. Las saludo y ellas corresponden amablemente, pero cambian sus rostros cuando Jungkook les dice que saldrá conmigo.
—¿A dónde irán? Podrían llevar a JungHyunnie con ustedes-dice su mamá omega
—BoYoung —le recrimina su esposa, por lo que he visto hasta ahora la mamá omega de Jungkook es la más sobreprotectora con él —. Está bien solo no regreses tarde a casa —le dice a su hijo.
—Gracias mamá —Jungkook sonríe aliviado porque su madre alfa no le encargara a su hermano menor también.
Me despido de ellas y caminamos hacia la próxima parada de autobús, cuando perdemos de vista a sus mamas tomo la mano de Jungkook, él parece aun apenado.
—Lo siento, no es que mi mamá desconfíe de ti es que es muy sobre protectora —hace un pequeño puchero.
—Está bien, de seguro querían estar a solas, los primeros años de un niño son muy absorbentes... seguramente han de querer intimidad y... -me detengo al notar la gran incomodad en el rostro de Jungkook —. No me refiero a ese tipo de intimidad, solo estar a solas.
—¿Ha donde iremos? —pregunta ignorando por completo el tema.
—Primero a comer, no tengo nada más que café en mi estomagó, después podemos ir al planetario están proyectando un documental sobre la muerte de las estrellas o si te parece aburrido podemos ir al cine o al parque de diversiones.
—Me gustaría ir al planetario... la última vez que fui transmitieron un documental sobre cuevas, lo de las estrellas se verá genial —sonríe con entusiasmo, para después ponerse serio —. ¿por qué no has comido?
Intento explicarle todo lo que ha pasado y lo poco que logramos descubrir, para concluir del por qué no he dormido bien y mis ojos están hinchados. Su ánimo no es el mismo, se abstiene de decir algo como Jihyo, pero sé que igual no es de su agrado.
Tomamos el autobús para ir a comer a un restaurante de ramen, evito volver hablar del tema para no arruinar nuestra cita, en cambio intento hablar del porque JiMin no pudo cantar en el coro, él solo lo excusa con que tenía algo importante que hacer justo hoy, ha de querer mantener en secreto lo que Soobin ya me ha contado.
Entramos al planetario con la sala llena, las imágenes se comienzan a transmitirse por todo el domo, al principio todo es tan obscuro como lo es el universo, los destellos de luz comienzan cuando nace una estrella: la gravedad atrae suficiente materia dispersa (residuos de otra estrella quizás), se contrae a tal punto que da lugar a la fusión nuclear y que esta energía escape de la masa como radiación electromagnética dándole el brillo a la estrella. Entre más grande sea la estrella, más brillará, pero menos tiempo vivirá y su final puede ser más catastrófico como una supernova o un agujero negro.
Jungkook da pequeños saltos por el fuerte sonido de la explosión de una estrella en una supernova, tomo su mano y él solo se ríe de sí mismo. La luz artificial sobre su rostro destaca sus bonitas facciones, pierdo la concentración del documental por seguir mirando al omega. Las estrellas son fascinantes, pero ahora todo lo que me fascina se reduce a él.
Él es como la gravedad y yo pedazos de materia, fusiona cosas en mi interior que ni si quera sabía que podía sentir, hasta el punto de que puedo imaginar que en cualquier momento por fin mi alfa despertara por él.
—¿Qué pasa? ¿Por qué me ves? ¿Tengo algo? —pregunta una vez que se da cuenta que no lo he podido dejar de mirarlo, pasa su mano por su cara por efecto.
—Nada, solo me gusta verte —me acerco más a él y tomo su rostro para darle un beso, pero él me detiene antes de que pueda cumplir mi plan. Mira alrededor con miedo, aunque todos están mirando hacia la proyección y este obscuro —. Los besos en lugares públicos son divertidos... dicen —él entre cierra sus ojos, aún no muy convencido.
Aprovecho para acercarme más y tomar sus labios, no se resiste mucho y se acopla al ritmo de mi boca. No me detengo hasta que prenden las luces por completo, libero su boca y me levanto para tomar su mano y salir del lugar, él esta tan sonrojado que baja la cabeza para que nadie se dé cuenta de su vergüenza.
Antes de irnos entramos a una cabina de fotografías instantáneas, el asiento es pequeño para dos personas por lo que tengo que cargarlo en mis piernas, inicia el temporizador y él se remueve un poco para cambiar las posiciones o muecas que hacemos a la cámara, el problema es la fricción que ocasiona con su trasero cerca de mi entre pierna, intento centrarme en la cámara y su linda sonrisa, no quiero si quiera ponerlo incomodo si notara la erección que comienza a formarse.
Lo llevo bien hasta que la maquina termina de imprimir el carrete de fotografías, él emocionado me las enseña aun sentado en mis piernas.
—¿Deberíamos tomar otras para ti? —pregunta, asiento y no duda en meter dinero para que inicie otra vez el temporizador de la cámara.
Para este carrete nos hemos terminado las posiciones, Jungkook está empeñado en que todas las fotos sean diferentes, le pido que simulemos que nos estamos dando un pico en los labios, él lo hace con toda la intención que solo sea un pequeño pico, la cosa es que una vez que vuelvo a tocar sus labios no me puedo detener en un solo pico y se vuelve en algo más intenso, meto mi lengua a su boca sin poder saciarme, que él me corresponda y suelte esos pequeños jadeos para mantener el aire no ayuda, alborota mi interior, aunque estemos en una posición extraña para su cuello él no se queja y sigue besándome sin timidez ahora que estamos en un lugar cerrado. Lo mismo que ocasiona que todas las feromonas que está soltando inunde mis sentidos y quiero más del omega, tanto, tan mal.
Lo único que me hace entrar en razón para salir de mi ensueño es el sonido palpitante del indicador de la cabina para que tomemos el carrete de fotos, Jungkook también cae en cuenta de lo que estamos haciendo y se separa de mí e inconscientemente su mirada va hacia mi regazo, pues para este punto es imposible que no se de cuenta de mi erección.
—Lo siento —le digo, aunque él no dice nada sé que esto no ha de ser de su agrado. Intento levantarlo, pero el solo se apoya en mi pierna derecha dejando libre mi entrepierna.
—Podemos quedarnos aquí... hasta que baje -él esta tan sonrojado, al menos no parece molesto.
—Si tú estás aquí, no creo que baje, además la cabina esta inundada de tus feromonas —le digo con sinceridad, él baja la cabeza con vergüenza —. Vamos afuera, seguramente ya no habrá muchas personas.
Él asiente, toma el carrete de fotografías y sale de la cabina, antes de salir acomodo mi pantalón y bajo más mi camisa para disimular mi bulto. Afuera hay algunas personas haciendo fila para entrar a la siguiente función del planetario, muy ajenos a mi asunto. Tomo la mano de Jungkook para evadir la incomodidad que se ha instalado entre nosotros.
—¿Quieres un helado antes de irnos? —le pregunto, el asiente con un poco de más entusiasmo —. Lo siento —le repito, pero él niega.
-Deja de sentirlo... si te soy sincero, mi omega se siente halagado por ocasionarte eso... no pienses mal de mí, no soy promiscuo o así... -dice intentando excusarse y sumamente avergonzado.
—¿Sabes? Apenas puedo distinguir a mi alfa, pero sé que le gustas —le digo sin más, él sonríe satisfecho.
—Tú alfa está más presente de lo que crees... lo pudo sentir —aprieto más su mano, él no sabe lo que ocasiona eso en mí, que él este conmigo me hace sentir como si fuera una persona normal con un alfa funcional.
ya estaba esperando el mensaje de jin.
Soy feliz
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