Seokjin

Antes de presentarme tuve esa platica de la sexualidad con Jeongse, él es médico y se sintió la libertad de hablar explícitamente de eso como si fuera cualquiera de sus pacientes. Lo normal como alfa inmaduro es sentir tantos impulsos y excitación ante cualquier pequeña cosa, nuestro lado animal se alborotaría y expulsaría feromonas para llamar la atención de otros. Algo que no pude vivir ni en mi primer año como alfa, en cambio mis amigos parecían tensos cuando un omega o en el caso de Hoseok un beta, se acercaba. La excitación de un alfa es más sensible que de los demás, por eso algunos faltaban a clases una semana entera después de presentarse para resguardarse del poco control que tienen sobre sus alfas.

Me sentía tan fuera de lugar durante ese tiempo y no lo podía entender, pensaba que eso era una exageración cuando Hoseok decía que todos los días quería tocarse o que alguien viniera y lo hiciera por él, por eso fue tan fácil aceptar a Yoongi, a pesar de todos los problemas que pudieran venir, pero es que el beta se la ponía tan fácil a Hoseok para complacerlo.

No sabía por qué Hoseok seguía cayendo y cayendo ante cualquier insinuación del beta y ahora no es como que lo entienda por completo, pero si una parte de lo que consiste en tener esta comezón en mi interior, que necesita satisfacer y ¿Qué me toque?

Diría que viene de mi alfa, la cosa es que no comprendo cómo se debería sentir mi lado animal, se siente tan débil, pero a la vez es tan cegadora la forma en la que llegan los impulsos, quiero más y más, pero no puedo ser tan egoísta y no respetar al omega responsable de que pierda un poco la cabeza.

Una cosa era tenerlo cerca con sus feromonas, que hace que mi alfa se despierte por el poco tiempo que lo tengo cerca y otra es tener sus labios. Sus feromonas se vuelven todavía más fuertes cuando su boca se une a la mía, me hace desear más, apenas puedo controlar el impulso de besarlo más, degastar sus labios, enredarme con su lengua y sacar todo el aire que estoy conteniendo. Me imagino lo que sería bajar mi mano hacia su trasero, morder su cuello y tomarlo como mío... no puedo dejar de pensar cosas sucias, cuando seguramente a Jungkook no le cruza por la cabeza nada de esto, para él es un beso tan inocente como intento hacérselo creer.

Intento mantenerme aislado de eso y solamente oler sus feromonas en su cuello, así cada día después de dejarlo en la parada del autobús. A veces caminamos hasta el pequeño parque para pasar un rato más juntos y lo tengo que dejar ir a una hora apropiada para que sus mamas no lo comiencen a llamar constantemente. Él se queja de la sobreprotección que se vuelve abrumadora, al menos yo quisiera un poco de eso, pero no es el caso. Mis padres están demasiados sumidos en sus trabajos para preguntarse en donde estoy.

Quisiera invitarlo a mi casa, pero el problema es que estaríamos solos y es muy pronto para si quiera pensar que él quiera ir un poco más allá de besos y tampoco estoy seguro de poder controlar los impulsos en mi interior arañándome para tener un poco más del omega.

Cuando me alejo de él, no mejora. Sigo pensando en él, aun en la noche acostado en mi cama, intentando conciliar el sueño quiero volver a tocarlo y besarlo, imaginármelo haciéndole todas esas cosas, hace que mi miembro se vuelva duro, es raro lograrlo con tan solo el recuerdo de sus labios, algo que me cuesta con ver varios videos tan explícitos: con cuerpos desnudos y penetraciones.

Desearía tener justo su olor, algo impregnado de él, se volvería más fácil para calmar la angustia que siento cuando comienzo a tocarme, bajando y subiendo mi mano sobre mi miembro, pero no tengo nada solo recuerdos de como huele. No es fácil y es tardado cuando por fin logro liberarme, no dura tanto mi satisfacción cuando noto que solo he expulsado el semen y hay un pequeño intento en el que mi nudo se infla, pero no perdura más que segundos.

La presencia de mi alfa aun es débil, a como pasa el tiempo, se vuelve frustrante porque cada vez estaré más cerca de la época en la que normalmente los alfas de mi generación se vuelvan maduros.

Intento no pensar mucho en eso, aunque al conocer a Jungkook y lo que puede provocar en mí, no dejo de ilusionarme con desarrollar la anhelada conexión con mi alfa y cada pequeño avance es un gran logro.

Por el momento tengo que seguir tolerando las consecuencias de encubrir mi condición, con todo lo que implica, como el director Min, que me llama antes de la hora de salida para hablar de un asunto: las tutorías privadas de su hijo, que me he negado a darle desde el baile de san Valentín. No quiero seguir dándoselas, además que Yoongi no las necesita, antes solo funcionaban porque eran un pretexto para que Hoseok y el beta tuvieran su momento de romance. Pero ahora que la ruptura ha durado 2 semanas, para Hoseok es suficiente para decir que su ruptura es definitiva.

—Yoongi ya no necesita más tutorías —le explico al director Min, él me ve con los ojos entrecerrados y asiente a pesar de que ya estaba preparado para su contrataque, se siente raro que no lo haga.

—Él no, pero aun así hay más alumnos que si —dice y no quiero hacerlo porque eso quita más tiempo, pero no quiero oír su típica amenaza. Así que acepto sin más.

Al salir de la oficina le pido a una de las secretarias académicas la lista de los alumnos que han solicitado tutorías, apenas reconozco algunos nombres, aunque nadie cercano a mí. Cuando toca el timbre de salida corro hacia el salón de clases de Jungkook para alcanzarlo. Tomo su mano y entrelazo nuestros dedos, él me sonríe como saludo. Sé que algunos aun nos miran, todo es muy reciente y causa curiosidad nuestra relación, no me molesta que me vean con él y que sepan que es mi novio, esto ha mejorado para mí porque las insinuaciones de algunos compañeros han disminuido.

—¿Cómo vas con tus materias? ¿No hay alguna en la que necesites ayuda? —le pregunto, al menos tengo la libertad de que materia y a quien quiero darle tutoría por esta ocasión.

—Bien hasta ahora... a veces física se me complica un poco ¿Por qué?

—Daré tutorías, sí física es una materia que está en riesgo puedo ser tú tutor.

—Aún soy regular... pero me gustarían fueras mi tutor.

—Creo que solo solo a los alumnos que están en riesgo, aun así, puedo ayudarte en lo que quieras —llegamos a la salida, él se dirige hacia la parada lo detengo para jalarlo hacia la avenida —. Caminemos.

—¿Hacia dónde? —pregunta, aun así, siguiéndome el paso.

—Hasta la próxima parada —tomo su mochila y seguimos el camino.

No lo dejo en la próxima parada, ni en la siguiente, solo nos detenemos para robarle besos inocentes. Nos toma media hora llegar cerca de su casa por estar tonteando, él no se queja a pesar de estar sonrojado por caminar bajo el sol.

—Por cierto, el domingo supliré a JiMin en el coro de la iglesia —dice entre sus intentos de despedirse.

—¿JiMin ya no será la voz principal?

—Él sigue siendo la voz principal, solo este domingo lo supliré por que él no podrá asistir.

—¿Quieres que vaya? —tengo curiosidad por la razón que no asistirá su amigo, pero supongo que ha de ser algo que Jungkook no quiere compartir.

—Podrías ir con tú mamá.

Niego rotundamente, no quiero si quiera pedírselo a Doyeon, aun siendo domingo ella se encierra en su despacho o tiene esas juntas con su editor.

—Iré solo.  

Son las 3 de la mañana y estoy destrozado para salir de mi cama a esta hora, después del tedioso curso pre- servicio militar, ahora nos han enseñado tanto historia como primeros auxilios. Se supone que los domingos son para descansar y despertar tarde, pero ahí está esa cosa llamada curiosidad por saber si la dirección que nos mandaron los seguidores de Namjoon se trata de esas dichosas obras misteriosas, que han estado ocurriendo a las afueras de algunas ciudades.

Namjoon ya está en su auto esperándome, abro la puerta del copiloto, pero el me niega y me pide que vaya a los asientos de atrás, porque por sorpresa Jihyo va con nosotros. Pasamos por ella a su casa y como siempre esta arreglada y preparada con café, porque bien sabe que ninguno de los dos ha desayunado algo antes de salir, sin ella Namjoon y yo seriamos un desastre.

Vamos hacia la zona sur de la ciudad, llegamos rápido gracias a que hay pocos autos por la carretera. A como vamos avanzando hacia el punto hay poca urbanización; campos baldíos y construcciones a medio acabar, todo vacío y tranquilo, aparentemente nada fuera de lo normal.

A lo lejos se ven algunos faros iluminando un lugar acordonado con una cerca, que no deja ver el interior, pero a como nos acercamos se puede oír grandes maquinas trabajando sin descanso. Namjoon se orilla y detiene el auto para grabar un video aún a unos varios metros de distancia, sabemos que no es suficiente por lo que decidimos salir del auto para acercarnos más. Jihyo se queda adentro para "cuidar" aunque sé que Namjoon le pide que se quede para no exponerla si es que nos atrapan.

El ruido es más fuerte y ya no solo son las maquinas, también son voces y carros de carga que salen de la zona acordonada, desde lejos es difícil identificar qué es lo que llevan, pero probablemente sea arena o piedra.

—Y ¿si es solo un banco de arena? —le pregunto a Namjoon acercándonos más a la cerca, de todos modos, él toma más fotografías.

—No está registrada, además que no deberían estar trabajando a estas horas.

Llegamos a una pequeña rendija en la cerca, para poder observar el interior, apenas puedo ver las grandes excavadoras trabajando. Quiero acercarme más, pero Namjoon me detiene porque hay un ligero zumbido en la cerca, seguramente esta electrificada. Es extraño que pongan una cerca eléctrica en una construcción, donde aparentemente es una zona deshabitada, al menos que tengan cosas de valor en el interior, pero solo se ven algunas maquinas excavando y cargando piedra y arena.

Con lo poco que podemos ver tomamos todas las fotografías posibles y sin más vamos de regreso a donde dejamos el auto. Para nuestra mala suerte una patrulla está parada justo atrás del auto de Namjoon y un policía está hablando con Jihyo por la ventana. Nos escondemos detrás de unas matas de maleza, pero no podemos estar aquí por mucho tiempo ya que parce que él policía no está dispuesto a irse sin que el auto se vaya de la zona.

—No podemos llegar con la cámara o con los teléfonos... revisaran lo que tenemos —dice Namjoon.

—Podemos quitarle la memoria a la cámara y esconderla.

—Y ¿si nos revisan por todos lados? Será mejor no arriesgarnos —me entrega la cámara y su teléfono —. Iré a hablar con el policía, no salgas de aquí hasta que te lo diga.

Asiento y el sale en dirección al auto intentando no llamar la atención del policía hasta que llega cerca de ellos. Habla con él policía con calma, pero por la expresión del policía parece que está malhumorado y en efecto no tarda mucho en pedirle a Namjoon que se coloque sobre la patrulla para revisarlo de pies a cabeza. No encuentra nada y lo deja subir al auto, da unas palmadas a la parte trasera del auto señalándole a Namjoon que arranque. Sin más Namjoon da la vuelta en el auto y regresa por dónde venimos.

El policía dice algo en su radio y alumbra a su alrededor buscando algo más, me acuesto por completo sobre la tierra y espero que las matas de maleza sean suficientes para escóndeme de él. Me quedo quieto y tratando de calmar mi respiración, al menos no me coloque el aromatizador artificial y mi olor es imperceptible.

Siento mi teléfono vibrar en el bolsillo de mi pantalón, pero no reviso hasta que oigo que la patrulla se marcha. Es un mensaje de Jihyo pidiendo que le marque una vez que pueda. Veo a mi alrededor, estoy completamente solo en medio de la obscuridad.

—Jin —contesta Jihyo en la primera tonada —. No podemos regresar, él policía nos dijo que no podemos estar ahí, que si nos volvía a ver cerca nos detendrían... vienen detrás de nosotros.

—Mierda... y ¿Qué hago? —no puedo quedarme escondido aquí por mucho tiempo, amanecería y seguramente me verían.

—Nos detendremos en una gasolinera, la más cercana queda como a 3 o 4 km... tendrás que caminar, te mandare la ubicación.

—Bien —no tengo alternativa, no es como que pueda llamar un taxi o esperar al transporte público, que seguramente no pasa por aquí.

—Se discreto, no vengas por la orilla de la carretera, tendrás que tomar atajos... lo siento, no queríamos abandonarte... todo por esas tontas fotos de Nam — puedo oír al fondo a Namjoon defendiéndose.

—No es su culpa —intento calmarla, aunque seguramente ya hayan discutido antes de la llamada —Nos vemos.

Cuelgo el teléfono, hecho un vistazo alrededor y salgo de mi escondite. Intento no ser tan ruidoso, me apresuro aun yendo sobre la maleza y viendo el mapa tratando de idear atajos que me puedan llevar a la gasolinera, tendré que pasar por lugares solitarios y obscuros, ni si quiera me puedo fiar de usar la lampara, mientras más rápido logre estar lejos de aquí mejor.