Diane Stone.

Mis clases fueron un desastre, estoy en mitad de año y es como si los profesores quisieran cargarte de muchísima información. Además se colocan de acuerdo entre todos, para hacer lo mismo, me encuentro en la biblioteca de mi universidad, porque hay un silencio absoluto en dónde te puedes encontrar.

Y nadie te interrumpirá lo que estás haciendo, muerdo mi labio inferior impaciente en definitiva ¡Los números no son lo mío! No comprendo porque mis padres escogieron está carrera para que la estudiará. Busco en mi maletín el casete de una de mis bandas de rock favoritos, lo colocó en el reproductor y alrededor de mis orejas ubico los auriculares, presionó una de las teclas del reproductor.

De manera inmediata el sonido de la guitarra y batería invade mis oídos, muevo uno de mis siguiendo el ritmo de la canción. Cierro mis ojos para disfrutar la canción " Sex on fire" de King of Leon. Aceleró el movimiento de mi pie y luego lo hago con el lápiz contra el cuaderno de cálculos en dónde demostrar por varias operaciones las inversiones de una empresa.

Al escuchar la letra viene a mi mente una impropio que tuve el día de ayer, con quién dice ser mi novio. Estuvimos a nada pasar esa barrera, pero nos interrumpieron, fue abrumador al inicio sin embargo salimos de la habitación y regresamos a la fiesta que nos habían invitado, a veces nos sentíamos incómodos.

Por lo que había sucedido, después de algunos minutos todo volvió a la normalidad. Vuelvo a morder el lápiz, respiró hondo y puedo con esto comenzar a hacer mi trabajo universitario aunque la maestra se que solo lo leerá pero no habrá alguna calificación por lo que hice.

Siento a alguien quitarme los auriculares y apagar el casete de reproducción. De repente me molesto, me levanto de mi asiento y el enfado desaparece al ver que era mi mejor amiga me acerco a ella para abrazarla. Quién no duda de ninguna manera rodearme con sus brazos.

Cassie Coleman es una mujer con un cuerpo excepcional, tiene sus curvas definidas y una larga cabellera oscura. Con unos ojos azules son tan claros que hasta llegarías a pensar que son de color gris. Ella es una de las chicas más populares de la universidad y por ser su mejor amiga me convierte en una.

—¿Qué tal todo extraña?—me pregunta Cassie.

—Estoy a esto de rendirme. —le respondo haciendo un gesto con mis dedos.

Frunce el ceño y se acerca a ver mi cuaderno, lo cuál al ver tanto número hace que abra sus ojos exageradamente.

—Menos mal no escogí esta carrera. —señala la hoja que está llena de ecuaciones.

Y sí es cierto, tuvo la fortuna de estudiar lo que tanto anhelaba, psicología ella quería estar en la facultad de salud. Pero al ver la cantidad de profesiones que puede ofrecerte está, eligió psicología y hasta el día de hoy, no se arrepienta de ello. Así como no entiendo porque no estudió su carrera en una universidad privada, sabiendo que tiene las posibilidades de costearse una pero lo hizo fue por mí.

No quería dejarme sola en esta universidad y es donde agradezco que tengo una muy buena amiga, aunque traté de convencerla de que estudiará en Harvard o Yale, pero no quiso. Vuelvo a abrazarla.

—¿Y eso que estás algo amorosa el día de hoy?—me pregunta en medio de risas.

—Quiero convertirme una persona optimista. —concluyó. —que aunque haya cosas en mi vida que sean un asco, hay otras que te hacen valorar todo lo bueno que sucede en ella.

—Bueno extraña vamos a comer algo está vez yo invito. —dice Cassie.

Y me ayuda a guardar cada una de mis pertenencias dentro del maletín, además dejamos la mesa organizada tal cuál como la había encontrado. Soy algo organizada con las cosas, puede que mis padres hayan influido en ello, abandonamos la biblioteca y mientras caminamos por los pasillos de la universidad Cassie me cuenta cómo fueron sus vacaciones en Cartagena, no tuvimos la oportunidad de hablar sobre sus aventuras. Prestó atención en todo lo que dice, solo asiento de vez en cuando para no entrometerme.

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Gracias a que Cassie tiene un vehículo propio, llegamos rápidamente a McDonald's es el restaurante de comidas rápidas, favorito de mi mejor amiga, cuando la primera vez que probé sus hamburguesas no me gustaron, sentía que faltaba algo pero luego con el tiempo comenzaron a encantarme, eso se lo debo a la chica de cabello negro que tengo a mi lado.

Observó nuevamente el menú porque sigo algo indecisa que pedir.

—Una hamburguesa con doble queso y una Coca-Cola. —le digo a la chica que está tomando nuestro pedido.

Busco en mi maletín mi cartera para pagar lo que comeré, pero Cassie se niega rotundamente.

—¿Me podrías decir cuánto es?—le pregunta mi mejor amiga a la chica.

—Quince dólares con cincuenta centavos. —responde.

Abro mis ojos como unos platos, con eso podría comprar más cuadernos para dibujar o hacer esos bocetos, en dónde soy muy buena. Busco en mi billetera el dinero, mi mejor amiga lo impide y entrega su tarjeta de crédito para pagar nuestra orden. Después le entregan su tarjeta buscamos una mesa disponible en el lugar, al hallarla nos ubicamos en ella quedando frente a frente.

—De acuerdo necesito detalles sobre ese chico o —me pregunta con coquetería.— hombre que destruiste su traje.

Solo al recordar el momento vuelvo a colocarme sonrojada, durante el tiempo que llevo trabajando en este restaurante jamás me ha sucedido ese tipo de cosas con un cliente.

—Es atractivo. —le aseguro y ella sonríe colocando más atención a lo que estoy diciendo. —Sus ojos son azules, pero por su aspecto además la elegancia que impregnaba su presencia, puede concluir que no es de mi clase.

—Tonterías. —refuta. —eso no es impedimento si en algún momento quieres llegar a tener algo con ese chico, tu eres una mujer muy hermosa, además trabajadora y estudiosa. También tienes lo tuyo, no eres una cualquiera. Así que Diane si en algún momento llegas a encontrarte nuevamente a ese hombre...

—Cassie estoy con Stefan. —refuto.

Porque se para donde de iba a esta conversación y yo sería incapaz de serle infiel a el hombre que amo, puede que me haya atraído físicamente pero solo fue eso. Nada más, no hay sentimientos o algún afecto de por medio, sí soy una mujer que prefiere ello y que solo ser admirable del físico de alguien.

—Oh cierto me olvidaba de él. —rueda los ojos.—Nunca comprenderé que le viste a ese chico, si no hubieras rechazado alguna de las cenas elegantes que realiza mi familia, encontrarás algún riquillo que admiraba todo de ti.

—Nunca me han gustado los riquillos. —dejó en claro.

—Eso significa que no tienes buen gusto, cariño. —me guiña y recibe la bandeja que nos entregan con lo que había pedido cada uno. —Porque así como hay riquillos imbéciles también hay otros que te valoran como si fueras alguna de las maravillas que existen en el mundo.

Acerco mi vaso de Coca-Cola a mi boca para beber el contenido de la soda, está fría. Algo se me viene a la mente, vamos a tocar alguna zona frágil de la vida de mi mejor amiga para molestarla y cambiar de tema de conversación.

—Entonces si son como tú dices. —digo bajando el vaso y dejándolo a un lado. —¿Por qué no hay alguno que te trate de esa manera?

Hago que se atore con su bebida.

—¿Tu crees que no he estado con alguien que me valore?—me pregunta incrédula. —Didi te equivocas, tuve a alguien a esa persona que sería capaz de mover cielo y tierra para poder verme. Pero mis padres hicieron lo imposible para que no pudiera estar con él.

Auch. Eso me dolió.

—Y sin importarles que era de "nuestra misma clase". —hace comillas en el aire.

Yo pensando que mi vida es algo complicada, al conocer la de Cassie hace que analicé que cada persona carga con sus batallas internas. Puede que sean de diferentes maneras, pero tienen y eso es más que suficiente para continuar luchando contra ellas. Y ganarle a esas batallas internas. Es mejor solo escuchar y no juzgar antes de que te arrepientas de ello. Ambas dejamos a un lado nuestra conversación sobre las relaciones y todo lo que tenga relacionado con ello, me comienza a explicar cómo han sido sus clases y que para el 4 de julio volverá a viajar pero estará en Grecia.

Por medio de fotografías he visto que ese lugar es precioso, pero no he tenido la oportunidad de conocerlo en persona. En un banco cree una cuenta de ahorros para poder viajar a Los Ángeles en mis vacaciones, he estado ahorrando poco a poco, mis padres no lo saben y ni lo sabrán, técnicamente nadie lo sabe prefiero que se quede de esa manera. No quiero ser un imán gigante atrayente de malas energías, porque siempre que contaba algo bueno que me iba a suceder de la nada por cosas de la vida se podría decir, todo se estropeaba.

Cassie me deja en mi casa, además menciona que Stefan me recogerá después de mis clases el hermano mayor de Cassie. Tyler, es el mejor amigo de Stefan entonces tienen una muy buena relación entre ellos dos a excepción de Cassie que nunca se ha llevado muy bien con Stefan, jamás he podido saber las razones pero creo que el odio es mutuo porque tampoco a mi novio le agrada mi mejor amiga. Al llegar mis padres ya están descansando, entonces sin hacer ruido alguno, me dirijo hacia mi habitación caminando en puntitas, ya que el suelo es de madera y cualquier movimiento puede ser escuchado.

Abro la puerta de mi cuarto, me acerco hacia una de las mesitas de noche y enciendo una lámpara pequeña que tengo lo cuál da una iluminación ante todo la habitación. En una de las paredes está llena de posters de mis bandas favoritas, además tengo una colección impecable de discos de vinilo en una larga repisa que tengo a un costado de la pared de posters. Después un escritorio que está lleno de ojos con mis bocetos de moda.

Sí, me fascina la moda probablemente si hubiera tenido la opción de escoger lo que estudiaría, sin duda alguna estaría estudiando moda. Cassie dice que soy muy buena en lo que hago y que debería explotarlo, darlo a conocer en la industria. Pero mis inseguridades no ayudan.

Dejo mi maletín en el asiento que está frente al escritorio, con un puntapié me deshago de mis zapatos. Camino hacia un mueble que contiene varios compartimentos en ellos, se encuentra mi ropa está separado para diferentes ocasiones, estar en casa. Ir a la universidad, fiestas informales, cenas elegantes y así sucesivamente.

—Ahora a buscar algo para descansar. —mencionó en voz alta.

Escojo un shorts de algodón y luego una camiseta que me queda holgada, me la coloco. Y me deshago de las dos trenzas que tenía permitiendo que mi cabello, se libera y caiga detrás de mis hombros. Lo tengo algo largo solo le falta poco para que llegue a la zona baja de mi espalda, pero es algo liso aunque con las trenzas quedó ondulado.

Luego de colocarme algo cómodo, tomo de mi escritorio uno de mis cuadernos de dibujo y unos cuantos lápices de diferentes tonalidades grises. También una goma, me acomodo en mi cama colocando sobre mis piernas el cuaderno y estiró un poco mi mano para acercar la lámpara. De igual forma respiró hondo y me permito que la inspiración llegué aprovechando el silencio abrupto de mi casa, cierro los ojos un momento sonrió para mi misma.

De manera satisfactoria por lo que estoy comenzando a dibujar, sobre la hoja en blanco y es la manera más hermosa de escapar de la realidad. 

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Nota: Está historia no será tan extenso y recuerden que fue hace algunos años atrás. Si quieren pueden hacer cálculos para ubicarse. Estaré activa por aquí como por Resiliencia. <3