Ya estamos a punto de terminar el ciclo escolar y yo pasaría a la preparatoria dejando a Dahyun sin un paraguas para regresar a casa.

Hoy era viernes y el maestro de Literatura me castigó por culpa de Momo, dejándome en detención por 1 hora.

Estaba muy preocupada por cómo Dahyun se iría a casa, la temporada de lluvias aún no acababa y ella seguía sin traer un paraguas.

Desde el segundo piso en donde estaba el salón de detención noté como Dahyun seguía esperandome, la hora acabó, el reloj ya marcaba las 2:00 p.m. pero el profesor de detención parecía no haberlo notado.

Ví como Dahyun revisaba la hora notando que ya eran las 2:00 p.m. y sacaba un paraguas de su mochila lista para irse sola a casa.

Entonces ¿Todo este tiempo tuvo un paraguas? ¿Por eso siempre llegaba seca a pesar de lo intensa que la lluvia caía? Ella solo quería caminar conmigo.

El profesor al fin me dejó salir, entonces corrí para alcanzar a Dahyun y le quité su paraguas poniendo el mío sobre su cabeza y le dije.

—Aún me tienes a mí, puedes estar bajo mi paraguas.

Ella tiró el paraguas y me besó, fué un beso muy tierno y suave.

Ahí estabamos, ambas besándonos bajo la lluvia.

Al final ninguna de las dos necesitaba un paraguas para no sentir el frío de la lluvia.

Los suaves labios de Dahyun me brindaban la suficiente calidez para no sentir la fría lluvia.

Falta el epílogo