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Capítulo Único

   Las cosas estaban tomando color nuevamente. El día de comer helados con sus amigos terminó poco después de que el sol se ocultara, por lo mismo todos tuvieron que volver a sus respectivas casas, en compañía de sus parejas, claro.

   A lo lejos pudo divisar cómo Adrien le extendía caballerosamente una mano a Kagami para atraerla hacia él y comenzar a caminar a su auto, había prometido llevarla a casa una vez que terminaran de comer su helado, su madre tenía que estarla esperando.

   Se acercaron a ellos y los nervios asaltaron a la joven al no saber que reacción tener luego de que ellos ahora estuvieran juntos.

   Sin embargo, por alguna razón, esa sensación de malestar y pesar desapareció tan pronto cómo apareció. Lo cuál fue muy extraño, y la llevó a pensar que después de todo los helados de André, si eran mágicos. Pues se sentía bien, cómo si hubiera un toque de madurez adentrándose en su ser, lo que la llevó a sonreírle sinceramente a sus amigos.

   —Me alegro mucho por ustedes chicos, ambos lucen completamente perfectos — aduló cuándo los tuvo en frente.

   —Gracias, Marinette — agradeció Kagami con una ligera sonrisa tomando suavemente la mano de Adrien, quién tardó un poco en devolver el gesto.

   —Bueno... lo mejor será que todos nos vayamos a casa — comentó Marinette con una sonrisa mientras veía cómo Luka se acercaba a ella por detrás cargando su guitarra en la espalda.

    —¿Querrían que los llevemos a casa? Nos queda de camino — sugirió Adrien.

   Luka miró de reojo a Marinette quién negó rápidamente con la cabeza.

   —No, muchas gracias por la oferta — les dijo a sus amigos — Luka ya se ofreció a llevarme a casa, además... imagino que ustedes querrán pasar algo de tiempo juntos, deberían acabar el día pasando un último tiempo de calidad juntos.

   —Tienes razón Marinette — habló Adrien — gracias por escaparte con nosotros al evento, fue muy divertido — esbozó una sonrisa.

   Kagami se acercó a Marinette y la abrazó, de manera inesperada, con tanto sentimiento. Tardó un poco, pero ella también le devolvió el gesto de manera amistosa, escuchando el susurro de Kagami perfectamente en su oído.

   —Gracias.

   Se separaron y Marinette tenía una sonrisa verdadera en su rostro al igual que Kagami, sus manos se alzaron una última vez también despidiéndose de Luka, quién les devolvió el gesto pero rápidamente volteo a ver a Marinette.

   —¿Estas bien? — preguntó preocupado mirando el rostro dulce de la chica, quien asintió firmemente ante la pregunta.

   —Mejor que nunca.

   Luka suspiró aliviado.

   —Me alegro.

   —Pero, ahora que lo pienso... debo hacer algo antes de qué acabe el día — expresó con algo de inquietud — ¿Podrías llevarme a casa ahora, por favor? — rogó poniendo sus manos juntas y un puchero adorable que lo convencieron de inmediato.

   —Sube — atinó a decir el guitarrista trepando a la bicicleta y esperando a que Marinette se subiera detrás de él en un movimiento rápido.

   Cuándo sintió el agarre firme de Marinette alrededor de su cintura, pedaleó con fuerza en dirección a la casa de la azabache.

...


   Adrien salió de su auto apenas su chofer se detuvo.

   Estaba cansado tanto física cómo mentalmente, y necesitaba tomar un descanso para procesar todo lo que pasó el día de hoy, también el hecho de aceptar que ahora tenía una novia. Nunca antes había tenido una, así que no tenía idea de cómo reaccionar.

   Peinó sus dorados cabellos hacia atrás esperando que esta acción despejara un poco su mente. Hasta que notó una figura parada en su entrada.

   —¿Marinette? ¿Sucedió algo? — preguntó al verla en la entrada de su puerta.

   Marinette simplemente sonrió de manera suave negando con la cabeza y levantando algo en sus manos, algo extrañamente familiar.

   —¿Eso es un paraguas? — lo observó con intriga.

   Marinette asintió.

   —Tu paraguas... en realidad. — confesó tímidamente.

   —Es increíble, no puedo creer que lo guardaras...

   —Fue algo muy importante para mi en ese entonces — los orbes verdes quedaron atrapados con los azules de Marinette — nunca te lo devolví porque... creí que era una manera de tener una parte de ti conmigo... cómo mi amigo.

   —Oh, Marinette...

   —Pero... — lo interrumpió — hoy me di cuenta de qué... no necesito tener algo tuyo para recordarme a mi misma que eres mi amigo — agregó sin dejar de sonreír — eres y siempre serás alguien importante para mi, además... tengo esto para recordarte — dijo levantando su mano derecha para mostrarle el amuleto. El que le regaló por su cumpleaños.

   Adrien sonrió felizmente al ver su amuleto enroscado en la muñeca de su compañera.

   —Entonces qué vas a hacer con...

   —Vine a devolvértelo. — mencionó estirando el paraguas hacia el para que este lo tomara.

   Adrien lo tomó y lo observó detenidamente unos instantes, se sentía algo diferente al sostenerlo, cómo si le regresaran algo más qué solo su paraguas.

   —Ya que lo has guardado bien por todo este tiempo, ¿Por qué no lo conservaste? — inquirió él tratando de devolvérselo, pero ella se negó.

   —Porque no quiero hacerlo — repitió la acción alejando sus manos del paraguas negro — ya tengo algo conmigo para recordarte siempre, no necesito de un paraguas... además, serviría para que tuvieras un lindo recuerdo de ti y Kagami protegiéndose bajo la lluvia. Este paraguas tiene un recuerdo muy bonito para mi — confesó — del día que te conocí.

   Adrien abrió los ojos aún más al recordarlo, por supuesto. El día que iniciaron su amistad bajo una tormenta, cuándo le dijo la verdad acerca de su vida y él cómo era nuevo haciendo amistades.

   Era tan diferente ahora, tenía amigos, más libertad en su casa, y hasta una novia. Todo gracias a Marinette, sin saberlo, todo se lo debía a su adorable compañera.

   De pronto, su amiga frente a él lucía tan relajada, tan natural, ningún tartamudeo o comportamiento extraño, sólo era ella, siendo ella misma. Sus ojos detallaron su rostro fino con esa expresión de amabilidad tan natural y común en ella, tan delicado, sus mejillas rosadas no por su presencia ahora, si no por la extensa carrera que se pegó desde su casa a la de él. Sus ojos brillantes reflejando madurez y aceptación y sus labios color duraznos esbozando una sonrisa sincera.

   Su inspección silenciosa fue sorpresivamente interrumpida por la misma Marinette, quién se acercó levemente hacia él mientras contenía el aliento y cerraba los ojos esperando algo, más los volvió a abrir cuando un suave beso se plantó en su mejilla derecha, algo decepcionado de que no pasara lo que el creyó que pasaría.

   —Gracias por todo, Adrien.

   El zagal sonrió por alguna razón cómodo con la presencia de la peliazul, cómo si no existieran más que ellos en esa conversación.

   —No, gracias por todo a ti, Marinette. Eres... una buena amiga — lo dijo como tantas veces lo había dicho, pero esta vez salió diferente... había duda impregnada en su voz, y una sensación de malestar atascada en su ser, cómo si un líquido amargo recorriera su garganta luego de decir esa frase.

   Marinette sonrió y asintió entregándole un pedazo de papel color amarillo para retirarse lentamente y luego más rápido levantando su mano a modo de despedida.

   Adrien a penas y tuvo tiempo de devolverle el gesto, sostuvo con cuidado el paraguas en su brazo y abrió la nota con el otro.

   —Gracias por ser mi amigo.

   Al leer esas palabras, los sentimientos que afloraron en su pecho se convirtieron en espinas, filosas espinas que arraigaban en su caja torácica y lastimaban su interior, de alguna manera, esas palabras que había dicho siempre le caían cómo un balde agua fría directo a su rostro.

   No sabía que pasaba. Simplemente no se sintieron bien, siempre había querido que Marinette hablara con normalidad delante de él, que se comportara igual que con todos los de su clase, qué le diera señales de qué él y ella fueran amigos.

   Ahora que lo sabía, no sentía nada de lo que espero sentir cuándo sucediera.

   Y es que sin saberlo, Marinette no sólo le había devuelto únicamente su paraguas, con el, le había devuelto a Adrien los recuerdos de su amor.

   Lo que significaba que este era el inició de una nueva vida. Sin sentir ningún tipo de amor por él.

   Quizás en un futuro lejano, ellos podrían estar juntos...

   Cuando se dieran cuenta de que los sentimientos que tenían guardados por el otro, eran recíprocos.


...

¡Hello Bichito!

¿Cómo están? Este capítulo lo hice a partir de un pensamiento.

¿Qué pasa con el paraguas? El símbolo del primer amor que sintió Marinette por Adrien.

Acaso, ¿debería quedarse con él?

¿No me maten :"v? Es que estoy sad y me dieron ganas de escribir algo sad, así que no me culpen a mi... culpen a mis emociones :'v

Bueno, igual espero que lo hayan disfrutado... que hayan llorado un poco conmigo no sé si me levanté sad por la culpa de las malditas hormonas de la regla, pero ya qué... me quedaré viendo Netfix que es lo único que puedo hacer :"3

Antes de irme, díganme.

¿Cuál es su historia favoritas de mis fics? Y ¿Cuál les gustaría que actualizara primero?

Fantasías de media noche

Two Sides Of Me

Rough Love

O

Una mirada de amor

La elección es de ustedes ^^ sé que mis historias no son tan buenas :) pero al menos sirven para pasar el rato.

¡Cómo sea! Yo me despido mis preciosos bichitos.

¡Los amo! ❤

¡Bye, bye!

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