One Shot
Primero que nada feliz cumpleaños a nuestro Golden Maknae, desde el primer momento que vi a BTS JungKook siempre ha sido mi bias.
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La joven de veintitres años respiró profundo sintiendo la fría brisa de la noche, sus ojos estaban rojos además de hinchados por haber llorado casi todo el día, estaba muy cansada, quería desaparecer, quería ceder a sus pensamientos negativos, incluso consideraba interponerse entre un auto para que éste acabara con su vida. Inhaló y exhaló inclinando su cabeza hacia atrás, cerró sus ojos sintiendo que nuevas lágrimas se deslizaban por sus mejillas, el pequeño parque estaba casi a solas, la llovizna comenzó a caer provocando que esas personas la dejaran sola, a ella no le importaba mojarse, las gotas de la lluvia se mezclaron con sus lágrimas, intentó detener su sollozo sin lograrlo, su garganta tenía un nudo, sentía que realmente daba lo mejor de sí cada día pero el mundo estaba siendo malo colocándole obstáculos e impidiendo que siguiera creciendo en todo aspecto.
Sentada en aquel banco del parque un muchacho la miraba, llevaba la capucha de su sudadera cubriendo su cabeza, su rostro tenía un cubrebocas negro, se veía los mechones oscuros de su cabello caer por encima de sus ojos grandes, brillaban de una manera particular. El chico quien sostenía un paraguas miró alrededor, ¿Qué hacía aquella chica sola en el parque mientras lloraba con dolor? ¿Sería mala idea acercarse y preguntarle si necesitaba ayuda? Muchas veces fue protagonista de esos momentos, él también solía llorar en ocasiones cuando la presión era sofocante, sus pies avanzaron hacia ella, aferró su mano al paraguas cubriéndose de las gotas.
La muchacha estaba toda empapada, al dejar de sentir las gotas en su rostro abrió sus ojos encontrándose con una mirada brillante y dulce, como ver la galaxia en sólo una mirada. El chico vestía pantalones oscuros, zapatillas deportivas y una sudadera azul oscura, sólo podía ver sus ojos, era alto.
—Lo siento—hizo una pequeña reverencia. Su voz era dulce— ¿Necesitas ayuda?
La chica secó sus mejillas inútilmente pues el resto de ella estaba empapado, su cabello castaño oscuro caía por sus hombros sin ser largo, tenía ojos café claros, al chico le recordó al chocolate caliente que bebía cuando hacía frío. Se puso de pie siendo más baja por unos cuantos centímetros, su piel era ligeramente morena. Vestía formalmente llevando un bolso en su hombro.
—No, estoy bien—su voz dejaba en claro que no estaba bien—Gracias por preguntar—giró sobre sus talones retirándose. Él la miró alejarse algo preocupado, las personas tenían sus propios problemas y el mundo cada vez estaba perdiendo su empatía por los demás, cuando él se sentía mal se alejaba de sus amigos e intentaba mezclarse entre las personas normales, esas que tienen vidas comunes.
La chica se detuvo en la acera mirando al suelo, escuchaba los autos pasar y consideró la posibilidad de pararse en medio para esperar que alguien decidiera llevársela por delante. Dispuesta a avanzar alguien tocó su espalda, era el chico de hace segundos.
—Lo siento, pero con esta lluvia...sería mejor evitar mojarse, no creo que sea sano—le brindó una pequeña sonrisa que ella no pudo ver.
—Debo hacer unas cosas antes, no se preocupe, ya estoy...empapada—miró su uniforme con un suspiro cansado—Gracias.
—Lamento ser tan entrometido, ¿Ha tenido un mal día?—ambos se miraron. Ella contuvo el llanto que quería salir, estaba tan sensible con todo desde hace semanas—Todos tenemos malos días, pensamos que no podemos salir de nuestros problemas—notó los ojos llorosos de la chica—Pero si podemos, a veces despertamos con ganas de enfrentar al mundo, todo es...parte del ser humano.
— ¿Qué clase de día...es hoy para usted?—aclaró su garganta.
—Uno nostálgico, melancólico y quizás un poco feliz.
—Son muchos días en uno.
—Los cumpleaños suelen ser así a veces.
— ¿Es su cumpleaños?—sonrió un poco—Feliz cumpleaños...
—Nochu.
— ¿Nochu?
—Es un apodo que algunos suelen usar conmigo, especialmente los más cercanos—indicó.
—Feliz cumpleaños, Nochu—aferró su mano a la correa de su bolso—Soy Iliza Kim.
—Iliza—repitió pensativo—Es un bonito nombre.
—Es inusual.
—Dicen que lo inusual es bueno—Iliza sonrió ladinamente. El chico sólo intentaba animarla.
— ¿No deberías estar en casa celebrando tu cumpleaños, Nochu? No creo que caminar en la lluvia sea buena idea.
—A veces es necesario hacerlo—se encogió de hombros mirando a las personas cruzar la calle cuando el semáforo lo indicó—Aunque no esperaba que lloviera tan fuerte.
Iliza sonrió apenas abrazándose así misma, Nochu notó que sus labios se tornaban pálidos, debía estar congelándose.
— ¿Puedo darle un consejo? Hay un local no muy lejos de aquí donde sirven bebidas calientes, puedes leer cualquier libro y descansar al mismo tiempo, es una cafetería moderna, ¿Le gustaría ir?
— ¿Pasarás las últimas horas de tu cumpleaños conmigo?
—No me molestaría.
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La cafetería estaba un poco llena a esa hora pero quedaban tiendas disponibles para acomodarse y calentarse, eran burbujas que al abrir la cremallera tenía mantas y almohadas. Iliza se había abrigado con una mientras Nochu pedía algo caliente para ella, regresó con una bandeja en sus manos, el lugar tenía una biblioteca grande, la mayoría iba allí a leer en silencio.
— ¿No quieres nada?
—Creo que usted lo necesita más en este momento, está temblando—le entregó el vaso de Latte con mucha crema. Iliza bebió un poco sintiendo su cuerpo entrar en calor con el líquido tibio— ¿Está bueno?
—Perfectamente. ¿Quieres un poco?
—Beba primero—acomodó sus piernas. Ambos estaban sin sus zapatos estando en calcetines, los pies de Iliza eran pequeños y tiernos para Nochu, el chico descubrió su cabeza exponiendo su melena oscura, Iliza notó un piercing en su ceja derecha, eran dos bolitas plateadas.
—Me gusta tu piercing—señaló— ¿Dolió mucho?
—Soy fuerte—le restó importancia. Tenía una de sus manos escondida en el bolsillo de su sudadera— ¿A qué se dedica?
—Prefiero hablar sin formalidades—dejó el vaso de Latte entre ambos—Hace unas semanas inicié en el banco, me encargo de guiar a las personas para que realicen sus pagos y depósitos.
— ¿Orientadora?
—Sí, así es—tomó una galleta en forma de estrella dándole un mordisco— ¿Y tú?
Su mente rápidamente pensó en algo, si le decía quien era en realidad podía enloquecer de repente.
—Soy estudiante, estoy en la carrera de música.
—Oh, ¿Quieres ser cantante?
—Quiero mejorar mis tácticas para producir o escribir canciones—indicó—Las personas suelen decir que soy perfecto, no sé si sea cierto pero nunca siento que lo sea.
—Las personas tienden a pensar que si no es perfecto no está bien, olvidan el esfuerzo que puso esa persona en intentar hacerlo perfecto—su rostro de nuevo dejó ver tristeza.
Nochu ladeó su cabeza mirándola con atención.
—Los jóvenes como nosotros siempre buscan eso, ser perfectos, la sociedad los presiona y es cuando estallan—entonces añadió—Como tú.
Iliza bajó la cabeza algo avergonzada.
—Estoy en un punto de mi vida donde ya no me importa nada, Nochu—suspiró—Quiero desaparecer, todos estarían mejor.
—No creo que sea la solución. Debe haber al menos una persona que se preocupe por ti.
—No lo sé, cada vez que avanzo un escalón ocurre algo que me hace retroceder dos—dejó la galleta a medio terminar—A veces te cansas de seguir luchando.
— ¿Por qué no dejas que todo fluya con normalidad?
—Todo fluye de mala manera.
El chico pensó en cómo hacerla sentir mejor, en como mantener al menos sus esperanzas de la vida un poco más arriba.
— ¿Te gustan los videojuegos?
— ¿Qué? Sí.
— ¿Cuáles son tu estilo?
—Aquellos que tienen una historia que contar. Ya sabes, los que debes revisar bien cada rincón para recoger artículos que puedan mejorar tu personaje.
—Si lo piensas bien, la vida puede parecerse a eso, el personaje revisa cada rincón pero para obtener mejoras debe arriesgarse en ocasiones, quizás estás en esa etapa donde las cosas malas pasan para ponerte a prueba y hacer que puedas mejorar.
Iliza sonrió un poco entrecerrando sus ojos.
—Algo me dice que eres psicólogo.
—No—se echó a reír logrando sacarle una sonrisa. Algo en esa risa se le hizo familiar—Sólo intento hacer que me entiendas, ¿Tienes algún cantante favorito?
—Es una banda—dijo—BTS.
— ¿Quién es tu bias?
—Me gusta la maknae line, amo a los siete, de hecho, pero siento que me identifico mucho con Jeon JungKook—él sonrió y ella de nuevo no pudo verlo—Si lo conociera en persona...le agradecería por existir—Iliza sonrió de otra manera. Sus ojos brillaron y no por las lágrimas—Cada vez que veo un vídeo suyo hace que el mundo no sea tan oscuro, es...lindo—se sonrojó—Es estúpido, ¿Cierto?
—No, para nada, todos tenemos a alguien que admiramos. ¿No has ido a sus conciertos?
—No he tenido la suerte, siempre termino gastando el dinero en otras cosas. Gracias por no reírte.
—Está bien, también me gusta esa banda y mi bias es el maknae, sin dudarlo.
— ¿Enserio?—se sorprendió—Eres un fan boy.
— ¿A qué te refieres cuando dices que te identificas con él?
—Mmm...—lo pensó—Por un tiempo tuve que alejarme de mi familia para seguir mis sueños, estuve sola por ese tiempo, me gustan los videojuegos y aunque en pocas veces soy competitiva, me gusta hacer las cosas bien—se encogió de hombros—Las canciones que escribe son hermosas, ¿Escuchaste "Decalcomanie"? Aunque fue una corta versión...fue hermosa, sentí que era para mí.
Nochu la veía con admiración, era una fan que estaba admirando a su idol más allá de la apariencia.
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Nochu la había acompañado a tomar un taxi cuando la lluvia se detuvo, Iliza llegó a casa encontrando las luces apagadas, sin despertar a nadie fue a su habitación teniendo una notificación de Vlive.
Jeon JungKook estaba en vivo.
Tomó asiento en su cama soltando el bolso y entrando al directo, el chico estaba en el estudio frente a la cámara, aquel piercing le recordó al que Nochu tenía, JungKook llevaba una camisa gris, los comentarios lo felicitaban por su cumpleaños, tontamente sonreía mirándolo, pasaron dos horas y se encontraba acostada mirando como cantaba algunas canciones, incluso cuando Hoseok otro de los miembros aparecía felicitándolo. La situación cambió cuando JungKook tocó un tema.
—Antes de iniciar el directo salí a caminar aunque estaba lloviendo, llevé mi paraguas por si acaso...—en su rostro se notaba que pensaba bien si decirlo o no—Me encontré con alguien, hablamos y me enteré que tenía un mal día, esa persona estaba...sufriendo por algo—sentado en la silla se notaba nervioso—Sé que debe estar viendo esto, dijo que era un fiel seguidor de la banda y de mí—Iliza se incorporó en un movimiento—Gracias, por hacer mi cumpleaños...más interesante—sonrió mirando fijamente la cámara y ella sentía que estaba viéndola—Esa persona sabe quien es, espero volver a encontrarnos pronto.
—Nochu...—Iliza hizo la conexión. Quien estuvo con ella todo ese rato había sido nada más y nada menos que Jeon JungKook, su ídolo favorito.
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