Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

Capítulo 8

California

Con el transcurso de la semana los ánimos se calmaron.

Mi madre no ha dejado de insistir en el aborto. Papá está contento, me apoya y sigue convenciéndola de hacerse a la idea.

Por fortuna no he reprobado ninguna de mis materias. Eros ya ha tenido que chantajear a dos profesores para que le aprueben, pero todo está quedando listo para que el siguiente semestre comience perfectamente.

Esta vez no habrá guerras estúpidas en las cuales perder el tiempo.

Estoy segura que será un buen año.

Eliot se me acerca, y para cuando lo noto es tarde para huir.

—¿Podemos hablar? — pide.

—No hay nada que hablar.

—Lo hay. Fui un idiota, no debí desconfiar de ti ni tratarte de esa manera, por favor perdóname.

—Está bien — accedo —. Estás perdonado.

—Yo... de verdad te quiero, no sé qué ha ocurrido, no tengo idea de lo que pasa en tu vida ahora, pero... quiero poder estar contigo. Quiero que me des una segunda oportunidad.

—Eliot, no... — esto será muy duro —. No puedo. Este de verdad no es un buen momento...

—Sé que no, pero quiero estar a tu lado...

—Basta, Eliot — ordeno —. Estoy embarazada, ¿bien? Lo nuestro no es posible.

La noticia lo golpea.

Puedo ver cómo le ha dolido enterarse.

—Pero de...

—No hagas más preguntas — ruego —. Por favor, sólo déjame.

Me marcho.

No puedo arriesgarme a más preguntas que no deseo responder.

O que simplemente no puedo.

Y mientras me alejo lo pienso bien.

Nuestra ruptura fue buena después de todo, pues para cuando fuimos novios ya estaba embarazada.

Habría sido un gran problema.

Aún peor del que fue.

Y oficialmente este viernes comienzan mis vacaciones de invierno.

Unas que ya había planeado bastante y ahora serán diferentes.

Mi mejilla es besada algo brusca, y otra boca diferente besa mis labios un segundo después.

—Wow... — admiro con lentitud —. ¿Andas flechando gente, Cupido?

—Tal vez a algunos — acepta.

—¿De repente amanecieron de buenas y muy amorosos?

—De repente empezaron a ser vacaciones — dice Ares y río.

—Claro, ya entiendo.

—Aunque... — inquiere Eros pensativo —. Tenemos que hablar con nuestros padres acerca del bebé... quien sabe, puede que las vacaciones no sean tan buenas.

—Pues estamos en situaciones parecidas.

—Mañana tendremos una comida familiar en casa de la abuela — cuenta el rubio —. Pensamos hablarlo ahí.

—Suerte, yo mañana salgo a primera hora a quien sabe dónde. La casa del abuelo — explico muy despistada.

—Bueno, al menos tú ya sabes qué será de tus vacaciones, tus padres están enterados. Puede que nosotros aparezcamos en las noticias de mañana — sugiere Ares.

—Jóvenes asesinados en un arranque de ira de su padre — termina Eros.

—No exageres.

Seguimos andando hacia la residencia, el pavimento está cubierto por una delgada capa de nieve y está haciendo un frío horrible.

Mientras siento que comienzo a congelarme a pesar de mi abrigo, el par de chicos se acerca a mí y me brindan calor mientras llegamos.

—¿Alguno podría sacar mi moto de aquí y llevarla a un lugar seguro? — pido.

—Eros — llama el rubio —. Llévala a Manhattan, yo me llevo la Jeep y Hades mi Mustang.

—Vale — acepta el castaño sin chistar ni señales de disgusto por seguir órdenes.

—Gracias.

—No es nada, pequeña.

Entramos al fin a la residencia y nos separamos un poco entre la multitud habitual del pasillo principal.

Consigo subir las escaleras primero y espero un poco a los gemelos.

—¿Cómo vas a marcharte? — pregunta Eros.

—Llamaré a papá y enviará al chofer por mí — contesto.

—Olvídalo, Ares te llevará a casa.

—Así es, te llevo — acepta enseguida el rubio.

—Está bien, sólo tengo que recoger mis cosas, ¿tienen algo por hacer?

—Lo mismo.

Llegamos al pasillo y nos dispersamos en direcciones diferentes.

Entro a mi habitación, tomo mi maleta hecha y me cercioro de que no haya olvidado nada.

Recojo también la maleta con los juguetes de Cerbero, y ambos esperamos a que venga Eros a meterlo a otro bolso y ocultarlo para salir.

Sobre mi cama hay una nota.

"Te deseo muchísima suerte en estas vacaciones y fin de año, sé que podrás solucionar todo, confío en ti.

Te quiero muchísimo, nos vemos el año que viene, jaja.

Pdt: sé que ese dinero no se reprodujo sólo en mi cartera, California".

Río por la nota de Becka y la guardo rápidamente en mi maleta también.

La adoro.

Me asomo al pasillo y veo que los chicos ya vienen hacia acá.

Eros entra y me quedo con el rubio en la entrada mientras observamos al castaño arreglárselas para meter a Cerbero a una maleta.

Después de todo, ya no es el mismo pequeño de hace unos meses.

Cierro bien la puerta, me aseguro de que no pueda abrirse y nos marchamos.

El recorrido es el mismo.

En el pasillo principal es poco más caótico debido al bolso extra sobre la espalda.

Pero conseguimos salir al frío de nuevo.

Vamos hasta la Jeep de Fenix, éste sube al pequeño a la parte trasera y abre la bolsa para que pueda salir.

Le entrego las llaves de la motocicleta y me abraza.

—Espero que podamos vernos pronto, quizá la siguiente semana... — comienza —. O al menos antes de que el año acabe.

—Eso espero yo también — suspiro al verlo un poco difícil —. Cuídate, Fenix.

—Tú igual, Cali — pide —. Suerte en tu fin de semana fuera.

—Y tú en tu comida familiar.

Ambos nos damos un beso en la mejilla y me marcho con Ares.

(...)

—¿Has empacado ya? — interroga mi madre mientras estoy frente a la estufa cocinando varias cosas para el viaje.

—Sí — asiento.

—Quiero hablar contigo — y eso me pone muy tensa.

Quiero llamar a papá o salir corriendo, ya no soporto las charlas con mamá.

—¿Qué pasa?

Inhala profundamente y suspira

—Siento haberme puesto de esa manera... si quieres tener a ese bebé.... está bien.

—Gracias, mamá — digo, pero sé que sólo está siendo obligada por mi padre y de verdad no quiere a este bebé.

Asiente y se marcha de nuevo.

Comienzo a empaquetar comida, y como de todo a la vez.

—¿Antojos de embarazo? — Hera entra a la cocina.

—Puede que sí — confieso.

La chica se acerca y toma una galleta salada, encima un poco de chorizo y lo come.

—Mm... delicioso — dice.

—Lo sé — apoyo y cierro los empaques de una vez.

—¡Hey! Dame más.

—No es la cena, es comida para el viaje de mañana — aclaro.

—Joder.

Me río y guardo todo en una bolsa.

—Y a todo esto... — vuelve a hablar —. ¿Quien de gustaría que fuera el papá?

Carajo, que terrible pregunta.

—No lo sé, Hera...

—¡Quien sea! — dice —. No importa si es imposible.

Y por un instante una idea dolorosa se cruza por mi mente.

—Me gustaría que todo fuera diferente, y... que fuera de Uriah.

—¡Joder!

—Shhh.

—Bueno, bueno.

Alejo pensamientos dolorosos fuera de mi mente y me mantengo serena.

—Sí estaba bueno — reconoce.

—Era más que eso.

—¿Follaba bien?

Suelto una carcajada.

—Bien suena a nada.

—Siempre creí que era de esos tipos grandes con miembro pequeño — opina mordiendo una manzana.

—Pues no, es de esos tipos que tienen todo grande en absoluto.

Y vuelvo a extrañarlo.

No he podido superarle de verdad. Solo me he obligado a no pensar ni un poco en él.

Pero lo extraño con mi alma.

—Sé lo duro que es esto... — menciona con pesar —. En verdad lo siento, solo puedo decir que lo mejor es seguir con tu vida, a fin de cuentas vas a superarlo tarde o temprano.

Asiento. Sé que así será.

Incluso intento convencerme de que no debería dolerme tanto, después de todo fue muy poco tiempo el que compartimos.

Pero se robó mi corazón en segundos.

Aquel peligroso enemigo de los dioses terminó destruyéndome al ser derrotado por ellos.

Pero debo seguir adelante.

Salgo de la cocina y me dirijo a mi habitación.

La casa entera está sumergida en silencio, y sólo puedo sentir necesidad por encerrarme en mi alcoba.

Por fortuna no me encuentro con nadie en todo el camino, incluso pienso que mis padres pudieron salir.

Cuando al fin estoy en mi pieza veo a Cerbero dormido sobre mi cama, abro la maleta que traje de Umbra y saco su contenido sobre mi cama.

Tomo una chaqueta de piel negra, la acerco a mi rostro y huelo la prenda.

Aún conserva su olor.

Y por un segundo siento que Uriah está aquí.

Pero la realidad es muy diferente.

___________________
Siguiente actualización, viernes 29 de octubre. 🎃

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro