N/V: Antes de empezar este capítulo quiero disculparme por haber desaparecido por dos meses sin dar una explicación, es una larga historia, mi vida dio un giro de 180° en el que todo cambió de repente y nada volvió a ser igual y mi poco tiempo libre lo dedico a mí misma como alguna vez me llegaron a decir. .

Pero he encontrado pequeños espacios para escribir y continuar con las historias.

Tal vez ya no me vean activa comentando ni roleando como antes, pero que sepan que siempre estoy ahí y compartiré lo que tenga de vez en cuando.

Ustedes fueron y son lo que me mantiene creando ideas en mi cabeza por más lejos que esté💜

Los quiero y ahora sí, el show continuará.

26 de agosto del 2019

19:56 hrs.

"Mi gran amiga... perdón por no ser valiente y despedirme de frente... sabes que es algo que jamás fuí...

Sé que te prometí continuar mil y una veces... pero he tocado fondo... cada día que pasa es un infierno para mí, ¡ya no lo soporto!

Por favor... no te culpes por esto, hiciste mucho por mí y lo agradezco... pero simplemente ya no puedo continuar... de verdad lo siento...

Sigue adelante, no dejes que nadie te menosprecie ni te trate mal.

Me voy... pero tú guardarás todos nuestros momentos, te juro que todas las veces que sonreía eran reales, nunca tuviste una sonrisa falsa de mi parte, te lo aseguro.

Estoy seguro que para cuando leas esto... yo ya no estaré para darte explicaciones... perdón por hacerte sufrir una vez más...

Recuerda que siempre vamos a estar unidos... te quiero...

Adiós y lo siento.

Te quiere: **** o como me solías llamar... 'Chiquitosis' (aunque era claro que tú tampoco eras muy alta :P)".

Era como la décima vez que leía esa carta, sabía que si seguía haciéndolo le haría más daño, pero ya daba igual, el estar bien no lo traería de vuelta.

Nada lo haría nunca.

Violett estaba destrozada por un lado de su cama, pobre, parecía que no había poder en el mundo que la pudiera consolar.

Ultraviolenta, por otro lado, solo se limitaba a torcer su boca en una mueca de ira, así como cuando se había visto cara a cara con su parte contraria.

Tomó el celular que alguna vez llegó a pertenecer al chico fallecido, al encenderlo lo primero que vio fue su lista de reproducción, como si antes de hacer lo que hizo estuviera escuchando esa canción.

Le dio play y una melodía desgarradora llegó a los oídos de la contraria.

"Despierto sin ganas de otro día, y será el último, pocos me creen, hoy llega mi edén..."

-Apaga esa cosa... -oyó a Violett advertirle con la voz quebrantada.

No hizo caso.

"Ya estoy muerto por dentro y estoy cansado, estoy harto de vivir huyendo siempre del pasado".

Conforme pasaba cada verso de aquella dolorosa canción la atmósfera se tornaba el doble de cruel. Ambas, en una sola persona, estuvieron en los peores momentos de su amigo y no pudieron ayudarlo.

Ninguna sabía si lo que pasaría enseguida era un fantasma o un recuerdo.

Ahí lo veían, era un niño de nueve años que sufría por el abuso psicológico de un chico mayor que él.

Desapareció. Acto seguido apareció un reflejo de sus ojos cristalinos y llenos de pánico ante la cruel mirada de Montiel, quien lo retaba fuertemente por no saber manejar sus emociones.

Volvió a aparecer su imagen decaída y triste por el rechazo de todos hacia él y Violeta, eran siempre los elegidos al final, los ignorados, los invisibles, los que podrían morir al siguiente día y nadie de su grupo les lloraría, ni siquiera se darían cuenta.

Una vez más desapareció, seguidamente la imagen cambió al chico con una mirada de molestia a sus "amigos" de la secundaria, todos esperaban tanto de él y de su mejor amiga, pero ninguno estaba dispuesto a comprenderlos a ambos.

Otro reflejo con un corazón roto, perdieron a la única amiga de ese grupo que los apoyó y entendió, no pudieron despedirse y ahora se marchaba para no volverla a ver jamás. El odio hacia la familia de esa chica no podía ser mayor en ese momento.

Una visión más, sus manos lucían lastimadas, al decírselo, este la abrazó fuertemente y sollozó pidiendo perdón por su debilidad.

Finalmente... el peor de los recuerdos llegaba a sus vistas.

Un chico de recientemente dieciséis años encerrado en un féretro, con los ojos cerrados y los labios sin expresión alguna.

Sin vida.

"Dile a mi madre que siempre la quise y que lo siento, a mi bro que busque mis palabras en el viento cuando sople..."

-Ya basta... -advirtió de nuevo Violett, esta vez su voz sonaba más seria.

"...a los que desearon mi mal yo les deseo el doble, por haber hecho pedazos un corazón noble".

-¡Basta! -exclamó Violett intentando arrebatarle el aparato- ¡Te dije que te detuvieras, ¿no entiendes?!

-¡A mí no me hablas así! -reclamó la más pálida apartándose.

-¡Tú no me vas a decir cómo debo tratarte!

-¡Y tú no me dirás qué hacer!

-¡Cállate! ¡Apaga esa cosa ya! -exclamó en medio de un llanto inconsolable.

Sin más remedio, Ultraviolenta puso pausa a la canción, escuchando por último el llanto de su parte contraria.

-¡¿Por qué llevaste tu vida lejos de mí?! -le oyó sollozar.

La más pálida suspiró y se recostó sobre la cama, pensando en el último verso que escuchó, ella realmente les deseaba el doble de mal que recibió su mejor amigo a las personas que le habían hecho daño.

Pero no bastaba con desearlo... quería que eso sucediera.

Tenía en mente tantas cosas crueles y malvadas que deseaba que les sucedieran a los que acabaron a su amigo.

Si tan solo pudiera...

O tal vez...

Sí era posible saciar ese deseo.

Solo necesitaba un par de cosas e iría tras su primera presa en cuanto tuviera oportunidad.

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Saludos, espero que les haya gustado, no olviden votar y comentar.

Bueno, así surgió la idea de mis venganzas, ell@s lo destruyeron, ahora yo los destruyo.

Sí, les debo un capítulo de cómo me vengué de un imbécil que no nos valoró ni a Violett ni a mí cuando estábamos juntas, pero ese es el siguiente.

Ya se los traigo *desaparece en medio de las llamas*.

Ultraviolenta🔥