Regaló de cumpleaños pará DannaL1342 muchas felicidades en tu día.

Estuve viendo teorías que en la serie en cuerpo de Alastor en realidad es un muñeco Budu, me llamo mucho la atención él concepto.

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Dejando de caminar delante la puerta interrumpió con decoro, esperando mientras escuchaba quejas del otro lado, conteniendo una sonrisa para sí mismo. La noche fuera era oscura, con una pequeña luz que no dejaba de parpadear. Seguramente pronto dejaría de funcionar.

— ¿Quién puede veni…? ¡Alastor! ¿¡Pero qué haces a estas horas!? Yo apenas acabo de salir del trabajo, espero que tengas una buena excusa. — Replicando le dejó entrar, buscando el reloj de su sala, casi eran las 2. Normalmente no estaría robando fuera de casa.

— Para tu satisfacción, solo estuve con Charlie. — La mujer chaparrita soltó una exclamación apenas escuchó eso, sentándose lentamente, quería saber con un sumo entusiasmo visible.

— Espero que la chica haya seguido mi consejo,  y espero que hayas sido un gatito bueno.

— ¿Por qué no me sorprende saber que eso fue idea tuya? — Se volteó a la mujer, arqueando las cejas.

— Un poco de whisky y algo de Jazz, siempre te saco los ánimos que no tenías cuando ibas a mi trabajo. Obvio es perfecto para una velada con esa hermosa chica. ¿Se portó bien el gatito?

— Ay Mitzy, ¿Qué haré contigo? — Con sarcasmo le dijo al aire, pero la mujer le respondió de igual manera.

— En primera, responde mis preguntas. En segunda, agradecerme si salió todo bien.

— Fue una noche estupenda, Charlie es tan dulce en muchos sentidos. Más de los que yo creí, pero sabes que detesto que se metan en mis asuntos privados. — Su tono se endureció un poquito, Mitsy respondió con fastidio.

— Ay Alastor, solo queremos verte feliz con esa chica. Rosie también está encantada también, verte feliz es satisfactorio para nosotras. — Recordaba bien esa amenaza que ambas dejaron sobre él cuando se enteraron de la existencia de Charlie en su vida.

— Qué más quisiera yo, que estar al lado de esa chica el resto de mi vida, pero lastimosamente mi vida dejó de pertenecerme hace mucho.

— ¡Hey! ¡No digas eso! Está bien que tengas que ocultarle cosas de tu trabajo real, pero es como si fueran cosas que nadie haya ocultado con éxito ya. Date el gusto de una relación con tranquilidad. — Quiso calmarlo, Alastor río suave negando lo dicho por ella.

— No, Mitzy, de verdad mi vida ya no me pertenece, mi fecha de muerte está pactada. Aunque tarde, llegará. — Sacando de su abrigo un pequeño muñeco idéntico a él y una carta sellada con cera, le fueron dejadas a la mujer. — Cuidalos bien. Aunque ya mi vida no sea mía, mi alma siempre lo será. Ya que has tenido el atrevimiento de meter mano en mi relación, por favor, entrégale a Charlie una vez se haga público mi muerte.

— ¿Bubu? — Contradictoriamente este tipo de temas aterraban a la mujer, una cosa era estar involucrada con asesinos como Alastor, drogas y trucos sucios como era lo peor que podía ver en su trabajo, pero la brujería era algo totalmente fuera de sí misma. Ni se atrevía a tocar el muñeco, le causaba un fuerte ataque de nervios ver su rostro.

— En efecto. Prometo hacerla feliz hasta que ese día llegue.

— Alastor, me estás asustando mucho. ¿De verdad sabes cuándo morirás? ¿En qué cosa te has metido como para eso?

— Solo te dire que nada puedo hacer, más gente morirá si alguien trata de interferir. Es solo lo que tengo que pagar. — Ya era preocupante lo que decía, su expresión no hacía mejor las cosas. Su sonrisa se mantenía intacta. — Por eso, vine a pedirte que junto con Rosie, le entreguen esto a Charlie. La única forma que tengo de cuidarla.

— Prometo que lo haré. ¿Vas a quedarte a dormir? — En un vago intento de cambiar de tema no logro nada. Alastor negó despidiéndose de ella, cerrando la puerta tras de ella.

Sola nuevamente, el muñeco que tenía frente se hacía más escalofriante que antes. Busco una caja para ocultarlos, después los dejaría ya decorados para darlos de regalo. Rosie también estaba ligada a la brujería, pudo confirmarle que no era peligroso para nadie que pueda estar alrededor del muñeco, pero no la culpaba por sentirse incómoda. 

— Alastor ha alcanzado un poder bastante peligroso. Es impresionante, pero a la vez preocupante… — Volviendo a poner el muñeco en la caja, Rosie suspiro, poniendo su mano en su cara. Ambas igual de preocupadas. — De momento solo entreguémonos, aunque, también deberíamos quedarnos cerca de ella, si esto es lo que creo, es posible que se de cuenta de la verdad.

7 meses fue el tiempo que se quedaron con Alastor, en los primeros meses de invierno fue asesinado. Perseguido hasta el bosque donde de un disparo cuál venado cayó al suelo sin vida y desangrado.

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<<Mi querida Charlie. Este regalo lo hice con bastante antelación pues ya tenía una idea que cosas como estas podrían pasar tarde o temprano, debido a que siempre han existido cosas que nunca pude decirte, cosas de las cuales siempre me pregunté cuál habría sido tu reacción. Aunque suene como un sin sentido posiblemente de todas maneras pronto puede que lo sepas, mi vida siempre fue complicada, tu presencia fue sumamente relajante y nueva para mi, recuerdo justo que al inicio estaba reacio a aceptar esa novedad que tu brillante ser me inspiraba. Lamento dejarte sola, aun con todo lo ajetreado en mi vida, fue feliz en mi relación contigo, estaría feliz de seguir por muchos años. Sabrás que no me considero él más creyente, pero ya sea en el cielo, en el limbo o en el infierno, te espero para estar junto para la eternidad. Por favor, no borres esa sonrisa optimista tuya.>>

La mujer rubia secó sus lágrimas por horas de llanto, tomando el valor para abrir la caja. Su padre y su madre estaban en su casa para atenderla y no dejarla sola.

— No entiendo nada… — La leyó más de una vez y quedó más confundida. Tomando el muñeco que acaricio con nostalgia, era una réplica muy adorable de Alastor, con un traje rojo y un sombrero algo raro. Acariciando su mejilla como si fuera él real.

De un momento a otro sintió frío en el cuarto, a la par que una mano acariciando su mejilla. Haciéndola saltar de su cama, pegando el muñeco al pecho.

>> ¿Qué fue…? — No supo si prestarle atención o no, mirando el objeto en sus manos otra vez. Le hubiera gustado que Alastor le dijera más cosas si en serio tenía tantos secretos, derramando una lágrima sobre el muñeco. Volviendo a acostarse hasta que la voz de su padre le indico que bajara.

Ambos se habían mudado con ella para acompañarla con el luto, dejando el muñeco en la sala una vez abrió la puerta, Charlie volvió a saltar del susto cuando la luz de la ventana por unos segundos dejó ver una sombra en la pared, la silueta era familiar pero tenía ciertos detalles que logró diferenciar a pesar del poco tiempo en la que logró verlo.

>> En un minuto voy… — Extrañamente, no sentía tanto miedo como debería, sentía más confusión e intriga por lo visto, sumado al hecho que las descripciones que venían en su última carta, ¿A eso se refería Alastor? Miró al muñeco y volvió a ver en direccion a su pared, buscando por donde había desaparecido.

La respuesta era esa pero aun era muy débil para manifestarse como debía, la sombra de Alastor apenas salía del muñeco.

Su madre no tardó en entrar a verla, aunque su rostro estaba inexpresivo no tardó en expresar su preocupación por su hija. Allí fue cuando Charlie lo ignoró, bajando con sus padres.

Una sombra en su pared observaba su cuerpo dormido, el alma de Alastor yacía dentro del muñeco y lo estaría toda la vida cuidando de su Charlie. La vio sonreír ya dormida, abrazando más el muñeco. Una noche reconfortante para ella.

Su alma sonrió al ver como Charlie ponía un pequeño anillo al muñeco unos días después,la había visto ir y venir, ¿Será que se habrá dado cuenta? Después de todo, lo terminó volviendo un adorno que llevaría siempre con ella.