Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

하나

— Taehyung-ah, por favor, escúchame.

Un rotundo silencio que formaba una constante angustia y quietud para todos.

— Taehyung, abre la puerta un segundo, ¿puedes? Por favor, sabes que a él no le hubiera gustado verte recaer tanto. — Intentó una vez más Hoseok, aquel que fue uno de los mejores amigos de Min Yoongi, casi hermanos de toda la vida. — Llevas meses así, por favor, no sigas.

—Taehyung, no nos apartes de estar contigo, te necesitamos tanto y sé que tú a nosotros. — Continúa esta vez Jimin, él no puede contener su profundo dolor y se deshace en lágrimas porque no puede siquiera imaginarse el dolor de su amigo por la pérdida de quien llamó alma gemela. — Háblanos, por favor, sólo déjanos verte un momento.

Los constantes recuerdos dolorosos no cesan ni por un momento, todos ellos en su cabeza como recordatorio de que nunca más volvería a pasar por ellos.

¿Por qué se tiene que perder a quien amas? ¿Por qué? ¿Y cómo sigues adelante?

De lo único que está consciente Jimin es que Taehyung los necesita más ahora que nunca y que será duro superar algo tan grande como la muerte de Min Yoongi, su prometido.

— Sólo déjenme un rato a solas. — Él les pide con cansancio, recargado en aquella puerta de madera para bloquear cualquier intento de pasar a través de ella, su rostro apagado y húmedo de tanto desmoronarse en lágrimas. La fotografía de su amado entre sus brazos, aferrándose a conservar la hermosa sonrisa en su cabeza, aferrándose a lo único que tenía consigo. — Por favor, les estoy rogando, déjenme a solas con mi dolor. Quiero llorarlo, quiero despedirlo, déjenme y lárguense.

Taehyung, sólo házlo, deja que ellos puedan darte el consuelo que yo no puedo.

No importa cuántas veces Yoongi se deshaga en gritos o lamentos porque él no puede escucharle en lo absoluto, no puede hacer nada por el hombre que tanto adoraba, ni siquiera podía hacer algo por él mismo.

Condenado a ver el sufrimiento de quien ama por alguna razón, aún existiendo entre el vacío de los muertos, jadeando en dolor de tanto tormento.

Quiere sostener sus manos, quiere abrazarlo hasta que deje de llorar, quiere besarlo hasta que deje de sentir que lo que pasó es su culpa.

Fue un suceso inevitable, no era algo que pudiera predecirse de alguna forma. Taehyung no podría saber que Yoongi se estrellaría aquella noche que volvía a casa, aquel día en donde ambos esperaban con ansias el verse después de tantos días separados.

— Abre esa puerta, Taehyung, siénteme por favor. Estoy aquí, deja que ellos estén contigo también, jamás estarás solo.

Yoongi sólo obtiene un llanto más doloroso, es en vano que siga intentándolo porque su mitad jamás volvería a escucharle alguna vez. No importan los objetos que intente lanzar para llamar su atención o los gritos que no cesan de sus labios.

— Tae, sigue hablándome, no intentaré entrar de nuevo pero continúa hablándome. ¿Lo harías, por favor?

Suspira con nostalgia cuando reacciona ante la voz de Hoseok, su gran amigo, sonríe tan despacio agradecido de que su amado no estuviera enfrentando aquella agonía en soledad.

Yoongi mantiene su cercanía con Taehyung, se coloca de cuclillas para poder ver su rostro de nuevo, observándolo con quietud y tratando de memorizar todo lo que pudiera.

— Perdóname, Tae... Yo no quería dejarte así, no lo quería. —  Él se disculpa con una sonrisa llena de tristeza, sujetando con sus pálidas manos las mejillas de Taehyung, aquellas que permanecen húmedas y frías por el rastro de llanto en sus luceros. — Pero no es algo que yo pueda decidir, ¿sabes? Sólo suceden cosas así, el destino o alguna mierda.

— Es mi culpa. — Se repite de manera constante como una especie mantra para su dolor, quedándose aferrado como un loco a aquel marco hermoso entre sus manos, aterrado de que pudiera irse también.

—No, no es tu culpa. Nadie podría haberlo imaginado, Tae. No podemos evitar el destino pero te juro que jamás habría aceptado dejarte.

¿Taehyung?— Lo llama Jimin en súplica y angustia desde el otro lado de la puerta, Yoongi suspira aún con sus ojos cariñosos sobre su amado.  — Te prometo que no molestaré, sólo no dejes de hablarnos. Háblanos, continúa hablando de él, yo te escucharé.

— ¿Recuerdas lo que te dije una vez, cariño? — Cuestiona a pesar de que sabe que no obtendrá respuesta alguna, sus dedos deslizándose por cada parte del rostro de su novio con esa delicadeza que le caracterizaba, de esa manera jamás olvidará lo que era amar a Kim Taehyung.

Yoongi está casi seguro de que Taehyung abrirá la puerta, no porque sienta la necesidad de hacerlo.

Lo hará porque sabe perfectamente que es lo que él le pediría, porque sabe que sufriría de verlo en soledad con el dolor de su partida.

— Nadie nunca quiere estar solo en verdad y yo sé que no estoy solo porque siempre estás conmigo.

Entonces abrió la puerta cediéndole el paso a las únicas personas con las cuales podía compartir su pesar.

¿Qué ha pasado, Jungkookie? ¿Te sientes bien?

Seokjin observó a su hermano con preocupación, el menor de los Jeon se esforzaba por sostenerse de la barandilla de las escaleras, débil y mareado que no podía pararse correctamente.

— Sí, es sólo que sentí un dolor muy extraño en todo mi pecho. ¿Qué es lo que me pasa Seokjin hyung? ¿Estoy enfermo?

— Estás llorando, Jungkook. — Le avisa el mayor angustiado mientras se acercaba con apuro para sujetarlo de la cintura con firmeza, ayudándolo a sentarse en el colorido sofá al mismo tiempo que Namjoon le ofrecía un vaso con agua.  — Le diré a madre que te lleve con el viejo curandero, no te muevas de aquí, ¿está bien?

Seokjin corrió fuera de la pequeña casa en busca de su madre con urgencia, Jungkook obedeció a su hermano y se quedó quieto en el sofá. Un suspiro salió de sus agrietados labios y esas pequeñas gotas saladas seguían escurriendo por sus pómulos de manera involuntaria, ¿por qué lloraba?

— Parece que está sufriendo tu alma gemela, Jungkook-ah. — Susurra Namjoon preocupado, sentándose a su lado y colocando su diestra en el pecho de su hermano para revisarlo, continuando con sujetarle sus mejillas húmedas para observar por todos lados. — Debe estar pasando por algo muy feo para que estés así.

— ¿De qué hablas, hyung? — El muchachito le cuestiona ignorante a sus habladurías, rápidamente tocándose el pecho con temor de que algo muy malo pudiera estar pasándole, ¿por qué se siente de esta forma? ¿Por qué duele horriblemente?

— Bueno, según el pueblo, han murmurado que cuando sufres así de desconsolado es porque tu alma gemela está pasando por algo y tú compartes su dolor.

— No llenes de tonterías la cabeza de nuestro hermano, Namjoon. Y ayúdame a sostenerlo, debemos llevarlo rápido con el curandero para que pueda revisarlo. — Le pide Seokjin con más dureza de la que pensaba, sosteniendo con delicadeza el torso de su hermano mientras Namjoon marchaba atrás de ellos.

— ¡Cariño! ¿Qué pasa? ¿A dónde van?

— Madre, en marcha, tenemos que irnos ya.

— ¿Qué pasa? Seokjin, ¿qué le pasa a tu hermano? — Exige desesperada por una respuesta, observando a su hijo menor muy agitado y tocándose el pecho con insistencia.

La angustia se desata todavía más cuando Jungkook se queja en un jadeo y comienza con un llanto desconsolado y desgarrador.

¿Qué está ocurriendo?

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro