Cinco
ACLARACIÓN:
Lo que esté escrito de esta forma es porque algún personaje está soñando.
Solo Humanos
[NARRADOR]
Stiles no había estado durmiendo bien, desde que había tenido aquel extraño encuentro con el zorro negro en el bosque las pesadillas no lo dejaban descansar mas de seis o siete horas por semana, las ojeras y la palidez comenzaban a preocupar a sus amigos, a los cuales por alguna razón había comenzado a evitar. Stiles se sentía extraño, el sentimiento de vacío que había comenzado en su cama hace dos semanas había empeorado a tal punto que se sentía horriblemente débil, continuaba llevando la cuenta de sus días, ya solo le quedaban 133 hasta que le llegara su momento.
En ese momento el de ojos color miel estaba sentado en la escuela atendiendo a la clase de Harris, alguien golpeó a la puerta del salón y el profesor salió, Stiles notó que su querido amigo, al igual que los demás lobos en el salón, miraba fijamente hacia la puerta; él sabía que ellos podían escuchar la conversación que el profesor tenía con aquella persona que acababa de golpear y también olerla. Él estaba sentado solo en la última mesa de la hilera junto a la ventana, el señor Harris volvió a entrar y junto con él entró una chica de rasgos asiáticos y cabello negro, ella se quedó mirando a los Hombres lobo, deteniéndose en Scott y dedicándole una sonrisa.
- Muy bien chicos, ella es Kira Yukimura, su nueva compañera -La chica le sonrió a la clase.- Me temo que el único asiento vacío está junto al señor Stilinski.
- No hay problema.
La pelinegra caminó hacia donde estaba Stiles y se sentó junto a él mientras sacaba sus libros. Durante la clase Stiles intentaba encontrar algún tema de conversación, ya que estar sentado junto a la nueva sin hablarle le parecía de mala educación y ademas era incómodo, notó que cada tanto alguno de los betas o Scott miraba a la chica de reojo, la desconfianza se reflejaba en sus miradas y Stiles comprendió enseguida por qué.
- Así que... -Pensó bien sus palabras antes de hablar.- ¿Eres una sobrenatural?
La chica se sorprendió un poco al escuchar lo que el chico le susurraba, pero luego asintió con una sonrisa. Stiles estaba feliz de haber acertado, hubiera sido muy raro y difícil de explicar haberle hecho esa pregunta a un humano normal.
- ¿Qué eres exactamente? Por como te miran los demás no eres una loba o algo que conozcan.
- Soy una Kitsune -Respondió la chica.- ¿Y tú?
- Un humano.
- No hueles a humano, de hecho... -La chica se le acercó un poco.- Me hueles familiar.
- Pues hasta donde se soy humano, si me convierto en algo mas seras la primera a la que se lo diré.
Ambos rieron y fueron regañados por el profesor Harris, o mas bien Stiles fue regañado, porque el hombre solo le gritó a él. La clase continuó aburrida, tuvieron que hacer unos ejercicios con el compañero de mesa y, gracias a la inteligencia de la chica sentada a su lado, los dejaron salir antes de la clase para que no distrajeran a los demás. El ojimiel se ofreció a mostrarle la escuela a la chica mientras charlaban acerca de que era exactamente un Kitsune, Kira le explicó a Stiles que un Kitsune es una especie de zorro espiritual y que estos se dividen en diferentes ramas de la misma especie, también le contó que hay dos tipos de Kitsunes: Los Zenko, los cuales eran zorros benevolentes y protectores. Mientras que los Yako eran zorros traviesos y bromistas que podían llegar a ser malvados.
Luego de mostrarle la escuela y que comenzara la hora del almuerzo, Stiles le pidió que se sentara junto a él para poder presentarle a los demás. Todos recibieron muy bien a Kira, a excepción de Allison, por alguna razón ella miraba mal a la de rasgos orientales mientras Scott le hacía algunas preguntas acerca de su condición sobrenatural. La Argent se levantó y salió de la cafetería, el de cabello castaño se levantó de igual forma y la siguió, ella caminó hasta su casillero y él se colocó junto a ella.
- ¿Estás bien? -Le preguntó con interés.
- ¿Me veo bien?
- Te ves molesta -Resaltó Stiles.- O mas bien celosa de que Scott esté hablando tanto con Kira.
- Deberías asegurarte de que no eres un sobrenatural, porque pareces tener poderes psíquicos.- Dijo la chica un poco mas animada.
- Tranquila preciosa, nosotros dos siempre seremos los dos humanos de la manada y por nada del mundo te voy a dejar marginada.
Stiles se arrepintió de haber dicho eso, no le quedaba mucho tiempo de vida y eso podría afectar a su promesa, la cazadora pareció darse cuenta de la reciente tristeza del de ojos color miel porque se le acercó y lo abrazó. El castaño correspondió al abrazo y se separaron cuando el timbre remarcó que debían volver a clases.
- Gracias Stiles -Le dijo la chica mientras se separaban.- Eres un gran amigo.
- Si necesitas algo solo llámame, me asegurare de patearle el culo a Scott por lo que sea que te haga.
Ambos rieron y luego se fueron a sus respectivas clases, a Stiles le tocaba biología y a Allison francés, por lo que se fueron cada uno hacia el camino contrario por el cual iba el otro. Stiles se reunió con Scott y Erika de camino al salón, ninguno de los dos le hizo preguntas acerca a donde se había ido a mitad del almuerzo, aunque a Stiles no le preocupaba que no se lo preguntaran, estaba feliz por saber que pase lo que pase podría contar con Allison.
El resto del día escolar se lo pasó un poco aislado de sus amigos. Se retiró dos horas antes porque no se sentía bien y como no había llevado el Jeep decidió caminar, no quiso regresar a casa, entre estar solo en una casa y estar solo al aire libre prefirió caminar por el bosque y relajarse un poco. Sentía un dolor de cabeza horrible, era como si alguien le estuviera dando martillazos justo en el centro de la frente, no tardó mucho en comenzar a marearse debido al constante latido de su cabeza.
[STILES]
Luego de estar caminando tanto que ya ni siquiera podía escuchar los sonidos de la ciudad comencé a sentirme horriblemente mal, el dolor de cabeza se había vuelto tan intenso que ya me parecía estar escuchando murmullos dentro de mi propia mente, definitivamente tenía que estar delirando, era eso o que algo o alguien me estuviera atacando mentalmente. Apoyé la espalda contra un árbol y cerré los ojos por varios minutos que se me hicieron eternos, poco a poco el dolor pareció evaporarse, en realidad ya no sentía nada, era como si estuviera flotando.
Abrí los ojos y me quedé petrificado viendo que el bosque estaba completamente a oscuras, no me quedé dormido en ningún momento y tampoco se sentía como si hubieran pasado tantas horas como para que se hubiera hecho de noche ¿Cómo es que el lugar estaba tan oscuro? Me levante del suelo y comencé a caminar en dirección a la escuela, pero el camino se me hizo mas largo que la primera vez y fue una larga caminata solo para aparecer frente a aquel tocón de árbol que tantos problemas nos había causado.
- ¿Cómo coño llegué al Nemeton? -Me pregunte a mi mismo mientras me acercaba al árbol.
Sentí como algo me empujaba y caí encima del Nemeton, me senté de golpe y comencé a mirar hacia todos lados intentando encontrar a la persona que me había empujado, porque claramente sentí unas pequeñas y puntiagudas garras clavándose en mi espalda antes de caer encima del tocón. De repente un circulo alrededor del Nemeton se iluminó, mire hacia arriba para ver una luna llena en el cielo justo sobre mí, se veía realmente cerca y me daba cierto miedo por alguna razón.
Baje la mirada para encontrarme con un zorro negro de un tamaño considerable que salía de entre las sombras y comenzaba a acercarse con pasos lentos, era el mismo zorro que había visto en el bosque, este contoneaba su cuerpo con gracia y se acercaba cada vez mas hacia mí, hasta el punto de que terminé mirándome frente a frente con el animal de ojos perturbadores. El zorro no hacía nada, solo me miraba mientras sacudía su cola, desvié la vista hasta esa extremidad peluda que sacudía. De un momento a otro apareció otra cola, esta se movía al mismo ritmo que la primera, así sucesivamente comenzaron a salir colas hasta que pude contar nueve de estas.
- Stiles -Escuché una voz que pronunciaba mi nombre, pero se escuchaba mas bien como un susurro.- Despierta, Stiles.
- ¿Despertar? -Mire nuevamente al zorro, este por alguna razón asintió.- Pero yo no...
- ¡STILES! -Parpadeé y frente a mí apareció Derek.
Junto al Sourwolf estaba su hermana menor, si mal no recuerdo su nombre era Cora e iba conmigo a la escuela años antes del incendio. Ella y su hermano me miraban extrañados, me froté los ojos y observe a mi alrededor ¿Cómo mierda había llegado al Nemeton? Estaba realmente lejos de donde este trozo de árbol está y de repente aparezco aquí cuando ni siquiera recuerdo haber caminado luego de haberme quedado recostado contra aquel árbol.
- ¿Está bien? -Le preguntó Cora a Derek.- Te ves como si estuvieras desorientado.
- Porque lo estoy ¿Cómo demonios llegué aquí? Estaba caminando por el bosque cerca de la escuela y me recosté contra un árbol porque me dolía la cabeza y cerré los ojos, luego soñé algo super loco y aparezco aquí.
Ambos lobos se miraron y luego volvieron a mirarme, esto de verdad se estaba volviendo realmente raro. Me levante del suelo dispuesto a irme a de allí pero Derek me detuvo cogiéndome del brazo, por alguna razón retire la mano involuntariamente y él me miro extrañado, sentí como si el contacto de su mano con mi piel quemara. Trague grueso y me di media vuelta, comenzando a caminar hacia la parada de autobús mas cercana, ni Derek ni Cora me siguieron en ningún momento, lo cual me alegró en cierto punto. Si ellos me hubieran seguido hubiera tenido que dar explicaciones y ni siquiera yo se que está pasándome a mí mismo. El autobús llegó rápido y me senté junto a la ventana, no había mucha gente a esa hora, me quede mirando por la ventana hacia los edificios y las personas que pasaba frente por las calles, de un momento a otro me pareció ver de reojo junto a mí algo negro que pasaba a gran velocidad, me volteé y no había nada, definitivamente estaba perdiendo la cabeza.
(...)
[NARRADOR]
Stiles llegó a su casa, hizo su tarea y se fue a su cuarto para descansar. Antes de hacerlo fue al baño y se miro al espejo, tenía unas ojeras que bien podrían hacerlo pasar como zombie, además de que estaba muchísimo mas pálido y delgado de lo normal. Decidió no darle importancia e irse a dormir.
Nuevamente comenzó a soñar, se dio cuenta de esto porque se levantó de la cama y observó que la pared en la que debería estar su ventana había desaparecido, lo mas extraño de todo fue que en lugar de estar en el segundo piso de su casa y por la vista de la pared faltante poder ver su patio trasero o las casas de sus vecinos solo veía el bosque. Lentamente salió del lugar pisando el césped descalzo, ya que por alguna razón sus zapatos, al igual que su camiseta, habían desaparecido en el sueño. Caminó sin un rumbo fijo intentando no pisar nada que pudiera lastimarlo, venía tan concentrado en eso que no notó cuando frente a él dejo de haber un bosque y los arboles fueron reemplazados por un campo de maíz realmente alto, a tal punto que le impedía ver por donde iba. Al notar el cambio repentino de ambiente volteó hacia atrás, allí había bosque, pero delante de él había campo.
- Genim -Escuchó una voz femenina que lo llamaba, la reconocía muy bien.
- ¿Mamá?
- Ven conmigo, hijo.
- ¿¡Donde estás!? -Le gritaba el chico comenzando a correr en la dirección de la que escuchaba la voz.
- Por aquí, cariño.
El de cabello castaño notó una silueta a pocos metros de él, su madre, esa era su madre. Corrió hacia ella pero en cuanto iba a llegar la silueta se evaporó como si fuera un espejismo. Stiles miro en todas direcciones intentando encontrar a su madre o a cualquier persona que pudiera ayudarlo.
- Por aquí, hijo -A su izquierda se escuchó la voz de su madre.
No podía verla pero podía escuchar como movía las plantas de maíz y como los pies de la mujer chocaban contra el suelo, ella iba con zapatos. La siguió a pasos agigantados, quería encontrarla y hablar con ella, de verdad lo necesitaba en ese momento. De repente aquel iluminado campo se oscureció, en centésimas de segundo se hizo de noche, pero el ojimiel no dejo de correr, continuaba siguiendo a su madre.
Finalmente la alcanzó, ella estaba parada frente a él mirándolo con una sonrisa, el castaño se acercó sin poder creer lo que sus ojos veían, era su madre, su hermosa y amada madre a la que tanto había extrañado durante los cuatro años que habían pasado desde su muerte.
- Hola hijo -Lo saludó la mujer con una cálida sonrisa.
Stiles se lanzó a abrazarla y esta lo recibió con los brazos abiertos, comenzando a acariciar el cabello de su hijo con el cariño que solo una madre puede dar, el chico estaba a punto de llorar, por fín tenía a su madre junto a él. Este era un sueño del que no quería despertar.
- No puedo creerlo... -Dijo separándose para poder ver a su madre.- ¿De verdad eres tú?
- Así es, cariño -Asintió su madre.- De verdad has crecido, Genim.
- Ya nadie me llama así -Rió el ojimiel.- Ahora me llaman Stiles.
Su madre soltó una pequeña risita y le acarició la mejilla, pero un viento frío y la sensación compartida entre los dos de que alguien los observaba causo que la expresión de la mujer pasara de una amorosa a una de evidente miedo, el de cabello castaño la miro desconcertado.
- ¿Qué ocurre mamá? -Stiles miro hacia todos lados.- ¿Qué es todo esto?
- Hijo, necesito que me escuches -Claudia cogió la cara de su hijo con ambas manos.- Alguien malo quiere acercarse a ti, debes tener cuidado.
- ¿Quién? No entiendo nada.
Un gruñido gutural hizo temblar el lugar, una parvada de cuervos paso volando sobre madre e hijo, emitiendo aquel horrible y molesto graznido que caracteriza a ese tipo de aves.
- No tengo mucho tiempo, debes encontrar la forma de detenerlo.
- ¿Pero qué? ¿Qué es lo que quiere?
- Quiere apoderarse de ti.
El sonido de garras acercándose a pasos agigantados hizo voltear a Stiles, pero pronto se arrepentiría de hacerlo
- ¿Por qué yo? -Susurró antes de ver como el zorro negro se lanzaba sobre él.
- ¡AH! -Stiles gritó con todas sus fuerzas.
El Sheriff entró corriendo y abrazó a su hijo, este temblaba y lloraba sin consuelo, Jhon no comprendía que ocurría, Claudia era la que solía calmar las pesadillas recurrentes que sufría su hijo, pero luego de que ella muriera el chico pareció aprender a calmarse solo. No soltó a su hijo hasta que la respiración de este comenzó a ser normal, cuando finalmente lo notó mas calmado lo acompañó al baño para que se lavara la cara y luego se quedó junto a él hasta que volvió a dormirse, pero ya eran pasadas las 5:00 AM y en unas horas el chico debería levantarse para ir a la escuela.
- Solo nos quedan 132 días, Stiles Stilinski.
Esas fueron las palabras de una voz que nadie escuchó, pero en las fauces de quien las dijo se formó una sonrisa psicópata. 132 días eran el tiempo que le quedaban a esa persona para concretar su plan.
NOTA DE LA AUTORA:
Woooo, la cosa se está poniendo intensa *-*. De seguro ya todos saben de quién se trata, pero para los que no les doy bastantes pistas en el capítulo.
En fin, espero que disfruten el capítulo, si lo desean déjenme estellitas, también pueden opinar en los comentarios, eso me permitirá saber que les gusta lo que estoy haciendo. Besos y abrazos para todos y recuerden que los quiero mucho. Adiós mis lindos lobitos.
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