veinticinco ; sake pt2
"El pudor es un sólido que sólo se disuelve en alcohol o en dinero..." Enrique Jardiel Poncela.
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Sus labios eran suaves, al igual que sus movimientos. No pude evitar el hecho de compararle con Óbito, y en definitiva, los besos de Shisui estaban bastante a la altura.
Pero no le superaba, Shisui era demasiado dulce como para hacerlo, él no se propasaría si yo no se lo permitiese.
Algo que Óbito hacía todo el tiempo, él no conocía la palabra ''no".
Entonces, luego de varios minutos ambos nos separamos por falta de aire y no pude evitar el ocultarme en su regazo, llenísima de vergüenza.
Jamás le había besado antes, ni siquiera en las reuniones Uchiha.
Le sentí reír con ternura por lo bajo y me abrazó con más fuerza, haciéndome estremecer con aquel beso corto que dejó en mi cabellera gris. No me atrevía a mirarle.
—Hace mucho tenía ganas de besarte Izune, así que si fue muy repentino yo de verdad lo siento, pero no me resistí. —habló en mi oído, erizándome los pelos de manera dramática.
—No te pre-preocupes. —respondí, volviendo a mi postura normal con mejillas muy rosadas.
¿Tartamudeo? ¿Desde cuando yo tartamudeo?
Entonces cuando quiero hablar de nuevo al verle, siento como unos arbustos se mueven con fiereza cerca de la puerta trasera de la casa. Y no pude evitar el entrar en pánico, pues, se suponía que nadie debía verme... o en realidad, no debía besar a Shisui.
Pero sus labios eran muy suaves como para haberle rechazado, no tenía idea de lo que me estaba ocurriendo con respecto a mi antiguo compañero de equipo pero definitivamente, mi conciencia me decía que lo ignorase... aunque mi corazón dijese lo contrario.
—Alguien nos está observando. —murmuró el azabache, y le observé con más cautela.
Hasta entonces, no me había dado cuenta de que mi rostro estaba muy cerca del suyo, y su sonrisa burlona al notar lo sonrojada que estaba me hizo temblar... o tal vez fue el frío lo que causó aquello, sí, a de ser el frío.
En efecto, quité mi vista avergonzada enseguida para ponerme de pie y cruzarme de brazos, buscando a aquel o aquella cotilla que estuviese observándonos.
Esperaba con todas mis ganas que no fuese Rin.
Shisui imitó mi acto y posando sus manos sobre mis hombros comenzó a caminar conmigo hacia los arbustos, mi estómago revolviéndose al sentir el tacto.
¿Qué me sucedía?
Entonces siento un ladrido cerca de aquella planta a la que nos acercábamos y una vena se hizo presente en mi frente al saber de inmediato de quien se trataba.
Maldito mocoso metiche.
—Izune, al parecer es solo un perro. Casi me pego un sus...
No le dejé terminar debido a lo molesta que estaba.
—No lo es.
Enseguida me suelto de un Shisui muy confundido para correr hacia el arbusto y verle, mi vena aún presente en mi frente a la vez que apretaba mis puños y un tic se formaba en mi ceja derecha.
—Oh- Hola, Izune-sensei... el césped está muy bonito ¿verdad?
Su voz sonaba nerviosa a la vez que su perro se alejaba con miedo en sus ojos, no dudé ni un segundo en tomarle de la camisa y sacarlo de allí de un golpe, lanzándolo al piso para que Shisui le viese. El chico tapando su cabeza, creyendo que iba a golpearle.
—¿Kinoe? —dijo el azabache, confundido.
—Hola, Shisui-san. —sonrió este, de manera muy nerviosa a la vez que alzaba su mano al notar que yo no le golpearía.
Entonces, en cuanto le iba a reprochar por lo chismoso y metiche que estaba siendo, una risa resonó tras los arbustos, una risa que reconocería donde fuese. Otra mocosa metiche.
—Shisui, no dejes que escape. —hablé hacia un divertido Uchiha con la situación, este solo asintió a la vez que me observaba volver al arbusto.
Uzumaki Naruto y Sarutobi Kiara se encontraban muy escondidos tras aquellas ramas, ambos riendo por la situación del Inuzuka y cuchicheando con gracia.
Solo hasta que se percataron de mi presencia.
—I-izune-sensei. —tartamudeó la pelinaranja, realmente asustada por mi rostro.
El Uzumaki intentó escapar pero de un ala lo tiré y me lo eché al hombro, me sentí tan cabreada que hasta podría apostar que de mis orejas salía humo. Y no sabía si del enojo u de la vergüenza.
—Tu, ni se te ocurra escapar. —dije entre dientes hacia la chica, esta asintió y se puso de pie, siguiéndome.
Naruto pataleaba en mi espalda sin cesar mientras se quejaba de que él era inocente, que fue extorsionado y que todo fue idea de Kinoe. Si claro, como si fuese a hacerle caso.
En cuanto llegamos hacia donde estaba Shisui, este hablaba muy animosamente con el castaño y este le dejaba acariciar a su can, algo muy extraño en él, pues, solo dejaba que lo hiciesen personas importantes para él, incluyéndome.
Ni siquiera Óbito estaba permitido de tocarle, por lo que, me sorprendió de sobremanera.
—Shisui, se supone que debes regañarle y no avalar sus estupideces. —digo algo frustrada a la vez que lanzaba al rubio al piso.
Este se tomó la cabeza con su mano derecha y se rió de manera tierna ¿Por qué tenía que ser así?
—Lo siento, es que tu alumno es bien divertido. —se excusó— Además, ya tiene 17 años no hay necesidad de regañarle.
Entonces el Uchiha desordenó el cabello de Kinoe con la mano y este soltó unas risas divertidas. Iba a reprochar ante su excesiva simpatía, sin embargo, noté como nuevamente el Uzumaki quería escapar, por lo que, le tomé de la chaqueta y no saqué mi mano de allí.
—¡Izune-sensei, que Kinoe me obligó-ttebayó! —exclamó desesperado, enseguida el castaño frunció el seño.
—¡Yo no te obligué idiota, tu nos seguiste!
Entonces, posé mi vista irritada en Shisui, quien solo sonreía con la situación, por lo tanto, solo suspiré. No les haría nada en frente del Uchiha.
No pasaría más vergüenza de la necesaria.
—¡Silencio! —exclamé, detonando el silencio de los tres, quienes no dejaban de gritar— Kinoe y Kiara, mañana temprano tendrán entrenamiento extra y no tendrán almuerzo, sin excepciones ni excusas.
Les escuché quejarse entre ellos y pedir disculpas desesperadas, diciendo que no se lo dirían a nadie y que mi secreto estaba seguro con ellos. Amaba verles así, directo en la palma de mi mano.
Y sonreí con malicia, aunque sabía que a fin de cuentas los dejaría comer igual me causaba gracia toda la situación.
—No me retractaré y eso incluye a Uryu. —finalicé mi sentencia, con Shisui aún observándome, provocando que mis mejillas enrojecieran de inmediato.
—¿Qué? pero Izune-sensei, Uryu ni siquiera está presente. —reclamó la pelinaranja, con una mueca frustrada.
—Sigue siendo del equipo, ahora él se molestará con ustedes y tendrán que aguantarle de malas. —digo, esta vez soltando al Uzumaki y cruzándome de brazos— Ahora, vayan a darle la información a su compañero.
Ellos no reclamaron ni se quejaron de mis palabras, solo gruñeron por lo bajo y a brazos cruzados se fueron de allí a regañadientes. Naruto iba a hacer lo mismo, pero le frené enseguida, causando una risa tierna de parte de Shisui.
—Y tu, —le apunté, este me frunció el seño— si abres tu bocota, Kushina-san sabrá que bebiste alcohol esta noche.
Él me observó con su mirada desesperada y asustada al escuchar el nombre de su madre. Tenía un punto a favor.
—¡Pero si no he bebido-ttebayó! —exclamó, desesperado.
—¿A quién le va a creer, a ti o a mi? ¿Eh?
Entonces, el rubio infló sus cachetes y no dijo palabra alguna, haciéndome sonreír triunfante.
—Ahora ve a disfrutar adentro, tenemos un trato no lo olvides.
Él se volteó y a regañadientes se adentró en la casa, enseguida suspiré cansada y Shisui posó su brazo alrededor de mi hombro. Otra vez haciéndome estremecer.
—Eres buena manipulando a los niños. —se burló— Aunque no le veo lo grave a lo que sucedió ¿Tan mal beso?
Mis mejillas se volvieron de un rojo intenso y quité su brazo de encima ¿Por qué estaba tan nerviosa?
—Yo... yo creo que mejor iré a ver como está Izumi. —digo, comenzando a caminar lejos de él y su mirada confundida.
—Espera, Izune te acompa...
No le dejé terminar, pues, me adentré con rapidez en la casa.
Definitivamente, la culpa me estaba matando, sentía que había hecho de lo peor al besarle y solo podía pensar en una persona en este minuto, Óbito Uchiha.
—A ver Sasuke, la cultura ninja pide que me digas quien es el Hokage.
El hermano menor de Itachi tenía sus mejillas rosadas y tomaba de manera temblorosa su vaso con aquella bebida alcohólica, aunque solo le quedasen unas gotas de aquel ron mezclado con vodka. El Hatake también tenía sus mejillas algo rosadas por las veces que perdió y Óbito solo le observaba con gracia mientras se devoraba el último onigiri. Sus mejillas rosadas igualmente.
—Hashirama. —respondió alzando su brazo, causando la risotada del Uchiha mayor. El peligris también soltó una risa, aunque fue más pequeña.
—No, es Tobirama. —dijo el azabache, tomando el vaso de Sasuke y obligándole a beber de nuevo— Vamos, perdiste.
El peligris notó como su alumno ya no podía más y quitó a Óbito de encima, recobrando su conciencia. Lo que hacían estaba muy mal.
—Óbito, es suficiente... yo creo que ya entendió. —dijo el peligris, quitándole aquel vaso a Sasuke.
El azabache se puso de pie y gruñó por lo bajo, intentando recuperar aquel vaso que Kakashi intentaba no dárselo. Era una escena bastante extraña a decir verdad, y Sasuke solo les observaba mientras se reía de ambos.
—Dame, aún aguanta. —reclamó el pelinegro, mientras el peliplata escapaba de él.
—No.
Ambos estuvieron varios minutos así, Óbito persiguiendo al Hatake por aquel vaso alrededor de toda la habitación mientras que Sasuke solo hablaba incoherencias e intentaba ponerse de pie con risas.
Cualquier persona inteligente iría a por otro vaso, pero el azabache se lo tomaba como algo más personal con su amigo ¿Cómo no podría quitarle un estúpido vaso? se pasaría de idiota.
—¡Agh, basta Kakashi! —exclamó, muy irritado al no poder alcanzarle.
Este le apuntó con su dedo índice a la vez que le observaba con el semblante serio y algo molesto. Le cabreaba de sobre manera la actitud infantil del azabache, como no tienen idea.
—¡No, basta tu! —le reprochó, bastante cabreado— ¡¿Por qué no solo le golpeaste y ya?! ¡Eso hubiese sido menos enfermo que esto, mañana no podrá ni moverse! ¡De seguro ni se acordará que fuiste tu quien lo emborrachó!
Óbito volvió a gruñir con mucha molestia y se acercó al Hatake, su semblante bastante cabreado de igual manera.
—¡¿Cómo piensas que es menos enfermo golpear a un niño?! ¡Hay mucha diferencia entre nosotros como para pelear contra él! ¡Además, la idea es esa! ¡Que no se acuerde así nadie nos culpará porque no sabrán que fuimos nosotros, pues, si no sabías también estás involucrado!
—¡Yo no le di alcohol!
—¡Pero no me detuviste!
Entonces, el peliplata muy cabreado lanzó aquella copa al suelo, esta rompiéndose en mil pedazos y dejando a un Óbito muy perplejo por su reacción, esto solo hizo que su cuerpo se destensara.
La conciencia mataba al peligris lentamente por dentro, ya no podía más.
—Wooops, Kakashi está enojadooo. —canturreó el Uchiha menor con gracia a la vez que se reía.
Kakashi suspiró, tomándose la frente.
—Mira Óbito, la cosa es así... en este momento estás siendo un niñato igual o peor que Sasuke, ¿Por qué no solo le dices a Izune que te gusta y ya? esta escena de celos con Sasuke es innecesaria, por dios, ya madura. —dijo, casi escupiendo sus palabras sobre su amigo esta vez caminando hacia la puerta.
Óbito se congeló en su lugar, su amigo estaba fuera de si y tal vez muy borracho para que fuese capaz de decirle una cosa como esa. A él no le gustaba su mejor amiga, y tampoco era un inmaduro.
No obstante, el Hatake estaba bien sobrio para la mala suerte del Uchiha.
—No me gusta, —refutó, también con su semblante serio— es solo mi mejor amiga y lo sabes... debo de protegerla.
Entonces el peligris negó con su cabeza, tomando la llave que había en el mueble para abrir la puerta como si se burlase de su amigo el Uchiha.
—Cuando te gustaba Rin me hacías exactamente las mismas excenas de celos Óbito y no puedes negármelo, gracias a dios a mi no me pudiste hacer tonto como lo hiciste con Sasuke en este momento, idiota. —su tono de voz era tranquilo a la vez que abría la puerta e iba a salir.
Sin embargo, Óbito no le dejó.
—Espera ¿A donde vas? —preguntó, ignorando las acusaciones del peligris. Le convenía hacerlo.
Si se pusiese a pensar en las escenas de celos que hacía, terminaría volviendose loco. A él no le gustaba su amiga, no.
—Iré a por limón y aceite, le haré vomitar porque si sigue así se irá hacia el otro mundo y no queremos eso ¿verdad, Obito?
El pelinegro gruñó, irritado notablemente por su rostro y su amigo solo le palmeó el hombro, dejando la habitación mientras caminaba por el pasillo.
—¡Espera, Kakashi! —exclamó el azabache, corriendo hacia él con desesperación. Este se volteó enseguida para verle— Al menos déjame las llaves para que no lo vean así.
El peligris le observó de pies a cabeza, analizando sus palabras y como no vio trampa en ellas solo se las entregó sin vacilar, retomando su camino hacia las escaleras.
En efecto, Óbito volvió a la habitación triunfante y enseguida divisó a un inquieto Sasuke que saltaba del sillón hacia la cama y viceversa, diciendo una que otra incoherencia.
El pelinegro no pudo evitar soltar una risa al verle, sin embargo, negó con su cabeza al recordar el por qué había vuelto a la habitación con llaves en mano.
—Sasuke. —dijo, intentando captar su atención, no obstante, este solo seguía en lo suyo— ¡Sasuke!
Enseguida el Uchiha menor se volteó a verle al escuchar su grito, esto solo provocó que no saltase bien hacia el sofá, haciendo que este mismo cayese en medio de ambos muebles, sus piernas dobladas hacia arriba y sus brazos directamente en el suelo, aleteando como si fuese un pez.
—Ups, ya no puedo volar. —fueron sus palabras antes de comenzar a reír.
Óbito bufó y se acercó a él, poniéndose a su altura con el semblante serio, a pesar de que quisiera reírse.
—Mira, sé que no estás consciente en este preciso momento pero te lo diré de todas formas...—murmuró entre dientes, haciendo que Sasuke le pusiese un rostro muy asustado de manera exagerada— Vuelve a tocar a Izune y una borrachera será el último de tus problemas ¿Entiendes?
El hijo menor de Fugaku asintió con su cabeza, sonriente y sin saber a que se refería, por lo que Óbito solo se dispuso a ponerse de pie para dejar la habitación.
Sí, dejaría ese lugar.
—Al diablo con Kakashi. —murmuró para si mismo mientras salía de la habitación— Tengo que cuidar lo que es mío.
Dicho esto, el azabache cerró la puerta con las llaves que el peligris le había dado, dejando así al hijo menor de Fugaku encerrado y solo. Ya después le sacaría de allí, él necesitaba ver a su mejor amiga... y orinar.
Luego de bajar las escaleras y ver a la mitad de la gente que había cuando llegó, el azabache decidió ir al baño, ya que, su vejiga no aguantaría más debido a tanto líquido bebido anteriormente.
—¡Oah, Óbito! —este frenó de inmediato ante el grito entusiasmado de Maito Gai— ¡Ven a jugar verdad o reto, Anko siempre pierde necesitamos que otro lo haga! ¡No pierdas tu juventud!
Entonces, el pelinegro dio un suspiro irritado y corrió hacia el baño, ignorando al de cejas gruesas mientras se agarraba el entre piernas con fuerza. Solo un poco más...
A penas ingresó al baño se dedicó a lo suyo, sin embargo, frenó de golpe lo que estaba haciendo al escuchar un llanto tras de él. En su estado cualquiera pensaría que se trataba de un fantasma, pero no era así.
Óbito subió el cierre de su pantalón y largó la cadena enseguida, para luego encarar a quien estuviese llorando en el baño, algo avergonzado por haber orinado en frente de una mujer.
Al ver de quien se trataba, su rostro no demoró en sorprenderse.
—¿Izumi? ¿Por qué estás aquí? —ella solo negó con su cabeza y siguió llorando— ¿Qué sucedió? ¿Por qué lloras?
La castaña volvió a sollozar y el azabache se sentó de inmediato a su costado, acariciando su espalda suavemente algo incómodo. Nunca sabía que hacer en situaciones así.
—Izumi... puedes confiar en mi ¿Qué sucedió? —dijo el pelinegro, la chica de inmediato subió su rostro y le observó.
—Todo pasa, Óbito. —respondió con voz entrecortada mientras intentaba limpiar sus lágrimas y se balanceaba un poco.
El pelinegro hizo una mueca ante su respuesta ¿Por qué las mujeres siempre eran tan indirectas para hablar? o sea, pretendían que con respuestas así los hombres le entendieran sabiendo que es algo imposible, los hombres jamás lo harán.
O al menos eso pensaba Óbito.
—Ehh... ¿Quieres que traiga a Izune? tal vez ella pueda ayudarte mas que yo. —dijo, aún posando su mano en la espalda de Izumi.
No obstante, cuando el pelinegro intentó ponerse de pie para ir a por la Senju, la castaña le frenó de inmediato al tomar su brazo y volver a sollozar. Este la observó confundido.
—No, no quiero a Izune... ella no entiende porque lo tiene todo. —lloriqueó, temblando suavemente— No te vayas, por favor.
El azabache estaba más confundido que nunca, sin embargo, le causó mucha pena el estado de la chica, por lo que, volvió a sentarse a su lado en el piso helado de aquel baño.
—Izune es tu mejor amiga, no entiendo el por qué de elegir mi compañía antes que la de ella, no soy bueno dando consejos... —dijo él, al notar como ella lloraba y seguía llorando, sintiéndose muy incómodo.
—¡Es que ella no entiende! —exclamó de repente, haciendo que el azabache diese un brinco— Izune puede conseguir a cualquier hombre que se le cruce ¿y yo? ni siquiera puedo enamorar al chico que amo, ella lo consigue todo tan fácil y él, él es un idiota.
En ese lapso de tiempo, Óbito se sintió mal por ella pero también muy incómodo porque si bien ella era muy amiga de Izune, él no tenía la suficiente confianza con Izumi como para abrazarle o algo por el estilo.
En otras palabras, no sabía que mierdas hacer con la chica.
—Ehh... pero piensa que ella es tu amiga y puede ayudarte, además, no lo consigue todo fácil ¿O ya olvidaste el examen Chunnin? ¿Eh? ese año tu fuiste Chunnin e Izune no lo fue. —trató de animarla, dando leves golpecitos en su espalda.
—Solo gané por tener el sharingan... —murmuró, limpiando nuevamente sus lágrimas.
—Pero lo hiciste, además... eres muy guapa, no tienes de que preocuparte. Seguro Itachi se arrepentirá luego de perderte. —siguió hablando al notar como esta dejaba de llorar— ¿Ves? no tienes por qué seguir llorando.
—Óbito, tu... —murmuró ella, sonriendo de lado— Eres tan atractivo.
¿Qué?
Enseguida el azabache frunció el seño ante sus palabras, muy extrañado. Izumi Uchiha jamás le diría una cosa así, menos a él.
—Supongo que gracias... —respondió, algo incómodo por la cercanía reciente de la chica.
—¿Por qué nunca te vi de esta manera antes? —preguntó ella, ladeando un poco su cabeza para luego pasar sus brazos alrededor del cuello del azabache, acercándose aún más.
Este intentó apartarse sin hacerla sentir mal, pero ella estaba muy cerca, muy cerca de sus labios y de su rostro.
—Izumi ¿Qué intentas hac...
Su frase quedó a la mitad en cuanto la chica unió sus labios a los de él, este abriendo sus ojos de par en par y tratando de quitársela de encima al sentir el sabor a alcohol en su boca.
Izumi estaba ebria, no había otra explicación. Y estaba en lo correcto.
—Basta, Izumi estás ebria. —le reprochó el Uchiha al apartarla de él, esta vez alejándose un poco e intentando ponerse de pie.
—¿Por qué será que a Izune le gusta tanto follar contigo? ¿Eh?
Entonces el azabache se sorprendió aún más al ver como Izumi trataba de meter las manos bajo su pantalón con mirada lasciva. Ella se acercó más a él y le empujó hacia el costado, haciendo que este quedase recostado en el suelo con Izumi sobre Óbito.
—Izumi, basta. —insistió en regañarle, frunciendo el seño con molestia esta vez.
Sin embargo, ella hizo un puchero y luego le besó en los labios mientras por fin lograba meter su mano bajo el pantalón de Obito, agarrando su pito con fuerza.
Óbito intentó muchas veces sacarle la mano de allí y reprimir el beso que ella estaba dándole, sin embargo, un gemido se escapó de los labios de la castaña y el azabache se fue a la mierda.
Y sí, correspondió aquel beso finalmente, seguido de las caricias que la mujer le proporcionaba mientras ella comenzaba a quitarse la ropa.
En definitiva, era la espada o la pared ¿Realmente seguiría con aquello aún pensando en Izune?
// Espero hayan disfrutado la lectura, esto es un mundo alterno pero igual pueden haber spoilers.
¡Holaaaaas! ¿Se esperaban eso de Izumi? chan chan jajaja y bueno, como dije anteriormente estos capítulos los iré subiendo antes de todo lo hot y así 😁 ya saben no acostumbró a escribir cosas pacíficas así que si está medio aburrido de verdad lo siento 😔 en fin, gracias por leerme y que tengan un lindo día, mucho amor para ustedes!!😍😍💖
Ps; para las que leen mi otra historia Masquerade, sí, la he dejado re botada pero es porque le quedan muy pocos capítulos y me da algo de penita 😔 pero muy pronto subiré capítulo, eso 💖
Ps2: ¡Ya son 3k! Realmente no lo puedo creer es que yo la verdad no le tenía nada de fé a esta historia y bueno, solo decir gracias y que las amo un montón, no saben lo feliz que me hacen con sus votos y comentarios 😍💖 son lo máximo💓💓
** capítulo sin editar **
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