treinta y siete; anbu.
''¿Quienes son tus enemigos? ¿Quienes son tus amigos? Esta es la pregunta más importante para una revolución...'' Mao Zedong.
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Izune Senju.
Los arboles flameaban al compás del viento y corría sin frenar por el camino de tierra que había frente a mi. Yoshiro me seguía el paso junto a Tozuko a la vez que tras de nosotros se encontraba Ukitake-sensei y Shisui, ambos caminando a paso lento.
─¡Neh, Izune! ─exclamó el albino tras de mi─¡No corras tan rápido!
─¡Ukitake-sensei yo solo...!
Quedé a mitad de frase en cuanto una rama bajo mis pies logró hacerme caer con fiereza sobre el suelo. Mi rostro llenándose de hojas secas enseguida.
─¡Izune-chan!
Solté un quejido al sentir como mi tobillo ardía de manera fugaz. Sin embargo, una mano se posó en mi hombro y subí la mirada un tanto avergonzada, se trataba de Shisui.
─¿Estás bien? ─dijo, ambas cejas suyas subiendo ante la preocupación.
Estuve a punto de responder, si no fuese por la risa frenética de alguien a mi costado. Mis mejillas se tornaron rojas de tan solo pensarlo, se trataba de Yoshiro.
─Izune ¿Dónde te golpeaste? ¿Te duele mucho? ─preguntó enseguida el azabache, ignorando las risas del castaño y a Tozuko, quien mordía mi ropaje para que me pudiese levantar.
Aunque no lo hice.
─Shisui, no seas tan dramático, solo se cayó... Y fue gracioso ─acotó este en medio de risas frente a la preocupación del pelinegro. También pude escuchar la risa suave de mi sensei más lejano a nosotros y Shisui sólo sonrió.
Entonces, resoplé en el aire y escondí nuevamente mi cara en el suelo ¿Por qué no solo me tragaba la tierra? Yoshiro nuevamente se estaba riendo de mi... Era una ridícula.
Negué con mi cabeza y parpadeé un par de veces antes de despertar por completo en medio de la carpa que habíamos armado con el equipo para descansar. Luego quité las tapas de mi cuerpo con rapidez y observé a la nada unos segundos mientras refregaba mis párpados, solo para después suspirar.
Tan solo había sido un sueño...
Posé mi vista hacia el costado por inersia, quedando así plasmada ante la imagen de Kinoe junto a la pelinaranja, ambos bastante abrazados mientras dormían plácidamente y el Inuzuka le babeaba la cabeza. Lo admito, no pude evitar el esbozar una sonrisa de lado y alegrarme por ello.
Ambos eran tal para cual, solo que no se daban cuenta...
Volví a tirarme sobre el saco de dormir para poder conciliar el sueño e ignorar el hecho de recordar a Yoshiro con tanta frecuencia. Sin embargo, al ver la hora de mi pequeño reloj de bolsillo aquello solo quedó en plan y gruñí por lo bajo.
Ya era mi turno de hacer guardia.
Con un bufido sonoro y un gran estiramiento de brazos me dedico a ponerme de pie para salir de la tienda, no sin antes voltearme para observar con detenimiento a Kinoe otra vez. Si bien no tenía la misma personalidad que Yoshiro, aquellas marcas en su rostro, el cabello castaño que le caracterizaba o quizás los dientes afilados que poseía me hacían pensar mucho más en él de lo que debería.
Y también, me hacía querer protegerle. Era demasiado joven como para que sufra de alguna manera.
Como lo hizo Yoshiro.
─Vaya, hasta que despierta... Izune-sensei.
Toqué mi cabellera gris y le sonreí con inocencia en cuanto lo divisé sentado a un costado del árbol con ambos brazos cruzados sobre sus piernas y una mirada bastante cansada. Uryu sin duda alguna siempre terminaba poniéndome mala cara por algo cuando salíamos de misión y lo pude notar en cuanto vi como tomaba un kunai de su bolsillo para jugar un momento.
No había respeto por mi persona ¿Desde cuando debía dar explicaciones a mis niños?
─Gomen... Uryu, anoche no pude dormir bien y...
No me dejó terminar.
─Está bien, sensei. ─dijo, esta vez con una sonrisa frente a mi─ no estoy tan cansado así que no ha habido problemas.
Suelto un suspiro bastante cansado con alivio y luego camino hacia él para sentarme a su costado, apoyando mi cabeza sobre el tronco mientras observaba hacia arriba.
Aquel sueño me había dejado muy pensativa... y agotada.
─Sensei... ¿Sabía que habla dormida?
Enseguida abrí mis ojos de par en par a la vez que le observaba, una gota de sudor corriendo por mi frente al recordar lo que acababa de soñar hacia unos segundos. Me sentí avergonzada, esa caída fue muy vergonzosa la verdad.
─Etto... ¿Ah sí? No... pf... no sabía, estás alucinando ─balbuceé, incluso si la verdad fuese que si sabía sobre mi hablar al dormir y este solo con notarlo soltó unas risas.
¿Dónde estaba el respeto por mi persona?
─No se preocupe, no diré nada hacia Óbito sobre ese tal Yoshiro, ya sabe...
Esta vez fui yo la que soltó unas risas nostálgicas al recordarle, si el Inuzuka estuviese vivo tal vez le diría que no guardara el secreto solo para molestar a mi confidente. Pero como ven, la situación no es así y solo quedaban los recuerdos.
─Él falleció, Uryu... ─expliqué con una media sonrisa, sin observarle.
─Lo sé... él era compañero suyo y de Shisui-san ¿Verdad? ¿Es por eso que estaba tan nerviosa en la oficina del Hokage?
Otra vez estaba bastante acorralada con aquellas preguntas, pues solo quería despejarme y lo único que estaba consiguiendo con esta conversación era recordarlo aún más. Vaya.
─Ajá... ¿Shisui te lo ha dicho? ─pregunté, esta vez quitándole el kunai para jugar un poco. Este no se quejó.
El azabache de mancha negra bajo su rostro negó con su cabeza enseguida y luego suspiró, observando hacia la nada como si pensara en decirme algo.
Y no estaba equivocada.
─¿Sabe sensei? Lo he estado pensando mucho e incluso no estaba seguro de si contar o no mi perspectiva sobre el tema pero creo que Óbito gusta de usted... ─mi cuerpo se congeló enseguida al oír esas palabras, Uryu estaba loco─ y usted no quiere reconocerlo por miedo u tal vez porque realmente no está interesada en él y le da pena, no lo sé... quizás me equivoque pero, ya sabe, no entiendo...
─No, Óbito no gusta de mi... solo somos amigos. ─respondí sin siquiera pensar con mucha rapidez y el azabache suspiró de nuevo, esta vez pasando una mano por su cabello.
─Los amigos no se encaman, sensei... ─murmuró, quitándome el kunai de las manos para jugar con él. No pude evitar refunfuñar ante aquello. Sin embargo...
Los amigos no se besan...
Sus palabras llegaron como recuerdos vagos a mi mente, haciéndome recordar lo vergonzoso que había sido el quedar a boca estirada frente a él y solo suspiré. Obito es y siempre será un idiota, pero le quiero así.
Y vaya que lo extrañaba.
─Uryu, no quiero sonar borde pero no son temas que te involucren del todo...
Él bufó, apartando la mirada.
─¿Lo dice porque soy un niño o porque no quiere hablar del tema? Porque déjeme decirle que estoy por cumplir 18... Quizás sonará infantil o cliché pero dejé de serlo hace mucho tiempo...
Mordí mi labio con suavidad y no quise responder, tal vez él tenía razón. Ya no era un niño. Pero aún así le quedaba por vivir, mujeres, misiones... sufrimiento... De todo, todo lo que depara la vida y eso solo le hacía ser inocente como un niño, incluso si estuviese por cumplir los dieciocho.
─No, no lo eres... ─murmuré para mi misma, observándole de re-ojo.
─Aún así... ─volvió a hablar, con una media sonrisa bastante amarga─ incluso si ambos se quisieran como algo más, no me gustaría verlos juntos... ese era el verdadero tema que quería tocar con usted, sensei.
─Uryu yo no...
─Son lo más propenso a una pareja explosiva y tóxica, no quiero esa vida para usted... Izune-sensei.
Él por fin se atreve a mirarme, sus ojos algo brillantes debido a la luna o quizás por el hecho de que tuviese ansias de llorar, o al menos así lo parecía. Y tragué saliva, jamás le había visto de esa manera y no me agradaba la sensación, para nada.
¿A dónde quería llegar?
─Uryu... enserio yo...
Él aparta su mirada y niega con su cabeza, posando su vista plenamente en el kunai.
─Además, podría buscarse a cualquier otro con lo hermosa que es... ¿Por qué él? ─cuestionó ante mi rostro bastante confundido y apresado por su reflexión tan extraña.
¿Por qué Uryu me estaba preguntando estas cosas?
─Uryu, realmente solo somos amigos y cojemos de vez en cuando... ─respondí con un suspiro─ no es nada fuera de lo común.
Jamás en la vida pensé en tener que explicarle estas cosas a mis alumnos, o bueno... solo a uno de ellos. En parte me daba vergüenza, y por otra... sentía alivio. Ahora quedaría como una sexópata frente a él.
─Entonces ¿Por qué no le hace saber del beso que se dieron con Shisui-san? No es algo malo para tener que ocultarlo según yo... ─insistió, y comencé a sentirme incómoda. Ya no quería hablar de este tema, menos con él.
A veces sí... Uryu hablaba más de la cuenta pero así también era un experto en sacar información o incomodar a alguien. En especial a mi. Aunque me jodía de sobremanera que lo hiciera en estos momentos.
─¿A qué le tiene miedo, sensei? ─volvió a formular una pregunta frente a mis ojos angustiados.
A Yoshiro.
─A nada, Uryu... ─digo, bastante irritada mientras tomaba mis cabellos grises y gruñía por lo bajo─ Dios ¿Por qué te preocupa tanto el tema? Solo no quiero que sepa y ya...
Él muerde su labio suavemente y niega con su cabeza, cerrando levemente sus párpados como si aún dudase de lo que tuviera que decirme.
─No me gusta como le grita o insulta... como trata a todo el mundo en general o como usted le defiende cada vez que arma un alboroto ¿Qué es lo que sigue si ustedes se volviesen pareja? ¿Matarse a golpes y gritos?
Uryu se veía muy cabreado mientras entreabría sus ojos y movía sus brazos con molestia, dejando esta vez el kunai en el suelo para observarme. No entendía su reacción, aun no lo entendía.
¿Qué razón tendría para hablar de esa forma y de Óbito? Él jamás trató mal al azabache o algo, solo le dejaba plantado cuando este le pedía entrenar o cosas que se parecieran.
Entonces llegué a la conclusión de que al parecer sí, todos le peleaban a Óbito.
─Uryu... ¿Por qué dices esas cosas? Óbito es buena persona, solo es algo borde a veces y se demora más de la cuenta pero... ─hago una pausa antes de volver a hablar, el azabache observándome con detenimiento─ jamás me tocaría un pelo, él no es así.
Me preocupaba.
─Mi madre decía lo mismo antes de todo el desastre, Izune-sensei.
Tragué saliva en cuanto escuché aquello salir de sus labios, si bien yo no conocía mucho a la madre del azabache él tampoco hablaba lo suficiente de su familia o sobre su padre, un hombre que según Hashirama fue muy honorable entre los Uchiha.
Entonces, que Uryu dijese algo así sobre su madre solo hacía que mi cabecilla diese vueltas buscando una explicación, pues esperaba que mis especulaciones no fuesen ciertas. Especulaciones que cualquier persona con lógica pensaría al oír esas palabras.
Anque me dolería en el alma que fuese así.
─Uryu... ¿No estás queriendo decir que...?
Él observa el cielo unos segundos y suelta una risa amarga, pequeñísima. Rindiéndose ante mi pregunta.
─Mi padre desde que yo era muy pequeño abusaba de mi madre, le hacía mierdas el rostro y... nunca fui capaz de hacer o decir algo por miedo a que se volviese loco... ─él suspira, observando el suelo mientras jugaba con sus manos. Como si le afectase el hablar sobre el tema.
¿Y cómo no? Era una vivencia horrible.
Remojé mis labios con nerviosismo e incluso, algo de pena con incomodidad ¿Realmente Uryu Uchiha había vivido algo así? Ya no me sentía apta para escuchar su historia, sobre todo si sabía que su padre había muerto hace unos años.
No quería imaginar otra causa de muerte que no fuese la descrita por Hashirama en cuanto me dio los informes de cada uno en cuanto me volví maestra de este equipo. No quería.
¿Por qué Hashirama mentiría?
─No tienes que contármelo si no quieres Uryu, creo que ya he entendido a que vas con todo esto... ─digo, al ver como no articulaba palabra alguna y sus ojos negros iban a la nada.
─No, ─dijo, su voz firme y segura sin quitar su vista inexpresiva, yo solo volví a tragar saliva─en cuanto quise hacer algo por primera vez fue en el momento en que quiso asesinarla... ella... no reaccionaba y llamé a la policía de Konoha en secreto. Sin embargo, ya para cuando hicieron presencia... mi padre se había quitado la vida en el salón principal.
─Uryu... ─murmuré, casi en un hilo de voz sintiendo mi pecho apretujarse con lo escuchado. Eso no era lo que decía en los papeles de defunción.
─Mi padre fue muy respetado y honorable toda su vida, por algo quiso terminar su vida antes que ser difamado por agredir a su mujer... Incluso hasta el día de hoy nadie lo sabe por órdenes del Hokage y le respetan en el clan, estúpido ¿Verdad?
Así que Hashirama lo sabía...
─Lo que más jode y quema es que mi madre aún después de su muerte le sigue defendiendo... Y realmente no puedo entender esa posición, sensei. Por eso mismo no quiero que se envuelva en algo así porque es un círculo sin fin, y... con Óbito estoy seguro que sucederá, tarde o temprano lo hará, pues ya le dio demasiado poder sobre usted como para celarla de esa manera...
Su vista se posó en el suelo y sus puños estaban apretados. La verdad nunca sabía que hacer en momentos así porque a pesar de no haber tenido una vida fácil, jamás he vivido algo como eso y solo por sus reacciones debe ser algo muy horrible. Además, es Uryu de quien estamos hablando... no sabía qué decir.
Aunque ahora comprendía su preocupación, él no me quería viviendo aquello y por eso estaba así.
─Uryu, no tienes de qué preocuparte... ─digo, en un hilo de voz queriendo darle algo de apoyo─ y ... de verdad siento mucho que tuvieras que vivir algo así tan joven, no pensé que la tuvieras tan difícil... Realmente me dejaste sin palabras, eres un hombre verdaderamente fuerte.
Él destensó sus músculos al escucharme y por instinto acaricié su espalda sobre el chaleco chunnin para dar algo más de apoyo. Recibiendo así una cálida sonrisa de su rostro y un suspiro.
─Solo... tome mi consejo ¿Si? ─dijo, aún con su sonrisa sincera y algo apenada.
─Lo haré, no te preocupes... no dejaré que me toque ni un solo pelo, aunque dudo que lo haga ─respondí, sonriendo exactamente de la misma manera.
─Espero que sea así sea, Izune-sensei ─dijo, remojando sus labios para luego soltar una pequeña risa─ Además, si me hicieran elegir a alguien que de verdad la querría mucho y respetaría hasta la muerte, ese es Shisui-san... con él viviría tranquila y feliz, aunque bueno... ya lo besó así que...
Apenas le escuché comencé a toser con violencia, atragantada con mi propia saliva y pensé ¿Acaso este idiota me emparejaba con todos los Uchiha?
─Ya, ya... yo creo que es mejor dejar el tema ahí ¿Vale? ─digo, una sonrisita nerviosa esbozándose en mi rostro.
─Shisui es un buen partido ¿No crees?
─¿Qué?
La pequeña de solo catorce años se atoró con el agua que había ingerido hace unos segundos frente a la fogata y comenzó a toser. Shinri Ukitake comenzó a reír y palmeó su espalda con suavidad, calmándole un poco.
─Sé que gustas de Yoshiro, pero en mi humilde opinión es mejor partido Shisui... no lo sé, él podría cuidarte y quererte más que el otro marrano y tener esas cenas románticas que aman ustedes las mujeres.
Izune recobra el aire perdido y le observa con incredulidad.
─Ukitake-sensei, no sabes hablar con chicas ¿Lo sabías, no?
Ella vuelve a tomar el agua de sus manos y niega con su cabeza, pues, desde que había dejado su cabellera larga al parecer ahora su sensei le emparejaba con todos. Sobre todo si ahora el Hatake y Rin habían casi formalizado su relación, al igual que Asuma y Kurenai. Se pensaban que ella necesitaba de alguien y estaban equivocados. Ella no quería un novio, quería superar a sus hermanos y nada más.
─Aún así, Shisui es mejor partido para ti.
─Te has puesto nerviosa, eso es una buena señal...
Gruñí por lo bajo ante las burlas de mi alumno y decidí en ponerme de pie. No quería hablar más del tema, me ponía bastante incómoda el hacerlo y al parecer, Uryu lo sabía.
─Shisui-san es un buen partido, lo sabes ¿No?
Un tic en mi ceja derecha se hizo presente al oír las risas del azabache. Sin embargo, no quise responder y solo me afirmé en la tienda para observar los alrededores. No había rastros de enemigos.
─Y Shisui-san tiene grandes atributos... ─canturreó este con gracia─ También sé que eso si que le importa de un hombre...
Enseguida tensé mi mandíbula con ojos cerrados, presionando mis puños con fuerza y a la vez vergüenza.
¿Por qué debía ser así?
─Uryu te juro que si no paras de molestarme conocerás el puño de la muerte y déjame decirte que no es nada de amigable. ─gruñí hacia su persona con cachetes inflados y un puño al aire, esta vez abriendo mis ojos con molestia.
Este alzó sus brazos como un reo cualquiera y me sonrió con nerviosismo, una gota de sudor cayendo por su frente. Joder, es que si se pasaba.
─Está bien, está bien... no diré nada más.
Entonces, solté mis músculos para luego dar un suspiro aliviado y seguir en lo mío. Lo admito, a pesar de que el fantasma de Yoshiro atacase mis sienes en este preciso momento solo podía pensar en una cosa, o alguien la verdad... Obito Uchiha.
¿Por qué Uryu diría algo así? Y no solo él... Kakashi lo insinuó varias veces pero jamás pensé que fuese enserio. Y antes de venir cuando discutimos, también lo sospeché. Si fuese así, realmente no sabría que hacer, pues yo... no podría gustarle ¿Verdad? Solo eramos amigos.
No quería imaginarlo, no, aquello solo era insinuación de los demás.
Por otra parte, Uryu no era el primero en insinuar lo buen partido que era Shisui y no lo niego, es realmente una gran persona. Sin contar el hecho de lo atractivo que es, sobre todo con su ropa de civil sin bandana. No sabría imaginar sus atributos porque terminaría volviéndome loca y no quería eso. Al menos no ahora.
Suspiré.
Estaba en menos de la mitad de mi misión en donde tendría que asesinar espías, capturar uno y Uryu me había confesado parte de su infancia y yo aquí, pensando en dos hombres completamente diferentes...
Menuda sensei era ¿Verdad?
«...»
Las luces estaban apagadas, no había ruido alguno y el azabache sigilosamente se escabullía cerca de los sillones con aquel tarro de vidrio en sus manos. Su cuerpo estaba exhausto, aunque su ojo ya no dolía como antes y poco a poco veía manchas extrañas. También se mareaba de vez en cuando pero según el líder supremo del clan Uchiha eso era completamente normal y no tenía de qué preocuparse.
Incluso si este no le creía ni una sola de esas palabras.
─Madara y sus mierdas... ─ murmuró este a la vez que rodaba sus ojos, en cuanto comenzaba a subir las escaleras.
No obstante, se obligó a frenar sus pasos en cuanto la luz del salón principal se encendió de la nada.
─Así que te dignaste en aparecer, Uchiha.
Mierda. Pensó el moreno en cuanto escuchó aquella voz, sin mover siquiera un músculo y no, no le preocupaba el hecho de que el albino fuese a atacarle o algo parecido, sino, era el hecho de tener los ojos de Madara en sus manos. Si el Hokage supiese sobre aquello, seguramente todo explotaría entre ambos clanes.
─Joder, no pensé que me tuvieras tanto temor... ─se burló el actual Hokage mientras caminaba hacia la mesa de centro para posar ambas copas vacías y una botella de Sake casi completa que tenía en manos.
Obito tragó saliva y pensó miles de veces en donde podría meter aquel frasco, pero nada bueno se le venía a la cabeza. Sobre todo si tenía el ruido de Tobirama en la planta baja haciendo quizás que cosa.
¡Vamos, piensa Obito! Se dijo a si mismo mientras observaba con mucho nerviosismo sus manos. Tobirama carraspeó al notar que el Uchiha seguía en su posición, frunciendo el seño y observando sigilosamente hacia su dirección.
─Oye, es enserio... no te haré daño ─dijo el albino, esta vez tomando asiento en una de las sillas mientras vertía un poco de Sake en su copa. Incluso si antes ya había bebido unas cuantas.
El moreno sin más que hacer, caminó hasta el último escalón y sin que Tobirama le viese sacó ambos ojos del frasco con disgusto. Solo para después meterlos en su pantalón rapidamente y entrecerrar su ojo visible al sentir lo mojados que estaban. Se sintió idiota y a la vez inteligente, pues estaba seguro que él sería el único de su clan que fuese capaz de hacer algo así.
A Madara no le gustará ponerse estos ojos luego de esto... Pensó, segundos antes de agacharse un poco para quitar la incomodidad de su ropa interior. Tragando saliva.
─¿Qué estás haciendo?
Obito pegó un brinco al escuchar la voz del segundo Hokage tras de él, pues ni siquiera le había sentido llegar y pensó lo peor. Todo estaba jodido desde ahora.
─Eh... me ¿Estiraba? ─respondió, el sudor corriendo por todo su cuerpo al sentirle tan cerca y sobre todo por tener aquellos ojos mojados en su pantalón.
Tobirama entrecerró sus ojos y le analizó, sintiéndose muy culpable de ser un espécimen duro sin sentimientos. Pues, el rostro del muchacho era bastante suplicante y no teniendo a Izune que le defienda, lo entendía un poco.
Además, el alcohol le ponía algo simpático después de todo.
─Está bien, ─dijo, incorporándose para volver a bajar las escaleras─ ¿Quieres tomar algo antes de ir a dormir?
Obito se incorporó de igual manera, algo incómodo al sentimiento viscoso de los rinnegan sobre su ropa interior moviéndose bruscamente. Aunque no lo demostró, solo entreabrió su boca con sorpresa por la propuesta del albino ¿Desde cuando era tan simpático con él?
─Eh... lo siento, estoy muy cansado y...
─¿Tú? ¿Cansado? Pero si no has tenido misiones en semanas, no me vengas con cuentos Uchiha ─le reclamó con el seño fruncido mientras bajaba el último escalón─ Además... hay algo que debo decirte.
El pelinegro rascó su cabeza con incomodidad y solo dio un suspiro, no había de otra. Por lo que, decidió seguir el paso al Hokage bastante lento al tener dos ojos en su entrepiernas. Aunque más incómodo sería tomarse un trago con él y tener que entablar una conversación, pues seguramente le pediría que dejase a Izune en paz o algo parecido.
Sin quitar el hecho de que jamás en la vida habían conversado de algo que no fuese Izune o las misiones de la aldea.
¿Dónde demonios me metí? ¿Por qué no solo me fui a casa de Bakakashi? Se lamentó un millón de veces antes de llegar al salón y ver como Tobirama tomaba asiento en una de las sillas, para luego tomar un sorbo de su copa.
─¿Qué? ¿No es normal ver al Hokage tomándose una copa? ─se quejó el albino, esto al notar como el azabache le observaba con detenimiento sin sentarse frente a él.
─No... no es eso ─respondió enseguida, sintiéndose aún más incómodo de lo que ya estaba.
La verdad es que no, no era normal.
Tobirama soltó un suspiro y dejó su copa en la mesa para luego tomar la botella y servir en la otra que estaba frente a él. Aunque al ver que Obito no se movía gruñó por lo bajo y señaló con su cabeza la silla de enfrente.
─Vamos, que no te haré daño ─insistió, su seño bastante fruncido─ dios, que marica eres.
Entonces, el moreno al escuchar aquella palabra salir de la boca del albino hizo caso a lo que él decía. Aunque entrecerró su ojo al sentir uno de los rinnegan removerse sobre su ingle, esta sería sin duda una larga noche. O al menos así pensaba el azabache.
─¿Cómo va todo lo de tu abuela?
Obito tomó un sorbo de su copa y frunció el seño ante su pregunta, dejando la copa sobre la mesa nuevamente.
─Eh... bien, Tsunade dijo que a mas tardar un año estaría como nueva ─respondió, a lo que Tobirama asintió y tomó otro sorbo de su copa mientras balanceaba la silla sin preocupación alguna.
Él podría ser un monstruo a vista de cualquiera, pero dentro de su hogar... él era una persona común y corriente, algo que muchas personas no tomaban en cuenta al querer difamar a quien estuviese a cargo. Como cuando el clan Akimichi quiso hacerlo años atrás con su hermano mayor, aunque solo fue un susto porque no lo lograron y todo se solucionó.
─Y... ¿No has pensado hacer algo más que misiones? ─volvió a preguntar el albino bebiendo más de su copa, este se rascó la cabeza con incomodidad.
─Eh... supongo que no, o sea... ─sus mejillas se sonrojaron un poco al no saber si decir o no lo que en realidad siempre tuvo en mente desde que fue un crío─ siempre he querido ser Hokage pero bueno... es difícil que un Uchiha consiga ese cargo.
Tobirama soltó una risa, haciendo que el azabache frente a él se sonrojase aún más y tomara la copa para beber un poco, odiaba ser humillado u avergonzado. Le cabreaba, pero al Hokage no podía reclamarle.
─Tienes razón... es bien difícil ─dijo este, soltando un gran suspiro con una sonrisa─ pero nada es imposible muchacho, muy Uchiha puedes ser... pero si no eres igual de patán que los demás quién sabe algún día termine dándote el cargo.
Obito se atragantó con el poco Sake que había bebido y comenzó a toser con solo escucharle ¿Acaso había oído bien? ¿Tobirama darle el cargo? No, aquello tenía que ser una broma.
─Vaya... quizás el alcohol ya me esté haciendo efecto porque estoy escuchando cosas que son imposibles ─dijo el Uchiha una vez dejaba de toser y se incorporaba, bastante perplejo.
El albino volvió a reír y sacudió sus cabellos grises, a esa hora debería estar terminando los últimos preparativos para comenzar a cambiar de lugar al clan Uchiha pero ahí estaba... bebiendo Sake con un Uchiha... Irónico ¿Verdad?
─¿Sabes? Ayer Tsuna-chan dijo que te encamabas con mi hermana... y joder, te quería matar.
Obito tragó saliva y evadió la mirada del peligris, solo para volver a beber lo que había en la copa frente a él. Cada vez esta conversación le gustaba menos ¿Acaso estaba soñando? ¿Cómo mierdas Tobirama podía hablar con tanta naturalidad esas cosas?
Algo no estaba bien con el segundo Hokage.
─Pero luego Minato dijo que no serías capaz... y le creí ─volvió a hablar, esta vez bebiendo lo último de su copa─ Aunque si lo haces algún día, ni te creas que no te mataré... a ti y a tu pija ¿Entiendes?
Su voz era serena y su cuerpo se veía relajado mientras vertía más Sake en su copa vacía. Obito no sabía que pensar o decir en ese momento, él solo quería irse a la cama y sacar aquellos ojos que le molestaban de su pantalón. Pero de todas maneras, sabía que el albino diría algo como ello sobre Izune.
─Entiendo... ─murmuró, observando a su costado con incomodidad─ La quieres mucho como para que se encame con cualquiera, es tu hermana.
Tobirama asintió y alzó su dedo índice, dándole la razón por primera vez en su vida a alguien que no fuese él.
─Así es, ella es mi todo... desde que nació hasta ahora y supongo que siempre,─respondió, algo pensativo mientras Obito bebía lo último de Sake que había en su copa─ no dejaría que se jodiera la vida como lo hizo mamá al encamarse con nuestro padre... de esas folladas salió Hashirama ya ves... ─el albino soltó unas risas amargas─ bastardo Hashirama.
El moreno volvió a rascar su cabeza con incomodidad al notar que quizás esa no era la primera copa que bebía el Hokage en el día y comenzaba a hacerle efecto, era la única explicación a las cosas que decía ¿Verdad?
─Bueno... Izune salió también de esas folladas ─dijo el azabache, intentando seguir la corriente al hermano de su mejor amiga.
Tobirama rió y volvió a alzar su dedo con tranquilidad.
─Es cierto, qué cosas digo... ─suspiró, estirando sus brazos y luego posó su vista en la copa del Uchiha─ ¿Ya acabaste? ¿Quieres más?
─Eh... no gracias, Tobirama-sama. ─respondió, aún con algo de incomodidad. Sobre todo en su ingle donde aquel ojo le rozaba una y otra vez.
─Tsk, maricaaa.
Entonces, sin que el moreno pudiese quejarse o algo, el albino le arrebató la copa de sus manos y vertió más Sake en él. Tobirama no estaba ebrio del todo, aún tenía conciencia de sus acciones y de las cosas que decía. Así también recordaba a la perfección lo que necesitaba decir en primer lugar a Obito y si no frenaba ahora, luego no habría vuelta atrás.
Obito se removió en su asiento y bebió de su copa una vez más para matar la incomodidad que estaba sintiendo, necesitaba quitarse esos ojos de su pantalón ahora ya o terminaría explotando de los nervios. Sin quitar el hecho de ver a Tobirama en otra faceta muy diferente a la del Hokage o hermano super mega protector de su chica.
Su chica. Porque para él, ella era suya.
─Uchiha ─nuevamente el albino largó su lengua, parpadeando un par de veces al sentir como el alcohol se escurría por todo su cuerpo─ La verdad es que te llamé porque debo darte una noticia, además de... ¿Qué es ese chackra?
El azabache movió su cabeza a un lado con el semblante confundido y serio ¿Chackra?
─Espera, no, lo siento... ─dijo, tomando su cabeza entre manos y Obito quiso reír. Con esto Izune tendría material de sobra para molestarlo─ son tus bolas, joder debo haberme pasado con el Sake para ver chackra en todas partes...
El moreno bajó la mirada y se mordió el labio inferior para aguantar la risa, aunque se había zafado a fin de cuentas solo por el hecho de que se trataba de los ojos de Madara lo que tenía en medio de sus piernas, no sus bolas.
Izune no se lo creerá cuando le cuente sobre esto... Pensó, segundos antes de volver a tomar otra copa de Sake con gracia.
─En fin ─dijo este, parpadeando un par de veces antes de cruzar sus brazos e intimidar con la mirada al azabache, aunque a este punto ya no podía con esas mejillas algo sonrojadas─ la noticia es que te promoví a los escuadrones anbu, serás mi anbu personal Uchiha... así que andate preparando.
Obito frunció el seño y dejó la copa sobre la mesa, confundido.
─¿Qué? ¿Lo dices enserio? ─preguntó, sin saber si emocionarse por el cargo importante que estaba recibiendo u resignarse porque quizás lo decía por el impulso del alcohol.
Este asintió.
─Puede que no esté en mis cabales ahora mismo pero eso era lo que quería hacerte saber antes de tomar esta mierda... ─dijo, volviendo a tomar su copa para tragarla toda de una sola vez.
El moreno alzó una ceja con asombro al ver aquello, jamás se imaginó que el albino bebiera tanto. Él era el responsable y Hashirama el descontrolado... realmente Izune se iba a morir al saber aquello.
─¿Y qué hay de Itachi?
Los rinnegan se removieron en su lugar un momento, haciendo que Obito marcase una mueca y se quedara estático en el asiento.
─Bah, ese crío no sabe lo que quiere... un día es de Konoha y al otro es de tu clan trucho, no se puede confiar en él.
─¿Qué te hace pensar que yo sé lo que quiero? ─este movió su cabeza, bastante confundido con lo dicho por el albino. Él era un cero a la izquierda, no entendía el por qué Tobirama decía esas cosas.
─Quieres mucho a mi hermana y con eso me basta, además... ellos quieren joderte de alguna forma así que eso te hace ser de nuestro lado ─comenzó a hablar mientras parpadeaba, a este punto el azabache ya sabía que eso de parpadear varias veces era un tic que le producía el alcohol.
Izune movía su cabeza cuando se embriagaba, era bastante graciosa. Al igual que el Hokage.
─No es que quiera una guerra de clanes, no no, Hashirama dice esas burradas siempre pero no me entiende... tu clan es un problema, dios... me compadezco de que hayas nacido en esa muchedumbre enserio y...
Y así, Tobirama no dejó de hablar en ningún momento durante una hora más o menos mientras seguía bebiendo copa tras copa. El azabache escuchando una que otra cosa que le llamase la atención y otras veces bostezando por el cansancio, sobre todo por los jodidos ojos que tenía en su entrepiernas.
¿Y si...?
─... siempre fue así, Hashirama esto y lo otro cuando la única mierda que hace es hablar ¿Cómo solucionas algo hablando? ¿Acaso es idiota?... ─enseguida frenó su hablar con sus ojos entrecerrados y observó la copa del azabache frente a él─ Hey, ¿Por qué no estás bebiendo? Uchiha, no me obligues a sacarte a patadas mira que...
Antes de que finalizara su sentencia, Obito ya había tomado la copa y se había bebido todo el alcohol que contenía. No solía beber mucho, pero si el día siguiente no tendría nada interesante que hacer ¿Qué más daba? Además, Tobirama a ese punto ya estaba bastante alcoholizado como para tener que cuidar de él como lo hizo con Izumi.
No quería hacer aquello, así que... como dice el dicho ''Si no puedes contra ellos, únete'' tomó la botella de Sake y sirvió en su copa lo último que quedaba, bebiendo un sorbo enseguida.
─¿No tienes más? ─preguntó, al notar como este se tragaba su última copa.
Tobirama sonrió, sus mejillas ahora bastante rosadas.
─Me agradas, Uchiha.
Entonces, el azabache sonrió de lado y volvió a beber. Ahora debía quitar esos ojos de sus piernas y luego se olvidaría de todo aquella noche, se lo tomaría como una celebración a su puesto como anbu.
Nunca está de más disfrutar un poco...
// Espero hayan disfrutado la lectura, esto es un mundo alterno pero igualmente pueden haber spoilers.
¡Holaaaaa! No sé cuanto demoré con este capítulo pero aquí está jaja ¿Qué opinan? ¿Muy calmado? ¿Quieren más salseo? 😏😏jajaja sobre eso, lo siento si no ha habido lemon pero es que no puedo llegar y meter sexo en todas partes jaja ya ven😔💔
En fin, que tengan un muy lindo día y muchas gracias por leer que realmente las amo mucho, demasiado demasiado... ya saben, sin ustedes esta historia no sería nada yyy lloraré, un beso a la distancia💓💓💓
Ps: ¿Realmente somos 9k? No puedo creerlo, es algo que realmente me llega... Quizás para otros sea poco pero para mi es mucho, incluso más de lo que me esperaba o debería, enserio de todo corazón les doy las gracias... a las que comentan, a las que votan y a las que simplemente leen, ustedes lo son todo😭😭💓 y eso, gracias💓👈
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