treinta y dos; mete-saca
"No existen los secretos, sólo verdades ocultas que yacen por debajo de la superficie..."
Dexter, S01E02 "Crocodile"
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Izune Senju.
─¡Tobirama, que pares dios!
La verdad es que llevábamos más de una hora en esta situación y ya comenzaba a exhaustarme. Sobre todo si no había señal alguna de Óbito en la aldea ni a las afueras. Aquello me alivio de cierta forma... Pero también me extrañaba el hecho de que fuese así.
¿Dónde estaría? Él dijo que visitaría a su abuela...
A este punto del día Minato-san estaba igual o peor que yo, sin embargo, él era un poco más rápido a comparación mía en esto del hiraishin así que tenía más probabilidad de alcanzarle. Y sí, aunque solo nos diferenciaban unos pocos milisegundos, con Tobirama siendo nuestro objetivo era bastante difícil... no por cualquier cosa era llamado dios de la velocidad.
Si él no frenaba, no le atraparíamos.
─¡Tobirama, que es mentira! ¡Dios! ─grité hacia él con desesperación al ver como parecía no escuchar nada de lo que decíamos. Sobre todo porque ya debíamos frenar con esto, los aldeanos comenzaban a cuchichear y aquello no me gustaba en lo absoluto.
Incluso si no podían vernos por nuestro nivel de velocidad.
─¡Tobirama-sama! ─esta vez fue Minato quien exclamó hacia él─ ¡Esto es mucho, usted es el Hokage!
Este le observó por unos cuantos segundos sin frenar su paso y luego volvió su vista al frente, si Minato-san seguía platicando probablemente se retractaría de todo.
─No puede creer unas simples palabras sin una justificación, menos de Tsunade... ella estaba muy molesta ─insistió, esta vez sin gritar─ Además, Obito no sería capaz de hacer algo así.
Enseguida estuve a punto de atorarme con mi propia saliva al escuchar sus palabras, queriendo reír. No obstante, este no era el momento indicado ni la situación adecuada como para hacerlo. Sobre todo si estaban en juego las palabras de Tsunade, si me largaba a reír... solo confirmaría dicha sentencia.
¡Pero vamos! ¿Obito? ¿No ser capaz de follarme? qué va.
─Pare, Tobirama-sama.
Dicho esto, mi hermano pareció frenar de golpe delante de un estanque de agua cerca del clan Nara, sus nudillos bastante blancos mientras bajaba su mirada. Aquel fue el momento perfecto para que Minato apareciese a su costado derecho con rapidez, a la vez que yo me posaba en el izquierdo, ambos tomando de sus brazos para que no tuviese escape.
Este al vernos de esa manera frunció el seño con molestia, pero aún así... No forcejeó.
─Tobi-nii, realmente es mentira yo no... ─mentí, mi voz algo temblorosa y agitada por tanto esfuerzo físico en tan poco tiempo. Sin embargo, estaba casi segura que temblaba por no saber qué inventarle.
Él quitó mi mano de encima y me analizó de pies a cabeza con desprecio, ignorando mis palabras. Quise volver a parlotear, pero el ninja rubio se me adelantó mientras soltaba un suspiro.
─Obito no tocaría a su hermana de esa forma, si bien son muy amigos de hace mucho su abuela le enseñó buenos valores y tengo la certeza de que es así... ─dijo, su tono de voz firme y seguro─ pasé varios años de mi vida cuidando de él, sé de lo que hablo... Tobirama-sama.
Esta vez, no quise sino reír de nuevo por lo que Minato decía sin saber cuál era realmente la verdad. Pero así también sentí pena por él... pues, no conocía del todo a su alumno como para saber de lo que este era capaz. Y no, no solo me refiero al ámbito sexual, sino a todos los que Obito quisiese hacer.
Mi mejor amigo era imparable.
Tobirama soltó un suspiro frustrado y luego posó su vista en mi de nuevo, esta vez quitándose el agarre del Namikaze.
─Búscalo ─dijo hacia mi, bastante firme─y cuando lo encuentres le dirás que no lo quiero en nuestra casa ¿Entendido?
Esto tenía que ser una broma.
─¿Qué? Tobirama, eso no es justo él no tiene...
No me dejó terminar, como siempre.
─De seguro tendrá otro amigo que le de alojo, no eres la única. ─espetó, su semblante demandante y muy molesto. Noté como Minato se rascaba la cabeza con incomodidad y rechiné mis dientes.
Entonces, por un momento quise llorar y no sabía si era porque nunca era capaz de entenderme, o por la impotencia y rabia que sentía en ese momento. Esto no era culpa de Obito y no podía echarle cuando se le diese la gana, ese también era mi hogar y tenía mis derechos. No era justo.
Odiaba que Tobirama fuese así, al menos Hashirama comprende más los sentimientos de la gente y tiene un corazón enorme. Algo que de por si, no veía jamás en el peligris y no entendía el por qué, simplemente no lo entendía.
─No lo haré, él se queda. ─dije, con ambos brazos cruzados bajo mi busto mientras mordía mi labio inferior para reprimir ese picor de querer lagrimear frente a él. Sería una pérdida de dignidad enorme si lo hiciera.
Desde pequeños siempre fue así, cada vez que hacía algo malo y Tobirama era quien me reclamaba, yo terminaba llorando como una estúpida por lo cruel y sin tacto que podía ser a veces. Él siempre lo llamó 'realidad' o 'pies sobre la tierra', pero no tenía idea de lo estúpida y cruda que era su realidad. O siquiera, de lo que podía llegar a doler.
Este se acercó a mi y juntó nuestras miradas.
─¿O prefieres que lo saque a patadas? ─gruñó frente a mi como amenaza, sus ojos haciéndome estremecer un poco al ver su mandíbula bastante tensa.
Él hablaba enserio.
─Hashirama no dejará que lo hagas, él me apoyará y tu serás el que estará fuera a patadas. ─dije, ignorando el hecho de sentirme intimidada por mi propio hermano.
Minato-san tosió un poco a mi costado en cuanto ninguno dijo algo más , se notaba algo incómodo e insatisfecho.
Entonces, mi hermano posó su vista hacia el costado y le imité, notando enseguida como varios aldeanos frenaban para observarnos. Muchos de ellos llevaban kimonos negros y miradas cansadas, como si alguien hubiese muerto. Lo admito, aquello me extrañó de sobremanera pero no fui capaz de preguntar por ello.
No era el momento.
Y en cuanto quise decir algo más, Tobirama me había tomado en brazos para sacarnos a ambos de allí a una velocidad increíble, dejando así a Minato sobre el tejado. No pude evitar el hecho de afirmar mis brazos alrededor de su cuello para no caer, realmente era una velocidad inimaginable.
Una vez fuimos capaces de frenar el paso me di cuenta de que nos encontrábamos en el bosque tras los rostros del Hokage. Enseguida bajé de sus brazos y parpadeé varias veces para volver a mi compostura, si bien podía utilizar el hiraishin al viajar a la velocidad de Tobirama me mareaba a veces.
Este no dudó en apuntarme con su dedo índice en cuanto me estabilicé, para luego agarrarse de sus cabellos. Su rostro parecía más irritado que molesto la verdad. Y supe enseguida a qué venía esto.
Tobirama siempre me traía a este lugar cuando quería hacerme entrar en razón. O hacerme reflexionar.
─¿Por qué le defiendes tanto Izune? ¡Es Uchiha! ─dijo, exclamando la parte final como si fuese lo más obvio del mundo.
─¿Y eso qué?
─¿Por qué mierdas te cuesta tanto entender que todo ese maldito clan planea hacernos daño? Incluyendo a la mierda esa de Uchiha que tenemos en casa, y encima de todo hay rumores de que te lo coges ¡¿Qué tienes en la cabeza?!
Ahora se notaba más cabreado que antes, aunque me frustró en cierto modo su reproche. Otra vez con lo mismo, otra vez con ese maldito rencor hacia el clan completo sin saber que existen excepciones o que quizás está equivocado. Es solo un clan ¿Qué más allá de un golpe de estado podrían causar? Aunque dudaba que fuesen capaces, porque solo se joden los unos a los otros en su propio clan... no saben trabajar en equipo y sin eso tan importante, no tendrían oportunidad.
Aunque al menos creyó las palabras de Minato.
─Porque no tiene coherencia ni cohesión las cosas que dices, no puedes estar tan seguro de que Obito quiera hacernos daño ─respondí, esta vez cabreándome─ ¡Maldición, a él lo dañó su propio clan! ¡¿Cómo piensas que sería capaz de algo así?! ¡Además, comienzo a creer que todo esto del daño y mierdas es solo imaginación tuya Tobirama! ¡No hay nada extraño, solo tú corrompes lo que hay de paz en la aldea! ¡Solo tú!
Tobirama corrió su mirada frente a mis gritos y negó con su cabeza, soltando una pequeña risa cínica. Eso solo me molestó aún más pero no dije palabra alguna.
─Izune, tu no entiendes. ─dijo, lo bastante tranquilo para mi gusto─ Tu no presenciaste la muerte de Itama o Kawarama en la guerra de clanes a manos de Uchihas... no tuviste que ver como Hashirama casi se derrumba con cada pérdida o como mi padre nos entrenaba hasta que estuviésemos a punto del colapso, tu viviste lo último de aquella terrible época... por eso no entiendes...
Su mirada estaba algo perdida mientras hablaba. Sin embargo, sus puños seguían bastante apretados y su mandíbula tensa. No pude evitar el tragar saliva al pensar en lo poco que recordaba de Itama. Fue muy poco a decir verdad.
─No, yo no viví todo aquello... de hecho ni conocí a Kawarama ─respondí, sintiendo como una gota de sudor corría por mi frente al darle algo de razón─ pero si presencié la muerte de Yoshiro y Ukitake-sensei, sé lo que se siente perder a alguien y no por eso le cargo el odio a los ninjas de Suna como lo haces tu con el clan Uchiha solo por eso.
Tobirama volvió a negar con su cabeza, esta vez cruzándose de brazos con una leve sonrisa. No me gustaba esta versión sincera de mi hermano a decir verdad, me daba escalofríos y me sentía ¿Culpable?
─No es lo mismo ver morir a un amigo que a tu propio hermano, Izune. ─fueron sus palabras, muy serenas a pesar de su mandíbula tensa─ yo también tuve amigos que fallecieron y realmente no existe parecido alguno, sigues sin entender el por qué de mis acciones...
Tragué saliva y bajé mi vista, esta vez jugando con mis dedos. Ya no sabía como refutar lo que mi hermano decía, pues, tenía razón en aquello. Si yo perdiese a alguno de los dos, no sé que haría... solo sé que me dolería y mucho. Pues, a pesar de haber perdido a Itama en ese entonces yo era una niña de tres años, no sentía como ahora y poco recuerdo de su persona. Y ni hablar de Kawarama, porque no le alcancé a conocer.
No había forma de contradecirle.
─Pero como tu crees saberlo todo y comprenderlo todo, te dejaré que lo entiendas por tu propia cuenta... ─dijo, un suspiro vino luego de aquello─ el Uchiha se queda, pero luego no vengas a mi cuando suceda lo que tanto te he advertido. Yo no digo palabras banales...
Mordí mi labio inferior con fuerza, sintiendo como mi corazón latía con mas frecuencia frente a sus palabras, pues, no sabía qué decir o hacer. No sabía como habíamos llegado a esto si el problema fueron las palabras de Tsunade. Y tragué saliva, Tobirama siempre me dejaba con este sabor amargo de culpa cuando me traía a este lugar.
No fui capaz de mirarle.
─Conste que te lo advertí.
Dicho esto, sentí una brisa azotar mi cabello y cuando vi hacia el frente... mi hermano ya no estaba.
¿Por qué Tobirama tenía que ser así?
«...»
La oscuridad era lo que reinaba en ese lugar, a excepción de algunas antorchas que se encontraban encendidas en la entrada y otras, cerca de una gran piedra. Obito se estremeció de tan solo ver lo tétrico que era el santuario Nakano a su parecer, era primera vez que ingresaba allí y no le gustaba para nada.
Si bien en ese santuario varias reuniones del clan Uchiha fueron hechas, el pelinegro jamás participó de ellas y ahora lo agradecía de sobremanera porque con lo tétrico que era el lugar, se imaginaba una secta entre los de su clan o algo parecido. Era exagerado, pero así pensaba él.
─¿Hola? ¿Madara-sama? ─habló con inseguridad mientras daba pasos leves hasta la roca iluminada. El eco de su voz resonando por todas partes.
Nadie respondió a su pregunta y Obito gruñó, algo irritado ¿Acaso Izuna le había jugado una mala broma? Si así fuese, realmente debía destrozarle esa maldita coleta que traía a cambio por venganza o quizás otra cosa... Pues, jugar con algo como sus ojos o su estado no era algo sano para él.
Sobre todo si encontraba extraña toda la situación, no todo tenía que ser tan fácil.
─Agg, ─se quejó mientras observaba la piedra a su costado─ ¿Por qué mierda me piden que venga si después no hay alguien aquí? ─gruñó, esta vez afirmándose en aquella roca tras de él.
Sin embargo, al hacerlo notó como aquella piedra se hundió repentinamente de la nada junto con el área de donde se encontraba. Este frunció el seño, sin salir de su posición.
─¿Pero qué...?
Su frase se cortó a la mitad en cuanto un gran agujero se abrió bajo sus pies, haciéndole caer enseguida mientras varias rocas caían tras de él. Aunque no eran lo bastante pesadas ni chocaban con su espalda una vez llegó al suelo.
Óbito no sabía lo que ocurría, pero al chocar contra el suelo soltó un quejido y enseguida alzó su vista para ver si había salida por donde cayó para volver. Sin embargo, ya no estaba el agujero sino muchas piedras tapándolo.
Maldición. Pensó, creyendo que no podría salir jamás de ahí y que moriría de claustrofobia. Cosa que en realidad no pasaría porque ni siquiera padecía de aquello.
─Óbito Uchiha ─una voz le alarmó─ te estaba esperando.
El cuerpo del pelinegro se estremeció de tan solo escuchar su voz, tan tétrica y ronca como siempre. No obstante, solo atinó a ponerse de pie y limpiar su ropa mientras soltaba un bufido, ignorando el hecho de que aquel hombre le tensaba y causaba escalofríos de sobremanera con solo oírle.
Era un tipo bastante extraño y tétrico a vista del pelinegro.
─¿Qué manera de esperarme es esta? ─murmuró para si mismo con su nariz arrugada mientras sacudía su chaleco jounin.
¿Acaso Madara no podía ser un poco más normal? Al parecer no, pues había escuchado perfectamente lo que Obito había murmurado.
─La más adecuada...─respondió─ sabía que irías a por la roca, eres inteligente...
Obito hizo una mueca de disgusto y observó a sus alrededores, buscando con su mirada a Madara, quien era incapaz de verse entre tanta oscuridad. Pues, de partida aquel hombre estaba siendo muy simpático con él y le había llamado inteligente a pesar de ser un cabrón con respecto a su clan. No entendía su buena racha.
─¿Qué es este lugar? ─preguntó el azabache, aún analizando cada parte de aquella cueva. Incluso si todo estaba oscuro mientras intentaba ignorar los pensamientos malos sobre su líder.
─Pues... ya verás que en esta aldea no puedo hacer mucho sin tener un ojo encima, es una especie de oficina que diseñé hace años ─respondió, su tono de voz bastante firme─ ¿Por qué? ¿Te parece agradable?
─La verdad es que no, es tétrica y... fea.
Madara soltó unas risas leves que parecían amargas a oído de cualquiera en cuanto escuchó su respuesta, y luego se dejó ver frente a él. Aunque sus ojos eran diferentes a como los tenía usualmente y ya no traía esa armadura que según Obito, parecía de samurai en vez de ninja.
Aquello le hizo tragar saliva, y por alguna razón al verlos sintió miedo. Algo que pocas veces le sucedía ¿Qué eran esos ojos?
─Supongo que sabes a lo que vienes ¿Verdad? ─preguntó el líder del clan, queriendo llegar pronto al tema principal.
Óbito asintió, su ojo visible aún sorprendido por aquellos ojos lilas que poseía el ninja más fuerte de su clan. No se le ocurría una idea lógica para ello, pues el rinnegan era solo un mito.
¿O no?
─Entonces, acompáñame.
El Uchiha de cabellos largos dio la espalda al moreno y comenzó a caminar hacia dentro de la oscuridad máxima. Este dudó unos segundos antes de seguir su paso, su corazón latiendo a un ritmo considerable.
¿Y si era una trampa? Después de todo lo de su ojo fue obra de su propio clan según el clan de su mejor amiga. No podía bajar su guardia, no ahora.
─Madara-sama... ─habló este, captando su atención─ ¿Sus ojos... Etto...?
No sabía como articular las palabras correctas sin que su líder se lo tomase a mal, pues por lo que sabía no había que hacer preguntas indebidas en situaciones así. Lo aprendió cuando su abuela fue castigada sin mercancía por preguntar algo que no era de su incumbencia, aunque nunca supo cual fue su pregunta exacta.
─¿Estos? ─respondió el otro Uchiha, esta vez abriendo una especie de puerta enorme bajo sus talones─ es el rinnegan.
Óbito tragó saliva ante aquello, y no sabía si por la respuesta o porque en realidad ese era el famoso rinnegan que contaban sus maestros como un gran mito de rikudo sennin. Algo practicamente imposible.
Aunque ahora ya no lo era...
Este se quedó en silencio y Madara finalizó de abrir la enorme roca bajo sus pies, entrando así en esta con cuidado. No sin antes hacer un ademán al muchacho tras de él para que hiciese lo mismo.
─¿Es seguro? ─preguntó, notando como al final del agujero se veía una luz brillante.
─Hmp.
Dicho esto, ambos saltaron hacia la oscuridad. Solo para llegar a un lugar bastante iluminado sin rasguño alguno. Ambos cayendo de pie sin dolores.
Madara se sonrió al notarlo.
Óbito en cambio, entreabrió su boca en cuanto vio el enorme tronco de árbol que había en dicha cueva frente a él y no solo por la corteza gigantesca, sino, porque de esta colgaban varios cuerpos humanos blanquecinos. Aunque no eran exactamente humanos pero el azabache no tenía por qué saberlo.
─¿Qué... es esto? ─articuló con algo de dificultad mientras apuntaba los cuerpos.
Madara se cruzó de brazos y caminó hacia un mesón viejo que tenía a un costado de la corteza junto a varios artículos médicos sobre este. Aunque no los suficientes.
Si él robaba implementos era muy fácil que se dieran cuenta con los pocos que había en la aldea.
─¿Por qué hay cuer-pos humanos aquí? ¿Madara-sama?
Ahora el moreno estaba bastante asustado como para querer quedarse en ese lugar, porque si habían cuerpos colgantes de un árbol este se pudo imaginar cualquier cosa con esa cabecilla que tenía. Incluso hasta un sacrificio con su persona.
Entonces, cuando esperó una respuesta de su líder fue otra voz quien habló;
─¡¿Humanos?! ¡Ellos no son humanos! ¡ellos no defecan!
Óbito volteó su cabeza para ver de quien se trataba, sin embargo, en cuanto notó que no era nada más ni nada menos que un cuerpo blanco espiral cayó de culo contra el suelo.
─¡¿Kyaaaa?! ¡¿Qué eres tú?! ¡Madara-sama! ─exclamó, exigiendo ayuda del supremo.
En cambio, Madara tan solo soltó un suspiro mientras sostenía una jeringa en su mano. Siempre era lo mismo con aquel espiral.
─Zetsu, necesitaré de tu ayuda con esto. ─dijo, su voz bastante serena─ No le asustes.
─¡Yo no lo asusté! ─se excusó a brazos abiertos.
─¡¿Qué es esta cosa?! ─insistió el azabache, aún en el suelo mientras ahora el cuerpo le observaba con detenimiento.
─Es un zetsu blanco, es inofensivo así que no te preocupes. ─respondió, esta vez tomando una silla a un costado de él.
Zetsu por su parte tomó el brazo derecho del muchacho sintiendo algo muy familiar a él y le puso de pie con un tirón. Óbito tragó saliva, se sentía bastante intimidado a este punto de la situación. Sobre todo por lo extraño que era aquel espiral.
¿Qué eran esas cosas?
─Madara-sama ¿Por qué no me dijiste que este humano era familia mía? ─habló el cuerpo, esta vez dando saltos largos para acercarse al líder del clan Uchiha.
¿Familia tuya? ¿Enserio? Pensó el azabache con frustración y una ceja enarcada. No entendía nada de lo que sucedía al igual que Obito pero no podía culparle, esas cosas no eran lo bastante inteligentes después de todo.
─No lo es, pero notaste las células de Hashirama en su cuerpo... ─se dijo el Uchiha de cabellera larga con una sonrisa─ es un gran avance.
Óbito caminó hacia ambos mientras observaba a su alrededor ¿En qué momento se le ocurrió hacer caso a Izuna? ¿Por qué no solo volvió a con su amiga?
─Óbito, sé que cuando estuviste a punto de morir muchos años atrás los ninjas médicos lograron tu recuperación inmedia...
─¡¿Inmediata?! Tardé más de un año en estar esta...ble.
Sin embargo, al notar el seño fruncido del otro Uchiha se arrepintió de inmediato y sólo sonrió de manera inocente mientras su tono de voz disminuía. Zetsu blanco observando todo desde un costado, era bastante curioso.
─Lo siento, prosiga... ─dijo, aún con esa sonrisa nerviosa. Este le daba escalofríos.
Madara soltó un suspiro. Esta vez no diría algo contra él por interrumpirle.
─La cosa es que tu debiste morir ese día... Digo, perdiste la mitad de tu cuerpo ¿No? ─Óbito asintió, confundido─Por lo tanto, me dispuse a investigar el cómo habían logrado aquello contigo cuando sucedió y en resumen de estos años... descubrí que fueron las células de Hashirama ¿Lo sabías verdad?
Óbito arrugó su frente con algo de confusión ¿Celulas del primer Hokage? No podía ser cierto, eso no fue lo que dijeron años atrás.
─Por tu rostro puedo adivinar que no es así, ─dijo, esta vez palmeado la silla que tenía en frente─ ellos te implantaron las células de regeneración, solo por eso pudiste salvarte y seguir con tu vida normal... Entonces fue cuando sucedió el problema con los Senju luego de la guerra y quise largarme... Pero terminé luchando contra Hashirama hasta el fin, y pude haber muerto... de no ser porque conseguí su ADN para salvarme aún sin saber que sus poderes curativos podrían funcionar en otra persona y... eso es lo que ves aquí, ─el Uchiha abrió sus brazos en señal de toda esa cueva─ este árbol lo cultivé con dichas células y Zetsu blanco es un resultado de ello al igual que el resto de cuerpos, increíble... ¿No crees?
El moreno estaba inexpresivo frente a su líder, su cuerpo bastante tenso y algo sudoroso. Según dijo su abuela, aquello blanquecino de su cuerpo solo eran materias muertas de alguien más que se sacrificó en la guerra para poder salvarle.
¿Por qué su abuela mentiría?
─¿No me crees? ─ divinó su superior, para luego negar con su cabeza─Si quieres podrías intentar el mokuton y confirmarlo... estoy seguro que podrás desarrollarlo debido a que tu cuerpo es compatible.
Madara alzó sus hombros y luego se volteó para conseguir unas pinzas de metal mientras que Zetsu seguía observando. Ya no podía perder más tiempo del innecesario.
─Siéntate, veré si la retina de tu sharingan aún es estable.
─¿Por qué me dice estas cosas? ─soltó de repente, su rostro muy confundido y angustiado por todo lo que este había dicho antes.
Se le hacía difícil creerlo.
─No lo sé, supuse que debías saberlo... ese clan Senju está lleno de mentiras.
Óbito quiso reprochar ante aquello pero luego recordó el odio que este tenía por el clan de su amiga Izune, por lo que, solo hizo caso a su sentencia y tomó asiento en dicha silla. Tenía que recuperar su sharingan y dejar de indagar en cosas que no debería saber.
A eso había ido después de todo.
─Izuna y el resto del clan no sabe nada de esto, así que me agradaría que no lo divulgaras con él o con alguien más, especialmente los Senju... pues sé que estás viviendo con ellos mientras construyen tu hogar─dijo, mientras quitaba el pedazo de bandana que había sobre el ojo de Obito─ esto que hacemos Obito, es ilegal.
Este tragó saliva instintivamente y pensó; Si ya tengo estas células en mi cuerpo ¿Por qué no solo las usaron para salvar mi ojo? Nada calzaba en su cabeza y le jodía, si fuese ilegal no habrían salvado su vida con dichas células.
No entendía nada, de nada.
─¡Wooo! ¡Es tuerto!
La voz del cuerpo blanquecino resonó en todo el lugar mientras ponía ambas manos en su boca en cuanto vio como Madara quitaba el parche del ojo defectuoso de Óbito y dejaba a la vista sus párpados cerrados con un poco de sangre seca alrededor. Este sintió ansias de rascar esa zona al sentirla descubierta pero no lo hizo. Ambos ignorando la voz de Zetsu.
Aunque Madara sonrió al ver la sanación rápida del muchacho.
─Esto te va a doler, así que tendrás que aguantar. ─fueron las palabras de Madara en cuanto analizó el estado de sus párpados cerrados, pues tendría que volver a abrir esa herida─ Zetsu, trae un pañuelo... No quiero que muerda su lengua.
Óbito sintió su corazón acelerar los pulsos al oír aquello y se arrepintió un poco. No quería más dolores ni sufrir, pero si quería volver a tener su sharingan. Ya no sabía que hacer, no quería verse como un miedoso frente al líder supremo de su clan.
─¿No tiene algo de anestesia? digo...─no pudo terminar debido a que Madara le interrumpió bruscamente.
─No ¿Qué clase de ninja eres que no aguantas un poco de dolor?
─Pero si recién dijo que...
─Puedes con esto Óbito, no me decepciones.
Entonces, el azabache calló su boca ¿Decepcionarlo? Aunque sólo fue por unos segundos, el Uchiha no podía mantener su lengua en silencio.
─Si el rinnegan es solo un mito ¿Cómo lo consiguió? ─preguntó, intentando quitar de sus pensamientos el dolor que iba a sentir.
─No abuses de tu confianza muchacho, eso no te concierne aún.
Óbito bufó, al menos lo había intentado.
Enseguida, Zetsu blanco apareció a un costado de Madara con miles de paños en sus diminutas manos. Unos sucios y otros muy pequeños pero limpios, todos de diferentes colores.
─No sabía era el más adecuado, Madara-sama... ¡Todos eran bellos!
Madara dio un suspiro frustrado al verle y quitó uno limpio de su mano derecha sin responder, tirando así luego la cabeza de Óbito hacia atrás con fuerza. Aunque este no se quejó.
─Abre la boca.
Este hizo caso al ninja de cabellos largos y luego aquel pañuelo fue puesto en su boca. Óbito mordiéndolo instintivamente.
Solo debía de aguantar un poco, solo debía de aguantar.
Madara con aquellas pinzas abrió sin tacto alguno el ojo del muchacho, este mordiendo con un poco más de fuerza el pañuelo en su boca mientras que con sus manos sujetaba los bordes de la silla. Luego, el supremo metió sus dedos en el agujero en busca de la retina original para quitarla. Después de todo, esa era la defectuosa.
Sin tacto alguno.
Óbito se quejó enseguida al sentir como su ojo pulsaba con fuerza debido al dolor que estaba presenciando. Sus nudillos bastante blancos debido a la fuerza ejercida sobre la silla y su mandíbula tensa a morder dicho pañuelo.
─Tienes suerte, la retina del sharingan está intacta... ─Madara sonrió mientras que el azabache respiraba agitadamente─ Ahora si, podremos comenzar...
Óbito sintió escalofríos con solo oír aquello, sobre todo en cuanto sintió un líquido caliente correr por su mejilla. No debía ser un experto para saber qué se trataba de sangre. Y esto solo era el comienzo.
Solo debía aguantar, solo eso debía de hacer si quería su sharingan de vuelta.
«...»
─¡Shisui Uchiha!
Una voz alarmó a los tres chicos presentes en aquel parque, estos volteándose enseguida para ver que se trataba de Kizune, un subordinado de Kagami Uchiha... el líder de la policía militar.
Shisui no pudo evitar tragar un poco de saliva al verle, seguramente tendría que explicar todo una vez más y no sabía si podría hacerlo.
Hablar sobre su madre le dolía.
─Kagami-san te necesita.
Este le observó una vez más y luego dio un suspiro, esta vez soltándose de Izumi para dar una leve sonrisa a ambos. Al menos así quedarían solos.
─Lo siento chicos, el deber llama... ─dijo, caminando hacia el otro Uchiha─ Gracias por consolarme, realmente son buenos amigos.
Itachi tensó su mandíbula, no quería quedar a solas con Izumi luego de todo lo que había dicho su amigo. Pues ahora él debía de explicarle y no quería, no se sentía a gusto incluyéndola en todo ese infierno que ambos vivían de vez en cuando.
─Espera, Shisui ¿Est...
Su frase se cortó enseguida en cuanto notó que los dos policías saltaban hacia el árbol con mucha rapidez e Itachi no podría impedirle trabajar, eso sería una falta muy grave para él y para Shisui. Aún así, no quería estar a solas con la castaña.
¡Maldición! Pensó.
─Itachi-kun... ─habló ella, un poco más atrás de su posición mientras jugaba con sus dedos algo nerviosa.
El ninja de coleta le observó por unos segundos y luego suspiró. No quería meterle en dramas, ella era muy inocente para vivir en ese infierno.
─No te diré nada.
Izumi abrió sus ojos de par en par, bastante sorprendida de su respuesta y se acercó a él para tomar su brazo. Cosa que el quitó enseguida.
─¿Qué? Pero Shisui dijo que...
─Yo no soy Shisui. ─cortó enseguida su frase, corriendo su vista de ella para luego voltearse. Dispuesto a irse de allí.
Enseguida, la castaña frunció el seño a la vez que muchas lágrimas corrían por sus mejillas al escucharle. Ya no quería más de aquello, Itachi siempre hacía lo mismo y no se lo iba a permitir. No ahora que sabía la mitad de la información que necesitaba para sacar sus conclusiones concretas.
Además de no encontrar justa la razón de su lejanía.
No dudó mucho en correr hacia él y tomar su brazo con fuerza para voltearle de golpe, su traje anbu chocando con la blusa de Izumi. Este la observó con algo de sorpresa y recordó aquel día en que salvó a la abuela Hanaro del incendio, ella había actuado de la misma forma.
─Izumi, si quieres saber algo espera a que Shisui te lo diga... yo no abriré mi boca contigo. ─espetó, soltando un gran suspiro a la vez que quitaba su vista de la de ella.
La chica negó con su cabeza a la vez que lloraba, de impotencia más que nada.
─¡¿Por qué tienes que ser tan borde con los que te quieren?! ¡¿Por qué siempre estás escuchando lo que dice tu padre en vez de seguir tu propio camino?! ¡¿Qué tanto ocultas?!
Entonces, cuando este esperaba una gran cachetada de su parte como la vez anterior solo recibió un gran abrazo junto a los sollozos de la chica. No pudo evitar tragar saliva ante aquello en señal de nerviosismo y observó a sus alrededores, creyendo que alguien podría verles pero no... estaba vacío.
─Sé que sufres en silencio Itachi-kun, que te guardas las cosas...─dijo ella, aún en sus brazos a pesar que el chico de coleta no correspondió su abrazo─ pero si no te desahogas con alguien jamás podrás avanzar ¿Qué importa si mi madre no es Uchiha? Yo sigo siendo persona y alguien que te aprecia mucho Itachi-kun...
─Izumi... ─murmuró como reproche, no quería escuchar aquello que sabía sobre ella de sus labios. Simplemente no quería.
─¿Por qué no soy suficiente? ¿Por qué no quieres confiar en mi? ¿Es por la otra chica? ─insistió en parlotear junto a más sollozos en su torso.
Itachi no sabía que hacer en aquel momento, quería irse y alejarse como siempre. Pero su corazón le pedía a gritos que se quedara y escuchase lo que ella seguramente diría muy pronto, algo que todos sabían pero nunca oyeron de sus labios. Si su padre le viese en dicha situación con ella no estaría contento, él debía seguir su descendencia con alguien que fuese puro para que la línea de sangre estuviese intacta.
Él no podía querer a Izumi, no debía.
─Izumi, será mejor que...─intentó separarse de ella pero la chica fue insistente y no se lo permitió, aferrándose aún más a su cuerpo.
─Yo... no puedo más Itachi-kun, ─dijo, mordiendo su labio inferior antes de decir lo que pensó que jamás podría confesar─ yo... te amo, y no sé qué más hacer para que tu me correspondas... realmente ya no sé que hacer y... ─ella levantó su rostro cubierto de lágrimas y mordió su labio al ver el rostro perfecto de su enamorado, lo amaba demasiado que dolía.─ realmente te amo, Itachi-kun.
Él remojó sus labios con su lengua y le tomó de la cintura con suavidad, sorprendiendo un poco a la castaña. Luego gruñó para sus adentros, Itachi sabía que luego se arrepentiría de esto pero lo haría aún más si no lo hiciese. Por lo que, sin previo aviso unió sus labios a los de ella en un beso desesperado y a la vez cálido.
Necesitaba de aquello, ya no podía mentirse más.
Izumi de la sorpresa demoró unos segundos en corresponder, pero cuando lo hizo sus brazos se fueron inmediatamente alrededor de su nuca mientras que el Uchiha la aprisionaba con su cuerpo. Habiendo deseado aquello por mucho tiempo, desde aquel día en el baño de hospital cuando quiso sobornarla pudiendo haberlo hecho de otra forma. Él igual sentía cosas por ella.
─Itachi-kun...─murmuró ella en medio de sus choque de labios al notar como este la aprisionaba contra el árbol, subiendo el nivel de sus besos y toqueteos.
─Sé de un lugar...─respondió al igual que ella con su voz entrecortada─ a dónde podríamos ir y estar tranquilos.
Itachi murmuró mientras bajaba sus besos a su cuello y ella sonrió, esta vez separándose del anbu de coleta para contemplar su rostro ¿Finalmente estaba cumpliendo lo que tanto anhelaba? Izumi no lo sabía, pero no iba a desaprovechar esta oportunidad que su amado le estaba ofreciendo.
─¿Ah, sí?
─Ajá.
Dicho esto, Itachi tomó en brazos a la castaña para luego desaparecer de aquel parque. Pues, necesitaba estar a solas con Izumi de manera tranquila y estaba seguro que en dicho parque no podría, sobre todo si había notado una presencia cotilla muy cerca de ellos hace un rato. Una bastante familiar para él, esa que tanto quería y le jodía de vez en cuando.
Ya luego se preocuparía de su hermano pequeño.
// Espero hayan disfrutado la lectura, esto es un mundo alterno pero igual puede tener spoilers.
¡Holaa!🙌 ¿Qué tal el capítulo? Según yo aún no pasa nada interesante y está medio latero pero debe ser porque sé lo que va a suceder después pero bueno jaja todo a su paso. Ennnn fin, ojalá les haya gustado y que tengan un muuuuy lindo día porque las amo demasiado y se lo merecen, son lo best💖💖😍😍😍
ps: este capítulo lo iba a subir ayer pero wattpad ql no me dejó 😔
ps2: ¡Feliz día del padre para todos los suyos, y para las madres también! 🙌💖
ps3: ahora sí, bai jaja😘
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