treinta; equipo Izune.
"Es extraño que la vida y el amor sigan siempre hacia delante..." The Host.
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-Demonios, Sasuke no hagas tanto ruido.
El peligris daba leves golpeteos en la espalda del hijo menor de Fugaku mientras este escupía todo lo que había ingerido anteriormente en aquel diminuto baño a la vez que intentaba con todas sus fuerzas no generar tanto ruido innecesario. Pues, al estar todos durmiendo lo más probable era que alguien pudiese escucharle a pesar del silencio y no quería que ese alguien fuera Itachi. O siquiera, que alguien más se mofase de su situación.
Ya tenía bastantes problemas con Rin como para tenerlos con alguien más y que todo lo hecho antes fuese en vano.
Incluso si quería aún más...
-Nunca más volveré a beber contigo, Kakashi. -gruñó el Uchiha para nuevamente pegar su cabeza en el WC y gruñir exageradamente.
Kakashi puso sus ojos en blanco al escucharle y luego soltó un suspiro. Debía tener paciencia con el muchacho, después de todo era su alumno y la culpa de su estado era el imbécil de su amigo.
-No me culpes a mi, tu eres el que anda mirando mujeres mayores y te metes en problemas. -dijo este, sin importancia alguna mientras largaba la cadena del WC una vez notó que Sasuke ya no tenía nada más que expulsar de su cuerpo.
Este de inmediato sacó su cabeza de aquel lugar y se sentó en el piso helado de cerámica, a la vez que soltaba quejidos de dolor y afirmaba su espalda en la pared ¿Cuánto duraba una resaca de esa magnitud? Le parecían años.
El jounin de cabellos grises por un momento se sintió mal al verle de esa manera. Sin embargo, también estaba muy molesto por dentro solo por el hecho que Rin le había dejado a cargo de él todo el resto de la noche y mañana. Todo mientras ella limpiaba la sala de estar y luego simplemente se iría a dormir sin importarle el problema de su entrepierna que aún estaba vigente luego de unas cuantas horas, tomando por excusa que aquello era su culpa aunque lo negase diez mil veces.
Para él, la culpa siempre la tenían los demás. Kakashi era así.
Odiaba que Rin le dejase con las ganas y con un ebrio al cuidado, aunque más odiaba a Óbito por no haberle escuchado cuando debió hacerlo. Si lo hubiese hecho, aquello jamás habría pasado y él estaría durmiendo como todos lo demás en ese preciso instante.
-Eso no tiene mucho que ver con como me estoy sintiendo...-gruñó el azabache hacia su sensei mientras se tomaba la cabeza con ambas manos para neutralizar el dolor que allí pulsaba.
Kakashi palmeó el hombro de su alumno y luego se tocó la nuca, algo compasivo.
-Claro que si, ya sabes que al involucrarte con Izune tendrás que bancarte al chiflado de Óbito... ¿Acaso no te lo dejé bien en claro?
Este gruñó por lo bajo, masajeando sus sienes con suma delicadeza. El tan solo escuchar los sermones de Kakashi solo le incrementaba el dolor y los remordimientos por haberla besado cuando sabía que no estaba bien.
Su hermano se lo había dicho.
-Tsk, eso no fue lo que dijo Naruto... -murmuró para si mismo, arrepintiéndose enseguida de haber hecho caso al idiota ese. El cual según su padre, Óbito e Izune solo eran amigos. Qué ingenuo fue.
Kakashi enarcó una ceja, frustrado.
-¿Tú? ¿Hiciste caso a Naruto? -le apuntaba con mucha serenidad a pesar de sentirse muy frustrado al saber que su único alumno con cabeza se había dejado llevar por la mala influencia del hijo único de su antiguo sensei, Minato Namikaze. ¿Qué estaba haciendo mal como maestro?
-No me lo recuerdes por favor.
El Hatake dio un suspiro y se cruzó de brazos, afirmando su gran espalda en la pared con frustración. Ya no había caso que siguiese con los sermones hacia el Uchiha si lo que estaba hecho no se desharía por arte de magia, solo le quedaba asumir las consecuencias en silencio y esperar a que el azabache estuviese mejor para dejarle ir.
Sasuke al notar que su maestro no respondió a sus palabras, simplemente soltó un quejido ahogado por el dolor de su cabeza mientras quitaba sus manos de donde las tenía y estiraba su cabeza hacia atrás, cerrando sus ojos para tratar de canalizar todo su cuerpo.
-Creo que voy a morir.
Entonces, cuando el peligris soltó una risa burlona frente a su sentencia y pensaba en como hacerle sentir mejor, escuchó como unos pasos se acercaban a la puerta y enseguida, utilizando su gran sentido del olfato reconoció de quien se trataba , por lo que, se puso más o menos en alerta.
-¿Está ocupado? -fue la voz que inundó el silencio.
El hijo menor de Fugaku levantó su cabeza para observar a su maestro y pedir explicaciones. No obstante, este le señaló con el dedo índice para que mantuviese silencio. No podía arriesgarse.
-Sí. -respondió, sonando aún mas natural de lo que debería. Esperando que de alguna manera, la mujer se fuese y no sospechara nada.
Pero la suerte no estaba de su lado aquella mañana.
-¿Kakashi-kun? -habló ella con sorpresa, soltando un quejido leve luego de su pregunta- Creí que te habías ido con Izune-chan y Óbito-kun...
Entonces el Uchiha dio un pequeño brinco al ver como su maestro tensaba sus músculos y abría la puerta con fuerza ¿Qué acaso no había que mantener silencio? Su sien pulsó con fuerza de tan solo pensar en aquello.
-¿Qué óbito e Izune qué? -gruñó al quedar casi al frente de la castaña, quien por instinto dio dos pasos hacia atrás al divisarlo.
¿Cómo se atrevían a dejarle todo el desastre de ambos a él?
Izumi se tocó el puente de su nariz y le observó detenidamente muy confundida e insegura de lo que había dicho, porque tal vez ambos ninjas no se habían marchado de aquella casa y probablemente estarían follando por algún lado en esta misma. No debía especular cosas solo por despertar y no verles dentro del salón... O siquiera por no recordar mucho sobre sus acciones luego de quedar ebria. Sobre todo si aquella especulación molestaba a Kakashi de sobremanera que le hacía temblar.
-Etto... no recuerdo mucho de anoche y me duele un poco la cabeza, pero cuando desperté ninguno de los dos estaba presente en el salón así que supongo que lo hicieron... y los chicos acaban de irse también -respondió, esta vez llevando una de sus manos hacia su sien con fuerza. Su cabeza iba a explotar en cualquier minuto.
Y el peligris probablemente también lo haría. Solo que no del dolor.
-¿Qué chicos? -su tono era firme a la vez que se afirmaba en el marco de la puerta con su seño fruncido.
-Naruto, Uryu, Sakura y Kinoe, aunque no vi a Sasuke con ellos ¿Tú lo has visto? Itachi preguntó por él hace un rato y por eso vine a checkear los baños en caso de que estuviera por aquí...
Kakashi gruñó por lo bajo, recordando el hecho de tener a su alumno escondido de todo el mundo. ¿Debería decirle? Se preguntó al notar lo preocupada que estaba por el adolescente, ya había pasado mucho tiempo desde que este mismo había desaparecido y era muy obvio que a estas horas estuviesen buscándole.
Maldición. Pensó, aún sin saber si era lo correcto decirle que Sasuke estaba sano y salvo con él. O bueno, no tan sano después de todo.
-¿Kakashi-kun...?
El jounin de la máscara entreabrió su boca sin ser vista para poder responder a la chica e inventar alguna mentira porque lo mas probable es que si confiase en ella, esta se lo haría saber al único Uchiha presente en anbu y aquello era lo que menos quería, se había decidido y no se lo haría saber. Sin embargo, fue el sonido de Sasuke sobre el WC lo que alarmó a ambos, aunque por diferentes razones. Aquel ruifo le afectó de sobremanera a Izumi, quien ahora tenía el seño fruncido y apuntaba hacia dentro de la habitación, bastante confundida.
-Por favor dime que ese no es Sasuke... -dijo, casi pidiéndolo a gritos.
Pero Kakashi no contestó y tocó el puente de su nariz con frustración, ya no había escapatoria. Por lo que, Izumi ignorando el dolor de su cráneo que pulsaba con fuerza ingresó en la habitación, empujando al peligris solo para verificar aquello que no quería. Solo para así encontrarse con la persona que menos quería que fuese, Sasuke Uchiha.
-¡Por un demonio! -por poco exclama, sorprendida mientras se volteaba hacia el peligris tapando su boca. El cual se encontraba cerrando la puerta mientras daba un suspiro.- Esto no va a gustarle a Fugaku-sama y mucho menos a Lady Mikoto.
Ella se veía muy preocupada para el gusto de Kakashi, si bien Izumi no estaba involucrada directamente aquello también le afectaba solo por el hecho de que el muchacho era hijo del segundo líder de su clan. Por ello, si alguien del clan se encontraba cerca de él y no hacía algo mientras se encontrase en peligro, eso podía ser una falta muy grave para los Uchiha's que estuvieron presente aquella noche. Incluyéndose.
Está de más decir el por qué Itachi no era protegido por personas de su clan. No lo necesitaba.
-Por eso no se lo haremos saber a Itachi -habló el peligris, nuevamente afirmándose en la pared mientras observaba la imagen casi muerta del Uchiha con una mueca en sus labios.
Ella entreabrió su boca para decir algo. Sin embargo, solo un quejido salió de su boca al sentir las pulsaciones de su cráneo mientras sujetaba sus rodillas.
-Hey ¿Estás bien?
Izumi no tomó en cuenta sus palabras y asintió, ella no diría nada a Itachi. Después de todo, aquello también la involucraba y su dolor de cabeza no la dejaba pensar. ¿Qué diablos había hecho anoche?
«...»
-¿Q-qué acabas de decir?
Las palabras salieron de su boca sin previo aviso mientras se volteaba en cámara lenta hacia el único hijo de Madara Uchiha, penetrándole así con su mirada fija que a pesar de tener solo un ojo....cuando quería, era bien escalofriante.
Por otra parte, Obito no era alguien que soliese tartamudear muy seguido, pero realmente lo que este había dicho le sorprendió de sobremanera, superando todos sus sentidos. ¿Realmente es posible? No se lo esperaba.
-Lo que oyes -esta vez Izuna bajó un poco de voz al notar como los aldeanos comenzaban a cuchichear sobre ellos al verles en medio de la calle.
El moreno de un solo ojo movió su cuello algo incómodo y se acercó nuevamente a Izuna. Él no era tonto, no podía dejarse llevar solo por unas cuantas palabras.
-¿Cómo sé que no me estás mintiendo? -dijo, otra vez cambiando su expresión hacia una mas seria y algo desconfiada.
Después de todo, había sido Tsunade Senju quien le atendió apenas llegaron a Konoha. Sería algo descabellado e imposible que alguien de su rango no hubiese sido capaz de recuperar su ojo dañado si hubiese cura para ello. Y mucho más, que alguien como Madara que por muy poderoso que fuera, no tenía los conocimientos médicos suficientes como para encontrar algo tan anhelado por él. No confiaba en sus palabras.
-Solo debes confiar Obito, no sería capaz de engañarte con algo como esto. Además, no es que podamos recuperar tu vista del todo...-lo sabía, pensó- pero si no activaste tu sharingan cuando aquello sucedió, podemos recuperar la visión de este en vez de tu visión normal. ¿No lo hiciste verdad?
Óbito no lo recordaba. No sabía si lo había hecho u solo estaba normal. Y antes que pudiese decir algo, ya estaba divagando en su cabeza bastante pensativo a la vez que se tocaba el puente de su nariz con rapidez, solo para tratar de recordar el momento exacto. Quizás fue el alcohol quien borró ese suceso de su cabeza o la fea caída que tuvo al desmayarse por intentar seguir la misión. No lo sabía, pero estaba preocupado.
Y sí, ya se había hecho ilusiones de recuperar su habilidad visual como para que se esfumasen tan pronto.
Entonces fue cuando Izuna soltó unas risotadas frente a él y palmeó el hombro del azabache con gracia. Este le frunció el seño, confundido ante su acción tan repentina.
-No lo hiciste, baka. -dijo, aún soltando unas risas. Aquello sólo dejó aún más confundido al pelinegro.
-Si no lo sé yo... ¿Cómo lo sabes tu? -balbuceó aquellas palabras, ignorando el hecho de estar en medio de la calle con la mayoría de aldeanos comenzando sus labores.
Izuna suspiró con una sonrisa, esta vez frenando sus risas repentinas ante el moreno.
-Si lo hubieras hecho, tu ojo no sería azabache... tendrías el sharingan permanente -explicó, aquello aliviando y preocupándole a la vez- Me hubiese extrañado que no pudieses esquivar un kunai con tu sharingan al aire.
Entonces por un momento el moreno se sintió agradecido de no haberlo hecho, pues algo probable podría haber sido que aquel kunai diera en el blanco y hubiese perdido su sharingan, o tal vez lo habría esquivado, quien sabe.
-¿Vendrás entonces? -insistió el legado del Uchiha más temido de la historia. Óbito ladeó su cabeza, aún algo inseguro.
-Etto... ya dije que iría por mi abuela -respondió, algo cabizbajo al igual que su compañero.
Entonces el Uchiha azabache de coleta dio un suspiro largo, esta vez volviendo a posar su mano sobre el hombro de este.
-Ve después ¿si?
Óbito volvió a ladear su cabeza y luego de unos segundos asintió, soltando el poco aire que retuvo durante ese lapso de tiempo. Izuna sonrió y palmeó al azabache.
-¿Tú estarás ahí? -preguntó el pelinegro de Óbito, mientras le observaba con una mueca.
Después de todo nunca le agradó estar a solas con Madara, él era bastante extraño y melancólico para su parecer.
Izuna negó con su cabeza. Lo que faltaba.
-Ya sabes como es mi padre, sólo me pidió que te lo dijera y que luego quitara mi nariz del tema, dice que causo muchos problemas. -respondió, alzando sus hombros.
Entonces Óbito sintió algo de compasión por él, pues Izuna era bastante parecido a su mejor amiga en ciertas cosas. Ya sea por el hecho de que sus nombres fuesen casi idénticos, o quizás porque ninguno de los dos conoció a su madre y mantenían padres pendientes de asesinar otros clanes en vez de dedicar tiempo a sus familias. Aunque Izuna no tuvo la suerte de su amiga la peligris de tener hermanos que se preocupasen de ella, pues este era hijo único y Madara jamás cuidó de él.
Se sintió mal al pensar en aquello.
Entonces logró reaccionar en cuanto Izuna pasaba su mano frente a él, se había perdido en sus pensamientos.
-Eh, no te preocupes Izuna... dile que iré mas tarde -habló con algo de rapidez mientras volvía a retomar su camino, dejando al otro azabache allí- Nos vemos.
-Procura no decírselo a nadie, si sabes a quien me refiero.
No respondió a sus palabras y tan solo con una seña de manos se despidió de Izuna rápidamente mientras caminaba, debía llegar al hospital cuanto antes. Pensar en cosas como la familia solo le hacían sentirse una mierda por tener a la única persona que se preocupó por él tantos años en un estado vegetativo y bastante grave. Aunque según Tsunade después de un año u tal vez dos, ella podría estar como nueva y eso le aliviaba de sobremanera.
Sería un golpe muy duro en su vida si le perdiese de esa manera.
Por otra parte, Izuna mordió su labio inferior y apretó sus puños antes de marcharse hacia la estación militar, pensando en Hikari Uchiha y en el mismo Obito. Él no quería hacer daño a nadie, él solo deseaba la paz y ser feliz ¿Por qué su padre no le dejaba serlo?
Definitivamente, nada bueno vendría con aquello que este pedía.
«...»
-¡Hokage-sama! ¡Gracias a dios que llega!
La voz del Namikaze inundó toda la habitación al ver como el peligris ingresaba y tomaba enseguida un montón de papeles para comenzar a trabajar desde ya, ignorando así las palabras temblorosas de Minato.
Este se encontraba nervioso y muy inseguro de si decir o no lo que se había enterado hace unos minutos por Kagami Uchiha en secreto, pues este al entregar información al Hokage se arriesgaba a perder su lugar en la policía y sobre todo, el respeto que todos le tenían en su clan.
Pues, ninguno además de Minato sabía sobre la estrecha relación de amistad que mantenía Tobirama con este Uchiha. El único de su clan a decir verdad.
El rubio tomó asiento en la silla frente a la ventana mientras se tomaba el puente de su nariz y suspiraba con pesadez. Ya no sabía que pensar sobre la situación de ese clan, cualquier cosa era posible y se esperaba siempre lo peor.
-Minato, estás bastante callado hoy ¿Ocurre algo? -habló finalmente el hombre de ojos rojizos al notar como la habitación se encontraba bastante en silencio, algo muy extraño entre ambos. El rubio era demasiado bueno para batir la lengua como para que justo aquel día estuviese en silencio.
Minato cerró sus ojos por un segundo y luego posó su mirada angustiada sobre el seño fruncido de Tobirama. Le diría de todas maneras, después de todo Kagami se lo encomendó a él.
-Tenemos problemas. -espetó con una mueca, Tobirama enseguida dejó de escribir sobre los papeles en el mesón y le observó confundido.
-¿Qué clase de problemas?
-Hikari Uchiha se quitó la vida anoche, dejó una carta... y los miembros del clan están muy descontentos, no demorarán en pensar que fuimos nosotros incluso si fue un suicidio.
Tobirama Senju se puso de pie enseguida al oír esas palabras, tomándose de los cabellos con suavidad al intentar mantener la calma ¿Realmente otro miembro del clan Uchiha estaba siendo dañado?. Ya llevaba apenas dos días como Hokage y tenía bastantes problemas, definitivamente debía hacer algo al respecto con esos zánganos. Eso de dañar a gente de su propio clan no estaba bien.
Incluso si el peligris odiase mucho a los Uchiha, que estuviesen muriendo u a punto de morir no le hacía gracia. Era algo muy grave, sobre todo si luego sospechasen de gente que no tiene nada que ver como lo es el clan Senju o Uzumaki.
Óbito, Hanaro, Hikari... ¿Quién seguía? ¿Qué mierdas planeaba Madara con dañar a los suyos? No cabía en su cerebro alguna razón lógica.
-¿Quién informó? -preguntó luego de unos segundos, ignorando el lío de su cabeza.
-Kagami Uchiha, -responfió, también poniéndose de pie- dijo que estaba investigando el caso porque la letra de la carta fue copiada y no cree que haya tenido que ver con nosotros o contigo pero eso no quiere decir que los demás pensarán igual...
-¿Kagami está en la aldea?
-Así parece...
Tobirama tocó su nuca y dio un suspiro, al menos ya tenía un punto a favor teniendo a su gran amigo en la aldea. Aunque estaba seguro que Kagami no le daría información más allá de la que podía dar, el tipo era demasiado leal con su clan como para hacerlo. Y no le culpaba, pues él tampoco revelaría información confidencial con él.
Aún así analizando la situación, Tobirama necesitaría otra mano derecha en quien confiar y que no fuese digno de sospechas en el clan del sharingan. Si bien tenía a Itachi dentro de los escuadrones ANBU, no le generaba la confianza suficiente como para tenerle de lleva y trae. Y con la información que tenía no podía hacer nada más que observar y esperar lo peor.
Maldición. Pensó.
-¿Algún Uchiha que te genere confianza?
Minato dio un pequeño brinco ante la pregunta tan fuera de contexto que había realizado el Hokage. Pues en su cabeza se lo imaginó rompiendo todo y encarcelando a todo Uchiha posible luego de dar aquella información. Sin embargo, se veía que para ese tipo de cosas demostraba madurez.
-¿Por qué lo pregunta? -respondió el rubio, sonriendo mientras tocaba su nuca. Aún no captaba su idea.
-Necesitamos información más explícita para poder al menos prevenir otras tragedias y no confío en Itachi como para que me consiga información sin que nadie sospeche...
Minato hizo una mueca pensativa.
-¿Y si hablamos con Izune? digo, ella puede sacar toda la información que quiera y no necesariamente es Uchiha.
Tobirama negó con su cabeza a la vez que volvía hacia su asiento de Hokage y se cruzaba de brazos, pensativo.
-No quiero a mi hermana involucrada en esto, mientras más lejos esté de ese clan maldito mucho mejor para mi y para ella. -respondió, su semblante bastante serio.- No quiero que le laven el cerebro.
El rubio se cruzó de brazos y le entendió, él tampoco querría a Kushina en un enredo como aquel. Era mejor dejar a las familias lejos de aquello como fuera de lugar por su protección.
-¿Qué opinas de Óbito? Sé que es medio torpe a veces pero...
El Namikaze no pudo terminar su sentencia debido a que la puerta de la habitación se abrió de golpe, dejando a la vista a un ANBU bastante formidable de cabellos oscuros. Tobirama no dudó en fruncir su seño, esa no era manera de visitar al Hokage ni mucho menos algo bueno. Algo además de Hiraki Uchiha no andaba bien en la aldea.
«...»
Izune Senju.
-¡Vamos Kinoe, te espero!
Me encontraba en el bosque sobre un árbol mientras esperaba el ataque sorpresa del Inuzuka o quizás el de los otros dos. Si bien, Atrapazune era un juego creado por Kinoe usualmente le ocupábamos para entrenar nuestras habilidades de rastreo, velocidad y escondite. Lo cual era algo bastante completo para un día como hoy a mi parecer. Necesitábamos mejorar aún más.
-¡Garogaa!
Enseguida tomé mi kunai y lo puse frente a mi con ambas manos para saltar hacia el otro árbol bastante rápido al ver como Kinoe atacaba primero. A pesar de ser una jounin he de admitir que el Inuzuka es bastante bueno a comparación de otros de su clan con respecto a su velocidad. Le escuché gruñir y solté una risa pequeña, lo adoraba.
Y sí, elogio a mis alumnos porque son míos. Los demás me dan igual.
-¡Kawara Shuriken!
Nuevamente, salí de mi posición al ver varias tejas ser lanzadas hacia mi y sonreí de lado al notar como Kiara sabía esconderse, si no fuera capaz de manipular el hiraishin no jutsu probablemente me hubiese dado.
-Chicos, realmente están alcanzando una velocidad increíble -los adulé esta vez en voz alta mientras giraba mi kunai, observándoles cuchichear entre si.
Sí, ignoraban mis elogios. Supongo que quizás no era tan guay que los adulase desde que se volvieron Chunnin, ahora estaban a otro nivel y yo ya no era tan genial para ellos como antes. Que dolor en mi ego.
Ellos seguían cuchicheando y suspiré, seguramente planearían algo contra mi persona para vencer la velocidad mía, aunque lo dudaba. Pues llevábamos más de tres horas haciendo exactamente lo mismo una y otra vez. Aunque para ser sincera, al saber que no pueden lograr la velocidad que yo poseía, aquello les ayudaba bastante a mejorar su velocidad y a ser más rápidos que otros como Neji Hyuga, uno de los alumnos de Maito Gai.
Mi meta es que sean más veloces aún, incluso que pudiesen alcanzar aunque fuese a tocarme un pelo.
Entonces, cuando siento el olor a quemado tras de mi vuelvo a cambiar mi posición al saber de quien se trataba. Uryu era muy astuto y sigiloso, sin quitar el hecho de que no gritaba el nombre de sus jutsus. Algo bastante útil en misiones rango A.
-Casi me das, Uryu -digo con burla al vele refunfuñar desde el otro árbol con sus ojos rojizos sobre mi- probablemente en...
Me quedé a mitad de frase al sentir como mi polar comenzaba a incendiarse de la nada, bastante sorprendida a decir verdad. Enseguida me desesperé al intentar apagarlo con mis manos y a moverme por toda la rama mientras escuchaba pequeñas risas desde el otro árbol. Sin embargo, al hacerlo resbalé mis pies en la corteza y cuando menos lo esperé, caí del árbol. Mas risas se escucharon a lo lejos mientras yo chocaba de espaldas contra el piso, quejándome un poco y observando de inmediato mi polar para descender el fuego de este, pero al observar mi brazo pude notar que se encontraba limpio y sin quemaduras.
Mi semblante cambió de uno desesperado a uno de confusión mientras me irritaba al oír las risotadas de la pelinaranja sobre la corteza del árbol.
-¿Qué demon- murmuré, aún confundida, solo hasta que me di cuenta de por qué había sucedido aquello- ¡Uryu Uchiha te voy a matar!
Estúpido sharingan y genjutsus.
-Ya ves Uchiha, la hiciste enfadar -escuché a Kinoe decir con gracia mientras Kiara seguía riendo.
Así que nunca me quemé... Maldito tramposo.
De inmediato con mi seño fruncido me puse de pie a regañadientes y llena de vergüenza mientras limpiaba mi chaleco jounin, solo para después tomar el kunai con fuerza y lanzarlo sobre el árbol, encestándolo enseguida a un costado de Uryu.
-Con qué te gusta burlarte de tu sensei maldito tramposo -digo, rechinando mis dientes una vez me transportaba rápidamente, quedando a su costado para sacar el kunai de la rama.
De repente, la pelinaranja dejó de reír y el can del Inuzuka ladró hacia mi con temor. Sí, estaba muy cabreada y ellos lo sabían. Incluyendo al Uchiha.
No porque hiciera trampa, sino por el sharingan. Odiaba que jugasen con ilusiones, ese poder juro que enserio es un grano en el trasero. Era el kekkei genkai mas injusto de la historia, y le seguía el byakugan. Me estresaba de sobremanera que pudiesen hacer tantas cosas sin siquiera mover un músculo. Y sobre el byakugan... me siento expuesta cuando me miran con aquellos ojos. Ugh.
-I-Izune-sensei -tartamudeó el Uchiha, volteándose lentamente hacia mi con pánico en su rostro.
No obstante, no podía simplemente molestarme por aquello. Después de todo, era su kekkei genkai y él no escogió tenerlo. Me alegró de sobremanera que pudiese vencerme a decir verdad.
-¡Uryuuuu, te aseguro que esta semana te promoveré a jounin lo juro! -exclamé, lanzándome a sus brazos como una mujer loca.
Este abrió sus ojos con perplejidad e intentó quitarme de encima sin decir palabra alguna. No obstante, al notar la magnitud de mi fuerza y palabras tan solo se rindió ante mi. Aunque no me abrazó de vuelta y no me importó, Uryu no lo haría frente a los otros dos. Él era así.
-Espere espere Izune-sensei, ¿Por qué Uryu será jounin y nosotros no?
Solté mis brazos de mi alumno solo para observar al castaño inflar sus cachetes y cruzarse de brazos, bastante amurrado. Uryu tan solo balbuceaba a mi costado cosas sin sentido con un poco de sorpresa reflejada en su rostro, al parecer aún no asimilaba lo que yo había dicho.
Hablaré con Tobirama y muy pronto será jounin, estoy segura.
-Si me vencen en este juego, hablaré por ustedes también -respondí, nuevamente apretujando al Uchiha de mi costado.
Escuché como Kiara bufaba y suspiré ¿Acaso no podían estar felices por Uryu? ¿Qué mierdas de valores les enseñé?
-Tsk, tendremos que entrenar aún mas entonces... -habló Kinoe, su voz bien serena y sincera, aunque aún amurrado- como nosotros no tenemos el sharingan...
Enseguida me solté del azabache para reprochar al Inuzuka por sus insinuaciones, pero Kiara ya se me había adelantado. No pude evitar el esbozar una sonrisa al ver como los niños aprenden tan rápido.
-¡No insinues que Uryu-kun ganó solo por el sharingan, grandísimo baka! -exclamó esta hacia el castaño, quien solo comenzó a quejarse.
-¡Pero si no he insinuado nada! -refutó este, generando mas molestia en la pelinaranja.
Esta le golpeó la cabeza con mucha fuerza y ahora Kinoe se encontraba en el suelo mientras comenzaba a lloriquear. Vaya escena.
-¡Ahora discúlpate! -gritó hacia él.
Observé a Uryu de re-ojo y noté como arqueaba una ceja hacia su compañero. ¿En qué momento crecieron tanto?
-¡Uryu lo siento!
El Uchiha a mi costado hizo una mueca y suspiró con pereza, tomándose la frente.
-idiota. -fue todo lo que susurró, aunque solo yo pude oírle y solté una pequeña risa.
Mientras ambos discutían entre si, con Uryu decidimos ir hacia el otro árbol y descansar un momento porque ya conocíamos a esos dos y tardarían demasiado en terminar su pelea.
Entonces, ambos nos sentamos en una rama mientras observábamos el cielo, las aves y el resto de los árboles por encima. Los dos en un silencio llenador y muy tranquilo. Hacía tiempo que no sentía la tranquilidad de la naturaleza.
Di un suspiro y le observé fijamente, su semblante estaba serio y su cabello flameaba con el viento, se le veía pensativo y por su mirada pude notar que algo le preocupaba y a la vez le emocionaba, algo bastante extraño y no tanto. Él era alguien difícil de entender.
Como todos los Uchiha que conozco.
-Izune-sensei ¿Realmente me cree capaz de ser jounin? -preguntó, a la vez que jugaba con sus dedos y bajaba la mirada.
Estiré mis brazos con cansancio y le asentí con mi cabeza. Esta vez apoyando mis manos en la corteza del árbol.
-Aunque no lo creas tienes demasiado potencial Uryu, las misiones de rango B no son problema para ti y... no lo sé, supongo que nadie me había atrapado antes... -respondí, sonando lo más sincera posible sin mirarle.
-¿Ni siquiera Óbito? -cuestionó, esta vez posando su mirada sobre mi.
No pude evitar el hecho de sonrojarme ante aquello, y no sabía si era por la repentina mirada de Uryu o porque nombrase a mi mejor amigo así de la nada.
-No, Óbito no suele usar genjutsu conmigo... -respondí, corriendo mi vista al frente aunque le observaba de re-ojo.
-¿Ustedes son algo? digo... no es que me incumba pero por sus gritos de anoche...-enseguida le frené al tocar su brazo.
-Solo somos amigos, no te preocupes por eso... yo igual tuve culpa.
Él quedó en silencio por unos segundos y luego bajó su mirada, un tanto avergonzado.
-Para ser solo amigos él tiene bastante poder sobre usted, sensei... -murmuró, dejándome boquiabierta con sus palabras.
Jamás había sido tan sincero conmigo y mucho menos con algo así.
-Te aseguro que no es tan así... -respondí, esta vez bajando mi vista a la vez que este posaba la suya sobre mi.
-Ah...
Entonces, ambos quedamos en silencio como antes mientras le observaba de re-ojo y él hacia lo mismo conmigo como si quisiera decir algo más pero no fui capaz de preguntarle. Quizás sería otra vez el tema de Obito, que cada vez se masificaba con más intensidad en la aldea.
En efecto, cuando finalmente iba a hablar de nuevo sentí una presencia acercarse a nosotros desde lejos. Por lo que, entré en guardia enseguida y me puse de pie en aquella rama. Uryu hizo lo mismo mientras activaba su sharingan y a lo lejos pude notar como los otros dos también imitaron nuestra acción, dejando de lado su discusión tan absurda.
-Bajen sus armas, nos envió el Hokage.
Destensé mi cuerpo cansado al oír aquella voz, solo para luego divisar a tres ANBU en la rama frontal de otro árbol. Todos ellos alineados en una fila.
¿Tobirama? ¿Por qué Tobirama los enviaría?
-¿Qué sucedió? -pregunté sin rodeos, esta vez guardando el kunai en mi bolsillo trasero.
Mis tres alumnos al ver mi acción se destensaron de igual forma, Uryu quitando su sharingan y Kinoe calmando a su animal mientras que Kiara guardaba las shurikens.
Uno de los ANBU se acercó a mi, observándome fijamente para luego hincar una sola rodilla como reverencia ante mi. Cosa que hacía la mayoría de ANBU conmigo, Tobirama o Hashirama. Algo ridículo s mi parecer.
-Solo dijo que viniéramos a por ti, él explicará los detalles en su oficina. -fueron sus palabras, firmes y seguras mientras daba cara a mis sandalias.
Di un suspiro largo al analizar sus palabras para después voltearme hacia mis tres subordinados y tocar el puente de mi nariz con fastidio. Tobirama siempre metiendo mierda.
-Chicos, sigan entrenando por mientras, yo volveré des...
No pude terminar mi sentencia por la interrupción de aquel ANBU.
-A todo el equipo.
Fruncí el seño al igual que mis alumnos ante sus palabras. ¿Por qué Tobirama nos llamaría? ¿Alguna otra misión? Se me hacía extraño, pues según Hashirama esta semana no habría mayores dramas. No me daba buena espina.
Aunque si solo era una misión, no habría mayores dramas...
// Espero hayan disfrutado la lectura, esto es un mundo alternó pero igual pueden haber spoilers.
¡Hellooooooo! ¿Qué les pareció el capítulo? ¿Un poco aburrido o no? Jaja todo a su calma🙌 porque muchas cosas están por pasar y waaa me ansió mucho por escribirlo.
En fin, no me había dado cuenta que llegamos a los 4k y hermano, de verdad muchas muchas gracias😭😭 nunca esperé tanto y las amo😍💖 jaja y eso, espero tengan un lindo día 💖 porque se lo merecen💖
Ps: ¿Qué creen que haya ocurrido? La que adivina se gana un dulce jajaja
Bye, las amo😍😍😍💖
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