treina y nueve; traiciones.
"Ningún búho tiene miedo de la noche, ninguna serpiente del pantano y ningún traidor de la traición..."Mehmet Murat ildan.
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La castaña se encontraba sobre el sofá mientras que el pelinegro de cabellos desordenados se posaba con suavidad sobre ella, besando y mordisqueando su cuello una y otra vez junto a sus clavículas un tanto descubiertas. Por su parte, Izumi tragó saliva ante el tacto y solo se dejó llevar en cuanto notó como este entrelazaba sus dedos a los de ella sobre su cabeza, aprisionándola enseguida en aquel sofá y sin dejarle mover un dedo para tocarlo.
Él era bastante riguroso con ello.
Entonces, al ver los movimientos lujuriosos del Uchiha, Izumi quiso abrir su boca para pedir que este frenase; pues su conciencia le estaba matando. Sin embargo, con mucha seguridad ella sabía que Shisui no le dejaría... eso estaba bastante claro. Sus movimientos, su mandíbula y lo tenso que se encontraba sobre ella lo demostraba a kilómetros.
En sí, el azabache sabía que hacer aquello con la chica no estaba bien. Pues, Itachi era su mejor amigo... y él no sería una persona desleal con su propio amigo. No obstante, eso quizás sería en otra ocasión, puesto que, hacia mucho tiempo que Shisui esperaba sentir un placer real como ese... necesitaba un poco de distracción en toda su miseria y dedesperación, incluso si no fuese con Izune... a quien realmente quería.
Además, si él mencionaba una palabra sobre lo que había hecho con ella... nadie le creería y eso sería un punto a favor.
Como lo fue siempre.
La castaña, rendida hacia sus movimientos sobre sus pechos y abdomen enropados abrió un poco más sus piernas para así, enredarlas en sus caderas y ceder ante él. Este se separó un momento y sonrió de lado, cosa que solo encendió más a Izumi. Pues, Shisui podría ser la persona más amable y tierna del planeta, pero en este tipo de ocasiones... no era más que otro animal de apellido Uchiha.
Como lo eran todos.
─Shisui... ─murmuró Izumi con voz dificultosa, tras sentir como este se apoyaba un poco mas en su cuerpo y dejaba que su gran erección tocase su ingle sobre sus ropas.
Shisui solo sonrió una vez más al ver sus reacciones y quitó sus manos de donde las tenía, solo para luego bajar el cierre de su chaleco jounin y contornear nuevamente con sus dedos cada parte de la castaña. Esta mordiendo levemente su labio inferior y metiendo sus manos en el asunto, tomando así el cierre del chaleco que traía Shisui para bajarlo, quitándolo enseguida.
Dios, se ve odiosamente increíble... Pensó la castaña al verle solo con su ropa ennegrecida, por lo que, con ambas manos tomó la bandana que traía el muchacho y también la sacó de allí, desordenando aún más sus cabellos.
Enseguida, Izumi sintió como sus bragas comenzaban a mojarse y su abertura se dilataba.
Shisui realmente se veía muy atractivo de esa forma... A vista de cualquiera.
Por ende, el azabache al terminar de jugar con sus dedos sobre la mujer, quitó su polar policíar que traía e Izumi le imitó, quedando solo en brasier mientras levantaba su cabeza un poco para besarle fugazmente en los labios y morderlo de vez en cuando.
El ambiente ya comenzaba a evaporarse y sus cuerpos deseaban más cada vez el uno con el otro. Entonces, cuando el Uchiha quitó el brasier de la chica y mordisqueó sus pechos, ella había comenzado a gemir, rasguñando así con desesperación la espalda descubierta de Shisui mientras disfrutaba del momento.
─Shi-shisui ─gimió en voz alta y este soltó una pequeña risa, Izumi era jodidamente gritona.
Sin embargo, eso no detuvo al policía ni algo por el estilo. Este simplemente luego de sus caricias a ella, bajó el cierre de su pantalón y con su respiración entrecortada comenzó a masturbarse sobre Izumi. La castaña de tez blanca tragó saliva de solo ver aquella acción y se sintió una estúpida... estúpida por solo disfrutar y no dar algo de placer al Uchiha jadeante que tenía en frente.
Por lo tanto, quitó su trance solo para acomodarse mejor en el sofá y luego sacar enseguida las manos de Shisui de su posición para tomar su entrepiernas con su mano derecha y comenzar a masturbarle ella. Shisui sonrió de lado y movió su cabeza hacia atrás, tan solo disfrutando del placer que Izumi le proporcionaba mientras mordía su labio inferior. Era su turno.
Aunque, cuando comenzó a ponerse algo tediosa la situación por los movimientos lentos de la Uchiha, el azabache le tomó de los cabellos para acercarla a su pito y por poco metérselo a la boca de un viaje. Por lo que, Izumi no tardó en quejarse;
─¡Shisui! ─exclamó, alejando su cabeza casi al instante, desconcertada totalmente.
Shisui soltó unas risas amargas y luego jadeó un poco, incluso si aquello con su pito lo había hecho a propósito. Ya luego se sentiría mal por ello, pues no debía burlarse de su amiga.
─Lo siento, ─respondió, su voz entrecortada por lo tenso que estaba su cuerpo.
Izumi tragó saliva al ver lo que tenía en frente, sin saber si chuparle o no. La verdad es que la última vez que había cogido con Shisui fue hace años y en ese entonces solo eran unos adolescentes que no sabían de la vida ni de sexo. Por lo que, ahora tener que meter aquel bulto tenso y duro dentro de su boca le causaba pánico.
Ella no lo recordaba así de grande.
─Izumi, ¿Podrías no demorarte tanto? ─gruñó el azabache, tratando de sonar lo menos borde con ella. Esta vez sujetando nuevamente la cabeza de Izumi.
Esta tragó saliva una vez más y luego introdujo la punta en su cavidad bucal, masajeando ambos testículos con sus manos. Shisui por su parte mordió un poco más su labio inferior para reprimir gemidos innecesarios y movió la cabeza de Izumi con sus manos, haciendo que esta vez su pito estuviese dentro casi por completo.
La castaña tuvo que reprimir varias arcadas que los movimientos le proporcionaban, solo por el hecho de escuchar los gemidos suaves del Uchiha y como se tensaba cada vez más debido a las embestidas. Se sintió necesaria.
Estuvieron así por un tiempo considerable, hasta que Izumi no pudo más y lo quitó de su boca para luego toser despacio sobre el hombro del muchacho, acariciando así levemente el trasero de Shisui, quien al notar aquello solo le empujó nuevamente hacia el respaldo del sillón y le quitó las bragas junto a los pantalones de un solo viaje, presionando así luego ambas manos de la chica para besarla, un beso bastante fugaz y desesperado, lleno de pasión y lujuria.
Ya no eran unos niños.
Ambos cuerpos se encontraban cubiertos de sudor y con bastante calor, mientras que Izumi gemía de vez en cuando al sentir como este rosaba ambas partes íntimas a propósito con una sonrisa lasciva. Sin embargo, aquella tortura hacia la Uchiha tuvo que terminar debido a que Shisui no sabría cuanto más podría aguantar con esa erección.
Por lo tanto, solo se introdujo en ella con suavidad y soltó un gemido ronco, bastante diferente a los chillones de Izumi al sentir el placer de estar adentro.
Asimismo, ambos estuvieron mucho tiempo en esa misma posición con Shisui embistiéndola una y otra vez. Solo los gemidos eran posible de escucharse junto a las respiraciones dificultosas de ambos mientras practicaban lo que tanto avergonzaba a varios, el sexo.
─Shisui... Shi-sui ─gimió la castaña, rasguñando una vez más la espalda descubierta del Uchiha. Esta vez sintiendo el placer cada vez mas elevado en su cuerpo.
Shisui por su parte gruñó al sentir sus uñas pero no le importó, él solo acercó sus labios a los de ella para besarla con fuerza, a la vez que ambos alcanzaban el tan ansiado orgasmo y llegaban a su clímax.
─Di-dios ─ gimió el Uchiha sobre sus labios antes de generar la última embestida y caer rendido sobre el frágil cuerpo de la chica.
¿Hace cuanto no follaba?
Esta besó sus cabellos desordenados enseguida y luego acarició su gran espalda descubierta, su respiración intentando regularse mientras la de Shisui seguía igual de agitada.
─A Itachi no le gustará esto... ─murmuró el azabache, cerrando suavemente sus párpados sobre el pecho de Izumi.
Esta, mordió su labio inferior y quiso llorar ¿Qué había hecho?
─Lo siento Izumi, sé que debí frenar la situación pero... creo que esta vez pensé con mi otra cabeza y... ─insistió en hablar, su voz bastante suave a pesar de lo nervioso que estaba─ realmente lo siento, Izumi.
Ella sintió unas cuantas lágrimas correr por sus mejillas y se aferró al ninja policía con sus brazos.
─No tienes por qué disculparte, la... la culpa es mía.
Shisui sonrió de lado.
─Ojalá fuera así, ─dijo, acomodándose aún mejor sobre su amiga─así todo sería mas fácil, después de todo... yo soy su mejor amigo y le fallé.
Izumi tragó saliva y con su dedo índice siguió acariciando la espalda del pelinegro, la culpa inundando sus sentidos.
─Pe-pero ya lo habíamos hecho años atrás...
─Es diferente esta vez, en ese entonces Itachi no te quería y le importaba poco el tema del sexo...
La castaña frenó en seco y más lágrimas salieron de sus ojos a la vez que su corazón se apretujaba, aquello que decía Shisui era muy importante... Pues, eso solo demostraba que el hijo mayor de Fugaku, sí le quería como ella y que la había cagado en grande.
Ambos lo habían hecho... e Itachi no les perdonaría. Aquello iba más allá de una traición y ninguno lo sabía. Solo tendrían que acatar las consecuencias de sus actos.
Ya no eran unos niños.
«...»
Izune Senju.
Habían pasado unos cuatro días casi exactos desde que habíamos marchado de Konoha y finalmente me encontraba en la ubicación dada, en donde los supuestos espías de Iwagakure harían presencia en cualquier momento. Uryu estaba en la piedra norte, Kiara en la piedra oeste y Kinoe en la este. Todos en posición de alerta.
No es necesario decir quien estaba en la piedra sur, coordinando y sincronizarlos a todos, pues era bastante obvio.
─Bien ¿Todos recuerdan el plan? ─cuestioné a través del auricular que traía en mi cuello, observando hacia todos lados por si algo se avecinaba.
Llevábamos tres horas en esa posición y aún no había rastro enemigo, era un calvario y algo bastante extraño. Sobre todo con mis nervios que ya comenzaban a hacerse notorios.
─Ajá. ─respondió mi alumno Uchiha, al igual que los otros dos y suspiré.
─¿Les marqué a todos? ─insistí, a veces solía perder la memoria en este tipo de misiones─ ¿Kinoe?
La ansiedad me podía... solo por culpa Yoshiro.
─Sí, ya lo preguntó tres veces... Izune-sensei.
─Ukitake-sensei, está todo muy silencioso...
La voz de Shisui se hizo escuchar en cuanto estuvieron bastante lejos de Sunagakure con los pergaminos, todos un tanto mal heridos.
─Joder no me digan que esos idiotas atacaran de nuevo... ─se quejó la albina, respirando agitadamente mientras ubicaba la mano en su pecho de manera exagerada.
─Izune... esto es serio. ─reprochó el maestro, logrando que Izune volviese a su posición de alerta otra vez.
─Lo siento.
Estuvieron así unos segundos, solo hasta que alguien se exasperó tras de ambos albinos. Yoshiro.
─¡Demonios! ─exclamó, logrando la atención del resto─ ¡Tozuko no está! ¡Joder joder joder!
El castaño comenzó a correr por todas partes alrededor de ellos en busca de su perro, pero el canino no estaba.
─¡Espera, Yoshiro no actúes precipitado puede ser una tram...pa!
Sus palabras no habían servido de mucho, pues el Inuzuka ya se había marchado en busca de su perro. Por lo que, el resto del equipo tuvo que seguirlo a regañadientes... Sin saber lo que se avecinaba.
─Lo siento, Kinoe... solo me preocupo en caso de cualquier cosa ─respondí, un tanto sonrojada aunque no pudiesen verme. Parecía su madre a este punto del día.
Qué vergüenza.
El Inuzuka bufó tras el auricular, maldiciendo por lo bajo.
─¿A Kinshi también lo marqué? ─vuelvo a insistir, causando la risa de la pelinaranja y el Uchiha. Estaba siendo una paranoica.
Kinoe se quejó.
─¡Que si! ─exclamó, un tanto irritado─ ¡Izune-sensei a veces pienso que usted tiene un trau...
Su frase quedó a la mitad, pues luego un gran chillido sonó en ─supongo─ todos los auriculares y entré en pánico. No pude contenerme.
─¡Kinoe! ¡Kinoe! ─exclamé varias veces por el auricular─ ¡¿Kinoe estás ahí?! ¡Kinoe!
─¡Tierra llamando a bakanoe! ─me siguió la corriente mi única alumna, aunque no hubo respuesta.
Eso solo empeoró mi pánico.
Estaba a punto de salir de mi escondite para ir en su búsqueda un tanto exasperada, solo hasta que su voz volvió hacia dicho aparato desde lejos, mi corazón volviendo a donde pertenecía de inmediato. Por dios.
─Izune-sensei... solo se me soltó la cosa esta que usamos, estoy bien... no sea paranoica ─respondió, nuevamente causando la risa de los otros dos y suspiré, sonriendo ampliamente.
Que susto.
Asimismo, estuvimos otro tiempo más en las mismas posiciones y nada extraño. Solo hasta que divisamos a cinco personas encapuchadas caminar en medio del lugar, bastante tranquilos y despreocupados.
Enseguida, posé dos dedos en la piedra que se encontraba bajo mis pies y cerré los ojos, intentando concentrarme en el chackra de aquellos ninjas. Lo cual fue meramente... imposible.
Jamás llegaría a tener una capacidad como aquella, Tobirama era de otro mundo.
─Kinoe ¿Los puedes olfatear? ─pregunté, mi tono de voz algo decepcionado por lo que acababa de ocurrir.
Amaría tener esa capacidad sensorial, ugh.
─Yep ─respondió y enseguida escuché como su nariz resonaba en el auricular─ Son ellos Izune-sensei ¿Deberíamos...?
─Sí, ─digo, antes de que pueda terminar─ Kiara... comencemos.
Dichas esas palabras, pude ver como la pelinaranja se escabullía entre los arboles y desaparecía. Ella sería la primera parte del plan, el cual esperaba funcionase a la perfección. Era una chica astuta.
Enseguida, todo el lugar estaba cubierto de cenizas y supe que la pelinaranja había terminado su parte del plan, pues los ninjas de Iwagakure se tornaron casi invisibles de inmediato al notar aquello.
─Kinoe, tu turno. ─ordené, mordiendo levemente mis uñas.
Dios, Izune... no puedes estar nerviosa en un momento como este.
─¡Hai!
Pude ver a lo lejos como el castaño se posaba sobre un árbol y luego en otro, así sucesivamente marcando territorio junto a Kinshi para generar una especie de barrera hacia ellos con la orina. Todo en silencio y los ninjas aún no se dignaban en aparecer, tal cual lo predecimos.
─Ya sabes que hacer, Uryu. ─digo, esta vez saltando de mi roca hacia un árbol para observar mejor.
El Uchiha sin mucho problema saltó con rapidez hacia el tumulto de cenizas sobre el aire, su sharingan completamente activado mientras mantenía su posición de pelea con kunai en mano.
Los ninjas no demoraron en hacer presencia.
Uryu fue capaz de esquivar casi todos los ataques, la idea no era atacarles sino llevarlos a todos hacia el centro y luego hacer mi parte del plan, el cual hasta ahora iba a la perfección.
─¡Katsu!
El rostro de Uryu se sorprendió al notar como una bolita blanca frente a él explotó, siendo seguida por muchas otras del lugar a su alrededor.
¿Qué demonios?
Enseguida pude ver como este esquivaba y saltaba con mucha rapidez, los ninjas de Iwagakure quitando su invisibilidad hacia tales explosiones. Ya debía hacer mi parte del plan o Uryu saldría herido.
Hice el sello correspondiente con mis manos para llegar a su costado instantáneamente y luego tomar al Uchiha en brazos, solo para lanzar un kunai hacia el árbol fuera de las cenizas y aparecer ahí.
─¡Ahora, Kiara! ─exclamé por el aparato, viendo como Uryu respiraba agitadamente a mi costado.
Entonces, todo el lugar hizo explosión y las cenizas se disiparon, la pelinaranja había hecho su jutsu característico de los Sarutobi a tiempo y solté un suspiro. La misión estaba casi completa.
─Yoshiro, será mejor que...
El Inuzuka no le dejó terminar, su rostro mostrando mucha molestia y preocupación.
─Tú cierra la boca Shisui, lo único que has hecho en este viaje ha sido defender a Izune cuando ella sabe hacerlo por si sola y...
─¡Basta! ─exclamó la albina, negando suavemente con su cabeza─ debemos encontrar a Tozuko como sea y no separarnos porque sino...
─Esperen ─interrumpió el Uchiha, esta vez activando su sharingan y frunciendo el seño levemente hacia sus alrededores─ Ukitake-sensei no está... no le siento cerca.
─Maldición, lo que faltaba.
Luego de ser disipadas las llamas y explosiones, todos bajamos al punto de encuentro y observamos a nuestros alrededores por si volvían a atacarnos. Sin embargo, cuatro de ellos se encontraban en el piso deshaciendose entre si, como si su piel fuese una especie de goma que con el fuego se volviese líquida...
No pude evitar fruncir el seño ante la confusión , y noté como Uryu también lo hacía. Los otros dos se acercaron a los cuerpos y Kinshi no ladró.
Algo extraño estaba sucediendo.
─No eran personas... Izune-sensei. ─dijo Kiara, tocando aquella mezcla bizcosa en el suelo y tragué saliva.
¿A qué nos estábamos enfrentando?
─¡Esperen esperen! ─exclamó el Inuzuka, haciendo que todos posáramos nuestra vista en él─ ¡Hay uno vivo!
Enseguida al escuchar sus palabras corrí hacia él, mientras los otros seguían analizando los cuerpos disipados y sacaban sus propias conclusiones.
Al llegar, pude ver como un shinobi aparte de los cuatro cuerpos se encontraba atrapado en un barranco, este prácticamente desmayado y quejándose de dolor debido a que una de sus piernas estaba bajo una roca. No pude evitar sorprenderme.
─¡Lo logramos Izune-sensei! ─exclamó Kinoe con entusiasmo y Kinshi ladró un par de veces, también entusiasmado─ ¡Completamos la misión!
Observé a mis alrededores y vi como Uryu conversaba con la pelinaranja, mientras el otro zopenco celebraba a mi costado junto al perro y arrugué mi nariz. El ambiente estaba muy tranquilo.
Puede que quizás sea una paranoica, pero... algo no se sentía bien. No podía haber sido todo tan fácil, algo no cuadraba y me temí por Kinoe.
Sin duda alguna, ahora debíamos estar más alerta que antes. Pues, no permitiría que un exceso de confianza nos derrotara y tampoco dejaría que la historia volviera a repetirse.
No lo haría.
«...»
Escabullidos y silenciosos tras los árboles sintéticos que había conseguido el rubio se encontraban ambos ninjas de nivel genin, observando detenidamente como su presa comía ferozmente en el puesto de ramen más codiciado de la aldea junto a una castaña de manchas púrpuras.
Pues, Rin Nohara había decidido que era una buena idea invitar aquella tarde a quien alguna vez fue su compañero a un tazón de ramen, esto en señal de celebración por su cargo como anbu que a fin de cuentas, era el mejor. Y Óbito... tratándose de comida no podía negarse, sin contar con lo agradecido que estaba con ella por preocuparse, a pesar de su última discusión.
No obstante, desde que había salido del cuartel sentía como si alguien le estuviese siguiendo. Sin contar con el hecho de que al salir de la ducha, alguien había sacado su ropa y por ello, tuvo que simplemente vestir otra prenda anbu para salir. A este punto del día si alguien mas intentase algo con él o mofarse, este no se contendría. Pues, ya estaba bastante irritado como para que le tomasen el pelo una vez más.
Sobre todo por los entrenamientos duros que debía hacer junto a los otros shinobi de las sombras.
─Teme... ¿Por qué no solo le dijiste a tu hermano que se encargara?─preguntó el rubio, un tanto curioso y cansado, pues ya no quería seguir con aquella caminata.
─¿Para qué? puedo encargarme yo solo, dobe. ─gruñó el azabache como respuesta, mientras fruncía el seño.
Naruto bufó.
─Si claro... por eso me pides ayuda a mi, el gran Naruto Uzumaki dattebayó. ─ironizó el Uzumaki, soltando un gran bufido irritado.
Sasuke gruñó una vez más e ignoró sus palabras, pues si bien aquel día habían intentado de todo para joderle... al parecer nada parecía afectarle o siquiera, dolerle. Ni siquiera el hecho de haber sacado sus ropas de jounin.
Realmente lo habían intentado todo.
Por lo que, apensamiento de ellos, ahora que Obito estaba en anbu lo más probable es que fuese más ágil... Incluso si el pensamiento fuese una estupidez, porque solo llevaba un día siendolo.
Anque era una solución algo lógica después de todo.
Finalmente, tras una hora o más o menos, Obito salía del local junto a la castaña con manos tras su nuca, mientras ambos conversaban animadamente sobre cualquier cosa. Por lo que, según los genin era momento de actuar.
Él estaba desprevenido.
─Vamos, dobe... no demores tanto que se escapa, ─reprochó al Uzumaki, sin dejar de escabullirse por todos lados sin que alguien le viese a sharingan activado─ probaré el jutsu de Kakashi, así que cúbreme... Óbito se arrepentirá.
─Si si, como digas-ttebayó.
Sasuke era bastante inteligente con respecto a venganzas, incluso si sus planes principales no hubiesen salido como él quería, estuvo a punto de hacerlo y con ese a punto, ya podría acertar la última vez. No había de otra.
La última es la vencida.
Incluso si la pelirosa y su amiga la rubia aún ni ponían en plan lo escuchado por el hijo único de Minato Namikaze. Aquello lo dejarían para después, porque nadie se burlaría de él... ni Óbito, ni su novia disfuncional.
Nadie.
En cambio, el moreno a un costado de Rin presionó su mandíbula al saber lo que se venía sobre su persona. Pues, por lo visto su sharingan defectuoso no desaparecería jamás y eso le ayudaba de sobremanera a prevenir ataques sin que otros se diesen cuenta. Por algo cubría aquel ojo con la bandana.
Estaba agradecido con Madara por ello, de eso no había duda...
Rin arrugó su nariz y observó a ambos lados con cautela.
─Óbito... ¿Sientes ese ruido? Alguien nos sigue. ─habló, sin quitar la confusión de su rostro y entrando en alerta.
El moreno comenzó a olfatear y luego soltó un bufido. Ya estaba bastante cabreado y solo quería que le dejasen en paz, necesitaba un descanso urgente.
Primero se aguantó la resaca el día anterior, luego comenzó sus entrenamientos a cargo de Tobirama y desde entonces no ha dejado ese cuartel. Definitivamente el albino no era tan relajado como Minato y a este punto del día ya no estaba para bromas o explotaría. Se sentía exhausto.
Sobre todo por el hecho de extrañar a la peligris, necesitaba saber si estaba bien y aún no habían noticias. Aquel no era su día.
─Sí, es jodido... llevan bastante rato así ─respondió, alentando su caminar a la vez que esperaba el ataque que se aproximaba. Ambos puños apretados.
─Es como si fuese el jutsu incompleto de Kaka...
La castaña no pudo terminar su frase debido a que el hijo menor de Fugaku finalmente había hecho presencia, lanzándose así inmediatamente hacia Óbito con un chidori en mano.
Naruto tan solo se llevó ambas manos a la cabeza en cuanto observó la escena desde lejos, se veía bastante desesperado y temía por la vida de su mejor amigo. Incluso si era una expresión exagerada.
Por su parte, Rin solo soltó un grito ahogado con ambas manos en su boca al ver a Sasuke. Sin embargo, Obito fue mas ágil ante su ataque. Tomándole así de una pierna para voltearlo con su cabeza al suelo y evitar de que pudiese chocar contra él. Ese jutsu era muy poderoso y Obito lo sabía con certeza. No era cosa de juego como al parecer Sasuke lo estaba usando contra él, sin quitar el hecho de su mal humor.
─Ay no, ya lo pillaron-ttebayó. ─murmuró el Uzumaki desde el techo una cuadra más atrás, mientras se tomaba la cabeza con ambas manos otra vez.
Luego, sin dudarlo mucho salió de su escondite y corrió lo más rápido que pudo lejos de ese lugar. Su amigo estaba en peligro.
─¿Qué mierda se supone que pretendías hacer con ese jutsu? ¿Matarme? ─regañó el azabache mayor al Uchiha colgante en el aire como si fuese un cerdo a cocinar.
Este solo gruñó en respuesta, su dignidad se había ido bastante bajo tierra con ello. Incluso si a esas horas no había mucha gente circulando por las calles de Konoha.
─Sabes siquiera lo peligroso que es ¿Verdad? ¿Eh, Sasuke?
Rin estaba perpleja en su lugar, su boca un tanto entreabierta sin saber qué hacer o decir mientras que el pelinegro le reclamaba una y otra vez. Su rostro bastante molesto.
Sasuke intentó zafarse y tocar el suelo, pues se sintió bastante humillado con aquello y no podía rendirse. Obito no siempre tenía que salirse con la suya.
─¡Que me sueltes, idiota! ¡¿Creiste que no recordaría nada de la otra noche bastardo infeliz?! ¡Siempre es lo mismo contigo! ─gritó Sasuke, sacando a flote toda su rabia en contra de él. Él tenía que pagar.
─¿Ah, si? ¿Y quién fue el idiota que fantaseó con mi mujer? ¡Te lo merecías, pendejo hormonal!─respondió con su tono de voz demandante, bastante cabreado con la actitud del otro Uchiha sin medir la fuerza de su agarre.
Sasuke soltó un quejido enseguida al notar el aumento de fuerza sobre su tobillo y quiso zafarse, un poco más y le quebraría el tobillo, de eso no había duda.
Aún así, no iba a rendirse... No quedaría en menos contra él y mucho menos más humillado de lo que ya estaba.
─¿Tu mujer? ¡Pero si ni siquiera le gustas! ¡Maldito iluso!
─¡¿Y tú que mierda sabes?! ¡No eres mas que un niñato con hormonas sueltas que fantasea con mujeres mayores! ¡Idiota!
Óbito presionó más su agarre sin querer a la vez que tensaba su mandíbula y Sasuke se quejó de nuevo. Solo un poco más y...
─Obito, ya, le estás apretando demasiado... ─habló la castaña, algo preocupada por el rostro de dolor de Sasuke─ yo creo que ya entendió, no te rebajes al nivel de un niño.
Aquello pareció calmarle un momento, pues, lo que decía era cierto. Sin embargo, el Uchiha más pequeño parecía no callar su boca o siquiera rendirse. Provocando aún más a Obito, el error mas grande de su vida.
─¡Ya solo suéltame maldito friendzoneado y pelea como ninja, maldito cobar... Agg!
─¡Obito!
Un crack sonó en todo el lugar y Óbito parecía no soltar a Sasuke, quien ahora solo maldecía una y otra vez al pelinegro por ser tan impulsivo, a la vez que gemía de dolor por lo sucedido. Su pie descansando hacia el otro costado.
─¡Obito! ─volvió a exclamar la castaña, bastante perpleja ante la escena─ ¡Le has roto el tobillo!
Óbito no la escuchó, ni quiso mirarla. Solo trataba de centralizar su mal humor en otra parte y olvidar aquel hecho. Pues el Uchiha sabía perfectamente que se le había pasado la mano.
─Esto es para que aprendas a no meterte conmigo, grandísimo idiota... Lo entiendes ¿Ver...
El pelinegro no pudo siquiera terminar su amenaza en contra de Sasuke, esto debido a que su cabeza había hecho contacto fuertemente con el concreto de la vivienda que se encontraba a su costado. Habiendo soltado así al hijo menor de Fugaku enseguida antes de caer al suelo, dejando a una Rin aún más perpleja que antes ¿Por qué era que Óbito siempre se metía en problemas?
─No vuelvas a ponerle un dedo encima, impulsivo de mierda.
// Espero hayan disfrutado la lectura, esto es un mundo alterno pero igualmente pueden haber spoilers.
¡Hola! 🙌Sé que dije que subiría seguido pero estaba sin internet y fue un calvario enserio 😭😭jaja y esoo ¿Qué opinan del capítulo? ¿Con quién peleará Óbito esta vez? Aunque creo que es bastante obvio jaja😂
Por cierto, hay cosas que no me alcanzaron en este capítulo y por eso el título no coincide mucho pero bueno😔 será para el otro💔
En fin, espero les haya gustado y muchas gracias porque de verdad son lo mejor y sin ustedes esta historia no sería nada😭 que tengan un lindo día y de nuevo, muchas gracias😭💓
Son lo best de lo best💓💓👐👏😍
Kiara Sarutobi (Sawaii Hitomi)
Uryu Uchiha (Tenmaku Uchiha)
Kinoe Inuzuka y Kinshi (Yoite Inuzuka)
» Así me imagino al equipo Izune si ustedes lo hacen de otra manera están en su derecho «
Eso, las amo bye💓💓😍
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