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séis ; kunai o shuriken 2

"Bienvenido al maravilloso mundo de los celos, él pensó. Por el precio de que te admitan, te llevas un maldito dolor de cabeza, una cercana e irresistible sensación de cometer asesinato, y una inferioridad completa. Yuuupi..." Dark Lover, J.R.Ward.
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La Senju posó sus atributos sobre Sasuke, bajando un poco su escote para hacer notar los pocos pechos que tenía. Al menos en comparación con su prima Tsunade, quien tenía el triple de lo que Izuna tenía.

El Uchiha menor de la casa observó aquel escote un momento y luego subió la mirada hacia ella, inexpresivo como siempre. No quería ceder tan fácil y quedar en ridículo frente a todos. No señor, el menor de los Uchiha's tenía orgullo.

Incluso si por dentro estuviese ardiendo.

Por ello, Izune medio sonrió. Incluso al sentirse incómoda por tener la sangre caliente con un pequeño adolescente, ella pretendía darlo todo de sí.

Comenzó dando besos leves por su cuello mientras le mordía y chupeteaba suavemente, desabotonando la camisa del muchacho para seguir bajando así los besos hasta su abdomen —que para su edad, estaba bien marcado—. Le acarició el lóbulo de la oreja con su mano y luego subió a su rostro para besarle la oreja y morderla con cautela, asímismo se acercó más hasta llegar a su labio inferior, el cual tomó con sus dientes y le pasó la lengua suavemente.

Todos observaban la escena expectantes, en especial Óbito; quien no estaba muy contento con todo esto.

El ninja del equipo 7 finalmente tragó saliva , sintiendo algo de nervios tras notar como la temperatura comenzaba a subir para él e Izune al notarlo también, supo de inmediato que debía pasar al siguiente nivel. Ya lo tenía bajo su manga.

Se separó un poco de su cuerpo con cuidado, para así luego sentarse sobre su abdomen y rasguñarlo con suavidad. Seguido de esto, se corrió hacia atrás, quedando encima de su pene por sobre el pantalón; el cual aún no subía pero pulsaba bajo ella con fuerza. Entonces, Izune comenzó a moverse en círculos sobre el Uchiha mientras se chupaba el dedo índice, tratando de seducirlo a la vez que jadeaba.

Aunque viendo las reacciones de Sasuke y su cuerpo, la temperatura de la mujer también comenzaba a subir de manera creciente. Por ello, trataba de enfriarse la cabeza pensando que era solo un niño, que no debía pensar de esa manera. Aquello era insano.

El azabache la observó de pies a cabeza, analizándola. También, se pasó la lengua por los labios y los remojó para reprimir algún sonido del cual se arrepentiría luego. Luego, la mujer sintió como Sasuke  comenzaba a ponerse tenso y soltó un gemido despacio a propósito en su oído, del cual solo él pudo escuchar, para luego acercarse a su rostro y besarlo en los labios, metiendo su lengua hasta el fondo mientras jugaba con su lengua; poniendo de esa manera al Uchiha menor a sus pies.

Incluso si ya lo estaba desde un principio.

Sasuke en ese momento se encontraba entre la espada y la pared, pues no quería ceder aún. Sin embargo, su cuerpo se lo estaba pidiendo a gritos y la jounin era mejor de lo que se esperaba.

Por esa razón, la Senju volvió a moverse en círculos sobre el adolescente y sintió como su pene comenzaba a aparecer con brutalidad, pulsando como nunca en contra de las partes bajas de Izune; quien negó con su cabeza. Otra vez enfriándose la cabeza de inmediato al repetirse miles de veces que tan sólo era un niño.

Aunque por su experiencia en la cama junto a su mejor amigo, el hermanito de Itachi parecía dotado para su edad y eso era algo bueno, pues imaginándolo en sus veinte ella no podía evitar calentarse. No obstante, fue cosa de un segundo, pues reprimió cualquier tipo de pensamiento sucio por razones anteriores y su temperatura comenzó a bajar.

Menos mal. Se pensó, aliviada.

Por su parte, Sasuke posó sus manos sobre el trasero de la jounin, perdiendo los estribos. Cediendo y provocando la sorpresa de Izune al haber dejado su lado oscuro y tímido. Ahora su erección era más evidente que nunca.

No obstante, Izune lo frenó enseguida antes que todo pasase a mayores, poniéndose de pie enseguida con vergüenza para ir a su lugar —a un costado de Obito— mientras todos le observaban con algo de sorpresa y gracia.

Ahora no solo Sakura había quedado en las nubes, sino también, su amor Uchiha Sasuke.

—Listo. —dijo, incómoda mientras se arreglaba el escote— ¿Quién sigue? —cuestionó con determinación, pues al ver como ahora la mayoría se burlaba de la erección del muchacho quiso darle una ayuda.

Aún así, no pudo evitar sentirse una zorra por aquello.

Sasuke por mientras se abotonaba la camisa, sonrojado hasta los pies mientras que la pelirosa estaba ahora a un costado de Itachi con su rostro algo largo y cansado. Pues, no quería presenciar aquella escena de su Sasuke-kun de tan cerca. Se sentía una completa monja.

Y bueno, en comparación con Izune si lo era.

—¡Yo! —exclamó un Shisui animado, poniéndose de pie y observando a Izune con una sonrisa. Ella se la devolvió.

Shisui siempre solía quitar situaciones incómodas.

Él comenzó a hacer bulla, para así incitar a los demás a hacerlo junto a él y que dejasen al pobre Sasuke en paz. Tras unos segundos, los presentes le siguieron el juego y la bulla sonó más fuerte en cuanto notaron que Shisui había fallado a propósito. Lo que significaba que tendría que meterse a una tina con hielo.

—¡Shisui, yo digo que te vistas de mujer y te lanzes a la tina como sirena! —exclamó Izumi, con demasiado entusiasmo.

Shisui negó rápidamente con su cabeza.

—Ni muerto, eso no está en las reglas. —se quejó, alzando su dedo índice— ¡Tramposa!

—Tampoco está en las reglas fallar a propósito, Shisui. —habló Itachi, en apoyo a la castaña de Izumi y ella se sonrojó de inmediato.

Itachi la había apoyado.

—Hey, ¿de qué lado estás?

Tras decir aquello, Izune se largó a reír debido a la disputa que se había formado entre ellos, tomando el brazo de Óbito con mucho entusiasmo. Vaya que sería una escena graciosa si Shisui se lanzaba como una sirena.

—¡Yo apoyo a Izumi! —exclamó la peligris una vez más, muy entusiasmada— ¡Shisui es un tramposo y debe pagar! Obito sígueme la corriente para que lo haga. —insistió, esta vez hacia al azabache con su voz avanzando demasiado rápido, empujándole un poco.

No obstante, Óbito la ignoró por completo. Él lucía con el semblante serio y su seño estaba fruncido mientras jugaba con sus dedos. Algo no andaba bien.

—Oye, Obito. —volvió a insistir ella, para que la tomara en cuenta de una buena vez. Aunque no hubo caso.

En cambio, el jounin de cabellos azabache se puso de pie bruscamente, zafándose de su agarre para dirigirse hacia al baño de la habitación siguiente, nuevamente pasando de ella. Izune lo encontró medio extraño, y por un momento creyó que quizas no se sentía bien por el alcohol que habían ingerido antes, solo por ello se puso de pie y le siguió; preocupada. Dejando así a los demás allí sin que se dieran cuenta de su ausencia.

Óbito era más importante.

—¡Obito! —exclamó, tocando la puerta varías veces— ¿Estás bien allí dentro?—preguntó una vez que el azabache no le respondía ni daba señal de vida.

La jounin volvió a tocar la puerta una y otra vez, hasta el cansancio y ya preocupada de que no tuviese respuesta alguna. Al menos, solo hasta que el azabache abrió la puerta finalmente. Aunque su expresión no se la esperaba, pues aún parecía tener el semblante serio y sin querer cruzar la mirada con la de Izune, intentando pasar de ella enseguida.

Aquel fue el momento en donde la chica de ojos rojizos notó que el Uchiha estaba molesto, y mucho. Se le notaba en el rostro, en sus poros.

Pero... ¿Por qué?

—Oye. —espetó, poniéndose frente a él de forma amenazante— ¿Qué te pasa? ¿Te hice algo? ¿Fue por algo que dije?

Obito posó su mirada en la gente de su clan, quienes estaban en su onda y divirtiéndose con Shisui en una tina con hielo— aunque no de sirena—. Luego, la posó sobre la molesta Izune que tenía en frente desde arriba, solo para después tomarla en brazos y adentrarla hacia el baño rápidamente, dejándola así a un costado de la ducha para poder cerrar la puerta con seguro.

Sí, estaba muy molesto. Izune lo sabía con certeza, pues ya sabía lo que venía después. Óbito siempre solía hacer lo mismo.

Aunque no entendía el porqué.

—Obito, ¿qué diabl... —y no pudo siquiera terminar, debido a que el Uchiha la había besado fugazmente en los labios.

Izune, aún un tanto confundida le siguió aquel choque de lenguas. Incluso sabiendo lo molesto que él estaba mientras posaba los brazos alrededor de su cuello, ambos por poco comiéndose el uno al otro.

Sí, la Senju tenía muchísimas ganas de follar con su mejor amigo. No obstante, sabía con certeza que lo que estaba haciendo él con ella era solo para tragarse su rabia y no le gustaba cuando el azabache era de esa forma, pues si ya se sentía una zorra por lo de Sasuke, ahora con esto... lo hacía el doble.

—¿Porqu...? —intentó modular entre besos.

—Shh. —shusheó él, besando aquellos labios salvajemente y con demasiada brusquedad para así callarla.

Poco a poco, el ambiente entre ambos se había puesto más denso y el Uchiha tomó la iniciativa como solía hacerlo, agarrando así ambas piernas de la jounin para subirla encima de él y hacer que ella las enrollara alrededor de su torso. Todo esto, mientras que Obito afirmaba sus manos en el trasero de ella, presionando.

Pero, aún sabiendo lo que Obito estaba haciendo con ella y su rabia... Izune se dejó llevar.

El azabache pasó sus manos por todo el cuerpo de la Senju, contorneando, acariciando y presionando de manera brusca. Mientras que ella solo le besaba el cuello dando pequeñas lamidas por su hombro y cuello, agarrándolo del cabello de vez en cuando y sintiendo enseguida como la temperatura de su cuerpo subía cada vez más.

Obito finalmente tras unos minutos se sentó en la tapa del WC con Izune encima de él, esperando así el ansiado turno de ella. La chica por su parte se bajó las tiras del vestido y del sostén lentamente, dejando a la vista poco a poco sus pechos y logrando así que el azabache se mordiera el labio inferior, contemplándola.

Pero Izune se sentía inquieta al no poder dejar de pensar en la rabia que podía estar sintiendo Obito y como estaba utilizándola. Se sintió sucia.

Izune ya se había quitado toda la ropa, y aprovechó para tocarse de manera suave, teniendo a Obito en las nubes al observar semejante cosa de su amiga. Luego, se posó sobre él nuevamente con cuidado y le quitó la camisa para después morder sus pectorales bien marcados, a pesar de tener la mitad de su cuerpo de un color blanco por el accidente que tuvo en la segunda guerra ninja.

Donde casi pierde la vida.

El Uchiha no se quedó atrás con sus acciones, y por ende, agarró su trasero con fuerza mientras jadeaba y la besaba con fugacidad. Esto, a la vez que la peligris le bajaba el cierre del pantalón, dejando a la vista la gran erección que este por lo visto tenía. Grande, pulsante... como a ella le gustaba.

Óbito soltó un leve gruñido y luego suspiró al sentir la mano de su confidente en esa área, con esa voz ronca y rasposa que él tenía. Apretando así más la carne de su trasero y luego los muslos. Aguantando el gran placer que estaba sintiendo.

Entonces, justo en el momento en donde la Senju y el Uchiha iban a congeniar sus partes íntimas para saciar el placer , Izune no aguantó más y lo frenó al instante.

No podía seguir, no así.

—¿Qué haces?

—Tengo muchas ganas, créeme, —dijo, cierta dificultad tintando sus palabras— pero no puedes llegar y enojarte de la nada para después follarme como un loco sexópata, no es justo y te lo he dicho antes.

Dicho aquello, Izune pretendió ponerse de pie para salir de ahí. Sin embargo, Obito no la dejó hacerlo al tomar su brazo con fuerza para devolverla a su posición y besarla tiernamente. La grisácea igualmente lo correspondió, por muy enfadada que estuviese.

—Izune, no me dejes así. —reprochó el Uchiha en un murmullo rasposo y ronco, respirando así también de manera agitada mientras señalaba su erección con su mano libre.

—Luego lo terminamos Óbito, no cuando te quieras tragar la rabia. —respondió la peligris, separándose de él para ponerse de pie nuevamente y tomar su vestido. No dudó ni dos segundos en colocárselo.

Izune realmente sentía pena por dejarlo así, no le gustaba. No obstante, ya se lo había dicho un montón de veces antes y le cabreaba el que no le importaba tal hecho.

—¿Estás hablando en serio? —bramó el Uchiha esta vez, demasiado desconcertado frente a su mejor amiga y ahora mostrando molestia. Eso solo probaba que Izune tenía razón— ¿Lo harás igual que la otra vez? ¿A eso quieres jugar?

—Ya te lo dije antes, no puedes llegar y tratarme como tu puta personal cuando estás así de cabreado. No soy cualquier cosa, soy tu mejor amiga; recuérdalo siempre.

Y dicho aquello, la peliplata no dudó en salir del baño y generar un gran portazo, dejando a su mejor amigo allí, quien si antes estaba molesto, con esta erección su molestia estaba al triple.

—Maldición.

Fue lo único que pudo articular, antes de dar un golpe al lavabo. No podía con algo así, no podía.

// Espero hayan disfrutado la lectura, esto es un mundo alterno pero igual puede tener ciertos spoilers.

¡Vaya vaya! Izune dejó a Óbito con el pito al aire 😱¿Qué opinan? ¿Estuvo bien lo que hizo? Jaja bueeeno espero les haya gustado el capítulo, que tengan un lindo día y muchas gracias por leer😍💖

Capítulo editado el 25/04/2017.

Capítulo editado el 06/10/2017.

Capítulo editado el 24/10/2019.

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