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dos ; reunión

"La gente usualmente creía que estaban más seguros en la luz, pensando que los monstruos solo salían de noche..." Cautiva en la oscuridad, CJ. Roberts.
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La casa mayor de los Uchihas era un lugar resplandeciente, el que aquella noche se encontraba en armonía y con mucha gente importante dentro, pues se trataba de una reunión muy particular e importante entre los cargos mayores y unos secundarios del clan Uchiha.

Tal reunión se hacía cada mes para aclarar ciertas situaciones y colaboraciones del clan, pero así también lo tomaron para aprovechar el compartir entre ellos y celebrar ciertos éxitos de sus propios hijos, tales como ascensos o buenas misiones.

Uchiha Fugaku -segundo líder del clan- se encontraba en el patio trasero de su hogar mientras hablaba con su hijo mayor Itachi sobre la importancia del clan y su pureza, también de sus logros. En cambio Mikoto, su madre y dueña de dichosa casa, se encargaba de los preparativos y cosas que tuvieran que ver con la cena. Corriendo así de un lado a otro con desesperación.

─¡Eh, Izumi! ─Shisui le llamó, y la chica se acercó sin dudar mucho con una sonrisa─ ¿Has sabido algo de Obito? Su abuela estaba preguntando por él.

El chico se tocó la nuca, tratando de sonar lo más tranquilo posible aunque no pudiese del todo.

Uchiha Obito usualmente era tratado como la oveja negra del clan por varios cargos, debido a que generalmente no se tomaba en serio muchas de las responsabilidades con ellos. Él quería ser Hokage y no aprobaba las normas del clan Uchiha, algo que no muchos aprobaban. Incluso si luego del incidente en el puente Kannabi fue tildado héroe, él seguía siendo un Uchiha y eso implicaba la responsabilidad que no tenía con ellos.

Por ende, su abuela pagaba los platos rotos por su culpa, pues era su tutora legal desde que el Uchiha tenía memoria e incluso ahora siendo mayor de edad, era culpada por los actos de su nieto.

Aquello era lo que más molestaba al chico de cabellos desordenados que recientemente preguntaba por él. Shisui no podía entender su poca empatía por la anciana.

─Ehh... no, a decir verdad desde ayer que no lo veo. ─explicó la chica, algo pensativa mientras fruncía el seño.

Shisui suspiró, pues la pena y rabia que sentía por la anciana era bastante. Ella siempre estaba ahí para dar cara por su irresponsable nieto sin importar qué y eso es lo que le molestaba.

No era justo para ella, o al menos eso era lo que pensaba el Uchiha de la policía militar.

─Es un irresponsable, siempre es lo mismo con Obito. ─espetó, haciendo notar su molestia, mientras posaba su vista en la anciana desde lejos, quien se encontraba charlando muy animosamente con Sakura, la nueva novia de Sasuke.

Aunque el Uchiha prefería decir que solo eran "amigos" todos sabían que si Sasuke invitaba a una chica a este tipo de reunión, la cosa iba enserio.

─Ya, Shisui ─habló Izumi con un suspiro, acariciando el hombro de este para tranquilizarle─ no te amargues, ya sabes como es...

─Solo espero que llegue a tiempo esta vez. —gruñó— Su abuela le encargó un pedido que le hizo Mikoto-san a ella para que lo trajese porque no podría volver a casa... ─el pelinegro bufó antes de continuar─ Y ya sabes como se pone ella si le falta algo.

Izumi dio un suspiro largo también al oírle, pues, Obito podía ser muy bueno con las misiones o la gente, especialmente los ancianos. Pero cuando se trataba de responsabilidad con el clan, era el peor y todos lo sabían. No solo Shisui.

─ ¡Eh! ¿Por qué tanta mala cara?

Shisui puso sus ojos en blanco y luego sonrió hacia su mejor amigo, quien traía dos tragos en mano. Uno para Shisui y otro para Izumi.

Ambos se lo recibieron animosamente, dando las gracias luego de aquello.

─Quiero descansar un poco, mi madre está como loca y mi padre me ha hablado dos horas de lo mismo. ─bufó Itachi con pesadez, posando su brazo sobre la pequeña Izumi─ Estas reuniones son un martirio a veces, ¿no creen?

─Sí que lo son... —apoyó Shisui, haciendo una pausa─ ¿has sabido algo de Obito?

Itachi se sorprendió un poco con la pregunta y luego negó con su cabeza con el ceño fruncido. Izumi, por su parte estaba hecha un lío y de su estómago brillaban mariposas.

Itachi la estaba abrazando, el amor de su vida estaba abrazándola.

Izumi había estado enamorada del ninja prodigio desde que tenía memoria, sin embargo, nunca fue capaz de declararse o lograr que él correspondiese sus sentimientos, pues era demasiado tímida como para hacerlo. Incluso si la mayoría de las personas a su alrededor ya lo sabían sin que ella lo hubiese dicho.

Él parecía ser el único en no notarlo.

─Mm ahora que lo dices Shisui, mi madre igual preguntó por él...─respondió Itachi, algo pensativo─ Izumi, ¿tú sabes algo?

La mujer castaña negó con su cabeza mientras fruncía el seño, confundida.

─¿Por qué piensan que sé algo?

─Porque Obito dijo que vendría con Izune, y ella es tu mejor amiga. ─explicó Itachi, a lo que Shisui asintió.

─Izune no me ha dicho nada, así que no lo sé. ─dijo, algo temblorosa.

—Ojalá se apresuren, no quiero ver a mamá molesta.

—Pero viene con Izune, algo tiene que hacer ella con él, ¿no? —sugirió Izumi, con el corazón en la garganta al sentir de tan cerca a Itachi.

─Pues sí, es bueno que venga con Izune, a ver si controla un poco a ése. ─opinó Shisui con desgano en su voz, haciendo énfasis a "ese" mientras enrodaba sus ojos.

─¿Izune viene? ─preguntó Sasuke, quien se acercaba a ellos con un trago en mano. Alertando así a los tres presentes, quiénes no dudaron en enarcar una ceja frente a él.

─¿Si? —respondió Izumi un tanto confundida, pues el Uchiha menor sonrió ante ello y luego se largó un sorbo de aquella copa que traía en sus manos.

Enseguida, Itachi le observó de pies a cabeza y, sin dudarlo un mísero segundo quitó el vaso brúscamente de su mano. Sasuke no demoró en quejarse.

─¡Oye! ─exclamó, bastante molesto. Shisui soltó una risa.

Izumi bajó la mirada solo para no burlarse de él, pues el ninja de coleta siempre le trataba como a un niño.

─Tú no beberás hasta que tengas veinte, lo siento Sasuke. ─dijo el anbu hacia su hermano con gracia, tomándose lo poco que le quedaba a éste.

Shisui tomó un poco de su trago sin decir palabra alguna, aun mofándose del Uchiha menor mientras miraba de re-ojo como la castaña intentaba no hacerlo. Sasuke gruñó por lo bajo ante ello, arrugando su frente casi al instante.

─Aguafiestas. ─fue lo único que salió de sus labios antes de irse de allí, chocando con casi todos y haciendo notar su molestia.

Izumi finalmente no aguantó más y soltó unas cuantas risas junto a Shisui. Pobre de Sasuke, se pensó.

─Eres cruel. ─opinó con gracia, a lo que Shisui bebió un poco más de su bebida y luego negó con su cabeza.

─ ¿Qué? ¿Por qué? —respondió Itachi, haciéndose el ofendido con una de sus manos─ Es muy pequeño, tiene apenas quince, que se la banque.

Entonces, los tres no demoraron en cruzar miradas y se largaron a reír otra vez. Quizás la reunión no estaba yendo tan mal después de todo. Unas risas nunca estaban de más.


Estaba cansada a más no poder y mi mejor amigo también lo estaba, podría apostarlo.

Abrazados y  charlando sobre la relación de Rin encima de su cama estuvimos, jugueteando a veces y riendo sobre cosas banales hasta quedarnos dormidos. Esa fue nuestra tarde.

Algo que no podíamos haber hecho, no a estas horas.

Mi subconsciente, o tal vez mi buena capacidad de despertar fue lo que me hizo abrir los ojos de golpe. A pesar de que no quería hacerlo, teníamos una reunión a la cual acudir y por visto no había tiempo. No podía regodearme, por muy cómoda que estuviese con Obito.

Me levanté de la cama a pasos lentos, quitándome a Obito de encima ─quien tenía un horrible mal dormir por cierto─ y me estiré, bostezando un poco con mano en la boca. Luego tomé el reloj de la mesita que estaba a un costado de su cama y confirmé lo que no quería.

Llegaríamos tarde.

─¡Obito, despierta ya! —exclamé, algo desesperada— ¡Se nos ha pasado la hora, maldición! ¡La reunión ya comenzó!─esta vez lo moví con fuerza y nada. Esta era mi segunda reunión con Obito en casa de Mikoto-san y no quería llegar tarde, aunque ya había pasado una hora desde que se supone la reunión comenzaría.

No podía estarme sucediendo esto. No ahora.

El Uchiha se quejó ante mis movimientos bruscos, poniéndose así la almohada en la cabeza para seguir durmiendo e ignorarme. Gruñí por lo bajo ante aquello y lo dejé tal como estaba, yendo así por mi vestido que gracias a dios lo había traído. O que no había vuelto a casa después de comprarlo.

Me vestí lo más rápido que pude, y me puse un pinche que había encontrado en la pieza de la abuela de Obito, sin maquillaje y con mis tacones usuales para este tipo de ocasiones. Aunque desearía haber podido ducharme debido a las tantas folladas con mi amigo, sin embargo, a estas alturas ya no alcanzaba. Era una emergencia.

Una jodida lástima.

Cuando por fin estuve lista para correr hasta la casa de Itachi, me dirigí a Obito con un balde lleno de agua que cogí de su pequeño baño. A ver si con esto me tomaba en cuenta y no me daba por idiota.

─Obito, te levantas a la cuenta de tres o te ducharé aquí mismo. ─advertí con voz demandante, pero el muy imbécil ni se inmutó en responderme─ 1... 2.... 2.... ─gruñí por lo bajo al ver que no pretendía levantarse y solo finalicé─ Que conste que te lo advertí.

Entonces, no dudé en lanzar aquel balde de agua sobre su espalda descubierta y rasguñada por mis uñas. Obito inmediatamente dio un brinco con pánico y comenzó a quejarse. Como solía hacerlo siempre.

─¿Por qué siempre tienes que hacer es...

─Ahora vístete. ─ordené con voz detonante y a semblante serio, tirando así el traje oscuro en todo su rostro. Ni le di tiempo para responder─ Ya llevamos más de una hora de retraso y no pienso arriesgarme más.

─Espera, ¿qué? ─exclamó Obito, sacudiéndose el agua de su cabello como si de un perro se tratase ─ ¿Por qué no me despertaste antes?

—¿Es una broma?

—¿Cuánto dormimos? —ignoró mi indignación por su pregunta.

─Eso no importa, ya vístete.

─Ya ya, como mande señorita gruñona. ─murmuró con una mueca de disgusto y quise golpearlo a más no poder, sin embargo, llegar a tiempo era más importante que las quejas de mi amigo en estos momentos.

Esperé hasta que estuviera listo y ¡Demoró años! Sin duda alguna mi mejor amigo lo único masculino que tenía con respecto a arreglarse era su pene, el cual por cierto... me encantaba.

Tras unos cuantos minutos, cuando éste ya no tenía más que hacer, tomé su mano y comencé a correr lo más rápido posible con él a la arrastra, no sin antes cerrar la puerta de su hogar en caso de cualquier cosa.

Flash quedaba corto a mi lado, hasta Tobirama.

No obstante, cuando estuvimos a punto de llegar el azabache frenó los pasos. Obito siempre tenía algo que hacer o decir, era único;

─¡Mierda! ─exclamó con desesperación, intentando frenar del todo con todas sus fuerzas al ver que yo lo impedía y no lo dejé. Ya íbamos demasiado atrasados como para darnos el lujo de parar— ¡Espera, Izune!

─¿Y ahora qué pasó, joder?─pregunté con mi respiración algo entrecortada, sin dejar de correr por el barrio Uchiha con mis tacones en mano.

¿Qué? ¿Pensaban que podía correr con estos? Ni de joda. Seré jounin pero no hago magias.

Obito comenzó a morder sus uñas un tanto desesperado y luego observó hacia atrás. No demoré en fruncir el seño.

─Obito, más vale que...

─¡Olvidé el encargo de mi abue! ─gritó en cuanto volvió su vista hacia mi, bastante alarmado─ ¡Ahora si que me destierran del clan, estoy seguro! ¡Maldición!

Enseguida sentí algo de culpa por su rostro muy asustadizo, pues, si no hubiéramos follado dos veces antes de esto, quizás no estaríamos tan cansados como para quedarnos dormidos tres horas y más, olvidarnos del encargo de su abuela. Pero ya no había nada más que hacer, la casa de Mikoto-san y Fugaku-sama ya estaba demasiado cerca.

¿Era muy importante?

—No lo sé, pero joder... le van a regañar por mi culpa otra vez. —se quejó— ¿Y si volvemos?

—Obito...

Ambos frenamos el paso al llegar a la casa de Fugaku-sama y pude notar el nerviosismo si nerviosismo al ver como tragaba saliva y miraba hacia ambos lados con notable desesperación. Hasta su camisa se había abierto y su cabello a pesar de estar mojado se movía al compás del viento. Yo por mi parte trataba de volver a la normalidad mi respiración, la cual estaba muy agitada de tanto correr y pensar en las reacciones de los demás Uchihas.

Decidimos no volver por el tiempo, y esperaba que aquel encargo no fuese tan importante. Realmente lo deseaba.

─Ya, tranquilo... ─intenté animarle con una media sonrisa, más parecida a una mueca─ No creo que se enojen tanto, al menos tu abuela ya está dentro. No fue culpa de ella, sino de nosotros.

Pero ese consuelo era más para mi que para él. Pues, no estaba tan segura y más al ser la única Senju en esta reunión. Seguramente el segundo líder me observaría mal otra vez y yo... ugh.

─Eso espero, Izune...

Tras oír esa sentencia de mi amigo, solté su mano para ponerme los tacones y arreglar un poco mi cabello gris. Este dio un suspiro nervioso y luego se atrevió a tocar el timbre de aquella gran vivienda, aguantando el poco aire que le quedaba en sus pulmones.

Esperemos que todo salga bien, por favor.

// Espero hayan disfrutado la lectura, esto es un mundo alterno pero igual puede tener ciertos spoilers.

¡Ya está el segundo capítulo! ¿Qué piensan de la familia o clan Uchiha? ¿O de lo agrandado que es Sasuke? Djdjdj eso, que tengan un lindo día y espero les haya gustado el capítulo😍😘

Capítulo editado el 21/09/2017.
Capítulo editado el 14/10/2019.

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