diecinueve; sasuke-kun.
"«¿Y qué has aprendido después de tanto dolor, de tantas traiciones?» Entonces le respondí: «aprendí a siempre sonreír»..." Blaster, delirios de un corazón roto.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
—Hashi-nii ¿Estás seguro de darle el cargo a este zopenco?
Tobirama enseguida se volteó para fulminarme con la mirada, mientras arreglaba su ropa de Hokage. Mi otro hermano solo se tomó la frente.
—Él ya es grande Izune, será mejor Hokage que yo. —dijo, yo alce una ceja incrédula— ¿Verdad que si, Óbito?
Todos posamos nuestra vista en el azabache, quien estaba tranquilamente en el sofá mientras jugaba con un kunai y al escuchar a Hashirama paró de inmediato, incómodo por la situación.
—Etto... Supongo que si, Hashirama-sama —respondió, algo inseguro.
Bufé, y pude notar el rostro de victoria que tenía Tobirama.
—Óbito, se supone que tienes que estar de mi lado. —me quejé.
—Él no miente, Izune admítelo.
Tobirama me golpeó despacio con su codo y rodé mis ojos con molestia, mi otro hermano suspiró con frustración y me alejé del peliplata solo para sentarme a un lado del azabache.
—Para la próxima me apoyas a mi, ¿vale? —él me observó con gracia— Tobirama es un ególatra y con un cumplido de un Uchiha se le subirá aún más.
—Eso no es cierto. —mi hermano se quejó a lo lejos, Óbito soltó una risita.
—¡Sabes que si! —exclamé hacia él, moviendo mis brazos.
—¡Envidiosa!
—¡Creído!
—¡Zopenca!
—¡Ególatra!
—¡Fea!
Enseguida me pongo de pie al oír la última palabra de Tobirama y corro hacia él, este escapando de mi con facilidad.
—¡¿A quien le dices fea, idiota?!
Mi hermano parecía divertirse con mi corrida rápida no tan rápida por todo el living de mi casa, a lo lejos pude oír a Hashirama suspirar con frustración.
—Tú no tienes hermanos, ¿verdad?
—No, aunque después de ver a Izune y Tobirama se me quitaron las ganas.
Ambos rieron entre si y sonreí, me gustaba que Obito se llevara bien al menos con uno de mis hermanos.
—¡Tobirama-sama para ti, Uchiha!
Entonces mi hermano paró de correr solo para apuntar con el dedo a mi mejor amigo, Hashirama se tomó la frente y esa fue mi victoria, debido a que aproveché de posarme sobre su espalda con rapidez y le tiré de las orejas, este quejándose de inmediato.
—Está bien, Tobirama-sama. —vi como Óbito se aguantaba la risa mientras que Hashi-nii no tenía problemas en hacerlo.
—¡Maldición Izune! —se quejó, intentando atraparme— ¡¿Por qué las orejas?! ¡Soy el Hokage, tenme respeto!
—¡Esto te pasa por llamar a tu hermana fea!
Me largué a reír y luego le mordí la mejilla con gracia, este volvió a quejarse.
—¡Hashirama, mira esta lunática! ¡Dile algo!
Hashirama dejó de reír y volvió a tomarse la frente, mirándome con las cejas alzadas.
—Izune, ya, deja a Tobirama
—¡Ya lo escuchaste zopenca, suéltame!
Rendida, suelto sus orejas y me bajo de su espalda, aún con gracia al recordar su cara. Óbito me observaba bastante divertido desde el sofá y le sonreí, incómoda con la situación.
Pero entonces cuando voy a caminar hacia Obito siento como alguien me toma de las piernas y me alza como si fuese un cerdo a punto de cocinar, yo con el rostro directamente observando el suelo.
—¿Creíste que podías irte así nada más con tu novio? ¿Eh?
Noto como Óbito observa hacia otro lado al tener el rostro completamente rojo ante las palabras de mi hermano y comienzo a moverme, con toda la sangre en mi rostro.
—¡No es mi novio! ¡Ya suéltame!
Él comenzó a reír y a molestarme, pero entonces Hashirama se acercó a nosotros e intentó salvarme de mi malicioso hermano para terminar esta pelea innecesaria. Sin embargo, Tobirama no se lo iba a dejar fácil, así que ambos comenzaron a forcejear y "luchar" por así decirlo entre si por toda la vivienda, conmigo esta vez en el hombro del peliplata.
Menuda familia tenía ¿No creen?
—Lo siento bakabito, Tobirama es un caso perdido.
—Descuida, no pasa nada.
Ambos nos encontrábamos subiendo las escaleras hasta mi habitación luego de una ardua lucha entre mis hermanos, la cual terminó con Tobirama fuera de casa con moretones en sus hombros y con Hashirama en su pequeña oficina, uno de sus ojos con un toque morado. Ambos molestos entre si.
Ya se les pasará.
—Siempre me dijiste que luchaban entre si, pero nunca pensé que fuese tan literal.
Reí ante su comentario y finalmente pisé el último escalón, ahora caminando por el pasillo hasta mi puerta.
—Mira, durante el día puedes estar conmigo en un mismo cuarto, pero de noche dormirás en la habitación del fondo. —apunté con mi dedo índice tal ubicación, él hizo una mueca.
Solté una risa mientras abría la puerta de mi habitación y entraba con Óbito tras de mi.
—A mi tampoco me gusta la idea, pero ya sabes, son las reglas de Hashi-nii de mantener a su hermanita virgen, —me siento en la cama con Óbito cerrando la puerta— además, si Tobirama te encuentra durmiendo conmigo, no sería una situación bonita.
Él se voltea solo para caminar en mi dirección y se tira a un costado mío en la cama, suspirando.
—¿Eso quiere decir que seré observado las 24 horas?
—Algo así.
Alcé mis hombros, rendida ante mi familia algo peculiar. Entonces él comienza a reír de la nada, y enseguida le observo con el seño fruncido, algo confundida.
—¿Qué sucede? ¿Tengo un moco?
Él insiste en reír sin responderme, por lo tanto, me pongo de pie para revisar mi nariz en el espejo que tenía colgado en la pared a un costado de la ventana, pero no, no tenía nada en ella.
Quedé aún más confundida.
—¿Tú? ¿Virgen? —finalmente habló— ¿Realmente tus hermanos se creen eso?
Entonces me volteo para observarle, entre cerrando mis ojos y fulminándole con la mirada.
—Ja ja ja, chistosito. —me quejé, acercándome a él.
Este se sentó en la cama y me tomó la mano, cesando sus risas.
— Ay bakazune, —dijo, y me senté a su costado— supiesen lo buena que eres con la boca...
Entonces mi puño cayó directamente en su rostro, mientras que el mío se enrojecía por completo, el azabache no dudó en quejarse y sonreí.
—Intenta decirlo de nuevo y no verás el mañana. —dije, aún con mi sonrisa mientras él se tomaba el rostro con ambas manos.
—Era un cumplido. —se excusó y bufé.
—Si claro.
—Prefiero cuando me besas. —murmuró, pero lo suficentemente fuerte como para oírlo.
Solté una risa leve y le abracé al notar lo amurrado que se había puesto.
—No te enojes, Óbito. —dije, besándole la mejilla sonoramente. Este se quejó.
—Entonces no me golpees innecesariamente. —insistió en lloriquear.
Puse mis ojos en blanco, era muy exagerado con este tipo de cosas.
—Eso te pasa por decir cosas innecesarias.
—¿Quieres que mienta? No podría decir que eres mala con los blow...
Carraspeé con la garganta antes de que pudiese terminar su sentencia, entonces, el azabache me sonríe de manera inocente mientras posa sus brazos alrededor mío.
—No, pero podrías ubicar tus comentarios, —alcé mis cejas— sobre todo cuando Kakashi está presente.
El rió suavemente, muy cerca de mi.
—Pero él no está aquí. Además, tengo mas vida sexual que él y se lo debo presumir, lo siento.
Entrecierro mis ojos, pensativa y recordé a mi prima junto al peliplata, si Óbito creía tener más vida sexual que el peliplata ¿Eso quiere decir que no lo sabe?
Mordí mi labio inferior y luego, por inersia junté mis labios con los del azabache por unos segundos, este siguiéndome la corriente y luego separándose con una sonrisa confundida.
—¿Y eso? —preguntó, yo solo alcé mis hombros y él no respondió.
¿Debería decirle?
Entonces me separo de sus brazos, solo para tirarme en la cama mientras soltaba un suspiro, Óbito me observó mientras estiraba los brazos.
—Óbito, el otro día me pasó algo... —y entonces hablé, algo indecisa.
Él me observó con cautela y curiosidad, esta vez tirándose a un costado mío en la cama boca abajo.
—¿Qué te pasó?
—Encontré a Bakakashi follando con Tsunade.
Y cuando pensé que el azabache se iba a sorprender o algo parecido, este solo soltó un leve 'ah', sin importancia. Quedé algo perpleja.
—¿Qué? ¿No vas a sorprenderte?
Él hace una mueca y mueve su rostro, indeciso de lo que pudiese salir por su boca.
—Ya lo sabía. —entonces mi boca se entre abre por la sorpresa— Antes de que me reproches por no decírtelo, Kakashi se veía muy miserable cuando me lo confesó... Me rogó que no te lo dijera, aún se siente culpable por fallarle a Rin de esa forma, aunque ella no lo sepa... Cree que no es algo digno de un shinobi.
Entonces asentí con la cabeza, analizando la situación, pues, Kakashi Hatake siempre fue un shinobi digno de todo, nunca fallaba, era y es un prodigio de Konoha, estaba al tanto de las expectativas de la gente. Era entendible que se sintiese de esa forma por engañar a su novia durante tanto tiempo, tan así que hasta yo me sentí mal.
—Izune ¿Pasa algo? —habló el azabache al ver que no respondía, yo le sonreí.
—No, solo pensaba. —respondí— Es primera vez que vienes a mi cuarto,¿verdad? —intenté cambiar el tema, este asintió.
—Siempre que venía Tobirama me mantenía en el living. —respondió con gracia, luego frunció el seño, pensativo.
Él observa a su alrededor y se pone de pie con rapidez, yendo directamente a mi armario. De inmediato me siento de golpe y lo observo confundida.
—¿Qué haces?
Él me ignora y comienza a abrir los cajones uno por uno, entonces comienzo a captar lo que occuría, así que me pongo de pie con rapidez y corro hacia Óbito. Este se voltea con una sonrisa maliciosa.
—Óbito pero qué...
Mi frase fue cortada al ver que había llegado muy tarde.
—Nunca has usado este conmigo. —dijo, aún con esa sonrisa.
Inmediatamente mi visión se fue a sus manos, las cuales tenían una de mis bragas más diminutas y enrojecí por completo.
Pinche Óbito.
—Baka, ¡Devuelveme eso! —me quejé, una vez el azabache subía sus manos, haciendo que no pudiese alcanzarlas.
Óbito comenzó a reír como un desquiciado.
—Lo siento, tenía que hacer esto la primera vez que viniese a tu cuarto.
Entonces cuando intento golpearlo en sus partes bajas él logra agarrar mi brazo a tiempo mientras que con el otro brazo bloqueaba mi siguiente ataque, lanzando mis bragas a la cama.
Lo admito, me sorprendí.
—Eres bueno, Uchiha. —dije al notar como bloqueaba todos mis ataques, él sonrió con superioridad.
—Seré Hokage, ¿lo olvidas?
Yo reí, aún forcejeando con el azabache.
—Jamás lo olvidaría. —entonces con mi pierna intento botarle, sin embargo él logró saltar a tiempo— ¿Cóm...
Mi pregunta fue cortada en el momento en que vi su sharingan activado, y suspiré, soltando a mi mejor amigo. Eso era injusto.
—Está bien, está bien, —digo, alzando los brazos— me rindo.
Él sonríe y desactiva su sharingan, solo para luego desordenar mi cabello con gracia.
—Algún día me gustaría luchar contigo, bakazune. —habló el azabache, acercándose a mi.
Bufé con gracia.
—Tienes el sharingan, me patearías el trasero de inmediato.
Me cruzo de brazos, algo amurrada y él me abraza, haciendo que mi rostro quedase en su tórax.
—¿Así como Izumi lo hizo en tu primer examen Chunnin?
Entonces me abraza con más fuerza al notar que intentaba zafarme, él sabía como me cabreaba ese tema ¿Por qué sacarlo ahora?
Óbito soltó una risa leve.
—Si te sirve de consuelo diste una buena pelea.
—Cállate. —él vuelve a reír e intento soltarme otra vez.
Entonces dejo de hacerlo y él me suelta, enseguida le observo con el seño fruncido y me cruzo de brazos.
—Izune, supéralo. —dijo él, suelto un suspiro frustrado y voy a sentarme en la cama, Óbito me siguió.
—Sabes como me jode ese tema. —digo y Óbito quita su mirada, pero sé que quiere reír.
—Lo siento, nunca más mi sargenta. —el azabache pone su mano en la frente como un militar, haciéndome reír.
A fin de cuentas no podía enojarme por estupideces con este hombre.
—Eres un idiota. —digo, cesando mis risas.
—Pero me quieres
Dicho esto tomó mi mano y me sonrió de lado, inmediatamente le sonreí e iba a responder, pero tras de él se encontraba mi reloj y mi vista se posó allí enseguida, haciéndome dar un brinco.
—¡Maldición! —exclamé, soltándome de Óbito y corriendo hasta mi armario a por mi chaleco Jounin.
Este me mira, confundido.
—¿Te irás? —preguntó, una vez que subía el cierre de mi chaleco y le miraba.
—Tengo un compromiso. —respondí, esta vez yendo al espejo para hacerme una coleta.
—¿Si? ¿Con quién? —volvió a preguntar, esta vez frunciendo el seño. Lo pude ver a través del espejo.
Entonces me acerqué a él para despedirme, pero el me corrió el rostro con molestia. Bufé y me dirigí hacia la puerta.
—Sasuke me pidió que lo entrenara y voy atrasada, cualquier cosa Hashirama está abajo, dudo que el te diga algo. —hablé lo mas rápido que pude y quise irme, pero Óbito se puso de pie para tomar mi brazo.
—¿Sasuke? —dijo, más confundido que antes— Espera, no estás haciendo esto porque voy a entrenar a Sakura ¿Verdad?
—No, no soy celópata. —respondí con gracia, aunque él no se estaba riendo— Vamos Óbito, es primera vez que un prodigio me pide que lo entrene
—No te olvides de Uryu, también es Uchiha. —dijo, aún sujetando mi brazo y luego soltó un suspiro- Izune, él quiere otras cosas contigo, Sasuke al único que le pediría algo así es a Itachi... Además, ¿Realmente me quieres dejar a solas con Hashirama-sama?
Su rostro era suplicante, tan así que llegué a pensar que estaba más preocupado de estar solo con Hashirama, que de mi entrenando a Sasuke Uchiha.
—Lo siento Óbito, ya quedé con él. —me dolió en el alma decirle que no, pero no podía plantar a Sasuke.
El azabache soltó mi brazo de inmediato y me dio un leve empujón para pasar de mi, caminando por el pasillo. Enseguida le seguí escaleras abajo, confundida por su actitud tan extraña.
—Óbito ¿A donde vas? Volveré enseguida. —dije en cuanto le vi abrir la puerta principal.
—Entrenaré con Kakashi, volveré más tarde. —respondió, y entonces cuando voy a impedirle salir él cierra la puerta.
Gruñí por lo bajo, ¿Por qué tenía que ser así? Digo, no iba a hacer nada malo y después de todo, es solo mi mejor amigo.
Entonces, inflando mis cachetes abro la puerta y salgo con dirección al barrio Uchiha. Ya hablaría con don gruñón luego.
—¿Senju Izune? ¿Qué haces aqu...
Él hombre no pudo terminar su sentencia debido a que el Uchiha menor le había interrumpido al salir bruscamente a su costado.
—Viene por mi. —dijo a su padre, Izune observándole algo incómoda— Volveré más tarde.
Fugaku le observó con cautela y luego posó su vista en la jounin con desconfianza, no le gustaba la idea de tenerla todo el tiempo en el barrio y que ahora estuviese buscando a su hijo menor hacía peor la situación para él.
—Vuelve antes de la cena, o tu madre se molestará. —dijo el hombre antes de que Izune y Sasuke comenzaran a caminar hacia los campos de entrenamiento.
—Itachi. —habló Fugaku una vez volvía a entrar en su vivienda.
—Diga, Padre. —respondió su hijo mayor, mientras se ponía las sandalias para salir.
—¿Saldrás? —dijo el hombre, acercándose a él con el seño fruncido.
—Quedé con Shisui. —respondió el Uchiha de coleta, sin observar a su padre.
—Ve y vigila a Sasuke, Senju Izune no me da confianza. —espetó sin mas, dirigiéndose a la cocina.
Itachi se puso de pie y bufó. No quería refutar a su padre por razones obvias aunque sabía con certeza que Izune no le haría nada a su hermano menor. Sin embargo, aún había algo que lo tenía inquieto con respecto a él, ya que, no estaba seguro de las reacciones de Sasuke.
Dio un largo suspiro al solo pensar en aquello.
No tenía más opción que hacer caso a su padre, aunque era más por él mismo y lo tenía bien claro. Ya después entrenaría con Shisui.
O tal vez fuese con este mismo, pues a Shisui le encantaría ver a Izune entrenando.
Itachi esbozó una sonrisa ante las ocurrencias.
Y sin mas que decir o pensar, el Uchiha salió de casa y se escabulló por los árboles, yendo directamente al campo de entrenamiento Uchiha.
¿En qué estás pensando, Sasuke? Pensó.
// Espero hayan disfrutado la lectura, esto es un mundo alterno pero igual pueden haber spoilers.
¡Hola! Por fin se han calmado un poco las cosas e Izune va a entrenar a Sasuke 🙊 ¿Qué opinan? Jaja ya sé que va todo muy lento pero todo a su paso.
Eeen fin, un beso, gracias por leer y que tengan un lindo día💖
*Capítulo sin editar*
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro