cuarenta y uno; sueños rotos.
"Siempre hay que saber cuando una etapa llega a su fin. Cerrando ciclos, cerrando puertas, terminando capítulos; No importa el nombre que le demos, lo que importa es dejar en el pasado los momentos de la vida que ya se han acabado..." Paulo Coelho.
.
.
.
.
.
Izune Senju.
Corríamos, como no tienen idea. Tozuko había sido sentido a las entradas de Sunagakure por mi compañero Inuzuka y no pensábamos en rendirnos, o siquiera... en separarnos.
Éramos un equipo y funcionaríamos como tal.
─Sensei ¿Qué haremos si el espía despierta?
Salí de mi pequeño trance al oír la voz de Uryu a mi costado, el cual traía al individuo en sus hombros, a la vez que corríamos por sobre los árboles con mucha rapidez y esperábamos con ansias volver.
─Dudo que lo haga ─respondí, bastante sincera al ver lo moribundo que estaba aquel hombre.
Ya estábamos por volver y por fin podría dormir en una cama sin tener que abrir un ojo durante la noche o chocar con los codos de Kinoe... ¡Ah! El bendito paraíso. Aún así, no me fiaba para nada. Todo estaba muy tranquilo y estaba siendo demasiado fácil como para ser verdad. Fácil para ser una misión catalogada como rango S, de alto peligro.
Algo no andaba bien y debía mantenerme alerta desde ahora, sobre todo con Kinoe. El más entusiasmado y despreocupado de todos por haber "terminado" la misión con éxito... Algo que no sabíamos con exactitud a decir verdad , pues, un solo despreocupo podía costar mucho... bastante en realidad. Y lo sabía con mucha certeza.
Estábamos en un túnel, Yoshiro se encontraba delante mío con su trasero al aire, mientras que, Shisui estaba detrás... rostro directo con mi trasero, pero no me importó en ese instante.
Recuperar al perro de Yoshiro era más importante.
─Siento su olor muy cerca pero no puedo verlo, ¡Esto es una jodida mierda! ─se quejó el castaño, frenando sus pasos a la vez que golpeaba el estrecho túnel en el que estábamos. Este se movió de inmediato con brutalidad.
Enseguida, con mis manos sujeté las paredes y abrí mis ojos de par en par al ver como estas se abrían entre si. Aunque luego volvieron a la normalidad y mi corazón pudo seguir latiendo sin apuro... a pesar de los nervios.
Shisui suspiró.
─¿Estás seguro que le sientes Yoshiro? Digo... no es que dude de ti pero, ¿Por qué lo traerían a Suna otra vez? ─acotó el azabache tras de mi, su voz un tanto insegura.
No pude evitar morder mi labio, más nerviosismo cruzando mis venas, mientras que el ardor de los magullones en mi pierna por nuestro enfrentamiento anterior... se sentían cada vez más fuerte. Fue una ardua lucha a decir verdad.
─¡Claro que lo siento, Shisui! ─respondió el otro, volviendo a gatear sobre aquel túnel delante de mi─ Es mi única familia, lo reconocería donde fuese y estoy seguro que lo que siento es su aroma... no le dejaré.
Negué con mi cabeza mientras seguía sus pasos un tanto aprisionada, pues, el lugar era bastante estrecho y el trasero de Yoshiro chocaba con mi rostro brutalmente de vez en cuando.
No es como si me molestase de todas formas.
Entonces, en el momento menos preciso mi estómago rugió con mucha fiereza, asesinando casi de inmediato nuestro silencio y eso solo hizo que mis mejillas se tornasen rojas, todos frenando el paso y Yoshiro soltando una risa pequeña.
Era tan burlista.
─Izune ¿Quieres comer algo? ─preguntó Shisui tras de mi, preocupación y gracia en su tono de voz. Poniéndome así aún más nerviosa de lo que ya estaba.
Yo sabía que no se debía a eso, pues los nervios me podían muchas veces y afectaban a mi estómago bajo, más si sabía que en unos cuantos días más debería bajarme la menstruación. Aunque por aquel ruido inoportuno supe de inmediato que quizás llegaría en unas horas o... minutos.
¡Dios! Me quería morir, porque aquella era la ocasión menos oportuna. Más si tenía a Shisui tras de mi.
Que vergüenza. Dios, siempre me pasaba lo mismo... ¿Por qué yo?
─Eh... no, no se preocupen solo sigamos ─respondí, casi mordiendo mi lengua tras decir cada palabra con nerviosismo y bajé mi trasero un poco en caso de cualquier cosa. No quería a Shisui presenciando la naturaleza de una mujer recién hecha.
─¿Segura? ─insistió Shisui─si quieres podemos descansar un momento para comer, llevamos día y medio sin hacerlo...
Ladeé mi cabeza, pensando en aquella proposición como un método para poder arrancar hacia algún baño y verificar lo que tanto temía. Sin embargo, el gruñido de Yoshiro me hizo negarme... Tozuko era primero en esta situación.
─Sí, estoy segura... podemos aguantar un poco más sin alimento ─respondí, una sonrisa de lado esbozándose en mi rostro─ ya luego de encontrar a Tozuko tendremos tiempo para eso.
─Pero primero debemos encontrar a Ukitake-sensei también. ─me apoyó el Inuzuka, volviendo a retomar su camino delante de mi con unas risitas bajas.
Entonces, comencé a seguir sus pasos, sintiendo los retorcijones de mi útero pegar cada vez mas fuerte y solo tuve que aguantarme, ninguno de los dos debía enterarse. Shisui suspiró de nuevo.
─Tienen razón, mejor sigamos buscando a Tozuko.
Frené mi corrida casi de golpe sobre un árbol y no pude evitar soltar unas risas, recordar aquello hasta el día de hoy me daba vergüenza y gracia ¿A qué clase de ninja le baja la regla en una misión de rango S? Pues ya ven, solo a mí.
Incluso si fue hace muchos años atrás.
─Etto... Sensei ¿Qué ocurre? ─preguntó el Inuzuka alcanzando mi postura junto a Kiara, los tres mirándome con confusión y extrañeza.
Solté un suspiro y luego bajé de aquella rama con los tres Chunnin tras de mi, tampoco pude evitar el sonreír nostálgicamente ¿Qué me sucedía? ¿Por qué recordaba estas cosas ahora?
Basta, Izune... estás en una misión.
─Ves que no miento Uryu cuando digo que a nuestra sensei a veces se le zafan los tornillos ... es como loquita, cucú.
Al escucharle, mi puño se fue inmediatamente hacia su rostro tomándole por sorpresa. Kinoe no tuvo tiempo suficiente para reaccionar y se tiró al suelo, sujetando así su cara entre manos, instintivamente para neutralizar el dolor. Los otros dos tan solo resoplaron en el aire con gracia, observando al castaño en el suelo y no sentí ni una sola pizca de culpa.
Puede que esté nostálgica y traumada, o siquiera embarrarla muchas veces... pero jamás loca, eso ni de joda. Aquella palabra ya es de otro nivel y Kinoe lo había sobrepasado.
No estaba cucú... eso quedaba para Obito.
─Ni se te ocurra volver a llamarme loca, ¿Entendiste, Kinoe? ─digo, apuntándolo con mi dedo instintivamente y mis cejas alzadas. Sin risa alguna en mi rostro.
Kiara soltó unas risas a mi costado y el castaño solo se volvió a quejar en el suelo con molestia. Kinshi por su parte olía cada parte del lugar... Ignorando por completo a su dueño y fruncí el seño de inmediato.
¿Qué buscaba Kinshi?
─Izune-sensei, yo creo que el hambre nos afecta... ─acotó la pelinaranja al ver como el perro mordía los pastizales, tocando así su barriga instintivamente.
El aire me volvió al cuerpo en cuanto sentí tranquilidad, esta vez rodando mis ojos al escuchar las palabras de mi alumna. Pues Kinshi sólo jugaba... estaba siendo una paranoica.
─Hablen por ustedes... yo estoy cien al cien. ─respondí, estirando así mis brazos y piernas.
Sí, quizás necesitaba relajarme un momento después de tanto.
─Tsk, usted es la peor... mire que reírse de la nada no es un cien al cien.
Fruncí mi seño con molestia al oír al Inuzuka y este se corrió hacia un lado por instinto, creyendo que le golpearía otra vez. Pero no, con el golpe anterior le bastaba y le sobra. Así que preferí no decir palabra alguna o atacarle.
─Kinoe... Tu nunca aprendes a callarte ¿Verdad? ─negó con su cabeza la ojiazul de cabellos anaranjados y reí ante la ocurrencia.
En cambio, Uryu me observó de re-ojo y luego posó al hombre en el suelo en cuanto le asentí con la cabeza como aprobación, este tronando su cuello para hacerlo soñar y estirarse con cautela.
─Izune-sensei... ¿Qué tal si nos tomamos un descanso? Creo que todos estamos algo exhaustos... no lo sé ─sugirió el azabache, esta vez cambiando de posición a nuestro rehén con su estómago contra el suelo.
Mordí mi labio inferior, insegura de aquella petición y luego observé a los otros dos. Kinoe mantenía unas ojeras tremendas y la pelinaranja estaba muy desarreglada como para ser ella. Ni hablar de Uryu, quien mantenía varios magullones por haber luchado contra esas figuras hace unas horas y sus ojeras también eran evidentes.
Suspiré. Quizás no debía de ser tan exigente.
─Esperenme chicos, creo que oí algo afuera...
Shisui me observó y le devolví la mirada, insegura de si lo correcto era dejarle salir solo a por su can una vez más. El castaño nos suplicó con la mirada y resoplé en el aire.
─No debemos separarnos. ─espeté, esta vez cruzándome de brazos con el semblante serio.
─Mira, es solo un segundo... si algo pasa a mayores ustedes solo van a por mi, es urgente... Les juro que esta vez si oí algo afuera ─rogó frente a mi, ambas manos juntas mientras hacía un pequeño puchero.
¿Cómo negarme ante algo así?
─Es la quinta vez que oyes algo Yoshiro... ─murmuró el pelinegro de mi costado, un tanto mal humorado mientras se tomaba la frente.
¿Y cómo no? Así es como funciona el hambre.
Entonces fui yo la que seguí el juego;
─No, al menos déjanos acompañarte o... no lo sé.
Shisui frunció el seño y el castaño frente a mi se rascó la nuca, pues nuestro compañero de apellido Uchiha no solía molestarse tan fácilmente, de hecho, nunca lo hacia y que ahora estuviese así... Solo hacía la situación peor. Estaba segura que era el hambre y la falta de sueño.
─No quiero sonar borde contigo Yoshiro porque sé lo mucho que aprecias a Tozuko y nosotros también lo hacemos, pero... Míranos, llevamos casi tres días sin comer o dormir, incluyéndote ... ya no sé cuanto más podrás aguantar o si tal vez el olor que sientes es obra de...
Enseguida dejé de escuchar lo que Shisui decía, pues sentí como mi cuerpo se contraía y lo que menos quería que sucediera... al parecer estaba ocurriendo. No pude evitar el entrar en pánico.
Necesitaría un baño, urgente.
─... No podemos tomar medidas que no nos...
─Ve ─digo de golpe, interrumpiendo casi de inmediato las palabras de Shisui. Este me observó desconcertado y hasta un poco molesto.
─¿Qué? Izune no creo que...
─Si sucede algo solo haces sonar la bengala ¿Vale?
Yoshiro me observa con sorpresa y Shisui con desconcierto. La verdad es que me daba mucha vergüenza lo que me estaba ocurriendo y no pensaba, no lo hacía con mi pequeña cabeza... tanto así que le envíe solo a dicho lugar. Fui una tonta.
─Está bien, gracias Izune eres la mejor ─dijo─¡Aprovechen de buscar comida! ─exclamó luego, una vez comenzaba a correr a través del pasillo con bastante rapidez.
Nuevamente, suspiré ¿Por qué justo ahora?
─¿Se puede saber a que vino eso? ─escuché la voz serena con un toque de molestia de Shisui a mi costado─¿Eh, Izune? ¿Dónde quedó el no nos separemos?
Me atreví a observarle con una mueca inocente y él al notar mi nerviosismo sólo destensó sus músculos, resoplando en el aire mientras se acomodaba los cabellos. Al parecer no podía molestarse conmigo.
─Es que...bueno...yo ─balbuceé, insegura de lo que iba a decir. Shisui alzó una ceja con diversión.
─¿Qué ocurre? Izune, aunque ya no seamos tan cercanos sabes que puedes decirme lo que sea...
Enseguida sentí mis mejillas arder y mi estómago rugió una vez más, Shisui soltando una risa al instante y aquello solo me hizo querer explotar ¿Cómo explicarle a un hombre que te está por bajar la regla en medio de una misión?
─Vamos por algo de comer, tu estómago ya lo está pidiendo más seguido... ─dijo, con aquella sonrisa cansada en su rostro y quiso comenzar a caminar. Sin embargo, yo le frené.
─¿Y si mejor buscamos un baño? Creo que tengo un problemilla mas grande que el hambre... ─digo, mi voz temblando ante la vergüenza y el nerviosismo de mi cuerpo.
Shisui me observó un tanto incomprendido, aún así, no dijo palabra alguna y asintió con su cabeza, cambiando así el rumbo de nuestros pasos. En algunos casos tener solo compañeros hombres de equipo no era beneficioso, al menos no en este tipo de situaciones donde necesitaba con urgencia alguna mujer.
─¿Te sientes bien, Izune? ─preguntó con incomodidad, luego de un arduo silencio en nuestra caminata por los pasillos de aquel lugar. Mi brazo acomodado en el de mi compañero.
─Mm... sí, algo así. ─respondí, evitando su mirada.
Realmente me sentía muy avergonzada con esta situación, y si hubiese estado con Yoshiro sería peor. De hecho, con el único que tenía ese grado tan alto de confianza y seguridad era Óbito.
Pero él no estaba aquí.
Solo esperaba que no me hubiese bajado, sino vendría lo peor... No sabría que ponerme encima y luchar de esa manera no era lo mejor, pues, nuestras mochilas estaban con Ukitake-sensei y bueno... el resto es historia.
─Este creo que es un baño, ─habló Shisui, una vez empujaba una gran puerta de metal y observaba hacia dentro─solo entra... yo te espero aquí fuera.
Mordí mi labio inferior con nerviosismo e ingresé hacia tal habitación, dejando a Shisui atrás. Sin embargo, por la poca luz que había en el lugar y la luna que se avecinaba... me causaba algo de temor estar dentro de ese lugar sin siquiera haber entrado a un cubículo. Shisui estaba fuera, pero no era suficiente.
Un baño abandonado no era el lugar mas bonito para orinar o checkear si estás en tus días.
─Shisui ─le llamé, abriendo suavemente la puerta pero no me escuchó─¡Shisui!
Este quitó su mirada pensativa del suelo y me observó con ambas manos en sus bolsillos, su rostro mostrando confusión y algo de preocupación ¿Y cómo no? Si hace dos segundos había ingresado al baño y ya le estaba llamando. Yo igual tendría esa expresión.
─¿Necesitas algo? ─preguntó y asentí con mi cabeza desde la puerta.
Este no dudó ni un solo segundo en ir hacia mi con su semblante confundido y su frente arrugada, enseguida abrí la gran puerta y le hice un ademán de que entrase. Shisui lo hizo, un tanto incómodo... pero lo hizo.
─¿Qué pasó? ─insistió una vez no quise hablar y me acercaba al lavamanos con nerviosismo para no mirarle.
─¿Me-e-me puedes sujetar la puerta? La verdad es que me da algo de temor orinar en este lugar tan tétrico y solo... ─confesé, esta vez yendo hacia el cubículo del rincón para luego abrir la pequeña puerta y por poco muriendo de incomodidad.
No le observé por vergüenza, pero supe de inmediato que sonreía ante mis palabras solo por su tranquilidad inminente. Sobre todo si siguió mi paso hasta que cerré la puerta que encima de todo... no tenía pestillo. Ese no era mi día, definitivamente.
─Shisui, no vayas a abrir la puerta porque te rompo la cara ¿Vale? ─dije, mi tono sonando bastante como una advertencia nerviosa. Este soltó una risita y luego suspiró.
─Tranquila, tu solo has lo que tengas que hacer... yo no diré nada─respondió, esta vez afirmando su espalda en la puerta. Pude notarlo por como esta misma se puso rígida y sus pies se veían desde la abertura del cubículo.
Doy un suspiro largo y luego me dediqué a hacer mis necesidades bastante nerviosa, pues el silencio no ayudaba en nada al sonido que yo generaba y moría de vergüenza. Tal vez haber dicho a Shisui que cuidase mi puerta desde dentro no era la mejor decisión que pudiese haber tomado. Sin embargo, al revisar lo que realmente me preocupaba pude volver a mi tranquilidad... solo era una falsa alarma.
Aunque seguramente el día de mañana ya estaría en mis días, no había duda.
─Izune ¿Terminaste? ─preguntó el pelinegro, moviendo sus pies un tanto inquieto.
Al parecer estaba demorando mucho.
─Solo me falta un poquitín... Espera ─respondí, observando a mis alrededores en busca de papel higiénico.
La verdad es que me sorprendió el hecho de que a pesar de ser un baño completamente abandonado, si tenía papel higiénico... y bastante limpio. Aunque no usaría mucho, pues igualmente me daba algo de asco debido a que no sabia cuanto tiempo había estado eso allí. Todo este lugar en realidad.
─Izune ¿Por qué no quisiste que Yoshiro nos acompañase? ─preguntó este, mientras que intentaba largar la cadena luego de haber limpiado.
Sin embargo, esta no tenía agua. No pude evitar gruñir por lo bajo.
─Me da vergüenza con él, ya sabes ─respondí, evitando el tema de mi menstruación y resoplando en el aire con mucha molestia al ver que la llave no funcionaba─Maldición, vamos funciona.
Él soltó una risotada que inundó todo el lugar al escucharme y también reí, al diablo con largar dicha cadena. Me rindo. Después de todo, no había hecho del dos y debíamos ir por Yoshiro.
─Al parecer este baño no te acompaña... ─se burló y negué con la cabeza.
─Ya ves que si... ─dije, finalmente rindiéndome con aquel escusado y solo bajé la tapa para ir hacia la puerta.
─A todo esto ¿Por qué no solo le dices que te gusta? Dudo que él te rechace... ─insistió en hablar del otro tema y abrí la puerta, finalmente observándole a la vez que enarcaba una ceja.
Este hizo la misma expresión.
─Yoshiro no piensa en esas cosas, y lo sabes Shisui... le conoces mejor que yo.
Shisui no respondió, bajando un poco la mirada y solo me acerqué a los lavamanos para abrir la llave, esperando que el agua corriese y lavar mis manos. Cosa que nunca sucedió.
─Genial, ahora tendré las manos sucias. ─murmuré, un tanto irritada y Shisui soltó un suspiro con gracia.
¿Por qué todo lo que hacía le causaba risa? No lo encontraba justo, al menos no en esta situación.
─Da igual, Izune... piensa en que ninguno de nosotros se ha bañado y eso creo que es peor, ─explicó con su tono de voz sereno─ las manos sucias no son nada a comparación de mi olor con el de Yoshiro juntos...
Entonces, esbocé una pequeña sonrisa frente al espejo que había sobre ese lavamanos al oírle y luego alcé mis hombros. No había de otra y además... tenía razón, ambos olían horrible. Aunque no tanto como Tozuko.
─Izune, por cierto... hay algo que debo decirte... ─balbuceó el Uchiha tras de mi, su voz un tanto insegura.
En efecto, volteé mi cabeza instintivamente por ello y le observé, mi seño frunciéndose de inmediato al ver que movía su pie derecho con nerviosismo. Eso solo lo hacía cuando algo iba muy mal.
─¿Qué sucede, Shisui? ─me atreví a preguntar, mi mandíbula tensándose casi al instante.
Él genera una mueca y luego observa hacia la ventana para evitar mi vista, rascando así su cabellera negra con el mismo nivel de nervios que antes. Aquello solo me ponía más nerviosa y vaya que lo estaba...
─Creo... ─dijo─ que Tozuko está muerto y que Yoshiro ya lo sabe.
Abrí mis ojos de par en par al escuchar sus palabras y negué con mi cabeza ¿Desde cuando Shisui era tan negativo? ¿Cómo podía ser eso posible?
─Mira, sé lo que estás pensando pero... tengo un mal presentimiento y como tu dijiste antes... ─explicó, notando enseguida mi expresión y movió sus brazos─conozco lo suficiente a Yoshiro como para saber que nos está mintiendo, él no le ha sentido en ningún momento y por eso está tan desesperado.
─¿Qué? ¿Cómo? ¿Qué? ─es lo único que salió de mi boca, bastante perpleja y asustada porque el animal estuviese realmente... muerto.
─Si lo piensas bien... Yoshiro es el número uno en su clase, no hay cosa que no encuentre y mucho menos a Tozuko que es su única familia... ─ dijo, una mueca plasmada en su rostro─ Además, le veo muy desesperado buscando por cualquier parte y creo que es porque está en etapa de negación ¿Tú que piensas? ¿Estoy exagerando?
Negué con mi cabeza una vez más y luego mordí mi labio, realmente no podía imaginarme la desesperación del Inuzuka al no sentir el olor de su única familia. Simplemente no podía. Aquello le afectaría mucho y...
─Yo...
Entonces, fue cuando la bengala sonó y entré en pánico. En ese momento todo empeoró...
─No creo que un descanso sea lo correcto, chicos... ─respondí, una media sonrisa esbozándose en mi rostro al recordar aquello y retractarme de inmediato a mis pensamientos anteriores.
¿Por qué era que me atormentaba tanto? ¿Acaso era la culpa?
Kinoe de inmediato abrió sus brazos con desconcierto y Uryu suspiró, esta vez quitándole la capucha al hombre de cabellera rubia y larga. Enseguida fruncí el seño ante su actuar ¿Qué mierdas estaba haciendo?
─Uryu ¿Qué estás...?
─Le amarraré manos y pies, así es mas fácil llevarlo y no me dolerá tanto la espalda en caso de que se mueva o despierte. ─respondió con bastante seguridad, esta vez juntando las manos de aquel hombre en su espalda y tapando sus manos.
En el otro costado escuché como la pelinaranja se quejaba en su posición a voz baja, mientras tocaba su barriga que rechinaba de vez en cuando y Kinoe por ahora solo acariciaba a Kinshi en el césped, soltando un bostezo con molestia por mi decisión. Suspiré. No, no podía dejarme llevar por un vago recuerdo... Obito lo había dicho, no dejes que el fantasma de Yoshiro te atormente.
Ellos realmente necesitaban un descanso.
─Esta bien, ─solté de repente, sentándome casi de inmediato a un costado de un árbol y teniendo así toda la atención de los tres─ tomemos un descanso.
Uryu me observó con una sonrisa y quitó las amarras de nuestro rehén, solo para después poner sus brazos alrededor de otro árbol. Sin duda alguna el Uchiha era bastante inteligente para hacer cosas sin que se lo dijera, lo sabía con certeza... sería un gran jounin.
─¡Al fin! ¡Dios es que muero de hambre! ─habló Kiara, tomando así asiento a un lado del Inuzuka mientras abría su mochila y sacaba unos onigiri. Enseguida, una sonrisa lasciva se formó en mi rostro en cuanto les vi juntos y ella se sonrojó al notarlo─ ¡Izune-sensei! ¡No piense esas cosas!
Entonces, solté unas cuantas risas al ver como me reclamaba a cachetes rojos y Kinoe no tenía idea de ello, solo nos observaba confundido. Es que era muy notorio lo que sentían ambos ¿Por qué no solo se hacían novios y ya? Estoy segura de que se harían feliz el uno al otro. Eran buenos chicos.
─Aún no entiendo ¿Qué te molesta tanto? ─le preguntó el Inuzuka, viendo como ella llevaba unos onigiri a su boca─ Solo te está mirando...
Ella tragó su comida con mucha rapidez y luego le apuntó con el dedo.
─¡Que te calles Kinoe! ─reclamó, nuevamente a cachetes rojos y volví a reír.
─¿Pero por qué te pones roja? Izune-sensei usted tiene poderes visuales o qué porque...
─¡Silencio te digo!
Entonces, Uryu se acercó a mi lado luego de haber aprisionado al espía en un árbol y se tiró al suelo bastante cerca de mi, afirmando así su cabeza en sus rodillas. Por lo que, ignoré un poco la lucha que se formaba entre los dos enamorados y empujé levemente al Uchiha. Este gruñó.
─¿Qué te sucede? De repente te has puesto muy gruñón... ─digo─ deberías estar feliz, pues cuando volvamos vas a hacerte jounin ¡Ay! ¡Estoy tan orgullosa de ti!
De inmediato le aprisioné con mis brazos y comenzó a quejarse, esta vez posando su vista al frente con molestia. Reí un momento y luego observé en la misma dirección, pues... Kinoe y Kiara se habían puesto de pie para ir un poco más lejos de donde estábamos.
─¡Ustedes dos! ─exclamé, y estos se voltearon enseguida─ ¡No se vayan tan lejos, tenemos que estar cerca!
Ambos asintieron con una sonrisa y desaparecieron en el bosque, dejándonos así en este lugar solitario solo a Uryu, Kinshi, el espía y yo. Un silencio reinando inmediatamente.
Estuvimos así bastante tiempo, ya había alcanzado a comer y ahora pensaba en dormir un poco. Sin embargo, sentí al Uchiha refunfuñar a un costado mío en cuanto Kinshi se nos acercó. Si bien el chico era bastante amargado... aquello me sorprendió.
─Izune-sensei ¿No deberíamos ir por Kiara y el marrano de Kinoe ya? Están demorando mucho... ─dijo, justo antes de que pudiese preguntar qué le sucedía.
Solté un bufido.
─¿Para qué? Déjales disfrutar... he esperado este momento toda mi vida, esos dos deben estar juntos quieran o no.
Entonces sonreí como una lunática enamorada, sin embargo, Uryu no respondió y comencé a sacar conclusiones. Al parecer mi mente además de distorsionada estaba brillando más de la cuenta. Aunque no podía ser cierto.
─Espera... no me digas que tu...
Él alzó su brazo como pidiendo que frenase mis palabras, pero... yo estaba bastante sorprendida porque era algo que jamás imaginé. No iba a callarme ahora.
─¿Te gusta Kiara? ¿Me quieres tomar el pelo verdad? ─digo, mis palabras yendo bastante rápido por la sorpresa─ ¿Tú? ¿Cómo? ¿Qué?
Uryu negó con su cabeza y luego soltó un suspiro. No, él no lo estaba negando... esto no podía ser verdad. Toda mi vida juntando a esos dos sin saber que quizás el otro sufría en silencio, no pude evitar sentirme culpable.
─Ella es de Kinoe, no tiene importancia.
Dicho aquello, el Uchiha de cabellos negros se puso de pie y estiró sus brazos para luego extender su mano hacia mi, la cual tomé de inmediato para imitar su acción. Sin embargo, aún estaba perpleja.
¿Cómo?
─Ella no es de...
No pude terminar mi sentencia debido a que un gran estruendo hizo que varios árboles cayeran del lugar, el fuego haciéndose presente y mi corazón latiendo a mil por segundo. Kinshi comenzó a ladrar y oí el grito de la pelinaranja unos cuantos metros más al norte.
Uryu me observó con preocupación en sus ojos y luego ambos posamos nuestra vista en el árbol donde debería estar el espía... pero no estaba. Solo habia un agujero y unas cuantas llamas. Maldición.
Al llegar al lugar donde supuestamente había sido lanzada la bengala, me sorprendió lo que vi y supuse que a Shisui también... Pues, varios ninjas de Sunagakure rodeaban a nuestro compañero de equipo mientras este luchaba con todas sus fuerzas y Ukitake-sensei estaba junto a él, luchando y protegiéndolo a la vez.
Esperen ¿Ukitake-sensei? ¿En qué momento había llegado junto a Yoshiro?
Daba igual, lo importante es que esos ninjas nos habían encontrado.
Observé de re-ojo a Shisui, este se volvió tenso y en cosa de segundos ya se había lanzado hacia el campo de batalla con su sharingan a la vista y su katana, defendiendo así a Yoshiro mientras podía. No dudé en hacer lo mismo debido a que noté en su mirada que planeaba algo, aunque quedé bastante lejos de todos y mi hiraishin no estaba perfeccionado.
Estaba entre la espada y la pared.
─¡Izune, ten cuidado! ─escuché la voz de mi maestro sobre un gran tumulto de arena, este asesinado a dos ninjas de Suna casi de golpe con su gran espada.
Hice caso a su sentencia y con mi kunai hice lo que podía en contra de esos ninjas, pero eran demasiados y no podría usar el suiton en un lugar como este. No había agua en ningún punto, nada.
─¡Entreguen el pergamino que han robado, malditos traidores! ─exclamó uno de los ninjas que luchaba contra el katon de Shisui, siendo pulverizado casi al instante.
Estábamos en un gran aprieto, lo sabía con certeza... pues, ninguno de nosotros estaba al cien y sabía que la mayoría de técnicas de Yoshiro eran en conjunto con Tozuko, por lo que, luchar para él era algo bastante complicado en solitario y para mi también, que utilizaba mucho el suiton. Cosa que no podía hacer en ese preciso instante. No sin algún punto donde hubiese agua.
Mi corazón comenzó a latir con fuerza en cuanto utilicé el hiraishin para llegar a Kinoe inmediatamente junto a Uryu y Kinshi. Pues al hacerlo, pude notar enseguida que ambos se encontraban bastante mal heridos y espalda contra espalda con kunais en mano. Aunque no divisé enemigos por alguna parte.
─Kinoe, Kiara... ¿Qué...?
─No se fíe sensei, esto es otra cosa... no es el espía y son muchos. ─me irrumpió el Inuzuka, presionando su mandíbula mientras olfateaba con su semblante serio.
Uryu se mantuvo alerta frente al silencio y quise volver a abrir mi boca en cuanto vi el brazo sangrante de la Sarutobi para preguntar qué había sucedido, sin embargo, un ataque sobre mi mejilla derecha llegó prácticamente de la nada y observé hacia todos lados, sintiendo como la sangre corría por aquel corte ¿A qué nos estábamos enfrentando?
─¡Sensei, tras de usted! ─exclamó el Uchiha en cuanto activó su sharingan, por lo que, hice caso a su sentencia y ataqué con mi cuchilla de mano, este dejando de ser invisible y sonriendo ampliamente al divisarme.
Su bandana, eran ninjas de Kirigakure.
─Curioso encontrarnos con la hermana del Hokage por estos lados ¿No crees?
Ataqué una vez más con unas cuantas técnicas de taijutsu a tal individuo mientras que tras de mi el Uchiha luchaba contra otro de ellos, este siendo completamente invisible pero divisible por su conocido dojutsu. Por otra parte, mi vista se posó en Kinoe casi al instante, el miedo inundando todos mis sentidos mientras este esquivaba los ataques que podía predecir perfectamente por su olfato y Kinshi. La verdad es que a pesar de ser un equipo fuerte mi mente no reaccionaba y tenía un mal presentimiento.
El fantasma de Yoshiro no me dejaba en paz.
─¿Qué es lo que quieren? ─pregunté, lanzando una patada hacia su rostro. Sin embargo, este la esquivó con mucha facilidad y luego juntó sus manos, generando un sello que conocía muy bien.
Me mantuve en alerta enseguida, frunciendo mi seño.
─Al espía... pero no pretendo hacer un tratado de paz, Konoha está por caer... ya lo verás y el Mizukage reinará.
Enseguida, todo el lugar se volvió nubloso y mi visión se achicó. Neblina, debí imaginarlo. Por lo que, sin dudar mucho busqué algún charco de agua con mi mirada mientras mi corazón latía con mucha fuerza al pensar en Kinoe, pues le escuchaba gritar sus jutsus y luchar a lo lejos pero no podía verle. También escuché a la pelinaranja y mis sentidos se bloqueaban.
Maldición.
─Kiri Shikaku no Jutsu.
Mediante un sello de manos logré disipar un poco la neblina al haber encontrado un gran barranco de agua, pudiendo así divisar la pelea que generaban mis alumnos. En especial en uno de ellos, Kinoe, el cual estaba más cerca del agua. No quería que la historia se repitiera... estaba actuando como una lunática, pero ellos eran mi responsabilidad. Eran más que mis alumnos, mis camaradas y parte de mi.
No permitiría que Kinoe sufriera lo que Yoshiro, la historia tenía que seguir. Yo no me estancaría.
─Tras de ti, Senju.
Al escuchar aquello con mi kunai especial esquivé aquel ataque, nuevamente utilizando un sello de manos para atacar. Mi respiración bastante agitada por el ataque de nervios que estaba sintiendo en aquel momento.
─Suiton: Suihou no Jutsu.
Un gran chorro de agua se esparció por mi boca, logrando herir fuertemente a mi oponente y romper varios árboles con este mismo. Por lo que, luego de aquello quise ir en dirección a Kinoe para ayudarle pues este sangraba a más no poder y se encontraba acorralado por varios de ellos frente al barranco. Uryu estaba en una situación parecida pero él seguía ganando, y Kiara no la podía divisar pero podría asegurar que estaba bien, ella estaba en una batalla uno a uno. No como nosotros. Maldición.
Necesitaba calmarme, mi equipo es fuerte. Obito lo dijo.
Entonces, Kinshi se lanzó en contra de su oponente junto al Inuzuka y el mío volvía a acorralarme, cada uno estaba por su lado luchando a más no poder. Nosotros ganando poco a poco la batalla, pero ellos eran muy sigilosos y astutos. Además, nos superaban en número. Como aquella vez. No recuerdo en que momento la situación se puso en nuestra contra.
Shisui estaba en el extremo del acantilado mientras luchaba, la sangre corriendo por sus brazos y piernas mientras que yo me encontraba bastante lejos de él o de alguno de ellos, casi en la misma posición. Ukitake-sensei se había encargado de casi todos, sin embargo, aparecían y seguían apareciendo... eran demasiados. Estábamos acorralados, todos.
Entonces, fue cuando sucedió... Yoshiro estaba rodeado de siete ninjas muy cerca del acantilado y entré en pánico al pensar en que podría caer en cualquier momento, mi respiración comenzó a faltarme y quise llegar hacia él al golpear a los ninjas, pero mi oponente no me lo permitía. Y el hiraishin no estaba completo, él estaba muy lejos de mi para poder llegar a tiempo.
─¡Yoshiro, resiste! ─la voz de mi maestro inundó mis sentidos al ver lo que sucedía, varias piedras caían tras de él e intentaba luchar. La desesperación inundándonos a ambos.─ ¡Tranquilizate Izune, él estará bien!
Mordí mi lengua instintivamente al notar como él se había dado cuenta de mi estado nervioso, pues los ninjas atacaban más y más. Dándome varias veces. Era una situación desesperada.
─¡No creo que pueda, Ukitake-sensei! ─respondió Yoshiro con un grito desgarrador al ser apuñalado una vez más en uno de sus brazos, mientras sujetaba sus piernas. Mis ojos comenzaron a picarme y pronto ya estaba en llantos. Dejando que mi oponente me lanzase varios metros más allá.
Mi maestro y Shisui me observaron de inmediato pero aunque quisiesen hacer algo no podrían, estaban muy lejos de mi.
─¡Ukitake-sensei! ─grité, desesperada mientras me ponía de pie para seguir luchando─ ¡Debemos hacer algo, rápido! ¡Yoshiro caerá!
Él me observó y luego al castaño de mi compañero con mucha desesperación, pues también estaba bastante lejos de él y no nos quedaba mucho tiempo. Entonces, fue cuando Shisui arremetió contra sus tres oponentes de un solo viaje, la sangre corriendo por sus labios y se sujetó ambas piernas. Respirando agitadamente.
Mi maestro abrió sus ojos de par en par como si tuviese una idea que salvaría a nuestro compañero. Sin embargo, no podía tranquilizarme.
─¡Shisui, ve con Yoshiro! ¡Ahora! ─gritó el peligris de mi maestro, su rostro derrochando la misma desesperación que yo. Shisui le observó confundido por un segundo y su rostro fue de perplejidad al ver al Inuzuka en aquella posición, bastante mal herido sin mover un músculo.─ ¡Rápido! ¡Shisui!
Noté como cada vez mi alumno se acercaba más y más al barranco de agua que vi anteriormente, mientras le acorralaban a puñaladas vivas pero él seguía luchando y Kinshi también. La desesperación se hizo presente enseguida en mi cuerpo al verle de esa manera y al estar yo tan lejos de él. No podía ser cierto, esta vez no... no sucedería.
─¡Izune-sensei, Kiara está...!
─¡Shisui! ¡¿Qué esperas?!
Mi compañero de equipo estaba inexpresivo frente a los cuerpos inertes en el suelo, no se movía... no reaccionaba. Estaba en otro mundo, ido. Cosa que hasta el día de hoy jamás entendí de su parte ¿Qué mierdas le había sucedido? ¿Por qué no reaccionaba?
─¡Shisui! ─grité yo esta vez, mi voz bastante desgarrada a lo que este alzó su mirada. Sus ojos bastante rojos en base a sharingan y luego observó a Yoshiro, presionando con fuerza su katana y sus labios formaban una línea recta.
Entonces, se dedicó a correr hacia él con bastante rapidez, arremetiendo con cada ninja que se le cruzase... sin embargo, todo llegó de golpe y sin tacto. Él había actuado demasiado tarde.
El cuerpo de Kinoe estaba a solo dos centímetros del barranco mientras Kinshi le ayudaba a resistir, y yo aún no podía zafarme del ninja que tenía frente a mi. Entonces fue cuando lo vi, aquella espada gigantesca ir con mucha fiereza en dirección a mi alumno y podía apostar lo que fuese de que no lo resistiría ni un segundo más.
─¡Yoshiroooo!
Mi visión se nubló aún más a medida que las lágrimas corrían por mi rostro y sentía mi corazón quebrarse en mil pedazos, el Inuzuka tras una empuñadura de una katana soltó un líquido rojizo de sus labios y luego cayó en el acantilado por una gran patada de uno de los ninjas. No lo podía creer, ni asimilar... Shisui, él no alcanzó a sujetarle y mi compañero estaba, muerto.
─¡Kinoeee! ─grité, bastante desesperada mientras ignoraba todo lo que sucedía a mi alrededor, él era más importante.
No, no podía estarme sucediendo lo mismo. No lo resistiría... no podría.
// Espero hayan disfrutado la lectura, esto es un mundo alterno pero igualmente pueden haber spoilers.
¡Holaaa! 🙌¿Qué les pareció el capítulo? ¿Mucha acción? La verdad es que desde el capítulo cinco que quería escribir esta parte de la historia así que realmente espero que les guste como haya quedado porque la sufrí mucho pues wattpad me cambia las palabras yyy ñaaa me estreso 😭😭jaja Por cierto, no me asesinen el próximo capítulo por favorrrrrrrrrrr se los ruego que yo las amo y todo pasa por algo😖😖
En fin ¿Qué creen que sucederá? 🙊esta vez está mas fácil hagan sus apuestas, ahre jaja y eso, muchas gracias por leer ya saben que las amo demasiado y que tengan una muuuuuuuuuuy linda semana ¿o fin de semana? :/ no importa, que estén bien y un abrazo a la distancia,💓💞
Las re amo con todo mi corazón son las mejoresss💓😘😘💕
ps: si ya les estaba aburriendo todo esto de Yoshiro y la misión de Izune, con este capítulo termina todo ese arco del Inuzuka que jodió la mente de Izune con su muerte😔, solo eso.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro