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cuarenta y séis; sharingan.

''El enojo, el orgullo y la competencia son nuestros verdaderos enemigos...'' Dalai Lama.

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Asimismo pasaron las horas y entre jugueteos, besos, risas y mucha conversación... Ambos cayeron rendidos en la cama, Izune recostada en el pecho del azabache mientras este entrelazaba su mano derecha con la de ella, disfrutando del pequeño momento que tanto habían esperado desde que ella había dejado la aldea. A pesar de la tragedia que la Senju estaba viviendo ahora mismo.

Ella ya no se sentía tan miserable como hacia unas horas. Agradecía la compañía de su amigo.

─Óbito... ─murmuró la peligris, un tanto insegura. Este posó su vista en ella enseguida.

─Hmp?

─Gracias... por todo, no tuviste que molestarte... esta ya es la tercera vez y bueno...

Óbito soltó una pequeña risa y besó su cabellera suavemente.

─No tienes que agradecer tonta, porque incluso si no me necesitas voy a estar aquí... ya sabes, soy como un virus. ─dijo, su voz algo animada al ver como la Senju cerraba levemente sus párpados y soltaba una risa─ Además, para eso están los amigos con beneficio... ¿No crees?

─ ¿Ah, si? ¿Beneficio? ─preguntó ella, mordiendo suavemente su labio mientras desenlazaba su mano, solo para posarla sobre el pantalón del moreno con malicia.

Enseguida, Obito sintió un cosquilleo en sus partes bajas ante el tacto y sólo remojó sus labios para luego subir su mano casi al instante. Si ella seguía, él no podría controlarse y Óbito estaba 100% seguro... que no era el momento.

Quizás por Tobirama, o por lo cansado que se encontraba en ese momento. Además de la situación vivida. Y sí, a veces... Óbito pensaba con su cabeza de arriba.

─Por mas que quiera Izune... Tobirama está tras esa puerta, no quiero arriesgarme... ─murmuró, tragando saliva luego.

Izune tan solo resopló en el aire y volvió a entrelazar sus manos, él tenía razón. Acurrucándose así poco a poco más en su torso. Entonces, el azabache no pudo evitar el esbozar una sonrisa... se veía jodidamente tierna.

─Te quiero, Obito ─volvió a hablar Izune, el pecho de Obito contrayéndose un poco al oírla ─Aunque seas un idiota y un peleón de primera, eres el mejor amigo del mundo ¿Lo sabías?   ─dijo ella y ambos soltaron una risa leve, Izune dando un bostezo antes de pasar una de sus piernas en medio de las de él.

─Yo también te quiero Bakazune, aunque seas una loca de remate ─respondió, sintiendo así un gran nudo en su garganta al sentir su respiración tranquila bastante cerca de su cuello ─Descansa, Izune.

─Buenas noches, virus andante.

Óbito suspiró, una leve sonrisa aún en sus labios mientras dejaba que la peligris se acomodase mejor en su pecho  y observaba hacia la puerta con cansancio. Entonces, no pudo evitar el parar a pensar en Uryu... por primera vez desde que se había enterado y su sonrisa se borró de inmediato.

Demonios. Si hasta él se había sentido tocado por ello, pues ¿Cuántas veces el niño quiso que Óbito lo entrenara y nunca lo hizo? Ahora, él no estaba y probablemente estuviese odiándolo en el otro mundo por eso.

Además, también se sintió dolido por el hecho de haber muerto tan joven... a pesar de ser un ninja. Él era un prodigio y tenía que volverse jounin... realmente había sido una tragedia.

Y sí... Obito era bastante empático con ciertas cosas, mucho... y más al ver a su amiga en ese estado por ello, con Yoshiro y Ukitake había sido casi lo mismo y ahora, para peor... su abuela estaba por fallecer y no podía creerlo ¿Cómo debía reaccionar ante eso? Hasta ahora no había pensado en ello y no pudo evitar sentirse mal por recordarlo justo ahora. Tan así que desenlazó su mano de Izune para tomar sus cabellos y dar un gran suspiro molesto.

¿Por qué la gente debía de morir?

Óbito no lo comprendía, sin embargo, sabía con certeza que tenía que mostrarse alegre y firme para animar a Izune... ella lo que más necesitaba era eso durante la pérdida, y si él podía dárselo más que nadie para que siguiese adelante... no dudaría en hacerlo.

Ella se lo merecía más que él, para eso estaban los amigos.

Entonces, mientras Óbito se sumía en sus pensamientos e intentaba no perder la calma o dormirse en ese lugar junto a Izune... Tras la puerta se encontraba un adormilado Tobirama, quien seguía con su oído pegado a esta misma cual cotilla fuese. Refunfuñando de vez en cuando.

─Tobirama, ya déjalos... ─era la voz de Hashirama─ si quieren dormir juntos que lo hagan, no hay nada raro.

El peligris negó con su cabeza.

─Te juro que oí algo, no puedo no tomar precauciones Hashirama ─gruñó, bastante decidido con su puño presionado.

El castaño dio un suspiro.

─Entonces... ¿Por qué no has entrado aún? ─preguntó y Tobirama le fulminó con la mirada ─ mírate hermano, ¿Con qué cara me dices que luego yo soy el inmaduro? Izune está pasando un mal momento y el Uchiha la está consolando, ya te había dicho que el chico era agra...

─Si si, lo que digas ─dijo, volviendo a su postura metiche sin tomar en cuenta las palabras de su hermano─ el Uchiha dijo que luego me haría saber que era lo que sucedía con ella, así que mejor no molestes pesterama y vete a dormir.

Hashirama dio un suspiro y luego se tomó la frente con dos dedos ¿Pesterama?

─¿Él te lo dijo? ─preguntó con incredulidad─ yo vi que lo obligaste...

─Hermano, en estas situaciones hay que ser un poco duro con las cosas... es una crisis y tú, no estás ayudando.

  ─Estás exagerando... 

Hashirama puso los ojos en blanco y simplemente ignoró sus palabras. A pesar de casi haber aceptado a Óbito en su familia y escuadrón anbu, se le notaba a leguas que no quería aceptar ese hecho. El único Uchiha que se salvaba de ello era Kagami... pero aún así, lo mantenía en secreto.

Como los tantos que tenía Tobirama Senju respecto al clan Uchiha.

─Está bien, yo me voy... ─dijo el castaño, bastante rendido mientras caminaba por el pasillo ─suerte con todo esto, buenas noches.

─Si si, lo que digas.

Dicho esto, el castaño bajó por las escaleras con tranquilidad, dejando así a Tobirama en su sitio ─quien mantenía su seño fruncido─ mientras observaba hacia todos lados con notoria impaciencia, ellos estaban demorando mucho. Sin embargo, segundos después la puerta se abrió y un cansado Óbito se hizo presente, aunque al ver a Tobirama de esa forma solo alzó una de sus cejas con burla.

─¿Nos espiabas? ─soltó, sonriendo levemente. Aunque más por los nervios de haberla besado y agarrado las nalgas.

¿Habría escuchado eso?

─¿Yo? pf, no... eso queda para Hashirama ─respondió, saliendo así rápidamente de dónde estaba para quedar frente a Óbito. Su semblante volviendo a la normalidad─ ¿Y? ¿Me harás saber? Necesito confiar en ti, Uchiha...

Óbito le observó con incredulidad y simplemente no dijo palabra alguna ¿Acaso ese era el Hokage frío al que la mayoría de Uchihas le temía? Pues, si ellos supiesen lo inmaduro que era quizás no le tendrían tanto miedo. Por esa misma razón Óbito ya no le temía tanto como antes y había perdido un poco el respeto hacia él. Aunque, con respecto a Izune no podía estar seguro...

Sin duda, vivir con ellos ya no era tan incómodo. Más ahora siendo anbu directo del peligris.

Él era parte de esa familia.

─Solo necesitaba desahogarse, pues dijo que no había llorado así que... no era más que eso, supongo, pero es normal... no es para menos   ─informó el Uchiha, rascando su nuca con una leve mueca─ ¿Ya puedo...?

Enseguida, Obito quiso voltearse e ir a su habitación para dormir algo aunque fuese, pues a la mañana siguiente debía revisar unos cuantos archivos de anbu y por el entrenamiento con Madara se había farreado su día libre, sin quitar el hecho de no haber comido lo suficiente. El pobre Uchiha ya no sabía como era que podía estar de pie aún, necesitaba un descanso urgente.

Todo por Izune, su mejor amiga.

─Espera, Uchiha.

El segundo Hokage fue bastante rápido para frenar su paso al llegar frente a él con su semblante serio, impidiendo asimismo su acción. El azabache no pudo evitar el brinco de sorpresa ante ello. Aunque sí, se cabreó.

Pero no iba a hacerle frente a Tobirama.

─¿Estás seguro? ¿No hay algo más? ─inquirió el peligris, analizando cada parte de su cuerpo.

─Ajá... ─respondió, observándole un tanto confundido con sus dientes algo presionados.

¿Por qué no solo le dejaban en paz?

Entonces, el peliplata dio un leve suspiro y moduló una mueca, por primera vez inseguro de lo que fuese a decir. Pues, finalmente le había tomado la confianza suficiente a Obito y creía era tiempo de hacerle partícipe en lo que estaba planeando en un principio cuando le hizo parte de su escuadrón directo.

No quería involucrarlo del todo, pero no había más opciones.

─¿Ya me puedo ir a dormir? Tobirama, realmente estoy cansado y... ─soltó el pelinegro, rascando su nuca con incomodidad al ver que este no decía alguna palabra y solo estaba ahí, estático.

─Sí...

Tobirama se hizo a un lado de inmediato e incomodamente... el moreno pasó de él a pasos lentos, realmente necesitaba un descanso o terminaría por volverse loco. No obstante, antes de que llegase a la habitación... Tobirama volvió a hablar, necesitaba que supiese de todo;

─Mañana temprano te quiero en la torre, procura que Izune no sepa y luego tendrás el día libre. ─espetó, causando extrañeza en el azabache. Aunque, este no frenó sus pasos─ hay cosas que debo hablar contigo...

─Hmp. ─fue el asiento de parte del Uchiha, sin muchos ánimos. 

Aunque, le alegraba el hecho de tener un día libre a decir verdad y soltó una pequeña risa, a veces... solo a veces... tenía sus beneficios vivir con él o ser amigo de Izune.

─Que descanses, Uchiha.

Dicho aquello, Tobirama ingresó al cuarto de Izune y Óbito siguió su camino. Ya mañana sería otro día...

«...»

Izumi Uchiha.

¡Izumi! exclamó ella, bastante entusiasmada mientras mantenía el brazo de Shisui sobre su hombro¡Somos las siguientes! ¡Ay dios no! ¡Tobi-nii está mirando y todos y Yoshiro está peleando no quiero no quiero...!

Shisui soltó unas risas, sin embargo, no dejó de ver la batalla que había bajo nosotros. Más si le entusiasmaba el hecho de tener a Izune bajo sus brazos.

¡Izune-chan! reproché enseguida, bastante exasperada al ver que no se callaba. Mi amiga sin duda alguna estaba dementetienes que estar tranquila, que sea lo que dios quiera...

A mi también me carcomían los nervios aquel día a decir verdad y ella no ayudaba para nada. Toda la aldea se encontraba reunida en las gradas y nunca pensé que fuese así. Pues, usualmente solo las familias venían de visitas a ver los recién modelados exámenes chunnin, pero al parecer... Todo había cambiado desde que se hizo saber que la hermana del Hokage había llegado a las finales. Hasta ahora solo quedábamos ocho participantes en la etapa final y... me tocaba luchar contra ella.

El ganador es... ¡Yoshiro Inuzukahabló uno de los coordinadores jounin al ver que el castaño había hecho añicos a ese otro muchacho.

¡Bien hecho Yoshirogritó Shisui, esta vez soltando un poco a Izune para aplaudir a su compañero.

Ay no...

Nuevamente, posé mi vista en ella y noté como mordía sus uñas ferozmente al observar las gradas. No quise decir mucho pero supe de sobra la razón, pues, Kakashi, Rin y Óbito estaban casi en primera fila, causando aún más nervios en mi amiga.

No dudé en ir y abrazarla, esta tembló suavemente. Dios, jamás la había visto tan nerviosa.

Izune-chan, no debes estar nerviosa... Obito no se burlará de ti si algo sucede y pierdes, aunque lo dudo... Eres muy buena a comparación mía, ¡Vamos, anímate! digo, intentando apoyarla un poco. Incluso si yo moría de nervios, Fugaku-sama estaba observando...

Yo tampoco debía estropearlo.

Gracias, Izumi pero...

Siguiente pelea... comenzó a hablar tal coordinador─ ¡Izumi Uchiha vs Izune Senju!

Dios, voy a vomitar, voy a vomitar, no quiero, no quiero.

Enseguida, me separé de Izune tras oírla y Shisui no demoró en posar su vista en nosotras. Una sonrisa reconfortante para darnos apoyo. Aunque mientras más gritaba la gente de las gradas, más aumentaban los nervios.

No exageres, Izune... todo saldrá bien ya verás fue Shisui quien la animó y esta negó con su cabeza enseguida.

Ay no no no, dios, no quiero comenzó a decir esta vez, al ver como yo tomaba su mano para que bajásemos. Bastante decidida.

La gente comenzaba a gritar varias cosas, pude notarlo... al igual como pude ver que Óbito se había puesto de pie para hacerle ánimos a mi mejor amiga con sus gritos peculiares, al igual que Kakashi y bueno, al igual que todos...

Supongo, ahí es dónde todo comenzó... o quizás, fue lo que Rin me comentó aquella noche.

─Hija, ¿Puedes pasarme el pimentón?

Enseguida, negué con mi cabeza para poder reaccionar ante la voz de mi madre, poniéndome así de pie casi al instante para ir a por su pedido en las gavetas.

¿Por qué de repente recordaba estas cosas?

─Mamá... ─murmuré, abriendo suavemente la puerta del cajón para sacar el pedido.

No sabía si preguntar sobre todas las dudas que tenía de mi en este momento, pero me sentía agobiada. Sobre todo por la reciente muerte de Uryu Uchiha y lo que había hecho a mi Itachi-kun. Eran muchas cosas en mi cabecilla.

─Izumi ¿Dijiste algo? ─preguntó algo confundida mi madre, mientras volvía hacia ella, entregando dicho pimentón. No sabía de qué hablarle primero.

Siempre solía contarle mis cosas, pero últimamente con el trabajo ya no podía hacerlo tan seguido y mucho menos con las cosas que había hecho.

¿Se imaginan decirle a mi madre que tuve sexo con Shisui amando a Itachi? ni hablar.

─Ehm... bueno ─balbuceé, rascando mi cabeza suavemente─ sí, es que quería preguntarte algo...

─Pues pregunta, hija...

Hice una mueca un tanto complicada y luego di un suspiro, sin saber cómo formular mi primera pregunta. Pues, además del tema que estaba recordando y atormentándome poco a poco... estaba el hecho de ver al idiota amigo de Izune junto a Madara-sama. Realmente, ese hombre estaba tramando algo y lo iba a averiguar. No quería una guerra avecinarse.

Pero aún tenía la duda ¿Qué debería preguntar primero?

─Pues... ─volví a balbucear─ ¿es normal que... hm... Madara-sama se haya ido con Óbito durante el funeral de la sra. Hikari?

Y lo dije.

Mi madre frunció el seño ante aquello y dejó de cocinar al instante. Al parecer, la otra pregunta debió ser primero, si es que era una tonta...

Tonta como hasta para liarme con Shisui, el mejor amigo del hombre que amo. Genial.

─¿Lo dices enserio? ─soltó, su rostro algo preocupado─ ¿Madara-sama ha vuelto?

─Ajá...

Entonces, su semblante cambió casi al instante y se tornó bastante feliz, volviendo a lo suyo con la comida. Lo admito, se me hizo extraño pero no pregunté... Ella estaba actuando raro de hace unos días.

¿Debía preocuparme?

─Sí, hija... ─respondió, evitando mi vista por completo─ es totalmente normal, no tienes de qué preocuparte pero... gracias por decírmelo.

Fruncí mi seño enseguida, y luego di un suspiro, afirmándome suavemente en la mesa de centro que teníamos en la cocina.

─¿Crees que él esté tramando algo extraño? Digo... ─titubeé una vez más─ ha muerto mucha gente de nuestro clan últimamente.

Ella dio un suspiro y no quiso observarme.

─No creo que esto sea obra de él, la verdad... ─respondió y abrí mis ojos de par en par. Pues, era primera vez que veía a mi madre apoyando a ese hombre.

Ella siempre fue repudiada por él y Fugaku-sama después de todo, eso lo sabía con certeza. Aunque nunca imaginé que Itachi-kun me hubiese evitado por esa misma razón... hasta que Shisui lo mencionara y bueno, ese era otro tema que prefería evitar.

Lo importante es que mi madre, estaba apoyando a Madara Uchiha.

─Pues hija, si lo dices por la muerte del hijo de Tomori... ─ella mordió su labio inferior, insegura de lo que estuviese por decir─ Mira... sé que Izune es tu amiga y me agrada, varias veces se ha quedado con nosotros y es graciosa de veras pero... no me cabe en la cabeza como pudo dejar que algo así ocurrie...

─¡No! ─exclamé al instante, bastante molesta y ella me frunció el seño─ no permitiré que le culpes por algo en lo que no tiene que ver, esto no fue obrado por Senju's ¡Es Izune-chan de quien hablamos mamá!

Ella dio un suspiro y apagó las llamas del gas, esta vez haciéndome frente.

─El hijo de Tomori era un prodigio, Izune maneja bastante bien el jutsu del segundo Hokage y el Inuzuka dice no hablar hasta ver a su sensei, al igual que la Sarutobi ¿Te parece lógico? ¿Por qué no querer decir lo que ocurrió antes de verla a ella?   ─me reprendió e infle mis cachetes, aún más molesta.

─¡Pues si, me parece bastante lógico! ─exclamé─ ¡Aunque Uryu fuese el dios mas grande seguía siendo humano y si sus alumnos no quieren hablar, pues... es normal porque Izune no ha salido de casa y están preocupados! ¡Además, han perdido un compañero por dios!

Mi madre se cruzó de brazos y me observó con enfado.

─Mírate, hace unos días estabas llorando por su vida "perfecta" y ahora estás lamiendo sus pies como le hacías siempre... hija, no debes fiarte de cosas así.

No respondí, pues mi enojo ya era bastante evidente ¿Desde cuando mamá se comportaba de esa manera? ¿Por qué apoyar esta estúpida revolución que ni sabía existía?

─Puede que no sea Uchiha, pero también me entero de cosas Izumi... te lo digo enserio y tengo mis razones, deberías ir a alguna de las juntas que realiza Fugaku-sama junto a la policía militar no todo es lo que parec...

Negué con mi cabeza de inmediato y aún a cachetes inflados tomé mi bandana del mesón, dirigiéndome así hacia la puerta. No quería escuchar más.

¿Desde cuando le permitían asistir?

─¡Izumi! ─escuché gritar a mi madre con enfado─ ¡¿A dónde crees que vas?! ¡Aún ni desayunas!

─A casa de Itachi-kun, y no me esperes para cenar.

Dicho aquello, salí de casa sin dudarlo y caminé a paso rápido por las calles del nuevo barrio Uchiha, dirigiéndome a la casa del hombre al cual había engañado.

¿Acaso era tonta? ¿Itachi siquiera me abriría la puerta sabiendo que se trataba de mi? Era algo estúpido, pues... ya sabemos la situación de Fugaku-sama en contra mía.

Suspiré. Últimamente hacía puras idioteces y todo por este sentimiento de celos o envidia, como quieran llamarle. Quizás por eso me jodía ser Uchiha a veces... porque eso conlleva tener un sharingan, ver la vida con otros ojos y sentir un dolor que seguramente todos los Uchiha han de sentir, sean mezclas como yo... o no.

Era algo inexplicable, las cosas cambian cuando uno despierta el sharingan.

Bah, qué cosas pensaba... si me follé a Shisui fue por un momento de tristeza y saber que él siendo mi amigo se preocupaba más de Izune pues... No, no tenía explicación. Ni excusas baratas.

Era una marrana. Pero Izune igual lo era ¿Verdad? Jugando a dos bandos...

Sin darme cuenta, finalmente me encuentro fuera de la casa principal de los Uchiha. No pude evitar el tragar saliva instintivamente debido a los nervios y luego tomé mucho aire antes de golpear ¿Qué demonios hacía?

Entonces, apenas lo hice quise arrancar y correr lejos de ahí. Sin embargo, en cuanto lo intenté y me volteaba... sentí como alguien abría la puerta y le escuché hablar;

─¿Izumi? ─era la voz dulce de Mikoto-san, por lo que, tuve que voltear y sonreír fingidamente ─ ¿Necesitas algo?

─ Etto... yo... ─balbuceé, bastante sonrojada mientras jugaba con mis dedos─ buscaba... a Itachi-kun... pero...

Ella soltó una pequeña risa al ver mi reacción e hizo un ademán para que ingresara a la casa, cosa que me sorprendió... pues jamás lo había hecho.

─Entra, ─dijo con una leve sonrisa y le obedecí, bastante tímida─ Itachi aún debe estar durmiendo, pero iré a decirle que se levante... ya es algo tarde para que siga así de flojo ¿No?

Etto...

No pude decir más debido a que la mujer se adentró escaleras hacia arriba, dejándome completamente sola en el salón principal. Enseguida di un suspiro y jugué con mis pies, no quería pensar en mi madre pero...

Ni en el pene de Shisui, ya debía quitarme ese pensamiento de la cabeza aunque me atormentase. Pero es que, estando en casa de Itachi me sentía sucia... ya lo había dicho antes. Era una marrana y sexópata, al igual que Izune.

Las gradas hacían bastante bulla y noté como Izune cambiaba drásticamente su estado nervioso a uno más agresivo, sus ojos derrochando fuego por doquier y yo solo... intenté imitarla, no quería atacarla ni hacerla perder. Pero Fugaku-sama...

¿Ya están lis...

¡Dale con todo lo que tienes Bakazune, patéale el trasero y luego la arrastras por el piso! ¡Bakakashi te invita un ramen si lo haces!

─¡Es mentira Izune, yo no pag...

─¡Es un trato tu solo rómpele el culo!    

El jounin a nuestro costado resopló en el aire un tanto irritado y luego fulminó con la mirada al mejor amigo de Izune sobre las gradas, lanzando así una especie de kunai en su sitio para cerrar su gran bocota. Era de esperarse, pues, Minato Namikaze era tal jounin y él era el maestro de ese idiota. Aunque en ese entonces no lo sabía.

Bien, como decía... ¿Están listaspreguntó, a lo que yo asentí con timidez. Esperaba que Itachi-kun estuviese viendo, pero no... no estaba.

Izune dudó un poco pero luego imitó mi acción, su mirada bastante seria frente a mi... cosa que realmente me extrañó ¿Dónde estaban sus nervios?

Pues, ya pueden comenzar.

Dicho aquello, Izune posó sus manos al frente enseguida junto a un kunai, para luego reaparecer tras de mi y golpear mi espalda sorpresivamente, lanzándome así varios metros lejos de ella en un instante. Me sorprendí, no me esperaba un ataque tan directo sin pensar y mucho menos de ella. Creí que se le haría más difícil golpearme al ser amigas y estar muerta de nervios.

Ella lo había dicho... además, aún no despertaba mi sharingan.

¡Bien hecho Bakazune, eres la mejoooor! ¡Si Rin no estuviera te daría miles de besos! escuché gritar al idiota ese de gafas anaranjadas y comencé a enfadarme─ ¡Izumi no se compara como una bestia como tuuu!

Me puse de pie a regañadientes y tomé uno de mis kunai para atacar, aunque no quería hacerle daño. Sin embargo, ella reapareció a mi costado y no dudó ni un solo segundo en darme un gran puñetazo en el rostro, otra vez.

Entonces, apenas pude desde el suelo hice el sello de manos correspondiente y luego inhale todo el aire que necesitaba;

¡Katon: Goukakyou no jutsu!

De inmediato, una gran bola de fuego salió de mis labios y calciné casi todo el lugar. O eso había creído.

Suiton: Suishōha.

Dos grandes olas se hicieron presentes frente a mi y no pude evitar la sorpresa de mis labios u ojos ¿Desde cuando Izune manejaba un jutsu tan grande? ¿Acaso ella... había fingido nervios solo para... despistarme?

Otra vez, negué con mi cabeza al haber recordado ese día y luego observé hacia las escaleras, pues, Mikoto-san se había hecho presente con esa sonrisa que le caracterizaba. Ella era un completo amor.

─Itachi no tiene ganas de levantarse... pero sube si quieres y lo despiertas tu misma ─dijo, un leve toque de malicia en su voz y solté una risita nerviosa.

Mis mejillas enrojecieron enseguida.

─Y-yo...

─Ve, es la primera a la izquierda... ─insistió, casi empujándome hacia arriba y mordí mi labio inferior con vergüenza ¿Debería...? ─ Fugaku no estará en casa durante el día, así que... será nuestro secreto ¿Vale?    

Entreabí mi boca para decir algo u reprochar, sin embargo, a ella pareció no importarle y terminé subiendo las escalas de igual manera. Mis mejillas aún rojas mientras moría de vergüenza al estar frente a la habitación de Itachi-kun.

Insisto... ¿Debería?

Di un leve suspiro y tomé la perilla, cerrando así suavemente mis ojos para matar los nervios que sentía. Sin embargo, una voz me interrumpió... logrando que todos mis cabellos se erizasen de la vergüenza;

─¿Izumi? ¿Qué haces aquí? 

Volteo me cabeza levemente mientras modulo una sonrisa nerviosa, pues, se trataba de Sasuke, quien mantenía una mirada confundida mientras con una de sus manos rascaba su cabellera azabache  y con la otra se sostenía en la pared al no estar usando las muletas. Su rostro parecía adormilado y me causó ternura... aún así, la vergüenza era más grande.

─Bueno... pues... yo... ─balbuceé, intentando buscar una respuesta a su mirada analítica.

No obstante, antes de que pudiese decir algo... este mismo me interrumpió.

─Da igual ¿Has visto a Izune? ─soltó de la nada y presioné mis puños levemente─ Ayer fui con el idiota de Naruto al hospital de visita a por Kinoe y Kiara... pero ella no estaba ¿Estará bien? No es que me importe pero...

─Sí, está bien.

Sasuke alzó sus cejas con un poco de sorpresa por mi respuesta tan seca y  fácil, aún así no me importó. Luego, la puerta tras de mi se abrió... y mi corazón se frenó. Lo juro.

─Ugh, don casanova aparece... genial, yo me largo.

Dicho aquello, el pequeño Sasuke caminó por el pasillo afirmado en la pared hasta llegar a su cuarto y aún así... no quise voltearme, incluso si sabía Itachi-kun estaba tras de mi.

─¿Me buscabas? ─preguntó, y tragué saliva.

Mi corazón palpitaba a mil por segundo y no sabía el por qué, digo... sí, amo a Itachi más que a nadie. Pero, Shisui me asesinaba la conciencia cada vez que podía y... no podía con esta culpa. Más si Shisui algo me había comentado sobre la otra noche, esa noche en la que solo recuerdo el haber bebido de más.

Ese era otro tema que tampoco... quería tocar.

Me daba asco pensar que tuve algo que ver con el marrano de Obito, es... no.

─¿Izumi?

Luchamos y luchamos por varios minutos, Izune era mucho más buena de lo que pensaba y por poco trapeaba el piso conmigo. Sus golpes, el suiton y su velocidad... No podía compararme con aquello.

Aún así... tenía que demostrar mi valía como Uchiha tal día y solo por ello seguía luchando, incluso si mi amiga hubiese usado trampa antes para despistarme.

─Izumi ¿No te da nervios que Itachi esté mirando y te apoye? 

Enseguida, su voz me alertó y mi vista se fue a las gradas. Gran error.

Luego de aquello, lo único que pude sentir fue el concreto sobre mi rostro y a la gente hacer bulla en apoyo a Izune ¿Realmente ella había utilizado eso en mi contra? ¿Por qué estaba siendo así? Digo... ¿Usar a Itachi?

Enseguida, al ver como esta se acercaba a proporcionarme más golpes usé mis brazos como barrera y nuevamente posé mi vista en la gente, Fugaku-sama mantenía su vista seria y pude notar como negaba con la cabeza hacia su esposa... Lady Mikoto.

Aquello me generó una desesperación inmensa, sobre todo porque mi mejor amiga había utilizado a Itachi para poder vencerme y lo estaba logrando ¿Rabia, injusticia, desesperación?

Todo se unió de un solo golpe y sentí como mi visión cambiaba drásticamente, al igual que mi fuerza y pude ver el chackra de quien supuestamente solía ser mi mejor amiga.

No pude evitar el sonreír frente a su rostro de asombro y luego le tomé de los brazos, la rabia haciéndose notar casi al instante. Había aguantado mucho...

Pero Itachi-kun, nadie se metía con él.

─Sorpresa.  

Dicho aquello, con una de mis piernas aproveché de golpear su rostro y lanzarla hacia el aire, ella había perdido la concentración y era mi momento de darle su merecido.

A Itachi-kun... nadie lo tocaba, mucho menos para beneficio propio.

Enseguida, me volteé para hacerle frente y mi boca cayó casi al instante, Itachi pareció notar mi expresión y soltó una pequeña risa, solo para luego tomar mi mano y adentrarme en su habitación, no sin antes cerrar la puerta.

Él... estaba sin playera y solo mantenía puestos sus bóxers ¿Realmente Lady Mikoto me dejó entrar a sabiendas que su hijo estaba semi-desnudo? Algo andaba mal en lo que estaba ocurriendo ¿Estaba soñando? 

Si así era... mejor no me despierten.

─¿Qué? ─soltó este de la nada, volviendo a tirarse en su cama con algo de pereza─ ¿Te quedarás ahí todo el tiempo? 

Tragué saliva instintivamente y comencé a jugar con mis dedos. Sintiéndome como cada vez lo hacía teniéndole cerca... pero esto ¿Desde cuando él era así de amable conmigo?

Él suspiró, solo para después palmear la cama a su costado en señal de que me acercase.

─¿Desde cuando eres tan cohibida? ─preguntó, una vez me sentaba en el borde de la cama sin observarle─ Izumi... 

Quise hablar y explicar un poco, sin embargo, este me tomó de la cintura y por poco casi me bota de la cama, dejándome bastante perpleja y recostada en esta misma a su lado. Dios, iba a morir a este punto. Él estaba muy cerca.

─Itachi-kun... ¿Por qué tu madre...? ─solté, sin querer observarle. 

Pues, su rostro... él era jodidamente perfecto y no, no podía verle a la cara a sabiendas que follé con su mejor amigo. Yo también tenía conciencia.

─Ayer hubo una junta con la policia militar, ahora todos están extraños... ─explicó, esta vez pasando su brazo por mi cintura, haciéndome estremecer─ pero mejor para mi, de eso no hay duda...

Dicho aquello, el Uchiha de coleta se acercó más a mi para posar sus labios junto a los míos en un beso suave. Al principio lo correspondí, sin embargo, acorde pasaban los segundos... no pude evitar el pensar en los labios de Shisui. Estaba besando a Itachi-kun, luego de haber besado a su mejor amigo.... no había peor sentimiento que este.

─E-espera, Itachi-kun... ─solté, un tanto exasperada y él pasó su brazo suavemente bajo mi camiseta, sin prestarme atención.

La cama se removió unos segundos a la vez que el Uchiha se posaba sobre mi, sus ojos algo ensombrecidos y no pude evitar el tragar saliva, bastante cohibida frente a sus besos o el tacto. Todo me recordaba a Shisui.

─Itachi-kun, no... ─intenté decir una vez más en cuanto le vi bajar hasta mi cuello, mordiendo levemente mi labio inferior.

Él comenzó besando mis hombros y luego pasó sus manos por mis caderas, realmente quería hacerlo y... pero no podía, estaba en su casa y con Mikoto-san abajo ¿Cómo podía...?  

─¡Itachi, ya, basta!  ─exclamé, a lo que él frenó sus caricias para observarme con su seño fruncido y hasta pude notar un toque de enfado en el rabillo de sus ojos.

─¿Qué ocurre? ─preguntó, esta vez soltando mi cuerpo como si le quemase los dedos al verme así.

─Yo...

Antes de que pudiese decir algo más, alguien se me adelantó. Solo que... no estaba en nuestra habitación.

─¡Mamá, Itachi e Izumi no me dejan dormir!

Pude ver enseguida como el anbu frente a mi se tomaba los cabellos con notable irritación y quise reír.

─¡Itachi, deja dormir a tu hermano! ─fue la voz de Mikoto-san esta vez, no pude aguantar y solté unas cuantas risas. Itachi bufó.

─¡Ni siquiera está durmiendo! ─respondió, a lo que mi risa fue más frenética.─ tú ─esta vez se dirigió hacia mi, otra vez su rostro algo enfadado─ hablaremos después, por mientras espérame aquí.

Dicho aquello, el Uchiha se paró rápidamente de la cama y tras ponerse sus pantalones salió de la habitación. Vaya uno a saber dónde... quizás a por Sasuke, o no lo sé.     

Entonces, al quedar completamente sola en su habitación no pude evitar mi sentido suspicaz de sospechar sobre algo... ni tampoco, las ganas de meterme dónde no me llaman. Por ello mismo, me encontraba revisando todo lo que estuviese ahí como una completa loca.

Ropa, libros, kunais, sharingan, más libros... esperen ¿sharingan?

Enseguida frené mis movimientos y volví al lugar anterior dentro de su armario, observando aquel tarro con ambos ojos flotantes. Lo toqué miles de veces para saber si este era real y luego llevé ambas manos a mi boca con sorpresa al confirmarlo, yo sabía... sabía que Itachi algo tenía que ver en todo este asunto y...

Sin duda alguna, esto no me lo esperaba.

¿De quiénes eran esos ojos?

// Espero hayan disfrutado la letura, esto es un mundo alterno pero igualmente pueden haber spoilers.

¡Hola! ¿Tardé mucho? jaja bueno ¿Qué les pareció? La verdad es que en lo personal no me gustó como quedó exactamente, pero agh... ya saben jaja el problema soy yo no ustedes ahre💓😔😭

En fin, pues... ¡Espero les haya gustado la intro del arco que se viene ahora yyy eso! 🙌🙌

ps: Este capítulo se lo quería dedicar a mi queridisima @sharingangirl que estuvo de cumpleaños ayer y bueno, como ama a Itachi pensé que sería el momento adecuado y perfecto jaja te adoro preciosaaa sos la best😚💓 Además, podrían pasarse por su historia también que es bastante buena, se llama cielo e Infierno y es... uf, mejor ni decirles porque está lleno de misterios y dios, aparecen varios Uchihas y Deidara yy yo la amo así que pásense por ahí.

Y tampoco, dejaré atrás Antia que es un fanfic de Shisui para las que aman a ese hombre y buscan historias bien narradas sobre él, es que... no sé, a mi me encanta así que también podrían pasar por ahí. Además de que amo a @marniema😍 jajaja

Y... no alargo más esto, más que para darles las gracias como siempre y espero realmente les haya gustado, son un amor y se merecen esto y mucho más💓💓💓💓😚

Adiosín💓

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