Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

cuarenta y ocho; indecisión.

''Los monstruos son reales, los fantasmas son reales también, viven dentro de nosotros y a veces, ellos ganan...'' Stephen King.

.

.

.

.

.

La oficina estaba tranquila, más no lo era la impaciencia que sentía el actual Hokage ante semejante irresponsabilidad del Uchiha que mantenía en casa. 

Él solo le había dicho que estuviese temprano en la torre ¿Tanto le costaba levantar ese culo de la cama?  Era increíble. Y es más, al haber enviado a su hermano mayor a por él solo había cometido un error... porque tampoco había vuelto a la torre después de irse.

Debió imaginarlo. Era Hashirama de quien se trataba de todas maneras.

Si no fuese por el trabajo que debía realizar, probablemente Tobirama hubiese ido por su cuenta a sacarlo de aquella placentera cama. Sin tacto alguno.

─Ese idiota... ─gruñó el peligris con ambos codos sobre el mesón, su seño levemente fruncido debido a la molestia─ ¿Por qué siquiera lo encomendamos a los escuadrones anbu? ¿Es que siempre tiene que llegar tarde? Minato... ¿Qué mierdas le enseñaste todo ese tiempo?

─ Él es buen anbu, Hokage-sama no lo niegue... ha hecho todo lo que usted le ha pedido ─espetó Minato, su voz algo temblorosa debido al nerviosismo y al tener a su alumno Hatake a su costado.

Él no entendía mucho del tema, ni tenía que hacerlo. Solo sabía que su amigo estaba en problemas y comenzaba a hacerse sospechoso, por lo que, no bajó la guardia.

Minato intentó calmarle varias veces luego de aquello, porque parecía... el Hokage perdería la poca cordura que le quedaba. Mientras, Kakashi mantenía silencio en su posición y analizaba un poco la situación, esperando asimismo la respuesta a la petición que había hecho referente a sus alumnos... quienes aún no pasaban de nivel genin.

Y ya deberían haberlo hecho.

Entonces, en el momento más inoportuno la puerta se abrió de golpe, dejando ver a un acalorado y algo demacrado Óbito en ella, su mano derecha directamente en su pecho al tener la respiración descontrolada. Tobirama no demoró en ponerse de pie ante aquello y Kakashi alzó una ceja, incrédulo ante su amigo.

─¡Lo siento Tobirama-sama una abuela cruzó el camino y yo...!

─Solo entra y calla esa boca, Uchiha. ─ordenó con molestia el segundo Hokage, su semblante bastante serio y firme para su gusto.

Este tragó saliva e hizo caso de inmediato sin vacilar, posándose así con postura militar frente al mesón a un costado de Kakashi, quien le analizaba con su mirada expectante y algo burlista.

─¿Dónde estabas...? ─preguntó, haciendo una breve pausa ante la mirada angustiada de su amigo y antiguo compañero─ ¿Y por qué a pesar de lucir como si te hubiesen arañado mil simios creo que estás feliz?

Óbito arrugó la nariz y refunfuñó en su sitio, no quería lidiar con las burlas de Kakashi en ese momento. Más si le había llamado simio demacrado... o algo parecido. Por ende, no respondió y siguió gruñiendo por lo bajo como un animal.

─Creí que fui bastante claro al decirte que llegaras temprano... ─gruñó el peliplata de manchas rojas en su rostro. Por poco asesinando al moreno con su mirada─ y ya es más de medio día...

Óbito rascó su nuca con incomodidad y luego observó a su antiguo sensei, esperando alguna escapatoria o salvación de su parte que nunca llegó. El rubio solo le alzó los hombros como si no tuviese que ver en el asunto.

Etto... ─balbuceó, rascando así nerviosamente su rostro con uno de sus dedos.

─ También fui claro al ordenarte que Izune no se diese cuenta que vendrías ¿Ella sabe que estás aquí? ─preguntó con una ceja alzada y sus brazos cruzados, haciendo que Óbito volviese a tragar saliva mientras asentía con su cabeza de manera inocente.

Como un niño que acababa de cometer una maldad bastante terrible.

Kakashi soltó una leve risa, pues le causaba gracia toda la situación de Obito. Sin embargo, esta fue reprendida por el Namikaze de inmediato. Esto, debido a que no quería otra de sus peleas en ese mismo instante y con el peliplata provocando sería complicado evitarla.

Con lo picota que era Óbito Uchiha nunca podría saberse...

Tobirama suspiró, posando asimismo dos de sus dedos en su tabique nasal para no reprenderlo de la manera en que usualmente lo haría. Solo por el hecho de tener a Kakashi Hatake junto a ellos, quien por lo visto no entendía mucho de lo que estaba sucediendo, pero aún así le causaba gracia como su amigo era reprendido casi por milésima vez aquella semana.

─Pero ella no sabe por qué me has llamado, al menos... ─trató de apaciguar la tensión del peligris frente a él, aún rascando su mejilla con uno de sus dedos.

─Tú tampoco lo sabes, dios si es que eres increíble ─gruñó Tobirama en respuesta y Óbito generó una mueca, esta vez observando el piso con notable incomodidad─  Pero bueno, ahora que estás aquí tenemos que ponernos al día...

Dicho esto, el segundo Hokage no demoró en tomar asiento en su silla presidencial, para así luego tomar algunos archivos del mesón y observarlos con detenimiento. Aunque, al recordar la presencia del Hatake tuvo que posar su vista en él, dando un leve bufido de cansancio.

─Hatake, lo de tus alumnos tendré que pensarlo... no es buen momento para rehacer los exámenes Chunnin por las repentinas pérdidas del clan Uchiha, ─explicó─ como manera de respeto a ellos digo...

Kakashi asintió con una leve sonrisa y luego observó el cuerpo de su mejor amigo, este un tanto tenso mientras movía sus pies en el suelo con notable impaciencia. Quizás lo de Naruto, Sakura y Sasuke tendría que dejarlo para después...

─Está bien, Hokage-sama. Lo entiendo perfectamente, ─respondió con una leve sonrisa─ con su permiso, ya me voy...─ dijo, esta vez dando media vuelta para tomar el brazo de Obito sorpresivamente con fuerza y acercarse a su oído con cautela. Tobirama y Minato les observaron expectantes─ Tú y yo hablaremos luego, marrano.  Y me relatarás con lujo y detalle en dónde estuviste todo este tiempo que te busqué por Izune... No te veo en algo bueno de hace días y ni pienses en mentir porque te castro ¿Vale?

Óbito le asintió casi al instante con extrañeza y luego, se zafó de él un tanto molesto ¿Desde cuando tenía que darle explicaciones al idiota de su amigo? Él se mandaba solo, ni siquiera su abuela le controlaba tanto y al parecer, ahora que no estaba todos pretendían tomar poder de sus acciones.

No le parecía justo.

─Adiós y gracias, Hokage-sama ─dijo Kakashi, cosa que el peligris de manchas rojas aceptó con una sonrisa y el ninja rubio encontró extraño─ por cierto, Óbito... más tarde iré a visitar a Izune con Tsuna, para que le avises... creo que Itachi e Izumi también querían saber cómo estaba así que lo más probable es que vayamos todos, si es que Tobirama-sama o Hashirama-sama lo permiten, obviamente...

Óbito gruñó por lo bajo casi al instante al escuchar sus palabras, pues no le agradaba la idea de tener a más gente en casa de Izune cuando la quería solo para él aquella tarde.

─Por mi no hay problema, le sentará bien saber que sus amigos se preocupan por ella ─respondió el Hokage alzando sus hombros, segundos antes de ver como Kakashi abría la puerta─ gracias por el detalle, Hatake.

─No hay de qué.

Dicho esto, el peligris de máscara tapando la mitad de su rostro se despidió con su mano y salió por la puerta sin mucha importancia, dejando así completamente solos al Namikaze, a Tobirama y al ahora malhumorado Óbito.

Realmente no quería visitas para Izune.

Y sí quizás fuese egoísta de su parte. Sin embargo, sabía de sobra que Kakashi lo hacía por venganza o para mofarse de él, incluso si este de verdad tuviese ganas de ver a su amiga la Senju tras la tragedia. Ellos eran algo cercanos después de todo, más ahora que Kakashi salía con su prima la ninja médico.

Obito no pudo evitar el resoplido frustrado que soltó en el aire por ello, mientras  del mismo modo metía ambas manos en sus bolsillos con molestia. Tobirama carraspeó.

─Minato, procura que nadie entre o se acerque... no quiero a alguien husmeando sobre este tema.

El rubio, asintiendo con su cabeza hizo caso a su superior sin dudar un segundo, mientras que el azabache fruncía el seño frente a ellos ¿Qué demonios...? ¿Por qué tanta confidencialidad?

─Mira, Uchiha... ─comenzó a hablar el segundo Hokage con autoridad y notoria seriedad en su rostro─ la cosa es simple... Izune está en peligro y necesito que hagas algo por mí, yo no me voy con rodeos.

Óbito se sorprendió, más no mostró evidencia alguna de ello. Incluso si su corazón se frenó de tan solo escuchar su nombre mezclado con peligro.

─¿Qué quieres que haga?

Tobirama sonrió de lado y luego suspiró, observando así la silueta del Namikaze en la puerta para cerciorarse de que lo que estaba por hacer... era lo correcto. Pues, Obito a vista de cualquiera podía ser bastante manipulable con ciertas cosas, sin embargo, el peligris tenia la certeza del cuidado que debía mantener con tal Uchiha.

Después de todo, ese hombre era... despreciable.

Hashirama se lo había hecho saber días atrás y no podía creerlo, incluso si no estaba seguro del parentesco entre ambos. No habían pruebas suficientes ni certeras.

Aún así, gran parte de Tobirama Senju confiaba en él... en Obito. Puesto que, este no tenía rasgos que demostrasen tener que ver en el asunto u tener algún vínculo con él. El peligris, solo se guiaría por sus instintos.

Además ¿Qué mejor tenerlo para proteger a su hermana menor? No había más por perder.

─Si te pidiera que recolectaras algún tipo de información en específico por el bien de la aldea y de ella aunque fuese ilegal ¿Lo harías? ─preguntó, aún algo inseguro de poder confiar plenamente en el Uchiha que tenía en frente. Incluso si sabía que podía contar con él.

Tobirama facilmente podría haberle pedido ese favor a Kagami, sin embargo, este era alguien muy leal con su clan o con su gente que no sería capaz de dar el 100% de la información. Sin quitar el hecho de que últimamente no había rastro de él por las calles o bares de Konoha. Esto desde que mencionó al propio Hokage que su clan tenía que ver con la muerte de Hikari Uchiha... más no supo de su paradero.

Pero no le preocupó, Kagami al ser el comandante de la policía militar e investigar casos bastante complejos, no era sorpresivo el que desapareciese tan de pronto. Él tendría sus cosas que hacer y por ahora...

Óbito era su única opción.

Etto... depende ¿De qué tipo de información estamos hablando? ─respondió Óbito, aún sin comprender  por completo las notorias insinuaciones del Senju─ y además ¿Qué tipo de peligro está corriendo Izune? No entiendo...

─Confidencial, ─dijo─ sobre tu propio clan... ellos algo tienen algo bajo la manga que tiene que ver con mi hermana y tu mejor amiga, por más que suene loco... Necesito que me traigas lo que puedas, Uchiha.

─¡¿Qué?! ─exclamó perplejo─  Espera espera ¿Me estás pidiendo que robe información de mi clan y te la traiga por el bien de Izune? ¿Tu realmente pretendes que te crea algo así?

El rostro de Óbito era de desconcierto puro, pues, era lo que menos se esperaba de alguien como Tobirama que era bastante correcto en la mayoría de cosas que realizaba. Además, si bien le tenía cierto repudio a la gente de su clan y quería proteger a Izune con su vida... ¡Era su clan, su familia! No podía simplemente dar la espalda a ellos así como así, no comprendía, ni creía mucho en sus palabras.

Madara jamás tocaría un pelo a Izune, podría apostarlo.

─Óbito, más respeto... es el Hokage con quien estás hablando. ─reprendió a tono serio el ninja rubio desde la puerta.

El moreno negó con su cabeza de inmediato, bastante desatado con lo que escuchaba y se volteo hacia su antiguo sensei con cierto enfado.

─No, ni piensen que lo haré ─espetó, firme  a más no poder con su rostro mostrando la evidente molestia que sentía en aquel momento.─ si voy a proteger a Izune... esa no es la manera en que lo haré.

Tobirama inhaló y exhaló aire de sus pulmones, intentando así calmar la situación y los nervios que sentía al recibir tal respuesta. Ni siquiera pudo explicar todos los detalles antes del no.

No se lo esperaba.

─Uchiha... ─ dijo, negando levemente su cabeza─si piensas que esto es algún tipo de traición a tu clan o que lo de Izune es inventado para mi propio beneficio y para extorsionarte, estás muy equivocado ─explicó, manteniendo la calma sorpresivamente frente a él, pues realmente necesitaba de su ayuda─ lo que queremos hacer con Minato es mejorar las cosas en la aldea y entre ambos clanes, pero para ello necesitamos saber qué es lo que realmente está ocurriendo tras bambalinas... yo no odio a los Uchiha como mi hermana suele decirte, realmente te lo aseguro ─insistió, al ver que la postura de Óbito parecía no doblegarse─ y sobre Izune... es un tema bastante complicado, no tengo la certeza de ello pero algo me dice que así es y que mi idea va a funcionar...

─He dicho que no, no lo haré ─volvió a negarse, aún con desconcierto y molestia notable en su rostro, ese toque frío remarcando cada parte de su orbe visual─  lo que me pides es suicidio y traición total, Tobirama... ¡Ya sabes como me miran en el clan solo por el hecho de vivir con ustedes! ¡¿Cómo pretendes mejorar eso haciendo que robe información para tus propios beneficios?! o siquiera ¡¿Proteger a Izune con algo que probablemente la ponga más en peligro?! ¡¿Acaso no piensas?!

─¡Obito, ya! ─reprendió el Namikaze una vez más, enfadándose al escuchar lo irrespetuoso que estaba siendo frente a la autoridad máxima de la aldea sin siquiera escuchar explicaciones. O es más, al ver lo desatado que estaba.

Lo que decía Rin parecía ser cierto esta vez, y le preocupaba.

─¡¿Qué?! ¡¿Qué sucede, Minato-sensei?! ─respondió con molestia, volteando su vista hacia Minato una vez más con su rostro mostrando la notoria rabia que estaba sintiendo─ ¡¿Acaso usted piensa que lo que hace está bien?! 

Este dio un resoplido frustrado y negó con su cabeza. Óbito era un caso bastante particular, debió imaginarlo.

─¡No seas un cabeza dura Obito y escucha el resto! ─reprochó, alzando notoriamente su voz mientras el Hokage les observaba─ ¡Ni siquiera ha dicho la cuarta parte de lo que necesitas saber y ya le estás juzgando, él tiene sus razones! ¡Mínimo agradece que está poniendo su confianza en ti!

Óbito gruñó bastante frustrado e intentó no pensar en las palabras de Madara o en la repentina noticia que Tsunade le había dado hace unos días. Quizás si, debía escuchar un poco más antes de sacar sus propias conclusiones...

Era el clan de Izune y su propio bienestar del que hablaban después de todo, y su sensei era bastante justo con muchas cosas referentes a la aldea ¿Por qué hacer algo que generaría alguna represalia?

Suspiró. Necesitaba calmarse y no guiarse por sus impulsos.

Madara se lo había advertido.

─Continúe, Tobirama-sama... ─murmuró, tensando su mandíbula un poco mientras masajeaba su sien con rendición. Prontamente comenzaba a sentir ciertos dolores allí luego de tanto griterío.

Este, relamió sus labios y volvió a hablar;

─Como decía antes... Tengo sospechas de que algo quieren de mi hermana, a quien estoy seguro que protegerías con tu vida pero aún no tengo pruebas, para eso te necesito... ─el azabache tragó saliva y solo siguió escuchando en silencio, su vista yendo hacia la nada─ pronto pensaba en construir otra torre para la policía militar cerca de dónde los he cambiado, porque no se les hará fácil patrullar estando tan lejos... eso lo sé con certeza. Además, las cosas están poniéndose tensas y necesito saber qué es lo que Madara planea realmente porque hay cosas que no me cuadran aún con sus desapariciones... ─dijo, esta vez tocando su nariz repetidas veces─espero comprendas Obito, que esto es meramente por el bien de la aldea, de tu clan y sobre todo... de Izune. Debes confiar en las cosas que te digo... no lo hago solo porque sí, tengo mis razones.

Lo que planea Madara realmente... Se repitió el moreno en su cabeza unas tres veces, pues no encontrando la lógica a dichas palabras. Su líder lo único que pretendía era estar en paz en su cueva tétrica y fea ¿Por qué todo lo  que este hacía lo tergiversaban?

Incluso si hubiese robado células del primer Hokage para sus experimentos extraños y aquel Zetsu que le repugnaba... él era un buen hombre, por lo poco que conocía.

Obito en este punto no sabía que hacer exactamente... estaba entre la espada y la pared, porque no quería traicionar a quien lo había ayudado tanto y que probablemente ahora lo entrenaría, ni tampoco negarse ante la confianza que sorpresivamente mostraba el segundo Hokage con su persona luego de tanto tiempo.

Por lo tanto, tras dar un suspiro... solo mantuvo silencio, pensando y analizando.

─Piénsalo bien Obito, solo son un par de cosas específicas, nada de lo que preocuparse... ─insistió Tobirama, al ver la repentina reacción de él─  mira, para hacértelo más fácil... si no lo tienes claro ahora puedo darte un plazo de dos días para que lo pienses correctamente. No estoy tan apresurado con todo esto la verdad, pero ya necesitaba hacerte saber lo que ocurre a tu alrededor y también, enterarme que puedo contar contigo para esto. Aunque no lo creas, realmente me agradas... Uchiha Obito.

Óbito mordió su labio inferior y luego asintió con su cabeza, ido completamente. Asimilando cada parte de sus palabras que aún no podía creer ¿Tobirama Senju recurriendo a él? No se le hacía lógico y seguramente su cabeza explotaría.

A este punto, ya prefería que el cargo lo hubiese tenido Itachi... así él no tendría este tipo de debates mentales que comenzaban a marearle.

─Ya puedes irte, de seguro Izune se esté volviendo loca al ver que no regresas... ─ordenó, un toque de molestia y cabreo en su voz por no obtener respuesta─ Ah, y procura que no sepa de esto, o alguien más. No queremos que alguien comience a esparcir rumores falsos por doquier...

El moreno asintió con su cabeza y tan solo se dio la vuelta para irse, sin siquiera voltearse a ver a su antiguo sensei o a Tobirama. Lo que pensaban hacer era insano, al menos para su gusto.

Pero... ¿Quién era él para juzgar? Si tenía un tarro con rinnegan en su habitación y había conseguido recuperar su dojutsu de manera ilegal, además de entrenar junto a Madara y conocer el mínimo de sus planes locos sin que nadie lo supiese.

Eso a vista de cualquiera era mucho peor que robar un poco de información confidencial para bien propio, sin embargo, el clan Uchiha no se iba con mentiras o ilusiones.

Eso lo tenía bastante claro.

No se molestó en despedirse o siquiera decir algo, solo salió de ese lugar con su mente en cualquier lado. Desesperado por volver a casa y estar con Izune antes de que la muchedumbre hiciese presencia.

Tal vez, solo tal vez... podrían follar otra vez sin interrupciones y todo se le olvidaría de una pasada.

«...»

Asimismo, el azabache luego de salir de la torre, cuando ya caminaba tranquilamente en dirección al clan Senju con ambas manos en sus bolsillos y una terrible jaqueca molestando a su cabeza pensativa, sintió levemente como unos pasos rápidos se acercaban a él de manera sorpresiva y sospechosa. Justamente tras de él.

Entonces, previniendo un supuesto ataque con su sharingan cubierto... Obito se dio media vuelta y tomó con fuerza el brazo de quien intentaba acercarse a él de esa manera, sin siquiera vacilar un segundo.

No obstante, al oír el quejido de dolor, el pequeño lloriqueo y ver de quien se trataba quitó su apretón de inmediato, entrando en pánico casi al instante. Pues, se sintió muy culpable de estar tan paranoico por las calles y haber apretado con tanta fuerza el diminuto brazo de la chica.

─¡Sakura! ─exclamó con horror, el pánico haciéndose evidente en su rostro mientras observaba como ella gimoteaba del dolor y sujetaba su brazo─ ¡Lo siento lo siento! ¡No fue mi intención hacerlo de verdad!

Ella mordió su labio inferior para no llorar en frente de él y luego soltó su adolorido brazo, fingiendo una leve sonrisa como si no sintiese más el ardor por tal apretón. Sakura debía mostrarse madura frente al Uchiha. Eso lo tenía bastante claro... Solo por ello, no había roto en llanto. Pues, su brazo dolía como mil demonios.

Así que así rompió el tobillo de Sasuke-kun. Pensó ella, sonrojándose de inmediato al notar como este se acercaba bastante para checkear el brazo herido y tocaba este con suavidad, sintiendo así su olor inundar todas sus fosas nasales como una especie de droga a la que podría ser adicta.

─Tranquilo, Obito-sensei... ya se pasará no fue nada ─intentó decir ella, alejando suavemente al hombre frente a ella con notoria vergüenza. Si seguía así de cerca ella podría desmayarse, como Hinata...

Este negó con su cabeza de manera seria y luego dio un suspiro frustrado ¿Es que no podía tener un solo día que fuese tranquilo?

─Esto se va a poner morado y me van a regañar otra vez, menuda mierda ─se lamentó el Uchiha, refunfuñando y pensando en los posibles sermones que recibiría de parte de Kakashi e Izune por ello─ en verdad lo siento Sakura, pero tampoco puedes venir así de la nada y asustarme... ¿Y si te hubiese hecho más daño que esto? joder...

Obito con una de sus manos tomó sus cabellos con notable frustración y luego soltó un largo suspiro. Por su parte, Sakura jugó con sus dedos del brazo sano mientras daba leves golpeteos en el suelo con sus pies, llena de vergüenza.

─Yo... lo siento, Obito-sensei. Sé que fue mi culpa pero...

─¿Para que me buscabas? ¿Me necesitabas para algo? ─interrumpió el azabache de manera brusca, ignorando por completo sus palabras mientras se incorporaba y observaba a sus costados. Soltando así también su brazo para rascar su nuca con incomodidad.

Eso se pondría feo en cosa de minutos, pero él no tenía ánimos de llevarla al hospital... no sabiendo que su moribunda abuela estaba allí esperando su muerte.

Menuda mierda. Pensó, un tanto cabreado.

Ella balbuceó unos instantes y tras sonrojarse una vez más, abrió su boca para responder;

─Es que... Kakashi-sensei no podrá entrenarme hoy y bueno... quiero luego ser chunnin ahora que un equipo se dispersó y... pensaba... quizás... Etto...

Obito alzó una ceja con incredulidad, recordando las palabras de Izune con bastante claridad. ''Le gustas...''

─Entiendo entiendo ─interrumpió este, dando otro suspiro frustrado mientras rascaba su cabellera húmeda─ quieres que te entrene para eso... ¿Verdad?

La pelirosa se tensó unos instantes y asintió con su cabeza. Mentalmente ansiando por ganar a Ino en sus planes locos.

─Si es que no es molestia, claro...

Él generó una mueca incómoda y luego observó hacia atrás, queriendo llegar con bastante ansia al hogar Senju para apaciguar el dolor en sus sienes y que nadie viese lo que había hecho a Sakura. Pero aún así... tampoco quería ser borde con la niña luego de casi romper su diminuto brazo. Más si ella gustaba de él.

¿Desde cuando todos le necesitaban tanto?

Etto... me encantaría entrenarte ahora Sakura ─mintió, bastante incómodo frente a su sonrisa─ pero ahora tengo cosas que hacer y... estoy muy ocupado, quizás mañana o cuando tenga libre.

O sea nunca. Se dijo el azabache mentalmente, pues nunca había entrenado alguien y mucho menos tenía ansias de hacerlo ahora. Más si era un chica... o Sakura en realidad.

Tal vez sonase algo machista de su parte, pero prefería luchar contra hombres antes que mujeres, solo por el hecho de que ellos no se quejaban tanto como lo hacían las féminas a la hora de entrenar. Además, prefería que le ensañen antes de enseñar... no tenía paciencia para ello.

Sakura, borró su sonrisa de inmediato y asintió con algo de pena.

─Está bien... espero no se le olvide como las otras veces ─murmuró, algo amurrada y avergonzada de ser rechazada por el azabache por milésima vez en esos días.

Óbito rió por lo bajo y luego de desordenar su cabello rosa, aprovechó su ligero ataque de nervios y se dio media vuelta para irse, retomando su camino al instante. No sin antes despedirse con su mano derecha.

─¡Realmente siento lo de tu brazo! ¡Nos vemos, Sakura!

Ella observó su brazo una vez más y luego dio un suspiro al ver la gran espalda que el Uchiha poseía, por poco desbordando corazones por el aire. Si Sasuke supiera... no estaría contento, pero a la pelirosa, aquello ya le daba igual. El azabache era su objetivo por ahora.

En cambio, Obito necesitaba algo de tiempo con Izune a solas, y ya había perdido demasiado al hablar con la subordinada de Kakashi, no tenía tiempo para preocuparse de esas cosas. Además, él definitivamente no servía para hablar con los niños... de eso no había duda.

Uryu era el claro ejemplo de ello.

«...»

─¡Vamos! ─gruñó una Izune bastante molesta frente al espejo con mofletes inflados y seño fruncido─ ¡Putresharingan!

No obstante, a pesar de los gritos la chica no conseguía más que abrir sus ojos más de la cuenta y hacer que estos lagrimeasen por el dolor repetidas veces. Cualquiera que la viese creería que se había fumado un creepy muy bueno o... que habría estado pelando cebollas.

En casos más trágicos, recordando la muerte de su alumno favorito. Pero no era así.

─Maldición, esto es una mierda.

Desde que Hashirama había dejado la vivienda, la mujer de ojos rojizos no pudo no saciar, esas ansias de matar esa intriga que la habían dejado sus dos alumnos luego de la trágica misión. Estando así en el baño con su rostro frente al espejo, intentando e intentando miles de veces comprobar aquello que le era imposible. Sin embargo, no conseguía nada y estaba comenzado a creer que solo había sido una fantasía generada por la desesperación. O que le habían tomado el pelo.

Suspiró. Después de todo no tenía por qué decepcionarse, pues era ilógico que tuviese tal dojutsu siendo del clan Senju, ni siquiera sabía por qué lo intentaba.

Aunque, lo único que le generaba dudas y la mantenía de esa manera aquel día... era la mirada intensa de Shisui y su antiguo sensei durante aquella misión en donde Yoshiro murió años atrás. Sin contar el hecho de que Shisui jamás volvió a tener esos ojos que vio antes de caer al suelo.

O al menos... no los mostraba frente a ella. Eso también era una buena opción.

Definitivamente, si ella quería respuestas sobre tal idea loca de sus dos alumnos... tendría que hablar con Shisui. Solo él sabría contestar aquellas preguntas que tanto le carcomían la cabeza desde ahora, tales como ¿Qué sucedió mientras no tenía conocimiento? o ¿Por qué Ukitake-sensei no volvió a hablar del tema? pues, al despertar... ya estaba en el hospital de Konoha sobre una camilla y solo se sumió en la pena de perder a Yoshiro. Ella nunca pensó en otra cosa que no fuese esa y creyó que la pena de su sensei era tan grande que de esa forma no aguantaba las conversaciones sobre eso.

Ahora... Todo le parecía sospechoso y extraño. Sin quitar los magullones del fanfarrón de Óbito, temática que había quedado pendiente entre ambos. Al igual que su ingreso a los escuadrones anbu y varias cosas que quizás se habría perdido esa semana.

─Esto es una mierda ─gruñó una vez más, cerrando suavemente sus párpados para ir hacia la puerta y salir de allí.

Ya no seguiría intentando.

Entonces, apenas lo hizo... sintió como la puerta principal se cerró de golpe y asimismo, la voz que tanto añoraba se hacía presente en el lugar. Óbito había vuelto, generando así una especie de tranquilidad en toda su angustia y ansiedad con el tema que se planteaba anteriormente.

─¡Bakazune, ya llegué! ─exclamó este, tirándose casi de golpe en el sofá como si fuese un saco de papas. Sujetando así levemente sus sienes al comenzar a sentir unas cuantas punzadas algo más fuertes en ese lugar.

Pensar tanto tenía sus represalias, o eso creía él. No quiero ni imaginar los dolores de cabeza que ha de tener Kakashi por pensar tanto. Se dijo, riendo amargamente ante la ocurrencia mientras posaba sus piernas en la mesita de centro.

Izune, por su parte caminó un tanto aflojada hacia el salón principal y también se lanzó al mismo sofá, aunque abrazando suavemente el cuerpo de su confidente y depositando un suave beso en los labios de este. Obito sonrió.

─¿Y eso? ─preguntó, aún con su mano en el sien y su párpado entreabierto para ver a la chica. Un tanto feliz por tal acto de afecto. Vaya que lo necesitaba.

Izune soltó una pequeña risa inocente y volvió a hacer el mismo gesto, esta vez siendo correspondida por el moreno al instante.

─¿Por qué? ¿No te gusta? ─preguntó, una vez se separaba suavemente de él y le observaba, acariciando su rostro vagamente.

─Nah, por mi que me beses todo el día, yo no me quejo... ─respondió el Uchiha con gracia, mientras quitaba su mano de dónde la tenía para besar mejor los labios de la peligris una vez más de manera suave, cosa que ella correspondió enseguida.

Entonces, tras ambos separarse y relamer sus labios o jugar con sus lenguas, la peligris se acurrucó en sus brazos sin previo aviso. Óbito, al verla de esa forma negó con su cabeza y luego pasó su brazo derecho por su hombro para que se le hiciese más fácil y placentero. Adoraba verla de esa manera.

─Oye Óbito... ─murmuró la Senju, mordiendo suavemente su labio inferior al estar insegura de lo que iba a preguntar.

¿Y si sospechaba?

─¿Hmp? ─respondió este, dando suaves caricias en su brazo y hombro mientras cerraba su ojo para descansar un momento.

Izune inhaló todo el aire que pudo y luego suspiró, abriendo levemente sus labios antes de solventar su duda;

─¿Cómo activas el sharingan?

Óbito frunció el seño de inmediato y le observó con extrañeza, ignorando asi la punzante jaqueca que estaba sintiendo para prestarle algo de atención ¿Por qué preguntaría algo así?

─Pues... a raíz de una desesperación o miedo, supongo. ─respondió, una mueca confusa en su rostro.

Izune bufó, poniendo levemente sus ojos en blanco ante tal respuesta estúpida. Al menos según ella. Debía imaginarlo.

─Eso ya lo sé, idiota... ─dijo con gracia y exasperacion─ me refería a lo otro, a como lo activas y desactivas cuando se te da la gana.

El moreno arrugó su frente y pensó en ello, puesto que, era algo tan natural para él que se le hacía difícil encontrar una explicación que ella pudiese entender.

─Eh... bueno, solo lo activas y ya ─trató de explicar, moviendo así su mano libre para que la peligris pudiese entender mejor.

Sin embargo, ella quedó ahí... aún con la duda.

─Óbito, esa explicación no me sirve... así no entiendo.

Él resopló en el aire y tocó el tabique de su nariz para pensar otra manera. Aunque, seguía confuso a por qué le interesaba tanto el tema. No sabía como explicarlo.

─Agg, es que... es algo como orinar para mi, no sabría explicártelo porque es algo que solo te nace en el momento que luchas y ya...

Izune refunfuñó. Óbito no la estaba ayudando.

─¿No es como un botón que presionas y luego ¡Boom! aparece de la nada?

Óbito al escuchar sus palabras se largó a reír, aunque Izune lo decía completamente enserio, y al ver que se burlaba de su pregunta trató de zafarse de su cuerpo con molestia casi enseguida. Sin embargo, el azabache no la dejaría escapar por más que siguiera riendo tras su pregunta.

─Ya ya, que no me estoy burlando Bakazune enserio...─dijo entre risas mientras ella forcejeaba con fuerza para zafarse de su agarre─ no te enojes Izune... además ¿Por qué tanto interés en el tema? Nunca antes te había importado algo referente al sharingan, al menos no desde que Izumi te partió el trasero...

Aquello fue sentencia de muerte para el ninja de cabellos oscuros, puesto que, Izune al oír sus palabras no hizo más que iniciar una batalla que al parecer no tendría fin. Esto debido a que Óbito no sería alguien que se dejase vencer tan fácil y menos por quien era su mejor amiga.

Le cabreaba el hecho de pensar en esa pelea. Y Óbito lo sabía bastante bien.

─¡¿Por qué siempre me recuerdas eso maldito cabrón?! ─gruñó Izune, mientras con una de las almohadas del sofá golpeaba con fuerza al Uchiha en su cabeza y hombros.

El pelinegro en cambio, no podía parar de reír y quejarse debido a las constantes punzadas en su cabeza junto con los golpes de la Senju. Ella estaba loca.

No obstante, tras unos minutos, en el momento menos esperado, ya era hora de su revancha. Pues, Óbito fue un tanto inteligente al tomar una de las rodillas de Izune con su mano derecha para hacerla caer sin previo aviso sobre él, mientras que con la otra se cubría la cabeza al sentir todo su cuerpo chocar con el suyo.

─¡Obito! ─se quejó la peligris, escuchando un leve crack en el sofá y un quejido del azabache.

Sin embargo, tras ella caer encima... Obito no tuvo más remedio que soltarse del sofá y simplemente caer de espaldas sobre suelo, riendo asimismo descontroladamente mientras tomaba su adolorida cabeza, esa pelea había sido estúpidamente increíble. Izune no aguantó más al verle así y también comenzó a reír, no sin antes lanzar el último almohadazo en su cara.

Óbito se quejó, lanzando un periódico hacia ella que se encontraba en la mesita de centro a su costado. Izune alzó sus brazos como si fuese captada por un policía.

─Ya ya ─dijo, intentando regular su respiración agitada mienrras sujetaba aquel periódico ─ ¿Tregua?

─¿Como la de hoy en la mañana?─insinuó el Uchiha con una leve sonrisa e Izune negó con su cabeza como si este estuviese loco sobre el suelo.

─Eres un idiota ─espetó ella con gracia, tomando así su cabello en una coleta nuevamente, al haber quedado muy despeinada con la reciente lucha.

─Pero me quieres... y mojas las bragas por mi.

Izune rió.

Enronces, luego de unos segundos Óbito a duras penas se puso de pie, quitando así la incómoda armadura anbu de su torso para quedar solo con su playera azul marina de mangas largas y logo Uchiha en una de ellas. Esta vez volviendo al sofá con su rostro algo cansado junto a una recién peinada peligris para posar sus brazos en su cintura, apoyando asimismo su barbilla en el hombro de ella y disfrutar de su olor por unos momentos.

─Óbito... ─murmuró la Senju de manera bastante suave, enseguida al sentir como este comenzaba a besar su cuello y nuca de la misma manera─ no creo que...

Sin embargo, el moreno se separó de ella bruscamente y casi al instante al notar algo extraño en su nuca que antes no había notado por la excitación o quizás por preocuparse en solo consolarla por su pérdida, frunciendo levemente el seño mientras le levantaba el cabello aún más de manera tosca y se acercaba para ver mejor.

Ella adquiriendo una posición no muy cómoda en aquel sofá.

─Óbito ¿Qué mierda crees que estás haciendo? Mi cuello... ─se quejó la peligris frente al leve dolor que comenzaba a sentir con su agarre, intentando tomar asimismo las manos del azabache.

─¿Y tu lunar? Antes tenías un lunar aquí...

El moreno realmente estaba bastante sorprendido y confundido a la vez, pues, él estaba seguro de que conocía muy bien al revés y al derecho el cuerpo de su chica. Sabiendo de sobra que la Senju tenía un lunar con forma de aspa en su nuca, el cual ahora sorpresivamente... ya no estaba.

Se le hacía extraño.

─¿De qué estás hablando? Ni yo sabía que tenía un lunar ahí. ─respondió Izune, en una pose bastante incomoda mientras fruncía el seño. También estaba confundida.

─Bueno... tu no eres la que se presencia desnuda cada vez que follamos.

Óbito observó una última vez con bastante cautela aquella piel blanquecina y tras un resoplido se alejó para darle escape a la chica. Esta, se sentó de golpe en el sofá y tocó su nuca desesperadamente, confundida al igual que Óbito.

¿Realmente tenía un lunar en ese lugar antes? Izune no lo sabía, pero tampoco le dio importancia. Óbito siempre tenía ideas locas y a lo mejor se pensó que alguna mancha de suciedad era un lunar en vez de eso.

Dios, paciencia con este hombre. Pensó.

// Espero hayan disfrutado la lectura, esto es un mundo alterno pero igualmente pueden haber spoilers.

¡Hola! Volví pronto y con más capítulos tranquilos😔🙌 aunque este está algo corto a mi parecer jaja ¿Qué les pareció? ¿Tedioso? Diganme ustedes ay😭

En fin, como siempre agradecer a cada una/o de ustedes por leer, comentar o votar (y por sus teorías sobre Madara 😂) ustedes ya saben que son lo mejor de la vida y que las amo un montón💓💓💓😘 gracias por todoooooo

Y eso, espero tengan un lindo día y nuevamente muchas gracias por todo, son las/os mejores😘💓

Adiosín💓

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro