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cuarenta; perdónalos.

"Borra el pasado para no repetirlo, para no tratarte como te tratan ellos; pero no los culpes, porque nadie puede enseñar lo que no sabe, perdónalos y te librarás de esas cadenas..." Facundo Cabral.
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Óbito tocó su cabeza desde el suelo y parpadeó un par de veces para recuperar la estabilidad que había perdido con aquel golpe, solo para luego ponerse de pie y tronar su cuello con molestia ¿Por qué siempre él?

Rin le observó detenidamente y entreabrió sus labios, aunque no dejó salir palabra alguna de ellos. Estaba muy perpleja.

─Sasuke ¿Estás bien? ─preguntó el Uchiha de coleta, hincándose frente a él para estar a su altura.

Sasuke rechinó sus dientes en respuesta, no tenía ánimos de contestar. No después de aquella humillación.

─Lo siento Sasuke-teme, sé que no querías que Itachi se enterase de esto pero cuando vi que te pillaron me preocupe y... ya sabes el resto-ttebayó. ─se disculpó el rubio mientras rascaba su nuca con nerviosismo, pues el ambiente se había vuelto bastante tenso luego de aquel golpe.

Sasuke solo gruñó desde el suelo, tocando su tobillo roto sin siquiera observar al Uzumaki o, a su hermano que le checkeaba con la mirada esperando una respuesta. Pues, este estaba muy molesto. Nada había salido como lo planeó.

Y se humilló.

─Óbito, vámonos... No queremos más problemas. ─habló Rin sujetando el brazo de Óbito instintivamente. Pues, ella estaba muy preocupada de que ahora fuese su amigo quien se tirase en contra de Itachi.

No quería que se armase un alboroto entre ambos, sobre todo por sus grandes habilidades.

El pelinegro solo tensó su mandíbula al verla, pensando en aquello unos segundos antes de tocar su cabeza otra vez y sentir como un líquido caliente y rojizo comenzaba a correr por su oreja junto a su cuello. Itachi no se movió de su lugar, su semblante bastante serio en frente de su hermano. Sin embargo, le comían las ganas por volver a darle una paliza al otro Uchiha en cuanto confirmó que el tobillo de Sasuke realmente estaba roto y tendría que estar fuera de misiones por mucho tiempo.

No era una lesión cualquiera y su padre no estaría contento con ello.

Además, su hermano era cosa sagrada al igual que su familia, ellos eran intocables para él. Y por lo que relataba el ninja rubio segundos antes de llegar... aquella situación no había sucedido porque sí, sino que, había comenzado desde que el pequeño había besado a la albina de apellido Senju. Por lo que, la sangre le hirvió aún más a Itachi de solo saber que dicha reacción hubiese sido solo por esa estupidez. No podía dejar algo como ello pasar, con su hermano no.

Suspiró un par de veces e intentó controlarse, él era hijo prodigio de Fugaku-sama... No debía dejarle mal parado, no debía.

─¡Obito, tu cabeza está...!

Rin no pudo terminar su sentencia debido a que su antiguo compañero de equipo había quitado su agarre con brusquedad, esta vez bajando su otra extremidad para observar la sangre que se escurría entre sus dedos y tensar su mandíbula.

Él no tenía nada en contra de Itachi, pero las ganas que se posaban en su cuerpo de ir y atacarle no se irían pronto. Si el ninja de coleta decía una sola palabra más, Obito sabía con mucha certeza que explotaría. Ya no daba más con aquel día de mierda.

Realmente necesitaba una cogida o un relajante urgente para calmar sus nervios y lo tenso que se encontraba su cuerpo. Sin embargo, Izune no estaba para controlarlo ¿Qué peor que eso? Ahora al único que tenía para confiar era Madara, a quien veía todas las tardes desde aquel día de la operación y se había ganado un poco de su confianza.

Él hasta ahora le apoyaba en todo y por lo visto, no había tenido nada que ver en lo de su ojo...

Óbito le creía, poco... pero lo hacía.


─Da igual Rin, después se andan diciendo que yo soy el impulsivo y oveja negra del clan... Cuando a fin de cuentas todos valemos la misma mierda, el clan completo lo es y ninguno se zafa... Incluso si se creen superiores por tener una mejor conducta solo para ganar cargos más altos, tsk. ─espetó hacia Itachi, su semblante bastante serio y su miraba sombría sobre su mano ensangrentada mientras que el ninja de coleta escuchaba con atención─Vamos, Rin.

La castaña remojó sus labios con nerviosismo y tomó el brazo del Uchiha, ambos caminando a paso lento y hubiesen seguido haciéndolo... si no fuese por la voz del hijo mayor de Fugaku, quien parecía no estar contento con toda la situación o con lo que este había dicho. Ya no se callaría, no se lo aguantaría.

─Si piensas que con esa actitud borde y esos celos enfermizos vas a conquistar a Izune... estás muy equivocado.

Sus palabras fueron serenas, a pesar de la ira que estaba sintiendo por su hermano y por como este había "quitado" la chica a su mejor amigo años atrás. Él tampoco tenía cosas en contra de Óbito, al contrario, pero con toda esta situación de Sasuke... la poca buena onda que le tenía, se había ido por la borda en cosa de segundos.

Si no iba a golpearle, perfectamente podría joderle con palabras y aquello no traería repercusiones. Itachi lo sabía muy bien.

─¡¿Y tú que sabes?! ¡No me conoces y mucho menos a ella, no ti...

─¡Ya! ─le frenó la castaña, esta vez con molestia al ver como este se había dado media vuelta con su seño fruncido para seguir el drama─ ¡Solo quiere provocarte y tu le das el gusto grandísimo idiota!

─¡Pero Rin, él...!

─¡Rin nada, sólo cállate y vámonos! ─exclamó, el pelinegro bastante desconcertado con su actitud─ ¡Demonios, que le rompiste el tobillo!

─¡¿Y qué?! ¡No se va a morir por eso y...!

─¡Obito!

Itachi negó con su cabeza al escucharles discutir y solo se puso de pie, haciendo que instintivamente Naruto tragase saliva. Si Itachi ponía esa mirada es que aquello iba a ponerse feo.

Sasuke prefirió callar.

─Mira, yo no tenía dramas contigo Óbito ni quería tenerlos... ─dijo el ninja de coleta, sonando lo más calmado posible y generando la atención de ambos─ pero te has metido con mi familia y con eso ya te has condenado... yo creo que después de esto ya no existirás para mi, no eres nadie.

El pelinegro resopló en el aire, con indiferencia ante sus palabras y la castaña dio un golpe en su hombro enseguida, reprochando su actitud borde y provocativa.

¿Es que no podía solo callar e irse? Al parecer no.

─¿Y se supone que yo pierdo algo con eso o...? ─se burló, a la vez que arqueaba una ceja y Rin fruncía el seño.

Itachi contó hasta diez para no lanzarse en contra de él, aquello no solucionaría nada.

─¡Obito, ya! ─volvió a regañar Rin al ver como Itachi daba otro suspiro, estaba muy calmado para su gusto.

─¡¿Qué?! ¡¿Quieres que mienta?! ─exclamó, esta vez frunciéndole el seño a su compañera.

─¡No, pero solo cállate y no empeores más las cosas! ─gritó la castaña en su rostro con mucha molestia.

Sin embargo, Óbito no se callaría.

─¡Pero si tengo que ser sincero Rin! ¡Yo no pierdo nada si el idiota este deja de hablarme o me agarra mala por esto! ─explicó el azabache, esta vez tomándose un poco más enserio el asunto y molestándose ante la actitud borde que estaba teniendo Rin.

¿De qué lado estaba?

─¡Agg, eres tan terco!

El azabache iba a reprochar otra vez en contra de ella, no obstante, la voz de Itachi volvió a interrumpirles;

─Sé que te gusta Izune y que ella no te da bola, por eso armas tanto escándalo con los demás para llamar su atención pero déjame decirte que eso no te va a funcionar... no lo hizo con Rin y con ella menos, más si está interesada en otra persona.

Óbito en cosa de segundos se soltó de Rin al escuchar esas palabras, como si el otro Uchiha las hubiese dicho con el único propósito de provocarle y por ello, Rin corrió instintivamente hacia él y por poco casi no le atrapa, haciendo que este se fuese hacia atrás casi de golpe. Sin duda alguna, no había ninja más impulsivo que Óbito Uchiha.

Itachi no se movió de su lugar y solo sonrió de lado, observando de re-ojo a Naruto quien no dejaba de comerse las uñas.


Él era inteligente y Óbito más predecible de lo esperado.

─¿Qué harás ahora por decirte la verdad? ¿Atacarme? ─se burló, y Óbito tan solo rechinó los dientes sin decir palabra alguna, forcejeando con los brazos no tan débiles de Rin─ no porque te lleves bien con el Hokage lo tendrás todo fácil Obito, recuerda siempre que no solo eres parte de Konoha sino también de nuestro clan y todo cae bajo su propio peso, tu mismo lo has dicho... Los líderes no son idiotas y por eso te miran tan mal...

Rin quiso reclamar ante aquello para defender a su amigo, ya que, no tenía nada que ver el tema de su clan con la peligris de Izune. Sin embargo, Itachi volvió a hablar, impidiendo su defensa o su intento de habla;

─Saben todo de ti, de todos nosotros y todo esto que estás haciendo por Izune, lo cual es innecesario... ¿A qué clan perteneces?─el ninja de coleta negó con su cabeza─ me das pena la verdad...

Óbito tragó saliva, por primera vez quedando en blanco frente a alguien sin saber que decir como respuesta ¿Debería golpearlo? ¿Insultarlo? ¿Irse? No lo tenía claro, para nada.

Si le golpeaba... Le daría el gusto. Y si respondía... También. A fin de cuentas, hiciese lo que hiciese terminaba ganando Itachi y se odió por ello. Porque ni siquiera eran certeras sus palabras, a él ciertamente le daba igual si sus líderes le miraban de esa forma o algo parecido. Pero igualmente se sintió patético y débil.

¿Cómo es que unas simples palabras le dañaban en lo más profundo de su moral?

─Un consejo antes de que te vayas... porque espero que lo hagas con la poca dignidad que te queda ─dijo Itachi, ahora mostrando molestia en su rostro─, si sigues de esta forma quedarás solo muy pronto... Y ni siquiera Izune será capaz de contenerte porque se irá como todos los demás, así que mejor reflexiona las cosas que haces o mejor, antes de hacerlas para que no dañes a nadie. Y lo esencial para mi... Solo deja a mi hermano en paz si no quieres problemas.

Rin mantenía su seño fruncido como felino a la defensiva y luego observó a su amigo, notando como el azabache remojaba sus labios suavemente, bajando de manera leve la cabeza mientras presionaba sus puños. Itachi había ganado.

Por su parte, Naruto y Sasuke estaban algo sorprendidos en su lugar. Pues, Itachi sin siquiera gastar algo de su chackra le había dado en el blanco... a fin de cuentas, todo lo hecho había sido una estupidez cuando con unas simples palabras le hubiesen dado su merecido. Si tan solo Sasuke no hubiese escuchado a Naruto...

Aunque, Óbito tampoco era estúpido... Él habría querido contestarle. Pues, el tono manso y bondadoso de Itachi no disminuía el escozor de la verdad. Por el contrario, la hacía más humillante para alguien como Obito. ¡¿Qué mierdas?! ¡Ser tratado inferiormente por un caballo muerto!, pero ¿Era razonable que un shinobi de su clase se pusiera a batallar en plena calle con los restos de un jamelgo?

Para Óbito no lo era, por eso mismo no lo atacaría aunque quisiese hacerlo. Incluso si solo hubiese sido por Rin y por su querida Izune... a ella no le gustaba que se metiese en dramas y peleas. Solo por ella, lo haría.

Aunque no iba a callarse a último minuto.

─Vamos, Óbito... ─dijo la castaña, esto al ver como Itachi se daba media vuelta para ir hacia su hermano pequeño nuevamente, con indiferencia.

Aquello le causó más rabia de la necesaria, Itachi no era mejor que nadie. Él sólo se creía el cuento y le dejaba como inferior. Algo inútil a su parecer.

─No me conoces Itachi, ─dijo el azabache con su voz sombría y Rin se posó frente a él inmediatamente en cuanto le vio dar un paso.

Ella tampoco quería más problemas.

─Óbito, no vayas a...

─Solo quiero decirle unas palabras, ya deja de actuar como si fuese un animal de zoológico que me tienes las pelotas podridras Rin, enserio ¡Ya basta!

La castaña no respondió, esta vez tragando saliva con nerviosismo y perplejidad al ver su rostro bastante molesto. Aunque, tenía un toque diferente esta vez que le hacía temerle, sin saber la razón.

Él lucía diferente, lucía... oscuro.

Itachi tan sólo al oír esas palabras le observó de re-ojo, con indiferencia a la vez que quitaba un pedazo de su ropa para vendar el tobillo de su hermano pequeño.

Incluso si este había quitado su sandalia a regañadientes.

─Como decía Itachi, ─prosiguió el Uchiha tras de él, sus puños bastante apretados y sus labios en una linea recta─ tu no me conoces y mucho menos a Izune para que estés hablando de nosotros... Quizás por esta vez ganaste la discusión y no haré nada al respecto en tu contra por respeto a ella, pero te lo advierto... vuelve a envenenarte la boca con su nombre y sabrás de lo que realmente soy capaz, un tobillo roto no es nada... créeme.

Itachi soltó una risa pequeña ante la advertencia y solo negó con su cabeza al pensar en lo ingenuo que estaba siendo. Naruto comenzó a silvar, una melodía que la verdad... no estaba ayudando a apaciguar el ambiente.

─¿Es una amenaza?

Óbito resopló en el aire, su aura bastante oscura y siniestra para el gusto de Rin. Pocas veces le veía en plan de asesino como metáfora y no le gustaba para nada esa sensación. Él no era así.

─Tómalo como quieras. ─respondió.

El ninja de coleta dejó de vendar el pie de su hermano pequeño y sonrió nuevamente. Naruto a este punto de la tarde ya estaba con los nervios de punta, aquella discusión definitivamente se la haría saber a su padre. No quería a nadie herido por tales amenazas que a su vista parecían muy reales... ingenuo o no, ambos se querían matar con la mirada.

─No, no te conozco y a Izune tampoco... ─respondió Itachi, sin tomar muy enserio sus palabras. Esta vez observando hacia atrás casi por completo con aquella sonrisa irónica que se traía─ pero sí conozco a Shisui, así que ten cuidado.

─Lo mismo digo, cuídate la espalda.

Dichas esas palabras, el moreno se zafó de Rin una vez más en cosa de segundos y a pasos rápidos salió del lugar, saltando por los techos a una velocidad fascinante. Sin contar el hecho de haber dejado un pequeño charco de sangre en el suelo y varias pintas en cuanto desapareció de allí.

Por su parte, Rin apenas lo notó quiso seguirlo... pero fue inútil y se odió por ello en su posición. Incluso más a la grisácea que no estaba ni presente ¿Desde cuando su antiguo compañero era tan sombrío con ella? Aquella reacción no la había visto desde que Kakashi le había confesado que eran novios, y eso... fue muchos años atrás.

Algo no andaba bien con el azabache y la castaña las pagaría con Izune, pues, necesitaba saber qué ocurría en la vida de ambos. No por ella y su costumbre de cuchichear, sino que, por su amigo... el que siempre estuvo para ella y nunca supo valorar. Ella debía devolver la mano.

Rin suspiró, quizás debía visitar a Minato-sensei... él sabría que hacer.

─Sasuke-teme... Ahora que terminé mi parte del plan y las aguas se calmaron-ttebayó ¿Me darás el ramen que prometiste?

La voz del Uzumaki sonó insegura e incómoda en todo el lugar, sobre todo por la mirada asesina y fulminante que Sasuke le proporcionaba. En cambio, Itachi solo soltó una risa.

Naruto era tan inocente.

─¿Eso es un no? Bueee, tampoco quería. ─dijo, rascando su nuca un tanto incómodo por la mirada amenazante de su amigo─ aunque igual conseguimos que se arrepintiera ¿Verdad?

─Naruto, solo... cállate.

Para Sasuke, el rubio no hacía más que cagarla con cada frase emitida por su boca. Sin embargo, para Itachi era una manera de distracción a sus problemas. Él era divertido y no había nada malo en ello. Le causaba bastante gracia el amigo de su hermano.

Después de todo, la situación no había sido tan grave ¿O si?

«...»

Todo estaba en pleno silencio y solo las goteras de aquel lugar se podían escuchar, aunque aquel hombre luego de escuchar la explicación de su visita. Se cabeceó varias veces antes de responder, un tanto frustrado.

─Así que te peleaste con Itachi...

El hombre de cabellos largos soltó un largo suspiro largo al ver como aquella abertura en la cabeza de Obito no paraba de sangrar. Sin embargo, no se lo haría saber, pues, por lo poco compartido con él ya sabía que era un histérico con respecto a esas cosas.

Óbito movió un poco su cabeza en señal de queja y no dijo palabra alguna en cuanto Madara comenzaba a limpiar aquella herida con un algodón cubierto de alcohol. Pues, una infección era lo que menos necesitaba en ese momento a decir verdad. Y él se sentía bastante culpable por ello.

─¡Auch! Más despacio que si sigue así me parte la cabe...─se quejó el azabache, aunque fue interrumpido por su mismo líder.

─Siempre oí decir a Fugaku que eras un chico problema, pero nunca pensé que fuese cada dos por tres ¿Cuántas veces has venido a saturar heridas ya? ¿Tres?

Óbito no respondió y sólo gruñó con molestia a brazos cruzados. No sabía si por el dolor punzante en su herida con la mano sin tacto de Madara, o , porque este siempre ignoraba lo que él decía o pedía, introduciendo así nuevos temas de conversación. Aunque a este punto del día ya debería estar acostumbrado, cosa no tan obvia para él.

─Es que Madara-sama usted no entiende, ellos... Agg, ─se quejó estirando sus brazos, su voz sonando algo desesperada─ siempre me buscan de alguna forma y como ahora corre el rumor de que me gusta Izune todos creen conocerme y me buscan aún más... ¡Auch! ¡Que le digo que se vaya con más cuida...

─¿Realmente todos te buscan específicamente a ti? ─preguntó, un tanto curioso por primera vez a las cosas que decía el azabache.

Óbito frunció el seño con extrañeza y luego asintió, aunque solo terminó quejándose ante tal acción. Ahora el hombre de cabellos largos tomaba una especie de aguja, al parecer el moreno necesitaría un punto y eso le jodía. Pues, no era un ninja médico y lo sabía con certeza.

También sabía, que Óbito Uchiha era un quejica de primera. Si tan solo le seguía el juego este no se daría ni cuenta.

─¿Qué? ¿No tienes nada más que contar? ─insistió en hablar el líder de aquel clan tan frívolo que cualquiera temía. Óbito resopló en el aire.

─Aparte de eso creo que nada, ─dijo, mordiendo su lengua un tanto pensativo─ Madara-sama ¿Usted cree que me hayan puesto en anbu solo por ser cercano a Izune?

Madara arqueó una ceja, un tanto confundido hacia la falta de confianza que mostraba el pelinegro aquel día. Sin embargo, aprovechó esa instancia de distracción para meter la aguja en su cabeza y terminar con ello de una vez.

Óbito solo hizo una mueca, ya le valía vergas todo. Él solo quería a Izune y descansar mil años ¿Hace cuanto ya que no le veía?

─La verdad es que no, Tobirama es llevado a sus ideales... así que si estás en anbu lo más probable es que realmente te crea capaz de dicho cargo. ─respondió, su voz bastante segura y serena mientras terminaba de suturar su herida.

Óbito soltó un suspiro rendido y observó a sus alrededores a ojos entrecerrados, cada día más de aquellos hombres blanquecinos se hacían presentes y él se estremecía, no le gustaban aquellas cosas de esa cueva. Aunque en realidad, nada de esa cueva le agradaba del todo... ni siquiera Madara.

─¿Cansado? ─preguntó el Uchiha hacia Obito en cuanto notó que había dejado de hablar, esta vez tomando unas vendas del mesón para pasarlas alrededor del chico. A fin de cuentas, no se había quejado tanto.

Obito tan solo resopló en el aire y estiró sus brazos.

─¿Tanto se me nota? La verdad es que solo quiero tirarme a la cama y dormir, aunque si Izune volviese tampoco estaría mal... ─respondió inconscientemente y luego le observó de re-ojo. Madara estaba sonriendo de lado.

¿Sonriendo?

─A todo esto, Madara-sama ¿Dónde consiguió esos ojos? ─soltó Óbito de repente, quitando esa sensación de intriga que tuvo desde el momento en que vio dichos sharingan en sus ojos al llegar.

Después de todo, él tenía los rinnegan y aquellos sharingan... obviamente pertenecían  al clan Uchiha.

─Estás listo. ─respondió este de manera borde mientras se alejaba de él, ignorando completamente la pregunta del azabache con respecto a sus ojos.

─Pero...

─No abuses de tu confianza, ya te lo he dicho.

Óbito, entendiendo perfectamente sus palabras bordes solo resopló en el aire y se acomodó aún mejor en la silla, posando así ambas manos en su nuca mientras que sus piernas se quedaban sobre la mesa. Madara arqueó una ceja ante su estado tan despreocupado y relajado en aquel lugar.

¿No que acababa de decirle que no abusase de su confianza?

─Madara-sama... ¿Alguna vez le ha gustado una chica?

Esta vez, aquel hombre de capa azulada tosió un poco al no esperarse aquella pregunta. Si bien Óbito solía hacer preguntas absurdas... esa jamás se la hubiese esperado ¿Cómo es que tenía tanta imaginación?

Entonces, antes de poder regañar al azabache o algo por el estilo. Madara solo sonrió de lado y luego cruzó sus brazos con rendición. El pelinegro rascó su nuca al ver su reacción y se arrepintió de haber largado su lengua. Era absurdo que Madara Uchiha, el ninja más temido de la historia... se preocupase de esas cosas.

─Bueh, me tomaré eso como un no... ─comenzó a balbucear el moreno con vergüenza al sentir su mirada y tener sus mejillas algo rosadas, recién dándose cuenta de la estupidez que había dicho.

¿Cómo le preguntaba algo así a su líder don sin-sentimientos?

Madara dio otro suspiro antes de tomar la silla del costado y sentarse frente a él, observando así fijamente al otro Uchiha, el cual esa vez sólo quiso irse y evitar todo tipo de problema. Su líder era malditamente tétrico y sin siquiera hablar... no quería imaginárselo hablando de cosas así.

Y mucho menos uno de sus regaños, él sólo quería escapar.

─Claro que si, Óbito... ¿O crees que a Izuna lo trajo la cigüeña? ─respondió, con una media sonrisa de simpatía y Óbito hizo una mueca de disgusto.

¿Qué clase de respuesta era esa?

─Ok-key... creo que esa es más información de la que esperaba. ─respondió, esta vez quitando sus pies del mesón mientras movía sus manos. La sorpresa brotando de sus poros.

Realmente no se esperaba que respondiese aquello ¿Qué mierdas le sucedía? ¿Por qué tanta simpatía con alguien como él?  Además, no se lo imaginaba con alguna mujer... jamás.

Madara tan solo soltó unas cuantas risas al ver la expresión perpleja del muchacho y no lo culpó, después de todo... aquel hombre sombrío y frívolo no solía reír como lo estaba haciendo en ese minuto, no era algo muy común de él. Sin embargo, la gente solía olvidar que también era humano como todos y... que sí tenía sentimientos. Además, de no ser tan viejo como seguramente Obito especulaba.

Quizás  sus sentimientos fuesen más arduos que los normales... Pero tenía y no tuvo problemas con mostrar aquello hacia Óbito. A fin de cuentas, también necesitaba su confianza y si podía compartir con alguien a raíz de ello ¿Qué mejor?

─¿Y es cierto? ─preguntó el mayor, captando así la atención del azabache enseguida.

Él se notaba bastante incómodo luego de aquella respuesta y no sabía si seguir hablando de aquel tema, sin embargo, igualmente le respondió a la vez que jugaba con la silla y movía sus pies con inquietud.

─¿Qué cosa?

El hombre de cabellos negros y largos se afirmó con sus codos en el mesón, respondiendo casi de inmediato;

─El que gustas de Izune...

Óbito, enseguida al escucharlo corrió su mirada con vergüenza, esta vez poniéndose de pie con mucha rapidez mientras tomaba sus bandanas del mesón. Él ya no podía seguir con esa conversación, definitivamente algo andaba mal con su líder como para preguntar algo como eso. Además, él no hablaría de esas cosas personales con alguien que no fuese de su familia... digo, ¿Quién le contaría esas cosas a Madara Uchiha? Solo él.

─¿Eso es un sí? ─insistió el mayor, sin moverse de su lugar a la vez que observaba sus acciones con diversión. Obito poniéndose una de sus bandanas con mucha rapidez, él ya no quería estar en ese lugar.

No pudo evitarlo, a Madara le causó cierta gracia su actitud infantil... a pesar de tener veintirés años.

─No... ─respondió─no he dicho eso.   ─su voz fue firme a la vez que su semblante serio y ni hablar de sus mejillas rosadas mientras tomaba su otra bandana para posarla en su frente. Sintió vergüenza, y mucha.

El líder supremo del clan Uchiha soltó un suspiro y luego negó con su cabeza. A fin de cuentas este hombre le divertía en sus ratos de soledad en aquella cueva, pues... ni su hijo ni Fugaku sabían de su escondite. Solo Obito.

─Es una chica hermosa, a pesar de tener los rasgos de su hermano el tiempo le hizo bien... ¿Verdad que si, Óbito?

El moreno tan solo le frunció el seño con molestia y gruñó en respuesta, esto antes de tomar su bolsillo trasero con sus armas e irse de ese lugar a paso rápido. Madara solo soltó una risa en cuanto le vio, no era tan aburrido molestarle después de todo.

Incluso si aquello jugase a su favor luego.

«...»

Los pasillos eran silenciosos, la noche bastante oscura y el hospital de Konoha se encontraba bastante vacío para el gusto de cualquiera ¿Y cómo no? Si a esas horas solo personal autorizado podría estar allí, o quizás una que otra visita.

Sin embargo, este no era el caso de un hijo prodigio del clan Uchiha, quien lo que mas ansiaba... es que no hubiese alguien dentro que pudiese joder sus planes en aquel hospital. Él no estaba autorizado y mucho menos capacitado para lo que estaba por hacer. Algo que aborrecía con toda su vida y alma. Traicionar a un amigo.

Porque sí, Izuna Uchiha si consideraba un amigo al cascarrabias de Óbito aunque este no lo hiciera... Después de todo, él había sido el único que no le dio la espalda en cuanto su padre intentó atacar la aldea años después del termino de la guerra y todos le miraban con asco. Algo absurdo a decir verdad... pues, Izuna no tenía la culpa de haber nacido en aquella familia desastrosa y mucho menos, de lo que estaba por hacer. No tenía opción.

Él no se lo perdonaría jamás... Sin embargo, ese era el precio que debía pagar por haberlo arruinado antes, incluso si el que hubiese fallado fuera un milagro. Pues, su padre al no saber que el segundo líder había enviado a su hijo junto a Shisui en una emboscada en su nombre... él tampoco sabía que Obito había perdido un ojo. Y si la anciana hubiese muerto aquel día, el poder del kamui no le hubiese brotado. 

Izuna suspiró, odiándose una vez más por haber intentado asesinar a una mujer inocente y sobre todo, odiando a Fugaku Uchiha por hacer que sus errores fuesen culpa de él y no del susodicho. Solo por ello, su padre seguía dándole órdenes truchas... incluyendo la que estaba por hacer.

Sigilosamente, el Uchiha de coleta y cabellos azabache se introdujo por fin en la planta correspondiente. Dos personas eran vistas en el pasillo con trajes blancos, aquellos característicos de los ninja médico y por un momento quiso irrumpir para hacer todo de una buena vez, aunque se arrepintió de inmediato al ver de quien se trataba.

Tsunade Senju y Kakashi Hatake.

Ambos se encontraban sentados a un costado de la puerta que tanto ansiaba cruzar, los dos tomados de sus manos mientras conversaban animosamente quién sabe de qué tema. El Uchiha tragó saliva al verles y luego dio otro suspiro ¿Y si tan solo se rendía? ¿Por qué siempre él?

─Menuda mierda. ─murmuró, segundos antes de activar su sharingan y posteriormente su mangekyou.  

Él debía actuar rápido, no podía acobardarse ahora.

En cuanto la luz del lugar se apagó por completo gracias al Uchiha, una alarma de incendio se prendió en la planta posterior a la que estaba. Por lo que, la rubia y el grisáceo no dudaron en correr hacia las escaleras. Lo cual fue un gran error, pues a Izuna... se le hizo bastante fácil ingresar de esa manera en la habitación.

Al hacerlo, pudo escuchar los pequeños beep beep de su corazón, los cuales resonaban en la pequeña habitación blanquecina a paso lentl y este suspiró, observando a la anciana vendada con mucha cautela. Su corazón se estrujó unos segundos e incluso pudo sentir como sus ojos comenzaban a aguarse. Él no quería hacerlo, pero no tenía opción. 

─Lo siento mucho... ─murmuró, su voz casi colgando de un hilo al ver como las luces se encendían y más gente se escuchaba en los pasillos.

No había vuelta atrás, debía de ser rápido... Por lo que, enseguida en cuanto sintió unos pasos fuertes en el pasillo ─los cuales no iban dirigidos a esa habitación─ se acercó a la mujer para quitar su respirador artificial, esta comenzando a respirar agitadamente apenas lo hizo.

Izuna tragó saliva y solo salió de allí por la ventana con mucha rapidez, aquello no se lo perdonaría jamás. Él había traicionado a su amigo y peor... a su propio clan.

Y ni siquiera sabía que mierda era lo que tramaba su padre, aquello... era la peor parte de todas.

// Espero hayan disfrutado la lectura, esto es un mundo alterno pero igualmente pueden haber spoirlers.

¡Hola! Sé que es un capítulo medio arduo y un poco corto pero ya esta🙌🎊 y ya van viendo que poco a poco todo cobra sentido ¿Que les pareció? Jaja en fin, esperó les haya gustado y que tengan un lindo día, muchas gracias por leer💓😘

Por cierto, si con este capítulo no les queda claro lo que intento decir o lo que planea Madara... seguramente lo sabrán en el que sigue🙊 y sobre Shisui... 💓😘

Otra cosa... ¡Somos 11k! Loco, es que lo veo y no lo creo... realmente aunque a veces no lo parezca (o si😏) estoy muy agradecida con cada una de ustedes, que comentan, votan o solo leen en silencio y sobre todo con las que he llegado a formar lindos lazos yyy😭😭😭😭💓😘😘 ñeeee muchas gracias por todo enserio, son lo mejor de lo mejor y las amo con todo el corazón💓

De verdad, muchas gracias😭💓

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