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cincuenta y tres; confesiones.

"Lo que distingue lo real de lo irreal está en el corazón..." John Nash.
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Los minutos transcurrían en aquella cocina y al parecer seguirían así hasta el fin de la noche si alguien no hablaba. Tsunade ya llevaba tres vasos de Sake desde que había oído todo allí en la cocina, sus mejillas algo rosadas mientras posaba su vista en el suelo.

Itachi e Izumi solo se miraban entre sí. También estaban algo tensos y molestos. Todo se había ido por la borda tan rápido.

─Itachi-kun, se me cayó algo...

La castaña había estado jugando con su pequeña pulsera durante ese tiempo en silencio, pero un mal movimiento hizo que aquel accesorio cayera justo en los pies del ninja. Por lo que, no demoró en agacharse para ir a por él.

Sin embargo, no contaba con que al hacerlo chocaría con la zona prohibida del ninja de coleta, quien solo observó a Tsunade de re-ojo con algo de vergüenza y sonrojo. Aunque soltó una risa.

─Izumi, si querías hacerlo solo tenías que preguntar...

La castaña abrió sus orbes con mucho pánico y vergüenza, incorporándose casi de golpe para negar con su cabeza ante el divertido Uchiha que estaba frente a ella.

─No no, Itachi-kun yo no...

─Estoy jugando, aún sigo molesto contigo. ─respondió, antes de que ella pudiese decir algo más. Aún así la castaña dio un suspiro y se fundió en sus brazos. Incluso si el Uchiha no estaba correspondiendo.

─¿En serio le creerás a Óbito?─soltó ella, sumiéndose en el aroma de Itachi junto a la culpa.

Itachi suspiró y tomó su sien durante unos segundos, solo para luego volver a mirar a la moribunda y alcoholizada rubia, envolviendo asimismo a la chica con sus brazos. Sí, en parte le creía a ese idiota pero también no quería más problemas. Menos con ella.

Esa noche había sido del demonio.

─¿Entonces por qué me mientes?

Los orbes de la Uchiha se abrieron de par en par una vez más y se presionó junto a Itachi, quien simplemente hundió su nariz en el castaño cabello de Izumi para depositar un suave beso en ese lugar. Odiaba que ella le mintiera de esa forma, él no se lo merecía.

─No estoy mintiendo, yo...

─Shisui me lo dijo todo, ya no tienes qué seguir.

Izumi no demoró en entrar en pánico y soltarse de golpe, observando casi con horror a quien era su pareja. El Uchiha por su parte, arqueó una ceja con incredulidad. Notándose así que había logrado parte de lo que quería saber, Shisui sí tenía que ver en el asunto que la traía de esa forma.

─¿Q-qué quieres decir con eso? ─tartamudeó, bajando la mirada enseguida mientras tragaba saliva.

¿Acaso ya lo sabía? Pensó ella, sin embargo, solo era una vil mentira. Una mentira para sacar una verdad.

Itachi estuvo por responder, si no fuese por la voz de la rubia que bebía y seguía bebiendo como una condenada. Sus mejillas más rojas a medida que pasaba el tiempo.

─¿Realmente le van a creer al mocoso de Óbito? ¿Qué no lo vieron antes? Dios, qué maduros están siendo. ─dijo, captando la atención de ambos con una mueca y luego soltó una risa─ ¡Salud! ¡Salud por estos Uchiha's de mierda!

Itachi e Izumi se observaron entre ellos sorprendidos, ella conteniendo una risa mientras él le reprendía por burlarse de una persona ebria o de lo que acababa de decir. Sin embargo, aquello no duró mucho debido a que el Uchiha le tomó la mano tras un suspiro y comenzó a caminar sigilosamente fuera de la cocina. La castaña no comprendió mucho.

─Itachi-kun ¿Qué estás...?

Él no la dejó terminar, posando así su mano en la boca y haciendo un ademán de silencio.

Izumi no dijo más y tan solo siguió los pasos de Itachi cautelosamente por el salón principal, ambos caminando rápidamente muy lejos de lo que parecía una amena conversación entre Shisui e Izune en aquel sofá. Incluso si ésta aún mantenía sus manos temblorosas por la reciente pelea que acababa de haber, o al menos eso pensaba la pareja que se escabullía. Pues, no lograban oír lo que ambos se decían entre sí.

─Shisui ¿Sentiste eso?

Los pasos de ambos se cortaron al instante en que oyeron la voz de Izune, como si hubiese presentido el hecho de ellos en aquel lugar. Izumi comenzó a soltar risas muy nerviosas y tapó su boca enseguids, sin saber si era porque su amiga podría descubrirlos en quién sabe qué cosa planeaba Itachi o solo por la simple razón de que quizás Shisui le hubiese hecho saber lo suyo. Aunque no le cabía en su cabeza que lo hubiese hecho.

Ellos lo juraron, no se lo harían saber aún. Izumi había luchado demasiado para perder lo que había conseguido en todo este tiempo, ella le amaba y mucho, más de lo que se sabía. No quería tirar todo a la borda aún sabiendo que todo fue su culpa, dejándose llevar por viejos demonios como la rabia que supuestamente había suprimido con su mejor amiga y el idiota de Óbito. Todo llevándola al hecho de cogerse a Shisui ¿Cómo pudo?

Entonces, cuando menos lo esperó la castaña fue introducida al baño principal junto a Itachi. Este cerrando la puerta sigilosamente mientras le hacía un ademán de silencio. Al parecer, ambos se habían zafado de las miradas sospechosas de la Senju y el otro Uchiha en el salón.

─Oye Itachi-kun... ¿Q-qué pretendes? ─cuestionó la Uchiha, notando como el de coleta le tomaba de las manos y la acercaba a él de forma peligrosa. Este tomando asiento sobre la tapa del wc enseguida.

─Que me digas la verdad... ─murmuró, abriendo un poco las piernas para que Izumi pudiese estar cada vez más cerca de él. Ella tragó saliva.─ con Tsunade-san de esa forma es imposible que lo dijeras en la cocina, vamos, habla.

─¿Q-qué verdad? Itachi-kun... estás alucinan...

La castaña no pudo terminar de hablar, pues el Uchiha de coleta había atrapado sus labios salvajemente mientras la apegaba a él y gruñía por lo bajo. Ella estaba sorprendida, él siempre usaba esos métodos cuando algo quería saber pero... no, Izumi no podía decir la verdad. No lo haría.

Al menos no la verdad entre Shisui y ella.

─Esos chupones, no eran míos Izumi. ─murmuró con algo de seriedad en cuanto se separó de los labios de Izumi, ella corrió su mirada─ No soy celoso ni nada, pero me gustaría saber quién fue. Solo por curiosidad.

Izumi estaba entre la espada y la pared. Si contaba sobre lo de Shisui o lo que sabía de Obito, lo más probable es que su relación que a medida transcurría el tiempo y se mejoraba, se iría por la borda. Pero si no lo hacía, lo más probable es que él lo supiera.

Itachi no era un idiota cualquiera e Izumi lo sabía con mucha certeza.

─¿C-chupones?

─Sí, Izumi... los que vi en la roca ese día.

Itachi acomodó uno de los cabellos rebeldes en el rostro de la muchacha y depositó un beso suave en sus labios, notando enseguida lo nerviosa y seria que se había puesto. Ella no recordaba, solo tenía vagos flash backs y lo que había dicho Shisui sobre esa noche. Esa en donde Itachi había estado con aquella chica de curvas y ella hundida en el alcohol, Rin lo había dicho también. Ella era demasiado buena para aguantar las burlas de la gente, en especial de su amiga Izune.

O de Obito.

─¿Qué sucedió esa noche? ─insistió el de coleta, aguantando las ganas de ser borde con ella. Pero él necesitaba saciar esas dudas y para eso, tendría que revelar cosas. Cosas que no debería.

Estaba por cometer un gran error.

─Itachi-kun yo...

─Esos ojos que viste, ─Izumi abrió sus orbes de par en par al escuchar sus palabras y quiso frenarlo al creer que la reprocharía por husmear en su cuarto, sin embargo, Itachi le reprendió con la mirada─ calla y escucha, lo he hecho a propósito ¿Tú crees que sería tan idiota para dejarlos a la vista? Te conozco Izumi, sé que eres cotilla y que al dejarte sola irías a mi armario. Tenme confianza, y yo la tendré en ti.

Ella estaba sorprendida, no se esperaba aquella confesión o siquiera que Itachi hubiese hecho eso a propósito solo para saber en qué andaba ella. Era algo insano y la curiosidad le quemaba todos sus órganos. No sabía que decir o hacer ¿La verdad? ¿Sería lo correcto?

¿Tanto valía para ella esa información?

─¿D-de quiénes son esos ojos, Itachi-kun? ─preguntó finalmente, acomodándose en medio de su cuello y hombro. Sus brazos envolviendo su cuerpo casi por completo. Él soltó un bufido gracioso.

Ella era tan predecible.

─¿Te cogiste a Obito? ─soltó él de golpe. Izumi se separó y negó con su cabeza, aunque luego tornó su vista confundida. Ella no lo recordaba.

Itachi gruñó por lo bajo y se zafó de ella, esta vez haciendo su molestia más notoria. No por celos, sino por las mentiras. Itachi no las soportaba y sabía que Izumi lo estaba haciendo en su cara. Ella tragó saliva y luego mordió su labio inferior. No quería pelear con el ninja de coleta, de eso no había duda.

Menos ahora.

─Los ojos son de Kagami-san. ─soltó el Uchiha luego de unos segundos en silencio, su rostro demostrando seriedad y un toque de molestia─ ahora dime ¿Te cogiste a Obito esa noch...

─¿Qué? ¿K-kagami-san por qué? ¿Qué está sucediendo? ¿Cómo?─Izumi no aguantó, las dudas la carcomían y la confesión de Itachi no le hizo la situación mejor.

¿Por qué tendría los ojos de Kagami en su habitación? ¿Dónde estaba Kagami?

─¿Te cogiste a Obito esa noche? ─insistió el hijo mayor de Fugaku entredientes, no cediendo ante Izumi en ningún momento.

Ella presionó su mandíbula y luego sus puños, bastante presionada ante las preguntas de su único amor. Lo único que la mantenía aliviada es que no preguntara sobre el hecho de Shisui, eso era un punto a favor. Porque Izumi no se lo diría y si él cuestionaba, no sabría qué inventarle.

─L-la verdad, no lo recuerdo. ─respondió, soltando un gran suspiro de alivio e Itachi frunció el seño. Ella subió su mirada y se encontró con sus ojos. Sintió miedo, mucho miedo─ Esa noche bebí de más y bueno, una cosa llevó a la otra... solo sé que llegué al baño de la planta baja y algo tuve que ver con él, pero no lo recuerdo. Créeme Itachi-kun... por favor.

El ninja de coleta analizó su mirada por unos instantes y luego se llevó dos dedos a su frente con frustración. Había revelado información que no debía... por una tontería.

─¿Solo eso? ─volvió a insistir, tratando de ocultar el arrepentimiento de haber confesado algo tan delicado como la situación del líder de la policia militar. Se sintió un idiota.

Izumi asintió, sin embargo, un toque de culpa tocó sus sentidos y se decidió en hablar más de lo que sabía. Pues, odiaba ver a Itachi de esa forma.

─Bueno, Shisui me contó otra historia pero dudo que sea cierto... ─habló una vez más, teniendo la atención de un frustrado ninja sobre ella casi al instante─ él dijo que Obito intentó abusar de mi, que Izune se metió en el asunto y le reprendió antes de que la cosa pasara a mayores. Él estaba en otro estado o algo parecido, fue muy violento. Al menos según Shisui pero...

Itachi tensó su cuerpo e inhaló una gran cantidad de aire para luego soltarla casi de golpe, queriendo ponerse de pie. Él no iba a discutir, ni a golpear a nadie, pero sí podía ir en busca de Shisui para saber lo que realmente había ocurrido ¿Obito? ¿Abusar de Izumi? Eso no podía quedarse así, para nada.

Ella era su chica y nadie podía aprovecharse de esa manera, era insano.

─¡Espera, Itachi-kun! ─exclamó ella, tomando su brazo con fuerza─ Izune-chan ya tuvo suficiente, ni siquiera sabemos si es cierto. No generes otro problema...

─Has dicho que te lo hizo saber Shisui ¿Por qué mentiría?

─¡A Shisui se lo dijo Uryu! ─volvió a exclamar, desesperada. Itachi frenó sus forcejeos y suspiró, rendido─ No sabemos si sus palabras son verdaderas, Uryu era muy callado pero... mierda ¡Ya no quiero más de esto!

Ella estaba poniéndose nerviosa y mucho, por lo que, Itachi posó una mano en su cabellera para luego acercarse nuevamente y envolver sus brazos en su cuerpo. Izumi era una llorona de primera, de eso no cabía duda. Pero era su llorona y odiaba verla así.

─La abuela Hanaro, la sra. Hikari, Uryu... ¿Quién sigue, Itachi-kun? ─murmuró la muchacha entre sollozos─ ¿Dónde está Kagami-san? ¿Qué está sucediendo? ¿Qué le ha pasado a nuestro clan? ¿Por qué nos destruimos entre nosotros?

Itachi suspiró, sintiendo y haciendo suya la angustia de quien era su chica en ese momento. Ella no sabía nada y para él todo era mejor así, se alejaba de todos los peligros y cosas que tenían que pasar usualmente gente como él o Shisui. Hasta Obito tenía sus cosas ocultas por lo visto y no lo culpaba, aunque pronto intentaría averiguar el por qué de sus actitudes, pues no eran normales. Para nada.

Él no la quería envuelta en esos asuntos, ni que Óbito por más idiota que fuese se viera envuelto en más mentiras. Mentiras que seguramente seguiría de Madara-sama.

─I-itachi-kun... ¿Kagami-san e-está vivo? ─volvió a preguntar, sus lágrimas corriendo como si no hubiese un mañana en el torso del Uchiha─ dime que si, por favor...

Ella subió su mirada al no obtener respuesta alguna e Itachi medió una mueca, para luego asentir y besar su frente con cuidado. Dedicando una leve sonrisa de apoyo en cuanto la sintió aliviarse.

─Sí, está vivo. No te preocupes por eso ahora, ─ dijo─ no debí habértelo dicho.

─¿Por qué tienes sus ojos entonces? ¿Está en peligro? ¿Qué está sucediendo? ─sus palabras eran demasiado rápidas para ser captadas al instante, sin embargo, Itachi las podía escuchar muy bien.

─Izumi...

─¡No me dejes con la mitad de la información! ─reprochó ella, dando un leve empujón a su persona y él solo la presionó contra la pared para impedir sus agresiones─ ¡Siempre haces lo mismo, yo también necesito saber! ¡También es mi clan, mi familia! ¡Quiero ayudar pero tu...

─¡Lo van a ejecutar! ─gritó el Uchiha, los nervios y la desesperación casi saliendo de sus poros mientras luego daba un gran resoplido. Nuevamente se arrepentía de lo que había dicho, pero ya no había vuelta atrás. Izumi estaba en shock─ No sé cuando ni el por qué, solo sé que mi padre se ha vuelto loco y ... ¡Demonios, Izumi! ¡¿Te das cuenta lo que acabo de hacer?! ¡¿De lo que acabo de decirte?!

Ella no respondió, solo estaba ahí, estática observando a la nada. Sus ojos brillantes ahora demostraban pena ¿Ejecutar? ¿Kagami-san iba a morir? El rostro de Itachi también mostraba dolor, angustia y sobre todo una pena inmensa que solo Izumi podría notar. Quizás ella no sabía lo que era ser hijo de algún líder, el peso en los hombros que tenía que llevar y las cosas que Itachi tenía que pasar. Pero si sabía, que él realmente estaba sufriendo y lo más probable es que mucho más que ella. Izumi había sido una egoísta, todo este tiempo.

Y no se lo perdonaría.

─Itachi-kun yo...

─Calla... ─dijo, tomando sus sienes con su mano derecha. Él no tenía que haber involucrado a Izumi, ahora todo se jodería. Aún más.

─Lo sient...

Antes de que pudiese seguir con sus disculpas y llanto desenfrenado, el Uchiha ya había pegado sus labios a los de ella fugazmente. Sus manos recorriendo desde su cintura hasta las caderas y luego a las nalgas para presionarlas con fuerza. Izumi quería despegarse, sin embargo, ambos estaban sufriendo de una manera diferente y al hacer aquello quizás algo se les habría de olvidar. Él era su ensueño y ella probablemente tendría que hacerlo mejor desde ahora. Tenía que dejar de ser una egoísta.

Itachi bajó sus besos lentos y mojados por la barbilla para luego seguir a por su cuello, generando así un toque eléctrico en toda la espina dorsal de la castaña. Sus bragas comenzando a mojar ligeramente ante el tacto. Por lo tanto, no dudó en jugar con sus cabellos mientras tiraba la cabeza hacia atrás, dejando al Uchiha hacer lo suyo sin piedad ni condiciones.

Ella no se quejaría.

─Prometeme que no te vas a involucrar... ─murmuró entre mordidas el ninja de coleta muy cerca de su oído, su voz bastante ronca para su gusto. Izumi tragó saliva y mordió su labio inferior─ sin ti yo me muero, Izumi.

Su corazón se apretujó y quiso volver a llorar, sin saber si la culpa estaba haciendo lo suyo o simplemente era el hecho de escuchar lo que deseó y añoró por tanto tiempo. Él la quería y ella lo amaba. Finalmente ambos se amaban sin condiciones, ella estaba feliz y agradecida. De eso no cabía duda alguna, incluso si el Uchiha fuese algo gris para demostrar emociones.

Él todo lo oculto, lo hacía para protegerla.

─Prometemelo. ─insistió, esta vez tomando sus muslos con fuerza para luego caminar hasta el wc y sentarse con ella encima. Él acariciando ambos glúteos como si no hubiese un mañana mientras saboreaba y chupeteaba su cuello una y otra vez.

Izumi soltó un gemido, dejándose llevar por sus gratas emociones y asintió, bajando así mismo el cierre del pantalón negro de su hombre.

─Lo prometo.

Solo eso bastó para que el anbu de cabellos negros volviese a fundir sus labios en los de la castaña, la fugacidad y el calor haciéndose presente cada segundo. Izumi no demoró en quitarse el chaleco jounin mientras jadeaba al pasar sus manos por el torso de Itachi. Se sentía plena, y su feminidad estaba comenzando a mojar aún más, como cual virgen escolar fuese. Sin embargo, el bulto de Itachi no se quedaba atrás. Pues, tras haber metido sus manos bajo el pantalón negro de Izumi no pudo aguantar las ansias de ver todo aquello desnudo. Tanto así como sus pechos también.

Entonces, no dudó en quitarse la playera oscura que estaba usando para dejar al descubierto su abdomen perfectamente marcado y luego metió ambas manos bajo la blusa de ella, incitando a que imitase su acción para verla como dios la trajo al mundo.

Izumi no siseó y simplemente hizo caso a sus suplicas, quitando así su blusa para luego empujarle con cuidado al ver como él pretendía ir enseguida a sus diminutos pechos. Sí, el Uchiha necesitaba el tacto, sentirla y hacerla suya como ya lo había hecho antes. Solo ella podía hacerle sentir tanto con tan poco, y se odiaba por ello. Ella era su perdición.

Enseguida, la Uchiha de cabellos castaños metió ambas manos bajo el pantalón de Itachi, generando así un placer inexplicable en ambos al tocar su zona prohibida. Ella comenzó con suaves caricias, mientras mordía su labio inferior para no gemir como una condenada. Al menos no tan pronto.

Itachi quiso entrometer sus manos en el asunto, sin embargo, el gruñido de la castaña fue lo que frenó sus movimientos y solo se dejó llevar, posando así su cabeza hacia atrás mientras sentía los besos húmedos de la mujer sobre su abdomen y las caricias de sus manos sobre su erección. Aunque no pudo evitar el desabrochar el sujetador con sus manos en cuanto pudo, su boca levemente abierta entre suspiros agitados por la calurosa situación.

Izumi no tenía intenciones de chupar o siquiera de practicar sexo oral en ese instante, pues aquello no le iba muy bien y le recordaba a Shisui. Él había sido un bruto y hasta se había burlado de ella en cuanto lo hizo. Aún así, dejó de dudar en cuanto sintió las manos del Uchiha posarse sobre su cabeza, acercándola suavemente a su evidente erección con un deje de confianza.

─Es mi turno. ─murmuró él, jadeante y algo agitado con una leve sonrisa.

La Uchiha tragó saliva notoriamente y se sonrió al recordar aquella instancia en el baño del hospital entre ambos. Quizás sí, ya era su turno.

Sin mucho cuidado y con un cierto toque de inocencia, ella acercó su diminuta boca al bulto del Uchiha y lo besó un par de veces, por encima, arriba y abajo. Itachi soltó unos cuantos suspiros ante el tacto y presionó uno de los glúteos de la chica, generándose así más placer del que ya estaba sintiendo.

Más abajo, Izumi tras haber saboreado toda la carne del anbu se decidió por finalmente introducirlo en su boca, cerrando sus ojos por inercia al sentir como chocaba levemente con su úvula y sentía ansias de quitarlo. Más no fue cuando el Uchiha comenzó a gemir que todo aquello a la castaña no le importó. Siguiendo así en lo suyo, succionado y soltando repetidas veces mientras que con sus manos se daba cierto impulso en el mismo lugar.

─J-joder... Izumi...

Itachi mordió su labio inferior y presionó con fuerza los muslos de la muchacha, haciendo que ella soltase un leve quejido sin dejar de hacer lo suyo. Por ende, el Uchiha quiso acariciar sus senos mientras ella aumentaba la velocidad de sus chupadas. Ignorando asimismo las repetidas arcadas que comenzaba a sentir, pues Itachi esta vez había metido sus manos en el asunto para presionar la cabeza de Izumi e intentar hundirla un poco más.

─Tranquila ─soltó el ninja de coleta entre jadeos, las gotas de sudor corriendo salvajemente por su rostro y abdomen. Ella sonrió un momento.

Izumi sacó finalmente el atributo del Uchiha de su boca cuando ya no pudo más y comenzó a masajear sus pechos frente al ninja anbu, para provocar y para sentir placer ella misma. Itachi al verla de esa manera, no dudó ni un solo segundo en tomar sus muslos y bajar de un solo golpe sus pantalones y bragas. Esta sentándose sobre su abdomen en cuerpo desnudo.

Él tragó saliva con cierto nerviosismo al sentir lo mojada que estaba, pues aquello solo le prendía cada vez más.

─Mm... ─gimió la chica, al sentir como la erección de Itachi rozaba con fuerza su trasero y él lamía con suavidad su clavícula y hombros─I-itachi-kun...

Los roces, las caricias y los besos desenfrenados en medio del sudor y la desesperación. El placer indiscutible que entre ambos se hacían sentir en ese baño. Todo era inigualable, ambos lo sabían con certeza. Sin embargo, tras un largo recorrido de sudor, gemidos y placer en aquel baño, ambos sabían que venía la etapa final. La cual era la más placentera de todas, al menos según Izumi.

─E-en el pantalón ─gruñó el ninja de coleta, su boca aún entreabierta tras los suspiros y gemidos debido a la fricción de sus partes íntimas. Izumi gimiendo sin algún pare por ello mismo─ I-izumi... ─insistió, mordiendo su labio inferior al querer tenerla dentro enseguida, saltando sobre él y gimiendo como nunca.

La castaña con algo de dificultad buscó vagamente en el bolsillo del pantalón de Itachi lo que este ansiaba, un preservativo. No era lo mismo el sentimiento que hacerlo sin uno, eso Izumi lo tenía bastante claro pero nunca estaba demás ser precavida. Para nada.

Entonces, con sus dientes rompió aquel sobre y con sus manos lo posicionó rápidamente sobre la erección del hombre que tanto amaba. Este soltó un leve gemido debido al tacto de sus manos y simplemente logró lo que tanto ansiaba de un solo viaje, pues Izumi no tuvo problemas en montarse sobre él, soltando así un gran y agudo gemido junto al ronco del Uchiha por la penetración.

Ambos se observaron a los ojos un segundo, los dos activando aquel dojutsu que tanto los condenaba para sonreír con malicia y lujuria, incluso si sus cuerpos y rostros se encontraban cubiertos de sudor. Luego, no demoraron en acercarse para pegar sus labios de manera fogosa y salvaje mientras el movimiento les hacía gemir el uno con el otro. De arriba hacia abajo.

Izumi subía y bajaba a su ritmo, soltando asimismo gemidos agudos en los labios y cuello del Uchiha, quien solo tomaba los muslos de ella y los movía con aún más rapidez para hacer el placer más fuerte. Sus jadeos y suspiros inundando toda la habitación bajo los de Izumi.

Estuvieron así un largo tiempo, entre embestidas, saltos y gemidos. Aquellos sucumbidos en tal diminuto baño que ni siquiera era de uso público, pero a ellos no les importaba. Ellos se amaban y no había mejor manera de demostrarlo que follando de esa forma.

─I-itachi-kun voy a... ¡Oh dios!

La Uchiha estaba a su límite, pues Itachi había aumentado sus embestidas con más brutalidad y rapidez, por lo que, no fue una sorpresa que hubiese tenido el mejor orgasmo de su vida en ese mismo momento. Rasguñando así el torso del anbu suavemente mientras le besaba con desesperación en sus labios.

En cambio, Itachi siguió en lo suyo durante un tiempo mientras la chica ayudaba, aunque solo fue hasta que su cuerpo comenzó a tensarse y tras un ronco gemido sobre los labios de Izumi logró llegar al tan ansiado clímax, terminando asímismo la acción con lentas embestidas mientras sentía como su cuerpo se relajaba e intentaba recuperar su respiración regular. Destensándose casi enseguida.

Izumi sonrió de lado y se hundió en los brazos de Itachi sobre el wc, besando suavemente la comisura de sus labios antes de decir las palabras que tanto añoraba hacerle saber al Uchiha y al mundo entero;

─Te amo, Itachi-kun.

Y para ello, no había culpa alguna. Al menos no aún.

«...»

Izune Senju.

Sentí mis manos temblar, ansiosa y algo desesperada por la respuesta que Shisui podría darme. Quizás solo fuese el hecho de la pelea anterior, o todo lo que estaba sintiendo, el miedo, la bronca y la desesperación... pero yo solo quería zafarme de este problema. Y rápido.

Después de todo era una ilusión, yo no tenía el sharingan. Era imposible. Ellos lo habían imaginado y Shisui me lo iba a confirmar. Eso era lo que quería creer.

─Lo despertaste ¿No es así? ─soltó él, con su mirada perdida y algo de desgano, dando un suave suspiro mientras quitaba aquel trozo de tela de su ceja dañada, dejándolo en su costado para afirmar ambos codos en sus piernas. Pensativo.

Tragué saliva y negué con mi cabeza, él no estaba hablando enserio ¿Verdad?

No podía ser cierto.

─Por tu rostro puedo adivinar que sí, es algo loco ¿No crees? Yo también me sorprendí cuando me di cuenta, aún no lo creo. ─volvió a decir, observándome de re-ojo con una leve sonrisa inquieta. Me sentí aún más nerviosa con aquello, y no supe el por qué.

Quizás por el hecho de que sí, Shisui no estaba mintiendo. Incluso si yo quería creer que sí.

─Solo dime qué es lo que viste, ─dije, algo desesperada─ No le des más vueltas.

─Vi un sharingan, ─respondió─ un perfecto sharingan de dos aspas.

Mi corazón se frenó por unos segundos en ese instante y negué con mi cabeza una vez más, solo para luego comenzar a morder mis uñas con desesperación. Él me observó con cierta angustia y luego con sus manos quitó las mías de mis labios para que no tuviera que romperlas, se lo hubiera agradecido en otra instancia pero no me sentía capaz. Shisui estaba mintiendo, Kinoe y Kiara también lo habían hecho. No podía tener el sharingan.

Yo era una Senju. Los Senju no suelen tener un dojutsu como tal.

─¿C-cómo? Shisui, te juro que si esto es una broma yo...

─Tú preguntaste y yo respondí, ¿Por qué mentiría? ─me interrumpió, dando un largo suspiro y comencé a mover mis pies─ Ukitake-sensei también lo vio, supongo que ese tema también te interesa y lo preguntarás muy pronto.

─Shisui, no tiene lógica que tenga tal dojutsu...

Él alzó sus hombros en medida de rendición y tan solo removió sus cabellos un poco antes de volver a hablar, se notaba inquieto y hasta podría jurar que inseguro ¿Realmente iba a decírmelo todo?

─No, la verdad es que no la tiene. De hecho, yo aún no le encuentro la lógica. ─dijo, remojando sus labios un poco. Se notaba nervioso─ ¿Recuerdas las habilidades sensoriales de Ukitake-sensei, de cómo lograba vencer a sus oponentes tan fácilmente?

Yo asentí, no sabía hasta dónde quería llegar con esto pero sí. Mi maestro había sido un gran jounin, un shinobi ejemplar y uno de los mejores. El único de su clan y especie. Por ello mismo, no me explicaba su muerte.

Al menos me lo explicaba hasta que dijeron las razones de los hechos, él no pudo morir tan fácil. Algo tuvieron que haberle hecho.

─Ese no era su verdadero poder, Izune ─volvió a hablar, cada vez sorprendiéndome y angustiándome más con cada cosa que decía─ él tenía un dojutsu en específico y sabía muchas cosas, más de las que debería...

─Espera, espera, ─dije, alzando mi mano─ No te voy captando Shisui ¿Qué tiene que ver esto con mi... sharingan? Lo cual insisto, es imposible.

Él suspiró, tirando su manga de la playera azul marina que traía hacia atrás para enseñarme su brazo con cansancio. No lo comprendí.

Mi rostro lo demostró.

─¿Te acuerdas de la mancha que decías parecía un delfín años atrás? ─preguntó y mi rostro fue de pura sorpresa, quizás lo que Obito decía no era tan ilógico con respecto a mi lunar... ─ Ajá, ya no está. Eso ocurrió tras la muerte de mi madre y la tuya, casualmente desapareció con la muerte de Uryu ¿Lo crees coincidencia?

Esperen ¿Él sabía de mi supuesto lunar? ¿Por eso ya no estaba? No lo encontraba lógico y solo me daba vueltas en mk cabeza, pues esto parecía una especie de rompecabezas sin fin. Y yo no sería capaz de armarlo.

Al menos no sin Shisui.

─Sigo sin entender, Shisui ─insistí, al notar como este volvía a tapar su brazo y resoplaba en el aire─ sé que algo tienen que ver esas marcas pero ¿Por qué? ¿Qué pasó mientras dormía en esa misión? Necesito saberlo todo, por favor.

Él moduló una mueca y carraspeó antes de volver a hablar;

─Ukitake-sensei, él tenía un poder en específico como dije antes. Él podía lograr que cualquier poder ocular se...

─¡Chicos! ¡¿Qué haaay?! ¡Amo las fiestas!

Ambos nos giramos con cierto pánico apenas escuchamos ese grito estruendoso y chillón, el cual había interrumpido la sentencia del Uchiha a mi costado, una sentencia que de seguro yo ansiaba por saber y quise reprochar. Sin embargo, mi rostro cayó veinte metros más abajo en cuanto noté que se trataba de Tsunade... ebria.

Esto no podía estar pasando.

No demoré en posar una de mis manos en mi frente y maldecir internamente una y otra vez con irritación, pues ella sonreía ampliamente mientras sostenía una botella de Sake en uno de los pilares del salón principal. Yo. No. Quería. Ebrios ¿Qué parte de eso dios no entendía?

─Tsuna, te dije que los tragos... ─traté de advertir, sin perder la cordura por completo. Sin embargo, ella de alguna forma logró llegar a nuestro lado y tomó asiento sin cuidado.

Al costado de Shisui en realidad. Aunque este solo soltó una risa, una algo incómoda y divertida al verla tan de cerca y de esa forma. Ella se veía muy graciosa y ridícula.

─¿Iban a coger? ─preguntó mi prima sin tacto alguno, tapando asimismo su rostro con ambas manos y algo de malicia. Mi rostro enrojeció por completo y pude notar que el de Shisui también─ Woops, estoy segura que les encantaría ¡Este Uchiha es encantador e Izune es una fiera! ¡Vivan los Uchiha's!

─Tsuna, tú solo ve a la ca... ¿Dónde está Itachi e Izumi? ─solté de la nada, interrumpiendo mi reproche y aún intentando ignorar el hecho de querer golpearla o tirarla a la tina del baño. Tsunade podía ser muy empalagosa con unos cuantos tragos y... mierda. No quería lidiar con eso ahora.

Ella no me respondió, pues estaba muy cerca de Shisui mientras intentaba tocar sus cachetes con cierta diversión, sus labios bastante juntos a la vez que lanzaba besos a su persona. Él tan solo se reía, pero podía notar que tenía cierto toque de inquietud ante las caricias de mi prima voluptuosa. Sí, era una escena graciosa y desesperada.

Por ello, me puse de pie. Tsunade tenía que ir a la cama ya.

─¡Tsunade! ─exclamé, al notar que mordía la mejilla de mi antiguo compañero de equipo. Ella se alejó al instante, riendo de manera frenética.

─¡Lo siento, lo siento! ─soltó, ambas manos al costado de sus orejas─ ¡Es todo tuyo!

─¿Dónde están Izumi e Itachi? ─volví a preguntar, esta vez acercándome a ella para tomar su mano con fuerza y ponerla de pie. La rubia me puso resistencia y gruñí por lo bajo al notar las burlas del Uchiha─ ¡No te rías, Shisui!

Él estaba por poco muerto de la risa mientras limpiaba el labial rojo de Tsunade que se había impregnado en su mejilla derecha, y sí, daba gracia. Pero cuando la gente se reía de Tsuna en ese estado aquello solo le avalaba más y ella no cedería ante mi.

Ahora todo sería más difícil con mi familia. Por estas cosas yo no bebía a menudo, los Senju suelen ser muy buenos para beber y también para cagarla. Menuda familia me gastaba.

─¿Siempre es así? ─cuestionó el Uchiha con diversión mientras observaba mi forcejeo, aunque al notar que ella se pegaba a su cuerpo aún más hizo una leve mueca. No dudé en arquear una de mis cejas al ver como ella langüeteaba su mejilla con fugacidad.

─¿Ya no es tan divertido verdad, señor risitas? ─me burlé, a lo que rodó sus ojos con gracia mientras Tsunade pasaba sus manos por todo el torso del Uchiha, sus ojos mostrando un brillo inigualable─ ¡Tsunade, qué cooperes dios! ¡Te viera Kakashi de esta forma!

─¡Es que, míralo! Además... Kakashi ama a Rin. ─soltó ella con mofletes inflados y tironeé de su brazo una vez más, resoplando uno de mis cabellos.

─Él te quiere a ti, no seas tonta y levántate... tienes que ir a la cama ─insistí, a lo que Shisui comenzó a ayudarme para quitársela de encima─ ¿Dónde fueron Itachi e Izumi?

La rubia finalmente cedió un poco y soltó a mi antiguo compañero solo para hacer unos gestos obscenos con sus manos, señalando el baño del salón con malicia y lujuria. Nuevamente, posé mi mano derecha en mi frente con frustración.

Un leve tic formándose en mi ceja izquierda por el pensamiento.

─Dime que no están cogiendo por favor... ─murmuré a ojos cerrados, no quería más dramas. No más dramas. Ni semen, ni espermatozoides o gemidos de mi amiga.─ ese fue el ruido que oímos, Shisui.

Era lo que menos quería ahora, pero al parecer... todo estaría en mi contra esta noche.

─Wooo, yo creo que si ... Shisui ¿Por qué eres tan adorable? Dios, si es que te comería a besos de una manera que...

─¡Deja a Shisui en paz! ¡Joder! ─exclamé con exasperación, dando leves golpes en mi frente para poder pensar con claridad y saber qué hacer con esta situación.

¿Dejarlos coger o interrumpir?

Shisui carraspeó, alejándose un poco de mi prima al ver que ella pretendía meter su mano en su zona prohibida y suspiré ¿Acaso todas las mujeres que conozco con alcohol quieren follarse a otros hombres?

─Izune ¿Y si buscamos a Kakashi mejor? ya llevan mucho tiempo arriba, quizás con él ella...

─No quiero a Kakashi, él ama a Rin y tu eres muy adorable ¿Por qué no me miras? ¿Estos pechos son muy...

─¡Espera, Tsunade no!

Alcancé a llegar, gracias a dios que lo hice. Pues, la rubia pretendía bajar su playera para mostrar sus voluptuosos pechos frente al rostro sorprendido del Uchiha. Aunque luego soltó unas risas.

Otra vez solté un bufido.

─Bueno, nunca he visto unas así de grandes en vivo pero...

─¡No le abones, Shisui! ─reprendí a su persona, aún sujetando a Tsunade, quien solo soltó una risa burlona mientras me apuntaba y luego chupaba su dedo con una sonrisa─ ¡Tú, quieta! ─exclamé a ella con algo de enfado y perdiendo la pacencia─ voy a por Kakashi, no te muevas y no molestes más a Shisui.

─Que no quiero a Kaka...

─¡Quieta te digo!

Dicho esto, la rubia frunció el seño ante mi y finalmente la solté de golpe para ir hacia las escaleras con rapidez. Es que esta noche no podía ser peor, definitivamente. Solo esperaba que Kakashi hubiese logrado su cometido.

─¡Espera, Izune! ─frené mis pasos de inmediato al escuchar el grito desesperado de Shisui, algo asustada. No lo comprendí.

No al menos hasta que vi su rostro.

─¿Realmente me dejarás a solas con ella? ¿Y si vuelve a mostrar sus...?

Me volteé por completo y a cejas alzadas junto a mis brazos cruzados me afirmé en el pomo de la escala, una leve sonrisita maliciosa y burlona escapando de mis labios. Él parecía asustado, por primera vez en toda mi vida le veía de esa forma. Tsunade comenzó a morder su brazo y solté otra risa al ver como se exasperaba.

─Eso es por buscarle a Obito, te la bancas ahora mientras no estoy. ─respondí, alzando mis hombros con inocencia para luego subir dos escalones.

─¡Pero Izune, ya dije que lo sient...

─¡Voy a por Kakashi, ya vuelvo! ¡Suerte!

Solté otras risas más mientras corría por las escaleras tras oír sus bufidos y quejas, sin duda alguna no había peor castigo que cuidar a una Tsunade ebria. Yo sabía que ella no sería capaz de follarse a Shisui o hacerle daño, sin embargo, podía ser muy empalagosa si se lo proponía y por como era Shisui... él tenía paciencia y mucha, pero a saber sin con ella la tenía. Mi prima estaría bien, pero el azabache no mucho.

Tras un suspiro agraciado, entré a mi habitación en busca de esos dos. No obstante, ellos no estaban allí. Entonces, mi corazón comenzó a latir con más frecuencia en cuanto me di cuenta de lo que estaba por hacer ¿Qué iba a decirle a Obito cuando le viera? ¿Se habría calmado? ¿Habría roto algo? ¿Debía llegar y reprocharlo? No lo sabía con certeza, pero aún así me perturbaba y me daba algo de impotencia o escalofrío. Por no saber qué le sucedía y por ser un celoso de mierda.

Sí, Obito podría tener sus razones. Pero no para reaccionar de esa manera. Ese aura, no me gustaba.

Entonces, tras revisar dos habitaciones más finalmente llegué a la última del pasillo. La cual era su habitación. Debí suponerlo.

Inhalé mucho aire y lo aguanté unos segundos, pues los nervios inundaban mi cuerpo casi por completo. Aunque la curiosidad y la angustia eran más grande que todo ello. Por ende, puse mi oído en la puerta para prevenir lo que pudiera encontrarme, pero no pude siquiera escuchar algo decente. Solo eran murmullos, murmullos inútiles y vagos.

─A la mierda.

Dicho aquello, escupí el aire que tenía escondido e intenté abrir la puerta con mi mano y fuerza sobre la perilla, pero se encontraba cerrada por dentro. Entonces, no tuve más opción que golpear con mucha fuerza y dejarme ver. Ya no sabía como sentirme ni lo que realmente iba a decir a Óbito cuando estuviese frente a él. Pero poco me importaba.

─¡Kakashi, Obito! ¡Ábranme la puerta!

Solo esperaba que no se hubiesen matado a golpes entre ambos o algo parecido, pues antes... ambos estaban muy agresivos entre sí. Dios, ayúdame con todo esto.

«...»

─¡Maldición Óbito, es un maldito rinnegan! ─exclamó el Hatake, rechinando sus dientes una vez más a medida que el asombro y el miedo inundaban sus sentidos más comunes─ ¡No me digas que no es nada! ¡¿Por qué los tienes?!

Óbito se tomó la cabeza con ambas manos y luego pateó la cama con fuerza en un amago para no arremeter contra Kakashi. Aunque con el golpe, la cama se había corrido unos centímetros lejos de ambos y la pared se había trizado ligeramente. Kakashi volvió a tomar aquel ojo con su mano derecha y luego posó su vista en su amigo. Se sentía casi igual de desesperado que él a decir verdad. Sintió miedo, miedo de lo que tuviese que ver el asunto con su amigo y el mismo rinnegan.

El peligris no era idiota, eso estaba claro. La única manera de despertar un rinnegan era teniendo la sangre del sabio de los séis caminos. O también, haber nacido de parte Uchiha y Senju. Algo vagamente imposible durante generaciones, al menos según su padre había contado años atrás.

¿O se equivocaba? Él ya no sabía en qué creer o pensar. No después de haber conocido un par de rinnegan en vivo y no en pergaminos inciertos.

─Golpear las cosas no te va a salvar de esta mierda...

─¡Lo sé, joder! ─gritó el Uchiha a mas no poder, abriendo sus brazos para luego agacharse y recoger el otro ojo sin algo de tacto, el cual se había escurrido por el suelo con notable irritación─ Madara-sama me devolvió el sharingan que perdí, y ahora debo cuidar de estas porquerías. Ya puedes dejar de seguirme ahora que lo sabes y procura que nadie más lo sepa.

Enseguida, Kakashi observó con asombro y algo de confusión a su amigo, quien al parecer no quería cruzar su mirada con él luego de tal confesión. Pues, solo quitó el rinnegan que el peligris traía en su mano con molestia para luego caminar hacia el cuarto de baño. Todo completamente en silencio.

¿Cómo podía ser tan descuidado con dichos ojos?

─¿E-eso fue posible? Obito, tú... Yo vi el kunai cruzar tu ojo...

Obito dio un suspiro cansado al notar que su amigo le había seguido el paso y tan solo se quitó la bandana que cubría su ojo ''dañado'' para observarlo. El sharingan brillando como nunca antes, y el Hatake no pudo evitar el entreabrir su boca al ver aquello. No se lo imaginaba.

─Tu noviecita mintió todo el tiempo, diciendo que no se podría salvar mi dojutsu y ahora...

─Estás molesto con ella por no salvar a tu abuela. ─finalizó el peligris, un cierto toque de angustia en su rostro.

Ya no sabía en qué creer.

El moreno no respondió. Tan solo dio un bufido y luego abrió uno de los cajones bajo el lavabo para buscar algo que pudiese servir para esconder esos ojos que Madara tanto había protegido. Kakashi por su parte, tomó la bandana del azabache y la analizó varios segundos, pensando. Aquello era una locura.

Entonces, tras tocar su hombro suavemente se lo extendió y Óbito frunció el seño. Él ya no estaba molesto. Al menos no tanto como antes.

─Siento haberte asfixiado antes, ─dijo, teniendo esta vez el rostro algo sorprendido del azabache sobre él─ pero deberías comenzar a aceptar la muerte de tu abuela tarde o temprano, porque eso te va a jugar una muy mala pasada Obito, como la de hoy. Izune solo quería pasarlo bien, acaba de perder a su alumno y tú solo te comportaste como un niño caprichoso. Y sobre esto ─señaló los ojos sobre el lavabo─ no sigas la corriente de ese hombre, no me da buena espina...

─Si vas a seguir con los sermones te sugiero que te vayas a la mierda antes que me vuelva loco, no conoces a Madara-sama. ─gruñó el azabache, aceptando la bandana con un toque de cabreo para luego ubicarla en su ojo como de costumbre.

Kakashi suspiró. Aunque sus últimas palabras no le gustaron mucho.

─No sigas los planes de ese hombre, Obito ─insistió y Obito enrodó su ojo visible, finalmente encontrando una especie de frasco gris muy posible de utilizar.

Luego, lo extendió con mucha rapidez hacia el Hatake, quien solo tomó su sien unos segundos con cierta frustración mientras lo aceptaba.

─Llénalo. ─ordenó el Uchiha, esta vez poniéndose de pie para salir del baño e ir a ordenar un poco el desastre que había causado. No quería que Izune viene todo aquello.

Y no, no se arrepentía de haber golpeado a Shisui. Pues, hace bastante tiempo el azabache tenía ansias de hacerlo pero sí, se arrepentía de haberle jodido la noche a su amiga porque eso no era lo que quería lograr. Ella no se lo merecía y había sido un completo idiota por ello. Sin embargo, también mantenía una postura a ciertas cosas.

Suspiró. No sabía qué excusa iba a decir esta vez para zafarse de tal lío.

Entonces, el Uchiha estiró las sábanas de la cama en dónde solía dormir usualmente, mientras que Kakashi guardaba aquellos rinnegan en el frasco que habían encontrado en los cajones. No obstante, el pánico se fundió en su rostro y corazón en cuanto la perilla de la puerta comenzó a moverse, seguido de unos gritos al notar que no se abriría.

─¡Kakashi, Obito! ¡Ábranme la puerta!

Enseguida, el peligris apareció en la habitación con su mirada tranquila y despreocupada, solo para tirar aquel frasco en sus manos e ir hacia la puerta sin vacilar. Obito abrió sus orbes con sorpresa y luego posó su vista en sus manos, sin tener idea alguna de dónde esconder aquellos ojos que nadie debía ver.

─¡Idiota, no abr...

Tarde. Kakashi había sacado el seguro de aquella perilla y la figura de una peligris de ojos rojizos se hizo presente frente a ambos, su mirada muy confundida al notar el inmenso silencio que había. Obito no tuvo tiempo de reaccionar o pensar mejor, así que solo dejó escapar aquel tarro de sus manos bajo sus pies. Este rodando directamente por debajo de la cama mientras la Senju por poco empujaba al Hatake para ir hacia el azabache, olvidándose casi por completo de su cometido inicial.

Él no sabía que decir o cómo siquiera pedir disculpas al ver el rostro de enfado que detonaba ella. Sin embargo, Izune se adelantó a sus actos al notar el armario destrozado a un costado de la ventana, los vidrios rotos en el suelo y la pared ligeramente trizada. Kakashi observando todo desde el marco de la puerta con cierta diversión, cruzando sus brazos vagamente.

─ Izune yo..

No pudo terminar su sentencia ni prevenir lo que venía, pues, la mano dura de Izune ya se había estampado con su rostro de manera brutal, doblándolo dramáticamente por la magnitud del golpe. Obito se sorprendió y sintió como aquel lugar ardía con fuerza. Él jamás la había visto tan violenta en toda su vida y vaya que la había visto molesta.

Sin duda alguna, estaba sacando su sangre Senju a flote y eso no le agradaba.

─Hatake, Tsunade se emborrachó y está con Shisui en la planta baja ─espetó hacia el peligris, presionando sus puños con fuerza─ te sugiero que vayas y la cuides mientras no estoy, tengo ciertos asuntos que hablar con Obito por ahora.

Obito tocó su mejilla bastante rojiza repetidas veces aún con asombro y luego posó su vista suplicante en el rostro burlista aunque sorprendido de su amigo, como si estuviese pidiendo ayuda. Sin embargo, este solo alzó sus hombros y se fue por la puerta. Completamente en silencio.

Qué jodida noche. Pensó el azabache, segundos antes de recibir la segunda y probablemente última cachetada, pues había sujetado su mano en cuanto notó la tercera. A Izune también se le podía pasar la mano a veces y él no se lo iba a permitir.

Ambos necesitaban hablar con urgencia. Pero no así.

// Espero hayan disfrutado la lectura, esto es un mundo alterno pero igualmente pueden haber spoilers.

*espero no se les haya hecho pesado al ser largo😿.

¡Hola!😿 La verdad es que vengo media enfadada por diversas razones, una de ellas es que wattpad es una mierda que se pega cada dos por tres y otra es que no me alcanzó todo lo que quería poner en este capítulo así que me amurré y lo dejé de esa forma, re vago y sin mucha emoción😣 pero bueno ¿Qué les ha parecido a ustedes? Al menos ya sabemos de quiénes son los ojos que tenía Itachi👏😂

Eeen fin, espero les haya gustado y probablemente suba pronto por haber cortado este capítulo, de antemano mucha gracias por leer, comentar, votar o lo que sea😿💓 nunca encuentro las palabras suficientes para agradecer lo mucho que me han apoyado, por dios, ustedes son lo mejor y de verdad, gracias💓 muchas muchas gracias.

Espero no aburrirlas tanto con esto así que, nuevamente gracias por leer y que tengan un lindo día porque se lo merecen💓😘

Adiosín💓

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